¿Por qué nos odian tanto? Somos excepcionales

Señores: Últimamente recibo muchos correos de personas con unos orígenes bastante dispares. Si cualquiera de mis lectores habituales lee los hilos de comentarios, verá que mis comentaristas incluyen negros, izquierdistas, blancos, ateos, católicos, protestantes, y hasta anarquistas. ¿Qué es lo que distingue nuestro proyecto liberal y hace que mi humilde bitácora, sin ninguna financiación pública ni de ningún instituto «liberal» en España reciba tantos comentaristas distintos? Se debe a varios factores que hoy intentaré ilustrar. Sin ningún ánimo de ser arrogante, soy de la convicción profundísima de que nuestro proyecto, el Liberalismo Democrático y Clásico es el único proyecto auténticamente liberal y anglo-atlantista en España. Sí señores: nosotros somos un referente auténticamente liberal en el sentido clásico y las personas que viven en España, sean cuales sean sus orígenes raciales o confesionales o económicos, han visto aquí que defendemos una serie de principios — pero es mucho más que eso. Muchos de mis comentaristas de izquierdas han visto que a nivel personal, estoy dispuesto a dar la cara y la batalla. Desde hace ya muchísimo tiempo, mis lectores saben que he tenido que sufrir (y no digo esto con ánimo de victimismo aberrante) represalias por mis convicciones: he sufrido acoso, amenazas de todo tipo por parte de terroristas informáticos y callejeros, soy una persona «non grata» en los círculos «liberales» de España y mis lectores habituales han aprendido que pongo mis principios ante todo y que no me vendo a nadie. Precisamente por ese motivo, la mayoría de los «liberales» del «establishment» en España no me pueden ver. Es más, mi presencia en cualquier acto liberal en Madrid les produce arcadas. No les gusta que yo haya destapado al profesor Gabriel Calzada, presidente del Instituto Juan de Mariana, por lo que es: un fraude y un subvencionado público con un historial académico bastante cuestionable cuando no mediocre. Tampoco les gusta que hable de mis opiniones religiosas porque no saben lo que es el individualismo y el liberalismo clásico ni conocen a los grandes autores como Adam Smith. Pero aparte de todas estas cosas, hay algo que de verdad les molesta: soy un individualista a ultranza que vivo de mi trabajo y de lo que produzco sin depender de Gabriel Calzada o de institutos como FAES o Juan de Mariana. Sí, como me leen: la gran mayoría de los jóvenes liberales «conocidos» en España viven de la subvención y de la beca por una parte, y de sus padres. Ningún individualista de verdad se conformaría con vivir de su familia o de becas públicas para defender intereses dictados por Calzada o cualquier otra persona. Por lo menos a un socialista se lo puedo respetar: un socialista cree que el Estado debe mantenerle o involucrarse mucho más en la vida de los ciudadanos. Pero los «liberales» no me aguantan porque ven en mí dos cosas que en España son abominables, sean «liberales» o no – 1) ser independiente y no preocuparse de la «opinión» ajena y 2) no vivir de terceros (en el caso de la juventud).

Los niñatos pijos que integran el Instituto Juan de Mariana ven en mí algo aberrante: no me comporto como ellos, no soy «educadito» porque me gusta decir lo que pienso realmente, y me visto, hablo y me comporto dentro de la ley como me salga de las narices y opino sobre temas que conozco sin preocuparme si alguien se ofende. Es por eso que en la famosa Cena de la Libertad del 2008, muchos pseudoliberales se negaron a dirigirme la palabra y encima, como son muy cobardes, me criticaron por ir solo a la cena. Yo no sabía que se necesitaban dos bocas para cenar y presentar mis ideas. Me enorgullece mi comportamiento en la cena porque no cambié ni una sola de mis posturas políticas o religiosas y eso a muchas personas les molesta porque, dicho sea de paso, es ya de sobra conocido que España es un país donde hay muchos borregos. Todavía nos hace falta mucho progreso del de verdad para llegar al individualismo inglés o liberal clásico. Por eso muchos liberales en España necesitan escudarse detrás de institutos mediocres y presentar sus ideas según las directrices de Calzada, entre otros falsos. Lo que más gracia me ha dado es que todavía a estas alturas hayan «liberales» que me digan que soy un resentido. ¡Como si yo necesitara la aprobación del IJM! La verdad es que no soy un resentido y me enorgullece la expulsión de esos círculos. Poco me importa que los «pundits» conocidos en España me tachen como un impresentable porque sé que defiendo mis principios, cueste lo que cueste. En la literatura contemporánea, uno de los personajes que más valoro se llama Howard Roark, protagonista de la novela de Ayn Rand, el Manantial. No comparto todas las ideas de Rand pero digo todo esto porque gran parte de mis comentaristas son Roarks en potencia — y eso es lo que nos distingue y ese es uno de los motivos principales por el cual tantas personas conformistas nos odian. Pero hay algo más señores, hay algo más.

1) Los liberales clásicos de verdad creemos firmemente en una Constitución escrita en el sentido americano. No todas las constituciones, la española entre ellas, da tanto poderes a los ciudadanos y limita de forma tan brutal al Estado central y quizás por eso la mayoría de los países de nuestro entorno no se conocen mucho por su individualismo y amor por la libertad individual. Si en el continente europeo una constitución escrita dura más de 40 años, ya sería algo revolucionario y digno de valorar.

2) Lo de arriba, en cambio, subraya otra convicción de la gran mayoría de mis lectores habituales. La Constitución Federal de los EEUU es en gran parte también una Constitución anti-federalista — divide claramente las competencias y los poderes entre las ramas de gobierno y entre el gobierno nacional/federal y los estados individuales. En segundo lugar, incluye una carta de derechos anti-federalistas que enumera cuales son los derechos individuales que el Estado ha de respetar.

3) Unos límites claros y por escrito conllevan no sólo el cumplimiento legal de esos límites por una rama judicial independiente sino que también limita al propio Congreso, al Presidente, a los gobiernos de cada estado individual y, sí, al propio «pueblo.» En EEUU, la gran diferencia es que la soberanía reside en última instancia no en el «pueblo» sino en el individuo. A pesar de que en la Constitución original el enfoque era todo esto que digo, los progresistas han asaltado estos principios desde los inicios del siglo XX hasta hoy y el principio de la anulación judicial se ha visto como algo «contra el pueblo» o «contra las mayorías» y por lo tanto, algo ilegítimo.

Yo defiendo un liberalismo completamente institucional y poco democratista. Democrático sí, democratista no. El fin de un liberal nunca ha de ser el democratismo y la tiranía de la mayoría. El gran logro de la Constitución de EEUU ha sido el establecimiento de un entramado institucional complejo controlado por fuerzas populares. Pero, y esto es importante: esas fuerzas populares no tienen voz directa en el proceso. Constitucionalmente, ni el Congreso ni las Cámaras Legislativas de los estados están definidas como «el pueblo» como sí ocurre en Europa con nuestros parlamentos. Las elecciones son una forma de controlar el poder gubernamental y quitando los referéndums en los estados, el «pueblo» no vota directamente al Presidente y hasta en los referéndums, sólo un porcentaje de la ciudadanía está considerada como «electorado». En EEUU para votar hay que entrar en el censo del electorado y cumplir una serie de requisitos. El principio no es «un hombre, un voto.» El sistema es totalmente representación federalista y límites.

Esta separación importante y deseable entre «el pueblo» y el Estado está consagrado en la Constitución porque nadie puede decir que habla en «el nombre del pueblo»: Ni el presidente (a diferencia de muchas dictaduras) ni el Congreso de EEUU (A diferencia del concepto de «soberanía parlamentaria» que tenemos en Europa). Esta separación, al igual que ocurre con la separación entre Iglesia y Estado permite que la ideología del liberalismo clásico en EEUU sobreviva hasta día de hoy. A diferencia de los EEUU, los regímenes democráticos de Europa, tengan o no constitución escrita, suelen caer más en las garras de las modas contemporáneas e ideológicas. Es mucho más probable que surja una dictadura en cualquier país democrático de la Europa continental que en EEUU. La separación entre la ciudadanía y el Estado ha sido inmensamente favorable para los americanos.

Allí el «pueblo» no pretende tener la soberanía popular. Allí, el «pueblo» tiene el poder para controlar a los representantes y sin llegar a identificarse con sus políticos.
Es por eso que ningún americano patriota debe permitir que el Derecho Internacional penetre como una fuente de derecho por encima de su Constitución.

Bien, ¿y por qué he impartido esta mini-lección? La pregunta que nos hicimos al inicio de esta entrada era: ¿por qué pasan por aquí tantos comentaristas de unos origenes tan brutalmente dispares?

Se debe al carácter excepcional de este proyecto — la diferencia es que nosotros, los que administramos este proyecto, somos personas que defendemos un liberalismo que no se basa en una persona concreta. Esto es: que nosotros somos una referencia auténticamente liberal no por lo que defendemos necesariamente sino por quiénes somos y las instituciones políticas que defendemos. Y es que lo mejor del liberalismo clásico es que cualquier persona, independientemente de su raza u origen o confesión, puede ser libre e independiente si lucha por la libertad. La mayoría de mis comentaristas tienen algo en común: su condición social se debe a sus propios esfuerzos e inteligencia. Ese principio es lo que hace que otros «liberales» ligados a grupos identitarios y sectarios nos odien tanto. Y, también, es lo que hace que cada vez más se me acerquen jóvenes de izquierdas que valoran la falta de represión que hay aquí. Aquí, en esta bitácora, hasta los izquierdistas se expresan libremente. Todo eso ha contribuido a un proceso dinámico que hoy por hoy ha convertido esta bitácora en una referencia del liberalismo clásico en España. Es verdad que el 98% de mis comentaristas son chicos jóvenes pero hay una importante participación de mujeres si comparamos con otros proyectos en España como Red Liberal, donde no participa ni una sóla mujer. La verdad es que Red Liberal se parece mucho a un baño público – a veces uno entra y está muy sucio y hay que taparse la nariz. A veces, da una apariencia externa de limpieza aunque como en los baños públicos, no se sabe quién ha manoseado algo anteriormente y qué enfermedades pueda tener.

Aprovecho para volver a anunciar a mis lectores que a partir de enero vuelvo a impartir la clase de Derecho Constitucional americano en Alonso Martínez. Para más información sobre matrículas y precios, envíenme (los interesados) un correo electrónico. La clase sirve para todo aquél que esté interesado en una carrera jurídica en los EEUU y tiene que tomar el LSAT – Law School Admission Test. Hay un «test» constitucional todos los viernes, un exámen cada dos semanas, y la normativa es exigente. Utilizamos el método socrático para algunas clases. El año pasado, dimos la clase en inglés y en el 2010 podría ser lo mismo dependiendo de los resultados de las pruebas de nivel del alumnado. El inglés es un buen idioma para este curso porque lógicamente prepara al alumno para las clases de EEUU y para el LSAT. Además de eso, siempre he dicho que si más personas hablásen inglés, la paz internacional sería una realidad mucho más viable. Los jóvenes españoles tienen que continuar con su formación en inglés y en el entrenamiento liberal clásico. Quiero ver más Howard Roarks en mi país y menos papistas timidos y sumisos. El objetivo de mi asignatura es el envío de un número cada vez más notable de españoles destacables para que demuestren su valía a nivel internacional en América. El 2010 se acerca y hay otro proyecto en marcha que anunciaré antes del día de Navidad.

Por último, a raíz del debate que he mantenido con Pedro, un joven de izquierdas y comentarista habitual por aquí, he decidido compartir con mis lectores el magnífico vídeo de la defensa en castellano de Howard Roark. Resume todas las grandes diferencias que tengo con Pedro.

Muchas gracias a todos mis lectores.

18 comentarios

  1. Madrileño antipaleto · ·

    Me ha gustado mucho esta entrada suya Alfredo. Comparto todo lo que ha dicho. Ayer vimos un ejemplo de ese colectivismo asqueroso con lo de los taxistas sinvergüenzas y mafiosos utilizando la violencia contra terceros. Como usted sabe vivo por la Pza de Neptuno y me dieron ganas de ver una buena carga policial contra los piquetes asquerosos que en una ocasión intentaron pegarle a una mujer que exijía su DERECHO A CONDUCIR DONDE LE DÉ LA GANA.

    Que les den y bien duro. ¿Ha visto usted la hipocresía hispana del PP ahora apoyando a los huelguistas? ¿Y esos son los que van de libegales?

    Ojalá se hundan todos los gremios sobre protegidos por los contribuyentes como las farmacias también y los estancos.

    Si no saben competir, a la puta calle. Perdone mi lenguaje pero es que siento pasión por la libertad económica y el liberalismo que usted defiende por aquí, ya que es un liberalismo dentro del límite estatal y nada anarquista.

    No me extraña que haya sufrido acoso porque en este país dar la cara y defender unos principios es peligroso. Terminé mi carrera en 2003 y mi sector no es jurídico pero sus clases deben ser muy interesantes y no dudo que sean estrictas jeje.

    Un saludo

  2. Carles · ·

    Yo también me identifico con el mensaje principal.

    Es una lástima que estoy en Valencia y no puedo ir a su clase pero bueno supongo que ya vendrán más oportunidades. Yo estoy loco por irme de este país así que cualquier formación que pueda tener es bienvenida.

    Tengo algunos amigos de izquierdas – intento que no me vean mucho en público con ellos pero los tengo y pienso que en España lo que pasa es que es raro ver a una persona tolerante de izquierdas.Mis amigos son pacientes conmigo pero yo no diría que son tolerantes.

    He leído su debate con Pedro y pienso que ustedes dos tienen unas convicciones muy firmes y respetables. Supongo que os habéis dado cuenta que el PSOE juega con sus votantes de «izquierdas» al igual que hace el PP con nosotros Alfredo.

    Sólo quieren nuestro dinero para el voto y cuando están en el poder se olvidan de los suyos y nunca nunca hacen lo que le piden sus electores.

    Y eso ha pasado también en los EEUU. Los conservadores le dieron las cámaras legislativas al Partido Republicano y encima la Casa Blanca y ¿cuales fueron los resultados? Casi nada conservador o constitucionalista.

    Ahora Obama le está haciendo lo mismo a la progresía, nada de gays en la mili, nada de regularización de inmigrantes ilegales, y guerra en Afganistán, precisamente todas las cosas que pidieron sus electores. Y ya ni hablar de la sanidad pública porque la ley si es que se aprueba ni siquiera contempla una opción pública.

    Ambos partidos ofrecen un sandwich mixto y hay que elegir entre los que queremos más jamón y otros más queso pero los ingredientes son los mismos.

    Me alegro que seas fiel a tus principios porque no hay mucha gente así hoy en día y mucho menos en Expaña.

  3. valcarcel · ·

    @Madrileño antipaleto:

    Lo de los taxistas en Madrid ha sido vergonzoso y digno como bien dice de una carga policial sin precedentes contra esos macarras fascistas y anti liberales. Ya va siendo hora de ir rompiendo con lo que queda del feudalismo en España. Si yo tuviése poderes, acabaría poco a poco con todos los gremios sobre todo el de la Lotería del Estado — me da asco que el Estado esté fomentando los juegos de apuesta.

    Luego metería mano mercantil en las Farmacias y Estancos para liberalizar de verdad nuestro país y liberalización de todos los precios poco a poco.

    @Carles:

    Yo siempre he sido bastante «escéptico» contra los partidos políticos en general pero en Europa tenemos más presencia partidista porque nuestros sistemas son Hegelianos y muy dialécticos. El sistema americano con todos sus fallos es el mejor en mi opinión porque es un sistema completamente institucional y liberal clásico. Por eso es la única esperanza que nos queda como referencia. Sí, es verdad que la gestión de los Republicanos como partido no ha sido la mejor pero el institucionalismo en EEUU y la sociedad cívica se mantiene intacta.

    Ojalá no se apruebe la ley sanitaria que quiere Obama. De hecho ayer soñé que le pegaron dos tiros al Obama. NO JUSTIFICO EL ASESINATO DE NINGUNA PERSONA DEMOCRÁTICAMENTE ELEGIDA pero sí lo soñé porque me temo que muchos locos lo ven como un enemigo público número 1 y pueden tomarse la justicia en sus manos. Mi pesadilla ha sido horrorosa: caos, gente gritando y agentes de la CIA desesperados. Menos mal que me desperté en poco tiempo.

    Pienso que esta ley sería un peligro para los EEUU y para los seguros privados.

    La diferencia Carles es que en EEUU todo eso que dices tienen la culpa los ciudadanos que lo permiten mientras que en España el sistema democrático NO ES representativo en absoluto porque de ser así, tendriamos diputados elegidos directamente en nuestras localidades y los conoceríamos y nos representarían por ser de aquí y soy de la opinión que si tuviéramos una ley electoral como la de EEUU Zapatero NO hubiera ganado estas elecciones. ZP ganó por culpa de los nacionalistas que son una minoría y no representan a los españoles.

    La palabra «democracia» todavía le queda demasiado grande a ciertos mecanismos en España.

  4. De L'Hort · ·

    jaja es verdad que el vídeo se parece un poco al debate entre usted y Pedro, el colectivista. xDD

    Alfredo yo soy lector habitual de su blog y quería preguntarle sobre China y Rusia ya que me acabo de dar cuenta que usted es atlantista. ¿No cree que tendría más sentido que Obama atacase a Rusia pero utilizando a Irán y creando inestabilidad en China para agitar un poco a los japoneses a cercar a los chinos?

    Es que yo creo que un Irán «fuerte» y cuasi-nuclear sería buena potencia contra Rusia y los intereses de la Unión Europea. Mi deseo es ver la destrucción de la Unión Europea para preservar la hegemonía anglosajona.

    Por eso me extraña su afán por lanzar ataques aereos contra Irán cuando podriamos utilizar a éstos a nuestro favor y para nuestros intereses.

    Saludos

  5. valcarcel · ·

    @De L’Hort:

    Hombre sería genial que países como Irán acaben dentro de la OTAN — creo que eso se debe contemplar por ejemplo para Irak cuando se estabilice por completo. Sería muy deseable extender el alcance de la OTAN para contener mucho más a Rusia y a sus amigos en la Unión Europea. Yo tampoco quiero una UE fuerte bajo ninguna circunstancia porque la UE ha demostrado ser contraria a la libertad y a las alianzas de los EEUU. Europa quiere volver a ser un «Imperium» y eso BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA lo quiero. Ya me costó aceptar la unificación de los alemanes como para que ahora vengan estos bruselianos a dictar política exterior a través de Lisboa.

    La verdad es que el panorama que se nos avecina es bien feo pero creo que en ese aspecto Obama va por buen camino: estabilizar a Afganistán para lanzar un ataque contra el norte de Pakistán. Cuando EEUU y los británicos se aseguren de la destrucción completa de Al Qaeda, entonces es cuando se debe contemplar meter a India y a Pakistán también en la OTAN. Todo lo que sea defender el atlantismo me vale porque es la única fuente para la libertad duradera y una paz equilibrada. Europa es mucho más un problema que una solución y ya lo demostraron cuando no quisieron cooperar con los americanos en el tema iraquí.

    No siento ningún «afan» por lanzar un ataque contra Irán pero el gobierno iraní ha demostrado que no está dispuesto a cumplir con las directrices internacionales y tendrán que pagar algunas consecuencias — las sanciones económicas serían un paso adelante en ese aspecto para fomentar revolución interna.

  6. Lliure · ·

    Oiga Don Alfredo, muy bonito su artículo y todo pero ¿qué tal lo lleva con su primo del CATO? Me sorprende que su primo sea tan distinto a usted y mucho más «libertariano» sin conservadurismo. Su primo dice que ustedes no se hablan, ¿es cierto eso?

    Eso sí, muy guapitos que son ustedes los adinerados. Lástima que usted no sabe lo difícil que es llegar a fin de mes para millones de españoles. Por lo menos su primo reconoce que no le interesa el patriotismo pero usted va de patriota y le importa un pepino el bienestar de los más pobres.

    Veo que lo de hacer vídeos con decoración rara y anticuada lo llevan ustedes en la sangre…

  7. valcarcel · ·

    @Lliure:

    Me da mucha pena que gente como usted tenga un vacío tan enorme en la vida que sientan la necesidad de buscar problemas donde no los hay y meterse en asuntos que a usted no le interesan. Si usted tiene una pregunta para Don Julián, hágasela a él. Yo no soy portavoz de nadie salvo de mí mismo y de mi proyecto. Lo que hagan otros, incluido don Julián no es mi problema ni es mi asunto ni tengo nada que ver con las ideas de los demás. Mis ideas son mías y yo no veo por qué alguien tiene que estar de acuerdo «por ser mi primo». Eso es estúpido y bastante malicioso de su parte.

    Y por supuesto que a mí sí me interesa el bienestar de las personas. Es precisamente por eso que no puedo ser socialista porque el único sistema viable es el capitalismo. Y eso es algo que tanto yo como Julián compartimos en común. Búsquese la vida si usted no tiene nada que aportar a la discusión y no se meta en asuntos ajenos a su miserable existencia.

  8. Raven · ·

    Saludos señores.

    Muy interesante el artículo, y felicidades por lo de que va a dar clases. No dudo que usted pondrá mucho de su parte para dar unas clases magistrales. Me gustaría mucho que hubiesen más profesores con su formación.

    Debo decir que cuando niño siempre me han gustado las películas patriotas, y todavía me gustan. A veces siento un poco de tristeza porque en los EEUU sus ciudadanos están orgullosos de su país, y lastimosamente siento algo de envidia, pero hay que luchar mucho para conseguir que a uno le nazca ese mismo sentimiento. Aquí les da igual lo que hagan con mi pobre país, y esas personas son las que votan cada 5 años para elegir un presidente que «se encargue de mejorar» las funciones del estado haciéndolo cada vez más intervencionista. Ni siquiera les preocupa de saber exactamente qué es lo que va a hacer el presidente de turno. Democracia ignorante, más que la tiranía de la mayoría es la tiranía de los ignorantes.

    El egoísmo puro es lo que abunda aquí, ni siquiera es el egoísmo competitivo que tuvo usted la gentileza de explicarnos hace unas entradas atrás, sino el despreocupado y apático, el que no le importa ni su propio bienestar (que hasta dejar de respirar llegarían a hacer sino fuera porque es involuntario).

    Por lo menos me enteré de que hay un grupo de jóvenes que están promoviendo el liberalismo clásico en varias zonas del país, debo decir que todavía me encuentro algo escéptico porque es la única buena noticia que me ha alegrado que dudo que sea verdad, no vaya a ser que sean un grupo de jóvenes como el del Juan de Mariana que tanto usted critica.

    Yo también tengo fuertes convicciones ideológicas, y me sentiría traicionado si alguno trata de cambiar la ideología o adaptarla a gusto de otros.

    En fin, por lo menos no pasaré el fin de año tan mal 😉

    Saludos

  9. excatólico · ·

    Como ex-alumno de Alfredo del año pasado, me siento eternamente agradecido por el curso pero sobre todo por la metodología estricta y clásica. La verdad Alfredo es que hubo una temporada con usted en la que me sentí muy mal con mí mismo y estuve en un estado depresivo por la dificultad de la clase pero si no hubiera sido por sus constantes motivaciones y su actitud dura yo no habría solicitado admisión a Yale.

    Estoy eternamente agradecido por eso Alfredo y soy el primer español en la Fac. de derecho en Yale. Le he seguido todo este tiempo y me ha traído recuerdos lo de su clase.

    Al final ahora entiendo por qué el curso empezó con 30 chicos y 15 acabaron saliendo porque era demasiado duro. Je, y lo de la oración contra ZP, un clásico Alfredo. Ah y otra cosa, ¿qué fue lo que pasó al final con el chico loco de los piercings? ¿Se quedó con los pendientes o los tiró vd a la basura? Menudos tiempos, aquí en Yale son un poquito más «laxos» con esas cosas.

  10. Me alegra ver que ya es usted independiente, Alfredo, pero como comprenderá, a mí todo esto me suena a publicidad -no digo que no haya que hacerla-, casi parece más destinada a mantener la confianza en el grupo ya existente que a defender la categoría excepcional de su proyecto. Es muy fácil sentirse orgulloso de las propias ideas, pero mucho más difícil defenderlas si a uno lo que le interesa, en vez de tener una serie de individuos o institutos a favor o en contra, es la verdad en sí misma. Y ésta, Alfredo, no siempre, o no toda, coincide con nuestras ideas individuales. ¡Cuánto menos con proyectos que agregan multitud de pareceres distintos!

  11. Perdone que insista, pero como a usted, Alfredo, no le gusta la uniformidad de pensamiento, y a mí tampoco, creo que estoy en la obligación de discrepar.

    Una cosa que me llama la atención, además, es la cantidad de comentaristas que se definen como «anti» o «ex» o echan mano de cualquier otra etiqueta definitoria. Se diría que todo es una pose visceral que adquiere uno obedeciendo a un estado de origen (racial, socioeconómico o lo que sea) que los encasilla para siempre en un grupo de pensamiento y a partir de ahí surgieran series de aparentes argumentos. ¿Es eso un debate o una suma de subjetividades más o menos contradictorias, con un elemento común, que no es el discurso racional, sino el «yo estoy a favor» o «yo estoy en contra de» y un añadido que justifique una premisa ya de por sí más sentimental que lógica?

    En fin, con esto no quiero decir que no deban crearse asociaciones, grupos de presión, think tanks y demás que abriguen la intención de presionar a los gobiernos a que piensen en el carácter de las consecuencias de sus acciones y no sólo en las electorales. Simplemente, me llama la atención cómo influye el grupo en el individuo y el individuo en el grupo.

  12. valcarcel · ·

    @Samuel:

    No he entendido lo de que «ya» soy independiente…pues siempre lo he sido, independientemente de los institutos en los cuales yo haya formado parte.

    Respecto a lo de multitudes distintas: mire en el ejemplo de EEUU — un país totalmente variopinto y sin embargo muy cohesionado o unido en lo importante y esencial.

    Precisamente por esas cosas que describo arriba.

    Es verdad que mucha gente se siente atraída por estar en contra de algo o a favor de algo o por identificarse con su religión u origen racial. Creo que es uno de los distintivos de esto y para nada me molesta el identitarismo. Suele pasar sobre todo en artículos sobre Calzada o el instituto Juan de Mariana o cuando se toca el tema migratorio.

    Lo último que ud dice es importante y le diré que como no soy anarquista, creo que los dos influyen y los dos son imprescindibles. Lo importante en sí es saber mover los hilos para beneficio propio y dentro de la ley, manteniéndose moral pero firme y sin prescindir de lo que es el «grupo» en este caso.

    No sé si eso le satisface como explicación.

    @excatólico:

    No sé lo que le pasó a ese chico. Acabó saliendo de clase y supongo que no le gustó el derecho. Gracias por su comentario.

    @Raven:

    De acuerdo aunque yo le aconsejaría que investigue bien lo de esos liberales clásicos porque no vaya ser que sean unos como los del Juan de Mariana, que son todo menos liberales clásicos.

    Saludos

  13. Lliure · ·

    Lo siento Alfredo pero ya le he hecho esas mismas preguntas a Julián y me ha dicho lo que ya le dije, que ustedes no se hablan. Exijo que me lo explique porque si usted dice ser tan «transparente», no entiendo por qué parece ser que no le gusta hablar de ese tema. ¿Tanto le cuesta responder a mi pregunta? Para nada tiene que ver con maldad de mi parte pues yo ni siquiera soy de derechas, no tengo ningún interés a nivel personal en estas discrepancias pero sí me llama la atención que un primo suyo diga cosas tan radicalmente distintas a usted. Por supuesto que nadie tiene por qué compartir ideas por el hecho de ser amigos o primos. Mi intención no responde a ningún vacío en mi vida y tiene más que ver con intentar comprender el por qué detesta usted tanto el anarquismo. Yo a nivel personal disfruto mucho más de sus escritos pero sí que me llama la atención que ni su propio primo lo aguanta así que algo más habrá y como tengo ahora una oportunidad de decirlo, usted tiene el deber de explicarlo si es que de verdad es «transparente.»

    Siguiendo además las líneas básicas de lo que ha dicho el comentarista Samuel, a pesar de que no soy de derechas a mí los del Instituto Juan de Mariana por lo menos de cara a la galería sí que me parecen más majetes que lo que usted representa. No se confunda, lo que quiero decir es que normalmente a la gente le gusta más una medicina con sabor a fruta que la jeringa y usted parece más jeringa que jarabe. He ido a algunas charlas del IJM y son muy majos y abiertos, cosa que usted no es. Ud mismo se enorgullece de ser tan «individualista» y eso lo respeto pero luego no diga que otros se sienten alienados porque es bastante desagradable aguantar a una persona tan negativa. Lo siento pero es mi opinión personal y a mí también me gusta ser honesto.

  14. valcarcel · ·

    Lliure: Repito lo que ya le dije anteriormente. Usted me ha hecho una pregunta acerca de Julián y yo ya le dije que preguntas sobre terceros no me van. Si Julián ya le ha dado una respuesta pues bien, exíjale a él que elabore pero no me exija a mí que dé explicaciones sobre las opiniones personales de terceros. A mí no me pagan para ser portavoz personal de nadie y le pido que no vuelva a insistir.

    Me alegro que le guste la «simpatía» de los del Juan de Mariana aunque no sé qué tendrá eso que ver con nada. Lo que sí me ha hecho mucha gracia es lo de que «son abiertos» en el IJM. Viniendo de una persona izquierdista como usted tampoco es que me deba sorprender – ustedes están acostumbrados a no pensar por sí mismos y a depender de la opinión de los órganos oficiales de sus asociaciones, al igual que los izquierdistas que integran el IJM.

    Bien, a usted le gusta ser honesto pero ha de saber que no hay nada más ridículo que la estupidez honesta. Y, visto lo que dice del IJM y esa gente, usted es un estúpido que o bien no se entera de cómo va la película o bien lo hace con segundas intenciones.

    Ya he dado todas las explicaciones que me corresponden de deber moral y no tengo por qué darle a usted, persona que ni conozco, ninguna explicación más allá de lo necesario y justo en estas circunstancias.

  15. Alfredo, con respecto a lo que me decía, yo me refiero más bien a los grupos de índole política más que a la constitución de un pueblo. Yo sé que bajo un mismo estado hay muy diversas tendencias, de muy diferentes orígenes y que ni siquiera todas aceptan la existencia de ese estado (aunque si en número suficiente como para poder mantenerse), pero la ausencia de uniformidad no me invita a querer marcharme del país.

    Pasa algo completamente distinto en los grupos de la sociedad civil. Si la lucha ideológica de la sociedad civil ha de situarse al mismo nivel que la del Parlamento español, donde todo consiste en decir qué somos y qué no somos, sin razonar nada, francamente, no sé qué tiene de excepcional un proyecto liberal.

    A los políticos les unen sus legítimas ansias de conquistar el poder y unas ideas más o menos afines, pero en el camino se dejan los argumentos racionales, que han acabado convirtiéndose en eslóganes, medias verdades o declaraciones pintorescas acerca de lo malvado que es su rival y lo genial y excepcional que es «su proyecto». A mí me gustaría que en la sociedad civil, buscando cada uno su propio beneficio y sin prescindir del grupo, como usted dice, que son cosas que defiendo, hubiese más respeto por la verdad, más individualismo y menos personalismo y, por tanto, más escepticismo, ya que el objetivo no consiste en conquistar el poder, ni dirigirlo desde abajo, sino establecer unos límites activos, que hagan valer las instituciones, y someter a crítica lo que otras organizaciones civiles dicen o hacen de una manera más metódica y honesta. Y cuando digo metódica y honesta no le hablo de ‘moderarse’ ni de ‘ser majete’ en el sentido en que lo entienden los políticos -adoptar una pose más atractiva para captar mayor aceptación- sino de someterse a una disciplina crítica que haga valer la fuerza de sus argumentos por encima del «nosotros somos…», «nosotros defendemos…», «nosotros no somos como…». Es verdad que todo grupo de la sociedad civil hace declaraciones de ese tipo y que tiene un proyecto común -si no lo tuvieran, no formarían un grupo-, pero a veces tengo la impresión de que la sociedad civil imite en demasía los métodos de la clase política.

    Saludos.

  16. Afredo, buenas tardes.

    Me ha extrañado un tanto que haya puesto ese video como resumen de nuestras diferencias.
    Sabe usted que yo soy bastante opuestos a los movimientos «de masa», entiéndase que me refiero a los movimientos que implican una idea única y una dogmatización de la masa, no a los movimientos donde personas dispares con ideas dispares se unen con un objetivo común.
    También sabe que yo tengo una gran admiración por los heterodoxos y por aquellos que han rebatido las verdades absolutas dentro de los países y los movimientos políticos (fíjese, eso me hace tener un enorme respeto histórico por Lutero). Tambié, como buen modernista y Krausista, creo en la necesidad de hombres excepcionales que con su impulso hagan mejorar la sociedad entera.

    Por tanto, yo puedo compartir el 90% de la defensa del video. El 10% que no comparto supongo que es lo que nos separa,pero creo que queda un poco extraño definirlo con ese video puesto que sus lectores se pueden llevar una imagen equivocada de mi.
    Esta diferencia, resumiéndola, es que a pesar de que creo mucho en la individualidad de pensamiento y de comportamiento, considero que es no puede ser extrapolable a la gobernación de un estado. El estado, la política, los mecanismos sociales, deben estar orientados al beneficio de todos, de la mayoría, deben intentar cohesionar la sociedad, dentro del respeto a sus diferencias individuales.
    Tener estos distintos conceptos entre como debe llevarse y cultivarse la vida individual como ser humano y la vida colectiva como ser social me llevan a no pocos conflictos ante muchas situaciones. Pero como soy persona a la que le gusta pensar y razonar no me pesa, al contrario, me gusta, creo que de aprende de estos debates internos.

    De todos modos agradezco profundamente esta consideración especial que tiene hacia mi, aunque creo que en este caso puede llevar a equívocos.

    De todos modos, quiero concentrarme en su entrada de hoy y su comentario sobre las personas de distinta índole que leemos su blog.
    Recuerdo que usted y yo empezamos diciéndonos de todo. Poco a poco aprendimos a no tomar al otro como un majadero, y empezamos a vislumbrar áreas en las que coincidimos. Como usted dice, hay más cosas que nos unen de las que nos separan.

    Pero, ¿Que me lleva a mi, izquierdista en lo económico y progresista (liberal diría yo, aunque no coincida con el término) en lo político y social, a comentar aquí y a haber hecho tan buenas migas con usted?
    Bien, creo que esto se debe a que tanto usted como yo nos oponemos, dentro de nuestra posición en el espectro ideológico, a ser heterodoxos respecto al pensamiento mayoritario de este país.

    Yo me siento muy alejado de aquellos izquierdistas que defienden ciertas causas, políticas o personas sin razonar nada, sólo por «principios». No aguanto al que defiende a Ahmadineyad porque es anti-americano, ni al que defiende a Kim jon Il por la misma razón. No puedo comprender planteamientos de que los EEUU son una nación enemiga, cuando creo que esta nación tiene cosas muy positivas, aunque otras muy negatovas.
    No me gusta el que defiende al PSOE por encima de todo, de forma irracional y muchas veces en contra de sus propios principios.

    Usted es parecido a mi. La derecha de este país es casposa, cutre, soez, intenta imponer cierta moral católica sobre la sociedad. Es coorporativa (como la izquierda), y eso le lleva a defender a los chorizos que llevan el mismo carnet que ellos, etc.
    Por eso mismo a usted, como cuenta, le desprecian. Usted es un liberal económico, muy conservador en lo social. Los que se llaman liberales en este país son, muchas veces, herederos de ciertas estirpes políticas del franquismo, y sus ideas tienen mucho enlace con aquellas. Muchos (casi todos) son cínicos, como muestra usted con el tema de las subvenciones.
    Usted se opone a esto, a sabiendas de su minoritaria postura, pero lo hace por convicción. Eso les enerva.

    ¿Es esta similitud dentro de nuestras diferencias lo que nos hace tener esta buena relación? Yo creo que sí. Jamás hubiese podido tener estas conversaciones con alguien de la red liberal, como ya me pasó en su momento.

    Un saludo Alfredo.

  17. valcarcel · ·

    @Samuel:

    Ahora sí he entendido y destaco su segundo párrafo:

    «Pasa algo completamente distinto en los grupos de la sociedad civil. Si la lucha ideológica de la sociedad civil ha de situarse al mismo nivel que la del Parlamento español, donde todo consiste en decir qué somos y qué no somos, sin razonar nada, francamente, no sé qué tiene de excepcional un proyecto liberal.»

    Bien, me había explicado mal. Claro que comparto esto al 100% pero lo que yo quise decir era precisamente que independientemente del origen social de cada uno, suele pasar que los que hoy son «algo» por su propio esfuerzo y mérito suelen compartir muchísimos de los valores que defendemos en Lib.Dem. Es imposible, como vd bien sabe, pedir una «fidelidad» al 100% porque los individuos no funcionamos así y mucho menos en España. Siempre vamos a tener ciertas personas con distintos grados de protagonismo.

    Entiendo lo que motiva su discrepancia pero no lo comparto a nivel que hablamos ya de lo practico porque la verdad es que somos posiblemente el único proyecto liberal clásico.

    Sí, es verdad que existen los riesgos que usted ilustra aunque lejos de querer «conquistar» el poder, aunque lo parezca, mi intención está mucho más ligada a lo que usted me dijo en el primer comentario. Lo que pasa es que como usted sabrá, he estado en políticas durante bastantes años y es inevitable que me salga la «vena» mitinera y que soy más dado al discurso que a otra cosa. Lo que yo le puedo decir Samuel es que sé que vamos por buen camino. Y eso no se debe tanto a mí como persona sino a los valores que defendemos que yo creo que sí están bien claros.

    @Pedro:

    Yo bien sé que usted no es ningún borrego pero no me podrá negar que en el terreno económico, como usted mismo dice, un gran abismo nos separa.

    «Tambié, como buen modernista y Krausista, creo en la necesidad de hombres excepcionales que con su impulso hagan mejorar la sociedad entera.»

    Esto no me atrevo a contestarlo porque necesito que usted me lo explique un poquito más. Cuando yo no estoy al 100% seguro de lo que una persona quiere decir con algo, me limito a exigirle que me lo explique más antes de hacer el ridículo y ofrecer una interpretación equívoca. Sí que le diré que considero a Krauss como un «enemigo» en lo ideológico, sobre todo por sus posturas jurídicas.

    «El estado, la política, los mecanismos sociales, deben estar orientados al beneficio de todos, de la mayoría, deben intentar cohesionar la sociedad, dentro del respeto a sus diferencias individuales.»

    Cuando usted habla del «beneficio de la mayoría», supongo que se refiere a que opta más por el concepto democratista, ¿correcto?

    «¿Es esta similitud dentro de nuestras diferencias lo que nos hace tener esta buena relación? Yo creo que sí. Jamás hubiese podido tener estas conversaciones con alguien de la red liberal, como ya me pasó en su momento.»

    Estoy de acuerdo en esto — lo ha explicado de una forma mucho más eficaz que yo. Y sí, a mí desde hace un tiempo me ha sorprendido que compartimos esas cosas en común, amén de que también estoy de acuerdo en que gran parte de los que se denominan hoy en día liberales en España no son sino los herederos del franquismo de antaño que yo, por convicción también, siempre he detestado y bastante.

    Porque una cosa es que yo haya apoyado ciertas cosas de Pinochet en un momento puntual y debido principalmnete a mi convicción acerca de la soberanía de las naciones y la justicia y otra muy distinta es hacer apología absoluta del franquismo que en sí no era NADA liberal en nada. Yo creo que hay muchísima gente que se olvida de eso y no se dan cuenta que hasta la década de los 70, la mentalidad era «el liberalismo es pecado» y «un extranjerismo» anti-español. Por eso me repatea que la mayoría de los «liberales» a destacar hoy en día sean tan puristas cuando ni siquiera saben en muchos casos qué es lo que defienden y por qué.

    Saludos a todos

  18. Marcos · ·

    @Pedro y Alfredo:

    Yo también, como Pedro, soy de izquierdas y bueno participo aquí porque tengo mucho respeto hacia las personas que se lo curran y saben por qué son lo que son con argumentos.

    Estoy muy distanciado de las ideas de Alfredo y me inclino mucho más a lo que dice Pedro. No obstante, es de valorar que Alfredo da la cara y está dispuesto a enfrentarse a sus adversarios utilizando el argumento. A mí me han censurado varias veces en RLiberal y me resulta un poco infantil como se limitan a repetir los típicos eslóganes de la derecha sin pensar lo que dicen ni por qué lo dicen.

    Saludos

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