Estimados señores lectores: Interrumpo la serie sobre el liberalismo global para tratar el tema del fin de año. Creo que todos podríamos coincidir esta vez en que el fin del año 2020 será algo positivo si tenemos en cuenta la balanza de este año tan terrible de virus, racismo, disturbios, delincuencia disparada, desigualdad sin precedentes y la pérdida de más libertades.
El mundo está atravesando unas circunstancias pavorosas y excepcionales a la vez. Lo cierto es que me cuesta muchísimo pensar en algo positivo para nuestros países este año, sobre todo en España y, donde vivo actualmente, Estados Unidos. En España, las tensiones políticas siguen, la economía tambalea, la Unión Europea reprime más y hemos sido testigos de una violencia de disturbios callejeros que no se habían visto desde los años 60, alentados por poderosos grupos internacionales sin patria en la que hemos perdido el orden, el sentido de estabilidad institucional y mucha gente se ha quedado sin empleo no solo por el COVID19, sino, más tenebrosamente, por su forma de pensar.
El año 2020 ha sido, al menos en mi vida personal que analizo la política, el peor año que he visto en mi vida y, sobre todo, de la historia occidental. No lo digo solamente por el virus, no. El 2020 ha revelado que el «emperador» está desnudo y que, para más inri, su…bueno, en fin, era más «pequeño» de lo que pensábamos.
Hemos podido ver como minorías nada representativas se han hecho con el poder en nuestras universidades, empresas y países y el principio de legitimidad se ha roto, así como de autoridad.
A nivel personal supongo no debería quejarme y no lo hago realmente: nunca he estado tan bien a nivel económico y social como ahora. Tampoco me he enfermado una sola vez y he podido realizar un sueño que tuve desde muchísimo antes de la pandemia: poder trabajar desde mi casa. No sé cuánto dure ese lujo, porque si mis alumnos me lo exigen, tendré que volver a las aulas, pero de momento no voy a quejarme.
Sin embargo, me resulta tremendamente preocupante el auge de China y su poder cada vez más incuestionable así como la destrucción de la estabilidad en nuestros países occidentales.
Una cultura está definida por lo que prohíbe y permite, especialmente en el ámbito social, sexual y político. El «prohibido prohibir» ha llegado a la última consecuencia y todos estamos viendo cuáles son. Lo que tenemos ahora es una «anti-cultura». Su propósito no es transmitir creencias o legados de nuestros antepasados, sino una suerte de agitación permanente contra lo que una vez fuimos. Es decir, la transgresión es la norma, no la excepción.
No tengo mucho más que decir en esta despedida del 2020 más allá de preguntarme, a la vista de lo que hemos podido ver/comprobar, ¿qué sentido tiene a estas alturas ser nada? Es decir, si ahora ni la nacionalidad de una persona vale algo, si «todos pueden ser», ¿qué sentido tiene ser español o ser estadounidense o de país x? Algunos siempre han dicho que los países son cosas artificiales, que las «naciones» no existen. Curiosamente, suelen ser los mismos que se indignan si no celebras un origen extranjero. Si algo positivo podemos decir del 2020 es que ha dejado en evidencia lo falso que realmente son nuestros dirigentes y lo débiles que son nuestros estados occidentales. Si un país con el poder que tiene EEUU no pudo ni siquiera gestionar la distribución ordenada de una vacuna, me pregunto si realmente no tendría sentido preguntarse «¿para qué luchar por una patria si ésta ya no es nada porque ni existe?»
Ahí lo dejo para la reflexión individual. Espero no sonar muy negativo, porque soy lo contrario a lo negativo, pero socialmente hablando, no veo indicios positivos de momento para el futuro.
Feliz Año a todos mis lectores habituales.
Hola Alfred,
Hace mucho que no estoy en las redes sociales por motivos del trabajo, también desde mi casa – cosa por la que no me quejo en estos momentos si digo la verdad. Aunque el nuevo blog sigue siendo un proyecto en obras, sí sigo pendiente de tu blog y me alegra ver que has vuelto a escribir aunque, por supuesto, no me alegro para nada de las circunstancias. Es verdad que estamos atravesando una época incierta, y yo suelo ser de los que tienen el vaso medio vacío. Eso sí, algunos apuntes que espero que sirvan para dar cierto grado de optimismo aunque sea mínimo.
La derrota de Trump, que supone una derrota para la derecha neo-fascista. Por supuesto, la derecha neoliberal de momento ha salido de rositas pero hay que ser pragmáticos e ir paso a paso. Por mucho que Biden esté en mis antípodas políticas en muchos temas, parece que ha entendido una cosa – que el liberalismo (el de verdad), no puede permitirse el lujo de actuar como hacía antes de los sucesos de 2016. O mejor dicho, no actuar, porque el liberalismo pre-2016 estaba demasiado satisfecho consigo mismo como para ver los problemas delante de sus narices. Ahora se ha despertado y se ha dado cuenta que, con las tareas que tiene pendiente (como darle guerra al COVID-19, revertir las chapuzas del gobierno de Trump o lidiar con una población afroamericana que con razón está cada vez más inquieta con su condición) no puede quedarse con los brazos cruzados. Hay demasiado que hacer sobre todo si la presidencia de Biden, debido a su edad, sólo dura un mandato de 4 años.
En cuanto a lo que está ocurriendo al otro lado del atlántico, ya veremos lo que pasa con el Brexit. todavía está por ver cómo va a salir, pues es la primera vez que un pais miembro salga de la Unión Europea. Pero sí me alegro de una cosa – que el Brexit permita que el Reino Unido actue de forma soberania a la hora de adquirir sus vacunas, sobre todo si echamos la vista al otro lado del canal de la Mancha y el caos que se ha montado en la UE con el reparto de las vacunas. Eso sí, nunca se sabe qué va a hacer el gobierno de Johnson para desperdiciar esta oportunidad de oro que se le ha presentado. Da para pensar cuánto mejor estaríamos con un gobierno más eficaz al cargo del pais, aunque el partido laborista de Keir Starmer tampoco me da muchos motivos de esperanza como obrero y como británico. El tema de la COVID-19, además de la pandemia en si, también supone otro problema grave – al auge de las teorías conspirativas, algo que vimos durante el asalto al Capitolio pero que también se ha manifestado en los grupos antivacuna cada vez más influyentes, que a mi modo de ver suponen un peligro grave para todo el mundo.
Saludos
Correccion ortográfica:
«es la primera vez que un pais miembro *sale* de la Unión Europea.»
Por cierto, no es que yo vea en Asia un modelo para absolutamente todo, pero sí creo que las economías orientales van a tener un papel importante tanto ahora como en el futuro. La cuestión, por supuesto, es cuál de esta economías va a triunfar porque las sociedades asiáticas no son uniformes, y cómo reaccionamos en Occidente. Estoy leyendo un libro de ensayos de Lee Kuan Yew, el padre fundador de Singapur, y aunque discrepo de él en mucho de lo que dice, acierta en que lo que pasa en Asia y el Pacífico afecta al resto del mundo de alguna forma, para bien o mal, y que mejor nos vale estudiar más a fondo sus diversas sociedades para entender lo que ocurre allí. Al fin y al cabo son vecinos de nuestros primos anglófonos, Australia y Nueva Zelanda. Además me llama la atención cómo los países, tanto occidentales y anglófonos como confucianos, de aquella región – Australia, Nueva Zelanda, Vietnam, Corea del Sur, Japón, etc – a la hora de enfrentarse al coronavirus lo han hecho mucho mejor que EEUU, la UE y alrededor y el Reino Unido juntos. Creo que es algo digno de estudio.
No sé por qué, pero ha desaparecido mi primer comentario. Sólo para decirte que soy Jose, el de Gobettis Corner. Ya volveré a escribir el comentario original.
Aquí va el comentario original (tal como recuerdo haberlo escrito ayer más o menos con más apuntes):
Hace mucho que no escribo en las redes sociales, pero sí sigo pendiente de tu blog y me alegra ver que has revuelto a escribir aunque no me alegro para nada de las circunstancias, por supuesto. También estoy trabajando desde casa, algo por lo que también estoy muy agradecido, tanto por la protección que nos da el trabajar online frente a los peligros del coronavirus como por el sentido de independencia y autonomía personal que conlleva este tipo de empleo. Es una de las cosas que espero que sigan después de la pandemia (si es que hay un después, claro). Aunque también soy de los que tienen el vaso medio vacío, creo que hay algunas cosas por muy mínimas que sean por las que podemos sentir cierto optimismo.
Sobre todo, la derrota (por ahora) de Trump. Es cierto que el ‘trumpismo’ sigue muy vivo y además, en medio de todo esto, el ala neoliberal de la derecha ha salido de rositas simplemente por ser anti-Trump. Pero cada cosa a su tiempo – los logros, por mínimos que sean, hay que celebrarlos, eso sí, sin pasarse. Por mucho que esté en las antípodas políticas de Biden en muchos aspectos, creo que se ha dado cuenta que el liberalismo (el de verdad) no puede dormirse en los laureles como hacía antes de los sucesos de 2016. Hay demasiadas cosas que hacer, sobre todo si su presidencia solo dura un mandato debido a su edad, como darle guerra a la COVID-19, revertir las chapuzas del gobierno de Trump o lidiar con una población afroamericana que, con razón, no está contenta con su situación.
En cuanto a lo que ocurre al otro lado del atlántico, ya veremos qué pasa con el Brexit, porque esta es la primera vez que un pais miembro sale de la UE. Pero si hay una cosa buena del Brexit es que en el Reino Unido hemos podido desarrollar un programa de vacunación de forma totalmente soberana e independiente. Visto lo que ocurre al otro lado del canal de la Mancha con las vacunas, es un motivo para ser optimista, aunque la pésima gestión de la crisis por parte del gobierno de Johnson da para pensar cuánto mejor estaríamos con un gobierno más eficaz y proactivo, aunque la oposición laborista de Keir Starmer tampoco me llena de optimismo como británico y como obrero.
Saludos
Ah señor St, pues lo de Asia es muy fácil: TIENEN EXPERIENCIA.
Recuerde usted que la gripe «española» (que ya expliqué el origen propagandístico de ese término, a pesar de que mucho mierdecilla lo usa para desviar la atención) también se originó o bien en China o bien en Cambodia. Además de China viene el alga más depredadora del planeta (es decir, uno de los mayores riesgos a la tan cacareada biodiversidad). También en esa zona ya tuvieron hace años una epidemia que no llegó a ser pandemia pero que puso de sobreaviso a Corea, Japón e imagino a otros. Parece que es una zona mucho más dada a ello. Esto no es racismo, es pura realidad, de hecho muchos racistas sostienen que los asiáticos tienen mayor capacidad intelectual de forma biológica, pero si vemos las distintas circunstancias culturales, observamos que nosotros nos habríamos adaptado igual, de haber vivido lo que ellos. Por no decir que los últimos dos siglos se han venido pandemias de precisamente esa zona de Asia, y seguramente gracias a la globalización que tanto gusta a algunos. Y bueno, Napoleón ya lo dijo, que no despertáramos al gigante chino, y qué razón tenía el corso.
También rogaría precaución por la supuesta victoria a poder trabaar desde casa: Tiene como todo, ventajas y desventajas, una de estas últimas es la clara sumisión de obligaciones laborales al tiempo no remunerado, aunque si es usted autónomo ocmo Alfredo entonces no importa mucho, pero lo digo por no dar la imagen equivocada a otros lectores.
Al revés, la derrota del trumpismo significa que se viene una ola de «bueno os perdono pero ya sabéis, no os volváis a salir del redil, que podemos equivocarnos per lo vuestro no es simple equivocación, es criminalidad» o al menos así percibo yo la propaganda. Tampoco es muy diferente al revés, todo sea dicho.
Saludos.
Ha aparecido mi comentario original, así que mis disculpas por la inundación de comentarios por mi parte!
En cuanto a lo de trabajar desde casa, de acuerdo. No digo que sea una panacea para todos nuestros problemas, pero dado que vivo con una persona considerada de riesgo ante la COVID-19 esto me viene como un gran alivio de momento. La situación será diferente para cada persona.
Lo de Trump es un tema complicado, pero me alegro por las pequeñas victorias sabiendo que lo duro está por venir. De hecho reservo mis más duras críticas para los progresistas que celebran la victoria de Biden como si fuese el triunfo final del bien contra el mal tipo Star Wars.
Lo sé Sr. St, por eso dije más pensando en otros lectores, me acuerdo perfectamente de lo que usted dijo hace meses y por eso no sé si es usted autónomo. No obstante repito, es por otros lectores más que por usted.
Es que realmente no sé muy bien qué victoria es esa. Quizás a Alfredo que es un autónomo clase media al cual uno de los «paquetes de medidas» de Biden está dirigido quizás le sienta bien (alfredo habló de esto pero no me acuerdo qué medida exactamente era la que elogiaba), pero al proletario o al obrero en peligro de proletarizarse no estoy muy seguro de que esto le vaya a sentar bien. Al obrero useño, me refiero.
Porque repito no sé yo si realmente los demócratas han «aprendido la lección» o el «toque de atención». Quizás en cuatro años volvamos a tener algo grotesco. Al menos ya los que defendían a Trump saben de qué calaña es con esos cien últimos indultos (de los cuales NI UNO a los asaltantes) pero me temo que casi todos ya sabían eso, el que no lo sabía se mentía. Por lo tanto no veo yo mucha posibilidad de que esto no se repita dentro de 4 años (el grotesco espectáculo electoral, me refiero)
P.D.: Ah si usted quiere saber, es que en esta página las respuestas largas suelen tener filtro (para evitar spam) pero se sobreentiende que los mensajes cortos son hechos por humanos y por ende no necesitan de aprobación de Alfredo.
A ver, no soy partidario ni de Biden ni tampoco de Trump. Uno puede alegrarse de la derrota de uno sin que le caiga bien el otro. De hecho ambos bandos me acusan de ser del otro y he perdido la cuenta de las veces que he tenido que justificar mi postura ante los partidarios del centro y de la derecha con respecto a Trump y al Brexit. Quien me conoce sabrá qué defiendo. Desde mi punto de vista izquierdista clásica, Biden y lo que representa es un adversario. Sin embargo, en EEUU no existe la izquierda por mucho que yo quisiera que existiera. Y por mucho que yo aborrezca al centro político, eso no quita tampoco mi desdén por el neofascismo que ha existido en EEUU desde siempre pero que ha cogido carrerilla en los últimos 4 años. Una cosa no quita la otra. Para los afroamericanos de EEUU (no para un blanco europeo como yo que tiene el privilegio de apoyar a Sanders), sí existe el mal menor. Ojalá no fuese así, pero bueno… es así. Sólo espero que la izquierda coja fuerzas suficientes para hacerle frente al Partido Demócrata algún día pero, mientras que las cosas no cambien, no hay otro espacio para maniobrar que dentro el liberalismo. Este liberalismo useño no es ni nunca ha sido de mi agrado, pero creo que esta vez en ciertas cosas (que no en todo, ojo) tendrá que asumir más protagonismo de lo que normalmente hace. Ya puestos a comparar, prefiero mil veces la actual gestión de la COVID que la del gobierno anterior. Prefiero un programa más radical pero en EEUU no se puede esperar nada más allá de eso.
Que el espectáculo del Capitolio vuelva a occurir en 4 años pues no lo descarto tampoco. De ahí lo de «pequeña victoria», porque también me temo que no va a durar. Ya veremos.
Gracias por la aclaración sobre las respuestas largas, no lo sabía.
¡Bienvenido de nuevo José! Gracias por pasar por aquí. Siempre valoramos tus comentarios.
Tema redes: La verdad no te has perdido de nada más allá de la típica desinformación derechista. Debo decir al respecto que aquí en EEUU, ¡por fin!, ya ha habido una detención impresionante contra DOUG MACKEY. Si quieres, búscalo en google y verás a qué me refiero. La administración de Biden está castigando con severidad a los trolls de la derecha que utilizan las redes para desinformar. Como te puedes imaginar, la derecha en Fox News está soltando espuma por la boca diciendo que esto es «una dictadura» y que Biden es como un dictador comunista chino bla bla. Lo cierto es que DESINFORMAR ES FRAUDE Y ESO ES GRAVÍSIMO en democracia.
«Ahora se ha despertado y se ha dado cuenta que, con las tareas que tiene pendiente (como darle guerra al COVID-19, revertir las chapuzas del gobierno de Trump o lidiar con una población afroamericana que con razón está cada vez más inquieta con su condición) no puede quedarse con los brazos cruzados. Hay demasiado que hacer sobre todo si la presidencia de Biden, debido a su edad, sólo dura un mandato de 4 años.»
Completamente de acuerdo. Los últimos 4 años de Trump han sido un verdadero circo. Puedes imaginarte qué bien me sentó lo mal que acabó — solito, derrotado y cabizbajo. Nunca se le había visto tan terriblemente solo, aislado y con peligro de por lo menos ser imputado con algunos delitos federales. Eso espero. No tengo muchas esperanzas en el sistema jurídico aquí, todo sea dicho, pero veremos qué pasa. Yo me conformaría, dada la realidad, con que al menos le quiten los beneficios de seguridad y pensión pública.
Desde luego, en este blog llevo denunciando desde hace más de una década los PELIGROS que conlleva ese anarquismo libertario…donde todo vale, lo que antes llamamos la «eclosión libegal», que es un fenómeno que también se da en España, desgraciadamente. Repito lo que te dije hace mucho tiempo porque sigue siendo verdad: tienese bastante suerte de vivir en Reino Unido donde, al menos, allí la derecha será todo lo mala que queramos, pero es seria y nada nada nada que ver con estas derechas tipo americana o española, maniqueas y hegelianas.
Tema Brexit: ¡Sí! Justamente ayer iba a comentar sobre lo de las vacunas y el DESASTRE de la terrible UE. El BREXIT sigue siendo buena idea, todo ahora dependerá de lo que tú (y el partido que apoyes) pueda hacer a nivel NACIONAL para reformar bien las cosas.
Sobre los grupos antivacuna, creo que lo mejor va a ser la presión social y política. Por ejemplo, ¿no tienes certificado de la vacuna? NO SUBES A NINGÚN AVIÓN. Biden ya está contemplando esa medida.
Otra: ¿no tienes certificado? No estudias.
Otra: ¿no tienes certificado? No puedes trabajar aquí.
Otra: ¿no tienes certificado? No puedes abrir tu restaurante, por poner en peligro a seres humanos en tu establecimiento tóxico.
Otra: ¿no tienes certificado? Se te va a denegar algunas deducciones fiscales en materia de sanidad/seguro médico privado.
¿Vas viendo? Creo que estamos de acuerdo.
Sí, ahora hace falta también que EL ESTADO, SÍ, EL ESTADO, tome cartas en el asunto y REGULE de una puñetera vez a FACEBOOK, TWITTER y demás redes.
Como se dice en inglés: «you have free speech, but you can´t yell fire in a crowded theater». ¿Qué otra cosa han estado haciendo todas esas empresas privadas durante los últimos 4 años? De hecho, que no te quepa duda, Trump mismo ganó gracias a TWITTER y, al menos, fue destrozado también por TWITTER.
Disculpa lo que pasó con tu comentario…como ha comentado IOSEFF, a veces tengo que mirar si entra como «spam». Asunto corregido.
Saludos
«Disculpa lo que pasó con tu comentario…como ha comentado IOSEFF, a veces tengo que mirar si entra como “spam”. Asunto corregido.»
No pasa nada!
Tema vacunas – totalmente de acuerdo en lo que dices de lidiar con gente que se niega a tomar la vacuna. Mucha gente de asusta al oir la palabra ‘coerción’, pero no siempre significa usar la fuerza. Basta con quitarles privilegios como los que mencionas.
Tema RRSS – creo que ya va viendo hora de romper los monopolios de Silicon Valley, aunque no creo que Biden llegue tan lejos. Da miedo el poder de personas como Zuckerberg sobre nuestras vidas, y cuando se les pregunta su respuesta es siempre «la solución a los problemas del Facebook es más Facebook» y cosas por el estilo. En este sentido se parecen a los líderes de la UE cuando les preguntas cómo van a solucionar los problemas del bloque su respuesta es siempre «más Europa». O sea, que la solución a los problemas causados por los excesos de la centralización es más centralización. Algunos dirán qué pintará personas como Zuckerberg en todo esto ya que no son políticos… pues estos son peores, a los políticos se los puede echar en las urnas, a los barones de Silicon Valley, no.
En cuanto a lo que comentas de la derecha británica pues creo que aciertas porque, por poco que me guste la derecha en mi pais, el veneno religioso que se suele ver en las derechas de paises como Polonia, Estados Unidos, Hungría, España, etc está prácticamente ausente aquí… aquí la Iglesia Anglicana es un tigre de papel, no pinta nada realmente.
Hace ya casi un año de esta entrada – desde entonces yo no he comentado por aquí – a ver qué ha cambiado (y qué sigue igual) en 2021 y qué nos depara el 2022.
Me he abstenido de comentar sobre China en concreto porque, a pesar de haber estado allí, no es mi especialidad. Prefiero no pronunciarme sobre temas sobre los que tengo poco conocimiento.