Quizás los lectores me perdonarán si les hablo hoy en un sentido más personal de lo que suelo hacer. Quisiera decir algunas cosas que son fruto de mis observaciones personales, porque creo que muchos de los que vienen a leerme aquí han tenido percepciones similares. Creo que muchos de ustedes, posiblemente, tienen algo en común conmigo, algo muy importante.
Cuando era un niño pequeño, de 11 o 12 años, muchas veces me gustaba pasar el tiempo desarmando relojes, probando distintos ordenadores de la época, y a veces también me gustaba hacer experimentos en un pequeño laboratorio improvisado que tenía en un almacén que mis padres tenían en la propiedad. También me pasaba horas intentando resolver problemas de las olimpiadas matemáticas. Casi siempre tuve la idea de ser profesor universitario, o alguna profesión de carácter público. Creo que nací para ser un servidor público, y Dios me hizo así. No sé hacer otra cosa que divulgar y resolver problemas bastante complicados. Toda mi vida ha sido un perpetuo resolver todo tipo de problemas.
Yendo al grano, lo que quiero decir es que, más que cualquier otra cosa, yo estaba interesado en saber cómo funcionan las cosas del mundo. Me fascina el conocimiento, el descubrimiento y, más importante aún, la VERDAD. Nunca me he interesado por lo que esté de moda, por lo «fashion». De hecho, casi toda mi ropa, si vamos a hablar de estílos, tiene al menos 100 años o más de antiguedad salvo las prendas más delicadas que se deterioran, y aún así, tengo un modista que me las hace con material del más natural y puro, por supuesto nada de «Made in China». Yo era el tipo de chico que a veces usaba un calcetín negro, otro azul, por puro despiste más que por otra razón. Realmente, lo «fashion», la «moda», lo que piense la «mayoría», nunca me ha interesado. Quizá por esa razón nunca fui muy bienvenido en España, que es uno de los países más conformistas y borregos del mundo, con diferencia. De no ser porque está donde está, a veces los españoles actúan como asiáticos en su conformismo y miedo al estado. Sigo siendo así, excepto que ahora mis alumnos son quienes me recuerdan si algo no pega en mi ropa en cuanto a colores, etc.
Durante mi etapa de maduración y juventud o niñez, por supuesto, también presté atención a lo que estaba sucediendo en el mundo que me rodeaba. Sabía, sin que me lo dijeran, que había gente buena y gente mala, inteligentes y tontas. Sabía que el mundo no era perfecto, pero creía que se podía mejorar si se usaban argumentos racionales, convinentes, con evidencia y lógica. Ya, ya, una utopía, sí, pero como yo me interesaba mucho por el conocimiento, pensaba que todos también compartirían esa curiosidad.
Ya muy entrado en mi etapa adulta, aprendí una cosa, sin embargo, que fue realmente deprimente para mí durante bastante tiempo. Aprendí que la mayoría de las personas que me rodeaban, no todas, pero la mayoría, estaban mucho más interesadas en lo que estaba de moda que en lo que era verdad. Cuando yo era estudiante universitario, por ejemplo, estaba muy interesado en la historia, y quería discutir los diversos temas que surgieron en clase con otros estudiantes. Sin embargo, cuando el tema era ideológicamente delicado —la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo— | descubrí que era muy difícil mantener una conversación objetiva con la mayoría de las personas. Se resistían cada vez que la discusión se desviaba hacia un terreno fuera de moda o «políticamente incorrecto». Preguntaba a los estudiantes con los que estaba hablando, ¿por qué casi ningún miembro del público en general puede decirnos cuántos Gls estadounidenses murieron durante la guerra, o cuántos alemanes o cuántos polacos, pero casi todos inmediatamente dicen que murieron «seis millones» de judíos? ¿Por qué es eso? O, por ejemplo, ¿no es cierto que Martin Luther King era comunista? ¿No es cierto que en la mayoría de los «desfiles» de «orgullo gay» lo que se ve es lo más asqueroso e íntimo del cuerpo y más que una reivindicación por sus derechos, la mayoría te enseña el pene o el culo, incluso cuando hay familias pasando?
Bueno, siempre que preguntaba o decía cosas así, la gente con la que estaba hablando se veían incómodas. Algunos se emocionaban y entonces caían, como el típico ser irracional, en insultos personales. Se negarían a continuar la discusión, con un simple «racista» o «machista» o con un «eres homófobo» y fin de la discusión.
Durante las últimas décadas, he notado este tipo de falta de razón una y otra vez, cada vez a peor y paralelo a la progresiva degeneración de nuestras sociedades occidentales. He visto el gobierno en Washington adoptar políticas que yo afirmaba tajantemente de que eran políticas destructivas, políticas que conducirían a la pérdida de nuestras libertades, a la pérdida de todo lo que amamos, Yo estaba horrorizado, y hablaba en contra de estas políticas.
Pero invariablemente los medios controlados apoyaron las políticas, y así las políticas estaban de moda ante los ojos de la mayoría de la gente. Las personas que estaban en contra de las políticas del gobierno fueron tachadas de “racistas” por los medios de comunicación. Fueron llamados «aislacionistas». Fueron llamados «enemigos». Y la mayoría de las personas se dejaron intimidar por los medios. Asentían porque era y es la moda, no porque tengan convicciones propias reales. Este fenómeno empezó con fuerza a partir de los años 90, especialmente en EEUU. Claro, todavía en los años 90 no se había llegado a la tiranía actual, pero ya preparaban el camino. Cuando algunos lo denunciamos, nos tacharon de milicianos, separatistas y supremacistas blancos. En los años 90, esas palabras eran insultos, pero aún podías gozar de un juicio más o menos imparcial. La justicia estadounidense no estaba, todavía, tercermundizada como ahora. Porque, ahora vivimos en un país en el cual un tipo de raza negra puede acuchillar a una anciana en Atlanta para robarle el coche, pero con jurados y jueces que ahora creen en el «equity»…y eso significa que quedará más o menos impune. Sin embargo, si un blanco está defendiendo su propiedad y apunta una pistola a un negro, el FBI lo interrogará y acosará a toda su familia. Todo esto lo veíamos venir algunos, pero la mayoría optó por ser «fashion» o bien, directamente negar el problema y darle la razón a los controladores de los medios de comunicación.
Pues así estaba yo, una y otra vez, preocupado por las tendencias que podía ver desarrollarse, preocupado sobre cambios sutiles en la propaganda de los medios controlados, preocupado por los cambios en el gobierno y su política. Pude ver a mi alrededor los malos efectos de tales tendencias y también pude ver hacia dónde estas nuevas tendencias se dirigían. Estaba claro. Era obvio. Pero otras personas parecían no darse cuenta. Era como si fueran ajenos a la destrucción de su propio mundo que estaba ocurriendo a su alrededor. Me sentí muy frustrado, confundido, que se negaran a ver lo que yo veía, que continuaran fingiendo que las cosas estaban bien cuando muchos sabían que nos dirigíamos hacia el desastre.
¿Puedes imaginarte esa situación? ¿Alguna vez te has sentido igual de lo que acabo de describir?
Por supuesto, no pretendo decir que siempre tuve razón, que siempre supe mejor que los demás. Como todos, cometo errores de juicio. Pero cuando cometo un error, es un error honesto. Yo no juzgo las cosas equivocadamente simplemente para estar a la moda.
El hecho es que, desafortunadamente, la mayoría de las veces mis juicios sobre las políticas del gobierno han sido correctos. Políticas que yo, instintivamente, sentí como malas para la libertad han resultado serlo. Tendencias que el análisis y la reflexión me convencieron que eran tendencias degenerativas han resultado serlo. Y yo nunca he dudado en denunciar los problemas que veo, a pesar del gran coste personal que me ha provocado. Nunca he dudado en decir, por ejemplo, “Hola a todos, la política migratoria de los gobiernos occidentales ha sido un desastre que ha acabado con nuestras naciones. En el caso de EEUU, los cambios demográficos van a destruír todo lo bueno que tiene el país si se permite que continúe la inmigración descontrolada. Por supuesto, el coro «fashion» inmediatamente chillaba y me insultaban: ¡Racista! ¡Hater! ¡Supremacista colonialista! ¡Esclavista!
También decía: «Oigan, todos, la razón por la que el problema de la delincuencia se ha vuelto tan malo durante los últimos 30 años es que lo estamos subvencionando. Estamos usando nuestros impuestos para ayudar a las minorías, que son responsables de la mayoría de los delitos violentos, para reproducirse. Hemos aceptado las llamadas leyes de «derechos civiles» que empoderan y protegen a los elementos criminales. Eso lo dije en los años 90, y mirad como son ahora las grandes ciudades de EEUU y de buena parte de Europa. Y los borregos me volvían a gritar: ¡Racista! ¡Hater!
Por supuesto, no estaba siendo un «hater» en absoluto. Simplemente estaba preocupado por la destrucción de la civilización y estaba dando voz a mis preocupaciones. Estaba diciendo la verdad tal y como yo veía las cosas, incluso cuando la verdad no estaba de moda. Desafortundamente, no nos queda patria. Vivimos en sociedades cada vez más infantilizadas, donde cualquier mención de algo «diferente» o «incómodo» les hace reaccionar como niños: con el insulto y sin ningún ánimo de debatir como adultos. No hay nada más infantil y a la vez totalitario que da terror como la «cancel culture». ¿Dijiste algo «racista» hace 30 años? DIMISIÓN. ¿Crees que solo hay varones o hembras? QUE TE DESPIDAN DEL TRABAJO. Así están las cosas señores. Fijaos si tan mal están las cosas, que incluso el EEUU de 1999 que ya me parecía que tenía estas tendencias es ahora un país ya totalmente transformado, y no para mejor en cuestiones de libertades.
Toda la gente racional ha visto caer desastrosamente la calidad de la educación en los Estados Unidos año tras año y, en respuesta, los diferentes gobiernos han formulado nuevas políticas educativas que solo han empeorado las cosas, políticas que casi parecían calculadas para empeorar las cosas. En lugar de aspirar a la calidad en los centros de enseñanza, el gobierno americano desde la Segunda Guerra Mundial ha estado presionando por la «igualdad». La calidad del sistema educativo se cae, por lo que el gobierno le impone una gran dosis de “igualdad”. Eso hace que la calidad baje aún más, por lo que el gobierno responde con una dosis aún mayor de “igualdad” forzada. Cuando veo esto, tengo que pellizcarme, tengo que preguntarme mí mismo: ¿Eres realmente la única persona cuerda en este país; Eres el único que puede ver que esta política de impulsar la “igualdad” en lugar de calidad solo empeorará las cosas? ¿Eres el único que todavía tiene control sobre la realidad? Y, por supuesto, sé muy bien que no soy el único que se siente así. Sé que sois muchos los que también se sienten como las únicas personas cuerdas en un mundo enloquecido. De lo contrario no estarías leyendo esta página. Las cosas han ido de mal en peor: ahora, las autoridades «educativas» incluso atacan el programa para niños superdotados, diciendo que son «racistas» porque claro, no hay suficientes negros en esos programas ni latinoamericanos, ignorando toda la evidencia histórica y contemporánea que nos deja bien claro que ni los indígenas de Sudamérica ni los negros africanos han tenido sociedades tan avanzadas como las asiáticas y blancas. El afirmar un hecho como tal hoy en día es herejía, y te tratarán como si fueras un hereje en la etapa más oscura del medievo católico.
El problema es que somos personas cuerdas, personas racionales, personas que aceptamos la evidencia ante nuestros ojos. Somos capaces de hacer comparaciones de lo que vemos hoy con lo que vimos en el pasado, tenemos que tratar mucho más permanecer juntos. Tenemos que formar un frente unido contra esos enfermos. Tenemos la suerte que podemos comparar con el pasado, porque nuestros jóvenes NO saben la gran civilización que existía en Occidente antes del estercolero actual.
En realidad, he usado la palabra «enfermos» con cierto desparpajo para describir a nuestros enemigos. Las personas que controlan los medios de comunicación y las personas en el gobierno que reciben sus órdenes de ellos no están realmente locos. Sencillamente, son malvados, son hijos del diablo. ¿Entiendes eso? Son malvados. Son personas comprometidas con la destrucción de todo lo bello y noble y decente en el mundo. No queremos ponerlos en un manicomio. Más bien, queremos cazarlos, derribarles, hasta el último de ellos, y poner fin a su maldad. Si mañana fueran todos ametrallados, yo realmente no soltaría ni una lágrima por ellos. Ni una. Como decía el gran héroe Jefferson, «el árbol de la libertad debe ser regado de vez en cuando con la sangre de Patriotas y tiranos».
Sabes, el problema con la mayoría de la gente no es que sean todos estúpidos. Ciertamente, hoy el nivel de CI es inferior al de hace décadas y siglos atrás, pero aún así la mayoría de la gente puede darse cuenta tan bien como nosotros que si le das subvenciones a los negros o a los latinoamericanos ilegales, muy pronto tendrás más. Es igual que dejarle comida en tu cocina si tuvieras una infestación de plagas. Pueden entender que si no controlas tus fronteras, muy pronto tendrás más mexicanos y haitianos en el país. Pueden darse cuenta de que si luego apruebas leyes especiales para proteger a los delincuentes, tendrá muchos más delitos y delincuencia impune. Pueden entender que si intentas mantener la pretensión de que todos somos realmente iguales, entonces deben rebajar los estándares académicos y por lo tanto evitar que los estudiantes inteligentes alcancen su máximo potencial.
Pueden entender, en otras palabras, que si la gente permite que su gobierno adopte las políticas que el gobierno estadounidense ha adoptado durante los últimos 50 años, se reducirán a sí mismos a la condición del pueblo estadounidense hoy: su civilización en un declive precipitado, su público y moralidad privada en ruinas, su futuro hipotecado y una variedad de minorías no blancas en el proceso de convertirse en aves de rapiña, picando sobre lo que queda del cadáver podrido. Ya vimos un ejemplo de esto, desgraciadamente, la semana pasada en Richmond, Virginia. Quitaron, arrancaron, el último monumento confederado…y por si eso no fuera suficiente, atención, EXHUMARON EL CADÁVER del noble general AP Hill. Nunca, nunca, nunca en la historia de EEUU se había visto semejante acto tan vil, irrespetuoso y repugnante hacia un muerto de una guerra tan importante. Pero hay más y más indignante: no satisfechos con eso, el «contratista» contratado para hacer ese trabajo se mofó del general en Twitter…un blanco por cierto…un «fan» del viejo asquerosoy baboso, el socialista Bernie Sanders. Leed más info aquí. Menos mal que estaba su descendiente John Hill ahí presente para proteger el cadáver. El contratista Patrick Lindsey además de burlarse de un muerto al que no le llega ni a la suela de los zapatos, estuvo en la cárcel por fraude. «Misteriosamente», su contacto ha desaparecido de la página web de la empresa que lo contrata. Así están las cosas: el ayuntamiento de Richmond, totalmente asediado por enemigos de los blancos, tienen que recurrir a delincuentes federales para arrancar estatuas. Espero que la familia de Hill haga todo lo posible para publicar la dirección y datos personales del delincuente Patrick Lindsey. Mientras tanto, Richmond, la capital de este gran estado de Virginia, sufre de una delincuencia negra brutal, pero ya veis, para el ayuntamiento las estatuas con más de 100 años son más importantes. Yo ya dije en los años 90 que algún día, los defensores de la libertad NO tendrían donde esconderse y tuve razón. Hoy, no existe rincón en Occidente donde no existan enemigos de la libertad. Este problema no será resuelto con elecciones, por cierto. Ni el Partido Republicano ni por supuesto el Partido Demócrata van a solucionar nada. Al revés, van a seguir empeorando las cosas. ¿De qué vale un partido republicano que prácticamente en todo vota SÍ con los demócratas? Hace falta una regeneración y eso sólo vendrá cuando haya un verdadero arrepentimiento, sometimiento a Dios y SUS LEYES, y un cambio de moral en consecuencia. Estamos ya en los últimos días de nuestra prosperidad, pero Dios nos la quitará pronto y EEUU va a sufrir un tremendo castigo. Lo de Somoda y Gomorra va a parecer de feria comparado a lo que le espera a este país.
The Salem-based Satanic Temple is suing Indiana and Idaho in federal court over their abortion bans, arguing they violate the religious rights of people in those states.
https://www.axios.com/local/boston/2022/10/03/satanic-temple-abortion-ban-lawsuits
https://news.txst.edu/the-conversation/2021/satanic-temple-is-claiming-religious-liberty-against-tx-heartbeat-bill.html
Cuando en un país, la única gente honesta (que llama al sangriento sacrificio de niños a Baal-Moloch por lo que realmente es) son abiertos adoradores del diablo, es porque ese país está condenado a hundirse a un nivel más profundo en el infierno que Sodoma y Gomorra.
Lo que mucha gente en la «derecha» no entiende, a pesar de que la izquierda SI lo entiende muy bien y lo demuestra a diario, es que el famoso «derecho a la intimidad», establecido en Griswold (el caso que finalmente acabó legalizando la píldora y otros anticonceptivos para parejas casadas) nos dio todos los males actuales, incluido el «matrimonio» homosexual.
Por eso precisamente yo, cuando opiné sobre el tema, no tuve otro remedio que decir «claro, es lógico» que se apruebe y legalice el matrimonio homosexual una vez que legalizas el aborto y la píldora.
El matrimonio ya tiene definición, y siempre ha sido que dos personas de género opuesto se unan y, muy importante, GENEREN UNA TERCERA PERSONA. Si usted le pregunta incluso a algunos «cristianos», le dirán que «cada uno se case con quien quiera y como quiera». NO. NO ES ASÍ como Dios lo establece, pero bueno, vivimos en una sociedad en la que las preferencias del ser humano han sustituido las leyes de Dios. Es lo que tiene la sociedad humanista.
No es para nada, para nada, un «éxito» ni mucho menos algo positivo que se legalice el matrimonio homosexual, ni por supuesto la histeria trans que estamos viviendo en la actualidad, donde nos meten trans hasta en la sopa y por supuesto, tal y como yo dije que iba a ocurrir, lo frotan delante de niños, los más vulnerables, para lavarles el cerebro y hacerles pensar que un trans es una persona «normal», cuando en realidad es un demonio, además de un enfermo rechazado hasta por los propios homosexuales en muchos casos.
Cuando esta sociedad permitió, en su abandono a las leyes divinas de Dios, que legalicemos el aborto, cambiemos la definición del matrimonio y eliminásemos la expectativa de que en el matrimonio han de tener hijos, es decir, PROCREAR, pues entonces eliminaron la exclusividad del matrimonio. Ya pasó de ser un regalo divino dentro del contexto de un compromiso eterno con la posibilidad de generar nuevas vidas. Al revés, el matrimonio pasó a ser algo de auto-satisfacción egoísta, el famoso «porque yo me caso con quien amo y punto». Como vemos en esta cultura sexual tan extravagante que tenemos la desgracia de sufrir, esta búsqueda de la auto-satisfacción no tiene fin. Y ojo, no quedará solo en lo de trans…vendrán más tendencias, cada vez más satánicas, retorcidas, sucias y perversas.
Yo he dicho muchas veces, y lo seguiré diciendo, que todo conflicto entre seres humanos es, en última instancia, TEOLÓGICO. ESPIRITUAL. NO EXISTE la neutralidad.
Este pluralismo falso nos da la ilusión de «neutralidad» del estado en cuestiones morales; pero, la verdad es que todo el mundo es «religioso», sean cristianos, o sean enemigos de la fe. Por desgracia, los cristianos como mayoría NO luchan realmente por establecer las leyes de Dios. Mientras puedan ir a la iglesia algún domingo, lo demás les da lo mismo. Hoy tenemos la religión falsa del humanismo que impregna todo y su enemigo número uno es la IGLESIA, es la cristiandad, somos los cristianos los que estamos en el punto de mira. Fijese si han sido inteligentes en esto que ellos, que son los acosadores y «bullies» reales, nos pintan a nosotros como desdentados ignorantes, violentos, armados que solo queremos hacer daño a los demás…cuando son precisamente ellos los verdaderos abusadores, pervertidos, gente totalmente enemiga de Dios que nos lastimarían y nos lastimarán próximamente. Cuando los cristianos aprendan esta lección, de que estamos en guerra, todo cambiará.
Alfredo.
Ha habido otras civilizaciones que establecieron el matrimonio antes que el judaísmo y el cristianismo surgieran, por eso no entiendo el hecho de que ahora se vea el matrimonio como un «invento» cristiano (si bien esa institución fue establecida en el jardín del edén).
El matrimonio homosexual siempre lo vi como algo estúpido, porque ni siquiera en lugares donde las prácticas homosexuales eran permitidas en el pasado se legalizó, ya que habrán sido pervertidos, pero no estúpidos. Es por eso que las prácticas de Heliogábalo no fueron bien vistos ni siquiera por los propios romanos, que estaban acostumbrados a cogerse cualquier cosa que tuviera agujeros.
Lo del sacrificio de niños a Baal-Moloch es algo que recién comencé a tomar en consideración el año pasado. Antes de eso, lo veía sólo como una forma de deshacerse de ciertos grupos indeseables por las Élites Globalistas, como los negros e hispanos de EEUU y las mujeres en los países de Asia.
«Their finding about the marginal child led John Donohue and Steven Levitt to wonder if there might be far-reaching effects of abortion legalization given the strong selection associated with its usage in the early 1970s. In Donohue and Levitt (2001), the authors argued that they had found evidence that abortion legalization had also led to massive declines in crime rates.
[…] This study was, not surprisingly, incredibly controversial—some of it warranted but some unwarranted. For instance, some attacked the paper on ethical grounds and argued the paper was revitalizing the pseudoscience of eugenics. But Levitt was careful to focus only on the scientific issues and causal effects and did not offer policy advice based on his own private views, whatever those may be.»
https://mixtape.scunning.com/09-difference_in_differences
https://www.lavanguardia.com/ciencia/20190415/461668825501/practica-aborto-selectivo-china-evita-nazcan-800-000-ninas-ano.html
Nunca me comí esas mariconadas de: «es el derecho de la mujer» o » hay que matar futuros delincuentes»
Pero también sentía que había algo estaba obviando al atribuir la legalización del infanticidio exclusivamente a motivos eugenésicos, ya que incluso la eugenesia nazi tenía más sentido, porque, mal que bien, quería eliminar la procreación de los individuos más repugnantes y promover la natalidad de los individuos más sanos. La «eugenesia» (sic) que promueven las Élites Globalistas es precisamente lo opuesto. Lo que ellos promueven es más bien una clase de sociedad e individuo completamente antinaturales, lo que me hizo sentir un «dejavú», y preguntándome dónde había leído o escuchado de alguna sociedad que haya buscado lo mismo. No fue difícil encontrarla:
https://es.wikipedia.org/wiki/Cana%C3%A1n
Cualquiera puede hacer el siguiente ejercicio: Escriba una tabla donde a la izquierda se describa las prácticas actuales promovida por las élites globalistas, y en el lado derecho las monstruosas prácticas de los habitantes del Canaán que los israelitas encontraron cuando salieron de Egipto, y trate de encontrar diferencias de fondo, no de forma (lámparas por focos de luz, caballos por automóviles, etc). Va a ser una tarea bastante difícil.
lo que me dio una certeza total de los repugnantes rituales de las élites Globalistas fue la abolición del fallo de Roe vs Wade, que dejaba en manos de los estados la prohibición o la legalización del infanticidio. ¿Alguien en su sano juicio cree que va a tener un impacto gigantesco esa medida? Si hasta los estados «ultra-republicanos» permiten el infanticidio hasta las 8-16 semanas, lo cual hace que su impacto sea más simbólico que «numérico». Por eso es que no entendía porqué las Élites Globalistas mordían de dolor sus lenguas con la bendita ley, hasta que recordé de que Baal-Moloch gusta que sus víctimas sufran EL MÁXIMO DOLOR POSIBLE durante el sacrificio. de ahí que comience a tener sentido el lloro y crujir de dientes de las élites Globalistas, ya que deben estar muy conscientes de que Baal-Moloch debe estar muy molesto con ellos, y si añadimos a eso el hecho de que el mundo finalmente los conoce con nombres y apellidos
y que son ODIADOS A MUERTE por cualquier persona que no sea un desequilibrado mental, pues como que las cosas no pintan muy bien para ellas.
https://www.silkroadbriefing.com/news/2022/11/09/the-new-candidate-countries-for-brics-expansion/
Con todo este panorama sombrío, era cuestión de tiempo para que las Élites Globalistas digan, de manera involuntaria, lo que el aborto realmente es, y es así como llegamos a ver que los abiertos adoradores del diablo confiesen lo que los más perspicaces ya sospechaban hace años: el aborto es un ritual, y sus connotaciones eugenésicas sólo son «externalidades positivas» de su propósito original.
una vez que finalmente se ve la verdad, el paso siguiente es ¿debería el aborto ser legalizado nuevamente en todo EEUU, pero ahora bajo su real forma de «culto religioso»? Si en EEUU hay libertad de culto, supongo que sí. Lo que sí es inaceptable es que los estados «cristianos» republicanos lo vean bajo cualquier otra forma. Supongo que el hecho de prohibir el aborto después de las 8 semanas es algo loable, ya que al menos los niños sacrificados no sienten dolor (que se sepa) durante el proceso. Pero que los gobernadores «cristianos» muestren esta práctica pagana cananea como un «triunfo» de los valores cristianos es totalmente hipócrita e incoherente. Cierta persona preguntó una vez:
«Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.»
Tal vez los males que está sufriendo EEUU actualmente no sean precisamente por las monstruosas prácticas de los demonrats, sino porque los supuestos «cristianos» están ofreciendo sacrificios a dos dioses completamente opuestos. Después no se quejen de porqué no cae lluvia, o de porqué Hazael termine por arruinar el reino.
Saludos.
Alexander:
Para un cristiano, el matrimonio solo es válido si es establecido por Dios. Un cristiano que, por ejemplo, se case con una mujer atea, no sería un matrimonio válido ante los ojos de Dios. Sería ilegítimo, así como los matrimonios paganos del mundo antiguo. No es que sea un «invento» cristiano, sino que solo es legítimo dentro de la fe.
Como cristiano, tampoco obviamente apruebo el matrimonio homosexual, aunque sí lo he apoyado JURÍDICAMENTE en el pasado dada la lógica federal de otras leyes. Porque repito, hay que ser COHERENTE Y LÓGICO aunque no guste el resultado. Una vez que le quitas al matrimonio la obligación de procrear, entonces si vas a prohibir el matrimonio homosexual, también se tendrían que anular por ejemplo matrimonios entre personas muy mayores. Los que se casan le deben un DEBER a Dios, a la civilización, y a sus familias para generar hijos. El matrimonio que no tenga esto al menos como objetivo muy claro, NO es un matrimonio muy seguro ni muy cristiano. Obviamente esto excluye a quienes NO puedan tener hijos por razones fuera de su control, y eso ya es otro asunto, pero ¿para qué casarse si no piensas procrear?
Luego está I Corintios 7, que es para gente como yo que NO está casada. El apóstol Pablo no ve el matrimonio recomendable para todos, como por ejemplo gente como yo que sirve a Dios de otra manera….mediante la divulgación, la teología y las ideas políticas. Pero si no estás casado, debes ABSTENERTE de cualquier acto sexual. El sexo solo es válido o «legal» para Dios dentro de un matrimonio eclesiástico.
Por eso defendí, desde un punto de vista lógicamente coherente, el matrimonio homosexual, pero por supuesto, yo no reconozco ningún matrimonio fuera de la iglesia cristiana a nivel personal, y que sea entre marido y mujer.
Estoy completamente de acuerdo, sí, en lo que usted comenta sobre no pocos cristianos. Hasta que no sea una fuerza militante suficientemente numerosa, seguiremos en un claro declive hasta la destrucción final. Ahora vas entendiendo por qué yo siempre he dicho que la neutralidad no existe, y mucho menos para cristianos. Hay enemigos, y hay aliados. Esos comentarios míos le han chocado mucho a ciertos individuos en esta web, que piensan que no hay enemigos. Los hay. Un enemigo es alguien que obra directamente contra tus intereses, y al igual que esa gente es enemiga nuestra, nosotros somos enemigos suyos porque también vamos a obrar en su contra, en contra de sus intereses.