Cuando leí la notícia que permite que «cualquier paciente, sin restricción alguna de edad, pueda solicitar el terminar con su vida» en Bélgica, sentí un gran sentido de satisfacción personal: otra victoria para la libertad. Yo soy uno de los pocos individuos de habla hispana (un mundo demasiado católico aún en lo moral para mi gusto) que lleva años defendiendo el aborto libre y la eutanasia para cualquier edad. Repito: Estoy absolutamente a favor de este acontecimiento histórico y espero que España haga lo mismo próximamente para niños con enfermedades irreversibles.
La ley belga dice que los menores sufriendo «constantemente y dolores o enfermedades insoportables» podrán decidir acabar con su vida. Vamos, que podrán optar por la muerte. Muchos comentaristas en USA y otros países como España, demasiado aterrorizados por conceptos como la muerte, hablaron de la «frialdad de la Europa del norte», en USA hablaron y condenaron el «imperante laicismo ateo» del continente europeo, incluso llegando a comparar la ley con las leyes hitlerianas de los nazis en Alemania. Pero entre todo ese griterío patético y paranoico, ignoran unos hechos importantes:
1. La mayoría de los belgas están a favor de la ley. A pesar de la oposición de grupúsculos papistas religiosos y una coalición interesada de médicos, el 75% de los ciudadanos belgas apoyan la ley.
2. Esta ley ya tiene precedentes: En los Países Bajos, ya se había permitido que los niños con enfermedades terminales mayores de 12 años puedan pedir la eutanasia en circunstancias especiales.
Esta ley es un paso importantísimo en el camino hacia la muerte universal con dignidad. Llama la atención que la gran mayoría de los belgas son, al menos en teoría, católicos – eso pone fin al mito que en España «al tener una ciudadanía católica de confesión» no se podría presentar este proyecto de ley o algo parecido. El catolicismo es algo cultural, de acuerdo, pero hay culturas que son malas, hay aspectos culturales NEGATIVOS Y HAY QUE CAMBIARLOS, como bien dijo Obama a sus ancestros negros en la República de Kenia. Lean su buen discurso aquí. Personalmente, incluso me gusta más la ley holandesa: allí, los menores que tengan las edades comprendidas entre 16 y 17 años tan solo tienen que notificar a sus padres de su decisión, tengan permiso o no. Nosotros tenemos que acabar con la cultura y mentalidad de que los hijos, aunque sean menores, sean propiedad de los padres. Eso molesta mucho a la caverna, pero ese es el futuro que debemos forjar aquí.
Personalmente, mi criterio se lo debo (y es exáctamente el mismo) al gran profesor de Princeton, Peter Singer. Como pueden ver en el enlace, el profesor Singer, al igual que yo, es «animalista» pero también aboga por matar a bebés enfermos. En 1993, provocó la furia de la derecha americana (y gran parte de la izquierda «buenista buen rollo») cuando dijo que ningún bebé debe considerarse «persona» hasta 30 días después de su nacimiento. En una ocasión, el profesor Singer, natural de Australia, escribió que la «vida de un recién nacido tiene menos valor que la vida de un perro, cerdo o chimpancé».
Muchos de vosotros os podéis imaginar el terrible acoso y amenazas de violencia que sufre el profesor Singer en Princeton por parte de grupos de la extrema derecha y de grupos minusválidos. Aquí un ejemplo.
Resumiendo, apoyo estos últimos acontecimientos legislativos y me gustaría que podamos profundizar más en estas cuestiones, con el fin de abrir el camino hacia un nuevo mundo mejor.
Don Alfredo,
Yo estoy bastante de acuerdo con esta opinión desde el punto de vista de la «dignidad» cuando no queda solución alguna a la enfermedad. Ningún padre va a dejar de hacer todo lo que se pueda por sus hijos, pero creo que en ese sentido que los padres puedan tomar la decisión sin estar pendientes de la ley ( otra cosa sería la opinión de sus entornos ) es un gran avance.
Mi pregunta es, si los padres detentan cierta responsabilidad sobre los menores hasta una edad, en decisiones de calado tan profundo, ¿deberían quedarse a un lado también? Es decir, la mayoría de los adolescentes tienen el raciocinio suficiente para determinar que les gusta o que no les gusta, pero quizá les falta la experiencia y el detentar cierta responsabilidad a ciertas edades ( Me refiero más a los 12 años que a los 17 ). ¿Podría un crío cuya decision más vital hasta la época ha sido decidir que videojuego comprar el mes siguiente tomar una decisión tan absolutamente trascendental no sólo para el sino para su familia?
Personalmente comparto la idea de que los hijos deberían dejar de ser la propiedad de los padres. De hecho, los padres deberían educar y orientar a sus hijos hasta cierta edad y después dejarles en completa libertad de su toma de decisiones. Por desgracia, lo que he observado a mi alrededor es que la diferencia de tener un bloque familiar compacto y responsable determina con bastante regularidad el carácter.
Un saludo.
Pues me agrada poder coincidir con vd. en esta cuestión, don Javier. Mire, nosotros todavía estamos en un entorno muy complicado, porque aún persisten opiniones/criterios retrogrados, anticuados en estas cuestiones y según a quién se le comente todo esto, puede ser muy difícil e incluso hasta «peligroso». Por lo tanto, que haya un acuerdo entre la juventud en esto (cada vez más consolidado) es otro avance.
«Mi pregunta es, si los padres detentan cierta responsabilidad sobre los menores hasta una edad, en decisiones de calado tan profundo, ¿deberían quedarse a un lado también?»
No, sería un error dejar a los padres de lado por completo, pero no pueden esperar tener SIEMPRE la última palabra si la opinión de los médicos profesionales, el gobierno, la sociedad, todso nosotros, se consolida en otra dirección aunque a esos padres en particular no les guste. Por ejemplo, esto ya es así en cuestiones como la integridad física de los niños. Imagínese que surja una secta en la que golpear a los niños y sacarles sangre sea un rito religioso…no creo que nadie diga «buah, no pasa nada, los padres de cada uno son los que deciden». No, tiene que haber límites a todas estas cuestiones.
«¿Podría un crío cuya decision más vital hasta la época ha sido decidir que videojuego comprar el mes siguiente tomar una decisión tan absolutamente trascendental no sólo para el sino para su familia?»
No puede ser una decisión unilateral y por eso tienen que intervenir médicos, psiquiatras, mire como decía Hillary Clinton en referencia a la cultura africana y que le provocó muchísimas críticas derechistas, pero ella lo dejó bien claro con respecto a qué tipo de sociedad y deberes tenemos con los menores: «como dicen muchas culturas africanas, ¡se precisa de toda una aldea para criar a un niño!»
La tarea pendiente que tenemos (entre tantas) es abogar para que los hijos dejen de ser la propiedad de los padres, como bien comenta.
«Por desgracia, lo que he observado a mi alrededor es que la diferencia de tener un bloque familiar compacto y responsable determina con bastante regularidad el carácter.»
Sí, eso sí…pero también no olvidemos es fuente de muchos prejuicios. Quiero decir, si un hijo se cría en una familia compacta pero llena de prejuicios anticuados, de odio religioso, de racismo ultra, todo eso puede engendrar un individuo «sólido», hasta «tradicionalista», pero que no es compatible con los fines de la nueva sociedad que queremos. Toda la antropología demuestra que las sociedades en las que más se dispersa la responsabilidad para criar hijos son también las menos violentas.
Saludos
No hay duda que los chicos que por aquí se reúnen para comentar sois una panda de degenerados. Me voy de este blog sintiendo un asco muy fuerte ante la inmoralidad, la degeneración y la cultura de la muerte que defendéis.
Luis D. Grandes:
Bueno, como afirman las propias leyes de electricidad y física, siempre será preferible expresar un síndrome de degeneración antes que el de una reacción de degeneración, en todo caso la degeneración será aquí como esas mismas leyes incontestables: el organismo reaccionando a distintos canales de estímulo, en este caso no eléctrico sino intelectual. O sea que puedes hacernos a todos un gran favor e irte a hacer puñetas, gilipollas o como decimos en valenciano, «a fer la má malparit de merda».
Véte de aquí hombre, véte de aquí, imbécil. La cultura de la muerte ya la tienes, no aquí sino en tu iglesia católica con los curas pederastas y toda esa mafia en el Vaticano…sinvergüenzas.