34 años de vida

Queridos compatriotas y queridos amigos de todo el mundo:

En este período he trabajado intensamente para garantizar un liberalismo sin eclosiones fascistoides, sin complejos, sin ideas regresivas; un liberalismo como dije hace casi un año: «Los liberales democráticos vamos a tener que de verdad trazar nuestro propio camino, erradicar a los elementos anarquistas o ultras de nuestras filas y en general, siento usar esta palabra pero ya se ha llegado a una situación crítica – una purga en todos los niveles. Ustedes nunca me dejarían mantener relaciones con esos elementos. Ustedes quieren un liberalismo democrático, un liberalismo que defienda la igualdad de oportunidades, el fortalecimiento de las instituciones estatales españolas, un liberalismo para el beneficio colectivo – SÍ, SÍ, colectivo de todos, no solo para 3 manos monopólicas. ¡Terrible sería encaminar a España hacia un “liberalismo” que en realidad sería un libegalismo, un libegalismo tristemente al servicio de 2 o 3 empresas y no de los ciudadanos! NO QUEREMOS ese método aquí. No acepto, de ninguna manera, nunca, jamás, que para que 2 personas puedan vivir absolutamente bien, “que se joda” el resto. ¿Qué clase de liberalismo es ese, señores? ¿Qué clase de liberal puede decir “sálvese quién pueda que yo ya tengo lo mío”? ¿Conocen ustedes a gente así? Ya va siendo hora de identificarles y repudiarles. NO SON liberales. Son otra cosa, son elementos indeseables, corrompidos, mafiosos y de los más bajos del país, pero no son liberales. Ni liberales, ni mucho menos democráticos. ¡No! Señores, en la concepción liberal real, la que defendemos aquí, no es aceptable, y en consecuencia es intolerable, tratar a otro ser humano como un elemento tan inferior a otros que aquello que necesite para llevar una vida normal, en igualdad de oportunidades se perciba como “menos importante” que algo que otra persona quiera, pero pueda vivir una vida normal sin ello. Hablando en plata – si para que 2 familias tengan más oro del que ya tienen, un niño necesita morirse de hambre, ¡NO lo aceptamos!»

Ahora nos encontramos frente a un adversario que ha conducido a nuestro país hacia un desastre de tal magnitud, que casi con seguridad el propio pueblo español opte por posturas políticas nunca vistas en democracia hasta ahora.

Es una pena que estemos todos tan dispersados. Sería ideal teneros a todos en la ciudad de Valéncia, donde vivo ahora en la tierra de mis ancestros. No puedo ni tan siquiera reuniros a todos en un pequeño local, porque sois muchos. No creo que me encuentre yo en un estado mental y emocional adecuado para recibir a tanta gente o tener encuentros colosales en estas épocas.

He optado por la variante de dirigirme a todos utilizando esta vía electrónica. Es conocido mi pensamiento liberal y también mi tradicionalismo personal. Soy una persona de costumbres extremadamente conservadoras/tradicionales en algunos ámbitos, mientras que en otros dicen que soy un modernista excéntrico como esos «alocados» que tanto abundan en Barcelona en el mundo del arte alternativo.

Vuestra generosidad hacia mí me abruma porque muchos habéis demostrado gestos muy solidarios hacia mí. Son tantas las personas que me gustaría mencionar aquí, que opto por no hacerlo y les pido perdón por mencionar dos nombres: Pedro Fresco y un nuevo fichaje, Dan García.

Les menciono por sus excelentes escritos y porque han estado con este proyecto desde hace años. La verdad es que empezamos un poco mal entre nosotros – de hecho, al principio sentí sensación de odio cuando me escribían porque no les conocía y ni sabía cuáles eran sus intenciones. Pero en el peor de los momentos han estado presentes para bien. Dan García por su parte es un dibujante y un escritor sobre diversos temas, de orígenes galaico-catalanes y defensor de los intereses nacionales frente a las agresiones financieras que sufre este país – unas agresiones defendidas sin complejos por la derecha española oficialista de un régimen caducado, fallido, antidemocrático y cada vez más autoritario. Me entristece cumplir 34 años viviendo bajo un sistema tan poco representativo y tan contrario a los intereses de la nación, sus gentes y nuestras culturas diversas. Jamás hemos tenido tantas cosas en peligro que debemos defender con convicciones profundas. Que nos acompañe un espíritu perpetuo de lucha para defender las ideas más poderosas que las armas sofisticadas y letales de nuestros enemigos, de los enemigos de la democracia y nuestras libertades, nuestros fueros, nuestras regiones, nuestros empleos.

Hay una guerra informativa lanzada desde el poder para confundir al pueblo. Un pueblo informado y culto no le interesa a la casta. Operan con los mayores canales informativos del país para generar conformismo y derrotismo.

No soy creyente en santos ni nada de esas cosas. Pero me enorgullece a nivel personal que el día 19 de marzo también sea un día importante en Valéncia especialmente y también en el conjunto de nuestro país – hoy no solo culminan las Fallas en honor a San José (por eso también se les llama las festes de Sant Josep, sino que un día como hoy se publicó la famosísima Constitución de Cádiz al grito de ¡Viva la Pepa!

Vivimos en una época de hombres con pocas convicciones. Sí, he dicho «hombres». No soy políticamente correcto y no voy a caer en eso de «los y las» que es tan sumamente ridículo, pedante y pesado. Como bien dijo hace un tiempo el propio Comandante Fidel Castro, «espero que tengamos el suficiente intelecto como para saber que «los» también incluye las». Pablo Iglesias no se ha enterado de eso, parece.

Esperemos que despierten y se encienda esa mecha pasional por la libertad, la independencia y la igualdad. Seremos optimistas, porque no queda otra y el mundo está sufriendo desastres sin precedentes históricos en lo que a soluciones se refiere – crisis energética, medioambiental, pobreza infantil, envejecimiento y gobiernos cada vez menos democráticos, menos seguridad social, inmigración ilegal masiva que convierte tanto a los inmigrantes en parias como a los receptores en víctimas de su pobreza, menos estabilidad y menos cultura. Si lo permitimos, seremos los responsables de nuestra propia destrucción. Luchemos para recuperar nuestra soberanía nacional, nuestra seguridad social, nuestros empleos, frenar la inmigración masiva que tanto añoran los empresarios para seguir rebajando sueldos como puedan y abaratar el empleo, convirtiéndolo en un puesto de esclavos. Luchemos por la recuperación de la dignidad de todo ser humano en el mundo.

Bueno, y para concluir – os dejo con el Himno de Riego, el himno liberal por excelencia en este país. ¿No te gusta? Derecha superior, pincha la x y que te den.