En los últimos años de la progresiva pérdida del control democrático sobre la economía y las instituciones políticas nacionales, los países débiles realmente se han dado cuenta que es una época de gran impunidad. Nada de lo que haga Alemania en Europa, por ejemplo, o EEUU en las Américas tiene consecuencias para esos gobiernos. Es verdad que en el caso de las Américas, EEUU ha sido una fuerza para el bien, pero tampoco es perfecto y ha cometido muchos errores que pienso debemos reconocer, aunque seamos aliados.
A finales de junio, el diario New York Times publicó un artículo sobre la impunidad empresarial que se ha convertido en uno de los fenómenos más alarmantes en el mundo post 11 de septiembre en el que vivimos.
Cuando los oficiales en la Embajada de EEUU en Bagdad, la más grande del mund, se enteraron sobre las amenazas de Blackwater a unos investigadores, actuaron con increíble rapidez. Defendieron a Blackwater y, en efecto, expulsaron a Richter y su compañero del país (el único testigo del incidente) y, obviamente, con la consecuencia de no poder elaborar ningún informe sobre estas empresas renegadas, anárquicas y totalmente fuera de las leyes que operan con impunidad en el mundo sin que nadie las conozca bien. Lo normal es que una amenaza de muerte a un oficial americano en otro país conlleva un equipo especial de la CIA cogerte, depositarte en un barco militar para interrogarte y luego encarcelarte en Guantánamo o en alguna prisión federal useña a la espera de un juicio, pero en este caso, no tomaron NINGUNA acción. Curioso, ¿verdad?
Centros de poder pero sin poder de acción
El comportamiento de esos oficiales en la embajada puede caracterizarte como algo cada vez más cotidiano de la época que nos ha tocado vivir. Después del 11 de septiembre, ha habido una privatización masiva de la guerra, con beneficiarios por supuesto — empresas de construcción y alquiler de armas o fabricantes de armas, fundamentalmente. Con esta nueva realidad, la impunidad rige. Bueno, incluso, podemos ampliar más nuestro campo visual y decir lo mismo de prácticamente todo el sector «macro» empresarial-financiero de EEUU. Después de todo, ninguna de esas empresas importantísimas pagaron por sus acciones que provocaron el desastre financiero del 2007/2008, del que aún no se ha recuperado el mundo y mucho menos los jóvenes. Ni una sola persona responsable por esas empresas pisó el suelo de una prisión por haber hundido la economía global, afectando la vida de decenas de miles de personas y que hizo arrodillar a gran parte del mundo, perdiendo ahorros millones de personas, en una crisis que aún no se resuelve. Muy al contrario, no solo no pisaron cárcel, sino que muchos de esos personajes salieron corriendo como bandidos, con dinero público usado en los rescates y la recuperación de sus empresas gracias a ese dinero.
Mientras tanto, en los últimos años, las empresas han estado adquiriendo una serie de derechos realmente sin precedentes en nuestra historia global. Desde hacía tiempo, a las empresas ya se les podía considerar «personas jurídicas» en el mundo legal, pero ahora se han ido beneficiando de una serie de «derechos» impuestos por cinco hombres no elegidos de un Tribunal Supremo que no se somete a ningún control popular-ciudadano ni tampoco institucional. Decisiones como esta que destruyen a los sindicatos (porque el colmo de los colmos…permite a gente que NO PAGA cuotas a los sindicatos beneficiarse de los mismos derechos que obtienen los que SÍ pagan). Por si ya eso no fuera suficientemente alarmante, las empresas también han ido ganando
«libertad de expresión para que se aprovechen de la Constitución y así eliminen cualquier control o regulación estatal sobre las mismas, también han ganado la «libertad» de recibir contribuciones financieras sin límites, así como las distintas libertades que les ofrece las cantidades ilimitades de dinero que reciben y la desigualdad que engendra. Porque nadie jamás debe engañarse – en este sistema, que no es en absoluto «liberal» ni mucho menos realmente «democrático» (porque basta con leer a los fundadores de EEUU para saber que, en general, NO querian democracia y lo que se pretendía era tener un país de terratenientes blancos adinerados sin controles monárquicos que iban contra sus intereses), si tú no tienes dinero, no tienes los mismos derechos ni libertades. No solo cuentan ya (las mega empresas) con el «derecho» de inundar el sistema político con dinero, sino ahora también el Tribunal Supremo de EEUU, en otra gran bofetada a la libertad de todos los ciudadanos, les ha dado libertad religiosa a su manera, como ya denunciamos aquí en la última entrada. De manera que, la religión de tu jefe vale más que la tuya y ahora tu jefe te puede decir en qué gastar el dinero que ganas, el dinero que produces con tu propio trabajo. Esto es tan indignante, que no me había sentido tan…realmente enfurecido desde hacía mucho tiempo con una decisión judicial tan descarada, mal redactada y deshonesta. Está claro que quieren amos, que quieren también esclavos, que quieren un «club» de poderosos…y entérate de algo – TÚ NO ESTÁS EN ESE CLUB. Tu porvenir no les interesa lo más mínimo a esos señores, créemelo. Ni a esos señores ni a sus palmeros en las asociaciones «libegales» españolas les interesa tus problemas económicos o de pérdida de derechos. Es más, lo aplauden y dicen que es «libertad de empresa». Así son de frívolos y superficiales.
Vivimos en estados cada vez menos democráticos que responden cada vez menos a los ciudadanos electores, y el fenómeno que se ha ido gestando se encuentra ante una «oposición» prácticamente inexistente, fragmentada…la oposición más patética y débil que ha existido posiblemente en toda la historia de las naciones-estados.
En todo caso, no importa cómo lo quieras ocultar o negar, ha sido una época terrible para la democracia y el liberalismo real. Se amplía la economía de bajos salarios y empleos basura (les llamo «basura» porque no son empleos que permitan a un joven ser humano ser productivo e independiente), grandes cantidades de dinero que no conocemos ni de dónde procede cada vez más contamina los procesos electorales, una ciudadanía que apenas participa en las elecciones (no llega ni al 50% en EEUU), pobreza creciente en todas partes, bueno, en general, lo podemos decir así — poder ascendiente en los despachos de las grandes empresas, y un sentido de impunidad total que acompaña saber que las leyes están a su favor.
¡Qué gran momento es para las grandes empresas impunes! Este es su momento histórico, su «carpe diem». Parecería como si su éxito ya es tal que ni siquiera necesitan más, que ya lo tienen todo y más de lo que soñaban. Sin embargo, es raro lo que pasa, porque es incapaz de ser traducido al poder clásico americano. De manera que este sector aumenta en sus poderes, el propio EEUU parece cada vez más incapaz de ejercer su poder efectivamente en un sentido tradicional, en el ámbito doméstico pero también en el extranjero (especialmente).
Cualquier estadounidense de cierta edad te lo puede confirmar. Ha habido una increíble reducción en el porcentaje de estadounidenses que creen que EEUU es un país «excepcional», «el mejor país del mundo». Ya en el 2011, solo un 38% de americanos pensaba eso. Ahora en el 2014, esa cifra ya baja a un 28% y — anticipando la que se avecina para Estados Unidos, solo un 15% de jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 29 años creen eso. Y esto es normal. Muy normal. Por cualquier medida empleada, EEUU sigue siendo el país más poderoso y rico del planeta pero en los últimos años, su capacidad para hacer algo «bien hecho», y mucho menos conseguir un éxito nacional o imperial, ha sido drásticamente reducido.
Los centros de poder siguen ahí, a la vez que no parecen capaces de hacer nada bien. En un país que, hasta hace muy poco se consideraba «serio», cada vez hay más problemas logísticos más propios del estereotipo español e italiano de caos, desorganización y frivolidad en las cosas. Y no, no solo hablo del fiasco de las filtraciones a la prensa por parte de agentes secretos (que también), sino de cosas más cotidianas. Decir que el sistema político estadounidense es anticuado y provoca parálisis es decir algo que todos conocen a estas alturas. Es obvio, basta con seguir las notícias. Ya se supone que el Congreso no va a cooperar en nada con el Presidente y que no se va a conseguir nada en políticas. Esto, en un país que se caracterizaba precisamente por estar muy alejado de las guerras políticas sectarias y parlamentarias que vemos a diario en Europa.
Para los que vivimos aquí y estamos analizando lo que está ocurriendo, ha surgido un espectáculo que no tiene nada de cómico: como ya no se puede hacer nada en este sistema político, el Presidente está gobernando emitiendo órdenes ejecutivas y el Congreso, como le odia apasionadamente, está presentando demandas contra cada orden, tupiendo así el sistema judicial y contribuyendo al parálisis. Mientras, ese mismo Congreso actualmente tomado por una pandilla de extremistas indeseables del «Tea Party» que están haciendo más daño de lo que soñaba hasta el propio Bin Laden — sí sí, ¡¡ni en los mejores sueños de Bin Laden él se pudiera haber imaginado que el «Tea Party» en el Congreso hace más daño al país), bueno, decía que mientras tanto, el Congreso se ha visto incapaz de actuar aún cuando se trata de cosas que no deberían ser debate en la vida de ningún país civilizado. Por ejemplo, parece que no quieren aportar el dinero para financiar una ley de autopistas que permita hacer obras en el sistema nacional de carreteras, aún cuando existe la amenaza de que ya no hay dinero para seguir como van y habrá pérdida de empleos.
Esto es tan solo un síntoma obvio de un país con inmensa riqueza, pero que tiene una infraestructura que se está despedazando, como cualquiera que visite Nueva York y otras ciudades americanas lo puede comprobar. Un país que no tiene ni un solo kilómetro de AVE, por cierto. En todo esto, en el aumento de la pobreza y una economía de salario mínimo y servicios, en una pérdida (especialmente para los jóvenes de color oscuro) de la riqueza que conllevaba tener casa en propiedad, estamos todos siendo testigos de la gestación de un país tercermundista dentro de un país Primer Mundo – es decir, un país con ciudadanos pobres, sin poderes efectivos (ni políticos ni económicos) dentro de una superpotencia global aparente.
A pesar de que EEUU aún tiene la fuerza militar más impresionante que el mundo haya visto jamás, (y esto no hay quien lo rebata), también es verdad que no han sido capaces de ganar las guerras contra las insurgencias globales. Todavía parece una superrpotencia, pero Washington ha perdido la capacidad de traducir ese poder en algo que parezca un éxito.
Hoy, EEUU parece menos un «imperio» que funciona y más bien un caso perdido imperial, incapaz de usar su poder de forma efectiva desde Alemania (ya vimos el desastre con el espionaje) a Siria, a Irak y Afganistán, a Libia y al mar en el sur de China, y en África. Más raro aún en todo esto resulta el hecho que, hoy por hoy, EEUU no tiene competencia real que pueda retarle. Rusia es un país inestable con serios problemas, solo puede ser «imperial» en su entorno geográfico y quizá en algunos países latinoamericanos (EEUU aquí ha perdido OTRA oportunidad y por eso Putin estuvo en Cuba firmando acuerdos con Raul Castro en vez de EEUU quitar el bloqueo y empezar a tener relaciones normales con Cuba, digan lo que digan los extremistas ultras en Miami), y China, aunque está creciendo económicamente, no parece tener ambiciones de retar a EEUU lejos de su territorio.
Con todo, la situación es desconcertante. El mundo hoy es unipolar, y quizá las heridas que sufre Washington son por sus propios errores.
No puedo decir qué significa todo esto a largo plazo. Lo que sí puedo decir es que el aumento de estos poderes empresariales en un contexto de pérdida de democracia y libertades, así como la creciente desigualdad brutal entre los trabajadores de EEUU ha ido acompañado de una incapacidad cada vez más notable en el poder doméstico del gobierno así como un deterioro también de sus capacidades de actuación en el extranjero.
Por otro lado, los jóvenes con alguna conciencia política empiezan a cambiar sus perspectivas. Aunque la crisis económica es muchísimo más aguda en Europa (y por eso en Europa hay mucha más revuelta social callejera porque también allá los jóvenes son más reivindicativos por necesidad), en EEUU el creciente número de jóvenes encarcelados en una situación económica precaria y sin salida por el nefasto, terrible sistema de los préstamos para estudiar está provocando más descontento social. No puedo decir hasta qué punto todo esto provocará cambios o qué provocará porque aún es muy pronto, pero sí puedo decir que Estados Unidos va más encaminado a ser simplemente una expresión geográfica y no un país «definido» como lo fue hasta hace 10 años. Supongo que habrá que reconocer aquello de «todo imperio tiene su fin». Los españoles lo sabemos muy bien.
Es muy interesante observar como el aumento y profundización en la globalización no está repercutiendo en un fortalecimiento de EEUU en el mundo sino más bien al revés. Los EEUU, inequívoca y única superpotencia hace 20 años, hoy es cada vez más débil frente a potencias emergentes como China o a potencias que parecían hundidas como Rusia.
Hay autores que dicen que el sistema Chino aguantará mejor cualquier crisis que los EEUU porque China tiene la capacidad de adaptar la realidad del mercado a su conveniencia. Rusia también usa sus armas económicas estatales (el gas y el petróleo, ambos dominados por el estado) para convertirlas en una extensión de su esfera política. En EEUU nada de eso puede pasar, sus agentes económicos más importantes actúan de manera apátrida y están preocupados simplemente por su lucro privado y no por su país o por la sociedad en la que se han desarrollado.
Y no es un problema simplemente de ser «liberal» o de dar «libertad», es un problema de lobbies. EEUU tiene, por ejemplo, un proteccionismo increíble a nivel agrícola. El otro día visitaba una empresa que vendía salsas a EEUU y me contaba que estaban obligados a comprar los huevos en granjas de EEUU porque sino no podrían vender el producto final allí. La última cosa que les habían impuesto era una nueva regulación «anti-terrorista» sobre la comida, algo así como una manera de asegurarse de que la comida estaba libre de ser usada para intoxicaciones masivas con intenciones terroristas.
Este proteccionismo es enorme y es enorme porque por la historia de los EEUU o por la presión de los lobbies agrarios esto se ha impuesto así. En cambio a nivel industrial la presión es desrreguladora (contrariamente a la tradición republicana del siglo XIX) y cualquier limitación estatal, democrática o en favor de la colectividad es tachada de inaceptable y casi de comunismo. Hay un doble rasero evidente.
EEUU es el único país hoy que, por su tamaño y poder, podría imponer reglas económicas para el bienestar general e imponerse a la presión de las multinacionales, pero no quiere, no puede o tiene alguna estructura que se lo impide. La UE no puede hacer eso porque, por su estructura, los intereses nacionales de los países centrales se imponen a los intereses ciudadanos.
¿Qué debería hacer? Pues creo que acabar con la presión de los lobbies es fundamental o, en cualquier caso, oponerle un lobbie ciudadanista potente. Hay que desmontar una maraña de regulaciones (o desrregulaciones) que consagran «libertades» empresariales que, realmente, son privilegios. Yo no conozco a fondo el sistema de EEUU, pero intuyo que su estructura territorial y legal que está a caballo entre el federalismo y el confederalismo sirve para bloquear las políticas de cambio que puedan salir de la casa blanca y de la voluntad general de la unión. En la división siempre ganan los fuertes.
Saludos,
¡Tremendo artículo, señor! Este es uno de los blogs liberales democráticos más interesantes con los que me he topado en mucho tiempo.
Sigue resistiendo las embestidas porque cuando mucha gente liberaloide palmera de los intereses estrechos más enemistados con los seres humanos, estará tu voz.
Saludos de un serbio viviendo en Valencia.
Pedro:
Sí, absolutamente – aunque, el problema de los lobbies no es ni mucho menos el principal.
Desde la «Gran Recesión», todo el crecimiento económico que ha tenido EEUU ha sido para el 1% de la «élite» como se dice coloquialmente. Los sueldos y «bienestar» de los demás están o bien estancados o en deterioro permanente.
En consecuencia, lo cierto es que ya la «clase media» estadounidense no es la más rica del mundo. Ahora, Canadá supera a EEUU en este indicador.
Estas desigualdades patentes, cada vez más, hacen mucho daño, un terrible daño a la democracia que amenaza con acabar con ella de forma permanente.
Para que tengas una idea de los extremos en EEUU, el indeseable que quiso poner un casino en Madrid, Sheldon Adelson, gastó más para intentar tener influencias en las elecciones del 2012 que los residentes de DOCE ESTADOS JUNTOS. Sí, como lo lees.
Un 45% de estadounidenses no tiene acceso a transporte público y esto afecta a gente muy pobre. EEUU hace algunas cosas muy bien, pero cada vez menos y como bien dices, la globalización que se está gestando en absoluto está beneficiando a los ciudadanos de EEUU.
Con respecto al proteccionismo, sí, también — te comento por qué es así:
Durante gran parte de la historia de EEUU, la política agrícola ha favorecido a los granjeros por el simple hecho político que gozan de más representación política en el gobierno debido a las leyes electorales coloniales. Los fundadores así lo querían porque al ser buenos patriarcas y terratenientes, temian las grandes ciudades…mucho más «progres». De hecho, aqui uno de los temas contenciosos es ese – que por qué los estados rurales tienen tanta representación en comparación con estados con más población.
De acuerdo en lo demás, aunque creo que para iniciar algo así, tendrá que ser un movimiento que surja «desde abajo» esta vez y siempre y cuando determinados individuos con ciertas mentalidades se vayan desprendiendo de la misma. Porque, no se podrá consolidar nada si constantemente se hace hincapie en las barreras en vez de la unidad.
Saludos
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Jovan: Gracias por tus palabras de ánimo. Tranquilo, que así seguiré.
Qué grande don Alfredo!
Estoy aprendiendo el español por favor disculpa si hay errores.
Soy de Azerbaiyán y mis amigos en Miami me han dicho que es vos un gran profesor intenso y que se hace a respetar.
Mis padres dicen que nunca vivieron tan bien como en la URSS y que ahora es todo mafia. Yo solo tengo 20 anyos pero a mi generación la han jodido para siempre en este pais. ¿Cómo va todo por Nueva York? Por lo que me dicen, los yanquis son mucho mas abiertos de mente que los europeos.
Un saludo y espero conocerle algún dia. Usted es un tio honesto y eso lo valoro porque estoy hasta las narices de gente que se hace llamar liberal pero que vive para 2 familias.
Mi padre es serbio y mi madre andaluza y ella me dice que tú defiendes la dignidad de los andaluses.
Un cordial saludo y espero seguir leyendo este gran blog de libertad. Me he ido dando cuenta que solo dicen mentiras de usted pero mis amigos le han conocido en Miami y no paran de darme buenas referencias.
Saludos
Buenas tardes Señor Coll:
Creo, en mi humilde opinión, que todo esto responde a una estrategia del mundo libertarian para asaltar el poder. Los libertarian están en contra del Estado pero no de su vertiente relacionada con el poder. Hoy por hoy -cada vez menos por desgracia- el poder de un estado democrático reside en los ciudadanos a través del voto. Los libertarian están en contra de la democracia porque están en contra de la igualdad. Entendida la igualdad no como posición económica sino como responsabilidad ante los actos propios. Por tanto, su pretensión última y habida cuenta de sus egos -¿conoce algún libertarian que sea humilde y discreto?- es establecer un estado de titularidad privada donde ellos sean los máximos accionistas y, por tanto, sobre el cual tengan el control absoluto. Lo patético de todo esto, a parte de la esclavitud que nos espera si lo consiguen, es la cantidad de siervos de la gleba que les hacen el juego porque se creen John Galt o algún otro personaje de Ayn Rand teniendo, en muchos casos, formaciones y trabajos anodinos. Imagino que deben creer que se les darán tierras y posesiones por acompañar al ejército que ellos creen vencedor. La realidad es que les darán -y perdone el lenguaje- una mierda pinchada en un palo. Imagino que Ud. ya sabe a quien me refiero. Seguro que conoce a un montón de gente con este perfil. Si alguno de los contertulios de este blog no los conoce, pueden encontrarlos en Twitter, por ejemplo. Suelen ser estudiantes, por lo general, de ADE que los firman todo con #LET -Liberales En Twitter-, que repiten insistentemente citas de Mises y que se creen grandes inversores porque trafican con acciones de alto riesgo -no muchas porque están pelados-. Imagino que más de uno se habrá pillado los dedos con los de Gowex pero eso es harina de otro costal. También abundan entre esta calaña los puretas contestatarios que siempre han estado en medio de ninguna parte, recordándodnos aquello de que con ochenta años no se puede ser ni puta ni ladrón.
Un saludo.
Buenos dias, Joan:
Sin lugar a dudas. Creo que esto se debe a un gran sentido de superioridad falsa que sienten estos personajes, de no querer «mezclarse» con «la chusma» que ellos, siempre subjetivamente, perciben como tal. Porque lo cierto es lo que usted comenta y algo mas – efectivamente, la grandisima mayoria de esa gente autodenominada «libertarian» o «ancap» son unos muertos de hambre que, de no ser por las conquistas sociales que los liberales «de verdad» defendimos en su dia, serian poco mas que esclavos.
Con respecto a los contestatarios, pues yo les veo a diario en Facebook y otros medios. Son los tipicos que empezaron militando en el franquismo o en formaciones por el estilo y ahora van de «liberales» pero que de liberales no tienen nada de nada.
Saludos
Suad:
Gracias por los animos. Espero verle mas por aqui.