La verdad es que nunca me imaginé que mi artículo anterior iba a provocar tantas reacciones positivas. Me alegro que haya sido así porque eso significa que estoy cumpliendo con mi deber de informar a mis lectores con toda la información que pueda. Ayer en el trabajo los compañeros me comentaron que mi franqueza es absolutamente brutal pero «muy informativa». Siempre dicen que tengo la franqueza de un policía alemán, el «carisma» de académico británico, y carezco de la elocuencia latina que tanto adorna las palabras. Para mí, si eres basura, eres basura. No hay rodeos aquí. Dicho eso, ahora diré otra cosa franca que seguramente no va a gustar a más de un lector pero más vale que te lo diga ahora que nunca o cuando sea demasiado tarde: tu voto no vale NADA. A ver, repito para que te enteres: tu voto no vale NADA. No vale nada ni en España ni en EEUU.
«Uyyy pero cómo dice eso don Alfredo, si él siempre dice que la democracia en EEUU es de lo mejor».
En realidad, lo que digo es que en EEUU hay más «representación» que en España y más transparencia, pero en absoluto es más «democrática» que España. Pero es que hay algo más: tampoco es que sea un logro conseguir superar a España en algo.
Al final, todo esto que estoy observando y diciendo deja claro algo: a la hora de los análisis, tengo el cinismo distante y poco idealista/ingenuo que tiene la mayoría de los «europeos». En este sentido, no me parezco para nada a los americanos, muchísimo más idealistas y soñadores sobre su país que los fríos pensadores de la Europa continental y también británica, un país bastante frío en los análisis.
Los europeos, generalmente hablando, somos muchísimo más críticos que los americanos. Siempre parecemos «amargados» al lado de sus sonrisas y buenas formas. En mi oficina, a los europeos se nos nota enseguida por el «trato borde» o «distante» que dispensamos cuando abrimos la boca. Excluyo a españoles de esta ecuación porque los españoles son para darles de comer aparte. Hablo de alemanes, polacos, rusos, franceses, británicos, yo…
De hecho ayer miércoles, bromeando sobre el candidato político de New Jersey, el mulatito Corey Booker, un compañero me preguntó «Alfredo, seguramente vas a votar a Booker, ¿no?» (Lo decía él en plan MUY irónico porque sabe que no me gusta NADA Booker). Cuando empecé a responderle con un «por supuesto que jamás votaría a Booker…» , otro compañero terminó mi frase diciendo «un puto latino oscuro y encima homosexual». Mi respuesta a esa intervención fue la siguiente: «tienes una capacidad especial para terminar mis pensamientos íntimos». No pararon de reírse debido a mis «formas» tan duras. Ahora más en serio, a mí Booker no me gusta pero nada tiene que ver su piel o aspecto latino (aunque no es latinoamericano sino mulato con negro americano). Él es el alcalde de Newark y dije así: «Si Booker gana, todo New Jersey se parecerá al pozo de inmundicia que es Newark». Lo dije en plan para «asustar», pero de todas formas, efectivamente como se esperaba, Booker ha ganado las elecciones al Senado. Otro incompetente más que cuesta al contribuyente, gracias al voto negro y latinoamericano de las grandes urbes fallidas e inmundas del estado de New Jersey.
Y aquí quería entrar, con esta notícia, al meollo de la cuestión. Estoy rodeado de lectores idealistas, con fantasías sobre EEUU. Yo no voy a darle nadie fantasías. No me interesa lo más mínimo hacerle propaganda a nadie pero aquí va otra verdad que seguramente no le gustará a más de uno que necesita esperanzas nacionales en algún rincón del mundo: Estados Unidos, aparte de la triste victoria de Booker, es un país que va encaminado a ser un país bananero en muy poco tiempo.
«Ostraaaaassss, ¡¡lo que ha dicho Alfredo!!» Bueno, así es como siempre hemos funcionado los «amargados» y francos presbiterianos. JAMÁS nos hemos «casado» con algo o alguien porque nuestro deber principal (aunque no siempre se cumple debido a nuestra actitud depravada) es obedecer las leyes de Dios y decir la verdad.
Francamente, lo que ha ocurrido en estos últimos días en Estados Unidos ha sido un tremendo espectáculo lamentable propio de una república bananera en Latinoamérica. Ya yo había visto algo parecido en 1995, pero no fue tan «teatrero» como ahora.
5 problemas graves que tiene EEUU.
1. El sistema político está roto.
El fenómeno del «gerrymandering» (redibujar distritos electorales según datos demográficos a conveniencia partidista) ha provocado que la Cámara de Representantes esté «adueñada» por un partido u otro. Eso significa que las elecciones generales son irrelevantes. Es decir, como te dije más arriba: tu voto no vale un pimiento. Esto significa que en realidad son los votantes en primarias los que deciden quién se puede presentar y estos votantes suelen ser más enérgicos, activistas, dogmáticos y extremistas, sean de izquierdas o derechas. ¿Resultado? Políticos extremistas como Ted Cruz en la derecha o la extremista de izquierdas, Barbara Boxer.
Si a eso le sumamos el hecho de que las empresas pueden aportar cualquier cantidad de dinero sin límites a los candidatos políticos por una decisión del Tribunal Supremo de EEUU, sabemos entonces que son las grandes macro-empresas las que dirigen las elecciones. Esto, junto al hecho de que los senadores en minoría tienen muchísimo poder individual debido a las normas procesales internas del Senado, garantiza un bloqueo y obstrucción permanente en el Congreso.
2. El pueblo americano, al igual que el español, ya no dialoga con sus contrincantes políticos. En esto, EEUU es tan «bananero» como España. Nada que ver con los países del Norte de Europa donde de verdad se toman decisiones serias tras INTENSOS DEBATES a puertas cerradas. Se promueve el ascenso de políticos extremistas y se les premia por ese extremismo sin precedentes. Esto genera tensión, poca educación en el trato y una falta de respeto total a los ciudadanos.
Ningún político americano actual tiene idea de nada. Se centran en cosas que dividen y provocan polémica, pero que al final no sirven para nada. El demócrata se convierte ahora en tu «enemigo» político, no el vecino que discrepa de ti por motivos inocentes, como ocurría en la América de antes.
Estoy harto del «Tea Party». Estoy harto de la demagogia, estoy harto del Senador Ted Cruz. Cada vez tengo menos paciencia. A ver si nos enteramos que hay separación entre Iglesia y Estado, pues así lo quisieron los fundadores protestantes, que existe la ciencia, la historia y las matemáticas.
3. Gobernar se ha convertido en un arte que ha desaparecido.
Los políticos en Washington no son capaces de hacer nada productivo. Existe la percepción equivocadísima en EEUU de que articular un problema es lo mismo a resolverlo.
Se premia a los que hablan bien en un discurso, pero no tanto a los que de verdad han HECHO cosas para su empresa.
A ver, estimados políticos: TU TRABAJAS PARA MÍ, PARA EL PÚBLICO CONTRIBUYENTE. Eso significa que tienes que TRABAJAR. Aún cuando ganarás menos y tu puesto será más precario. Pero bueno, al final sois un reflejo del pueblo atontado, porque ninguna persona libre y normal os daría paso jamás para entrar a sus casas.
4. EEUU está ignorando el problema real, los problemas gordos
EEUU está atrapado en un ciclo de posponer más y más sus obligaciones. Ahora llegaron a un acuerdo «de meses» nada más. Cuando (y SI ES QUE) se resuelve esta crisis de deuda y sus límites, pasarán pocos meses antes de repetirse el espectáculo lamentable.
América mientras tanto tiene otros problemas MUY serios y graves: una recuperación económica muy lenta, incapacidad para generar puestos de trabajo de calidad y quizá lo más importante: una creciente tercermundización de la población que está dividiendo más y más a la población entre los que tienen todo y los que no tienen absolutamente nada que perder.
Veo un declive generalizado, nacional. Veo una situación que provocará eventualmente una rotura y destrucción social.
5. El pueblo americano ha suspendido a su Congreso y a sus compatriotas
Al final, los americanos fueron los que eligieron esos políticos.
El pueblo americano actual es ignorante de su Constitución, está dominado por bipartidismo y un clima de negatividad y odio político total. El pueblo americano vota y ha creado el Washington de hoy. Tienen el gobierno que se merecen, como los españoles. Si un pueblo es incapaz de echar a patadas a una pandilla de sinvergüenzas payasos como son los senadores y congresistas americanos, se merece sus problemas en el fondo, porque ni siquiera se interesan por informarse.
Esto parece una comedia, pero lamentablemente ese es el EEUU de 2013. Tristemente, el Congreso es como un espejo, y ese espejo refleja lo que eres a efectos financieros y lo que es peor, como pueblo y país.
Hola Alfredo,
Al final yo creo que los cinco puntos se pueden resumir en uno: «En EEUU no hay democracia real», como en España has puntualizado bien.
A mi me recuerda a cuando hablamos de España. España está dominada por Alemania, bien, pero técnicamente hay sufragio universal y democracia ¿qué pasa? Pues que la gente o vota a los que obedecen a Alemania y se sabía, o vota a otros que al final acaban obedeciendo a Alemania.
España podía ser independiente de Alemania. Podía ganar las elecciones un partido o unos políticos que se plantasen y dijesen «NO» pero…Esto no pasa.
Cuando hace ya casi tres años las distintas asociaciones y lo que después de llamó el 15-M decían que querían «democracia real» estaban totalmente en lo cierto. Hay democracia, pero no hay democracia real. Esta aparente contradicción no es tal. La democracia española, y otras muchas democracias occidentales, se han convertido en mecanismos por los cuales una élite acaba dominando a los votantes cuando en teoría debería ser al revés.
En cierta manera es lo mismo que ha pasado en la empresa privada, donde una casta de ejecutivos profesionales han dominado las compañías que son propiedad de los accionistas. Los accionistas se limitan a votar que SÍ a lo que dicen sus ejecutivos, a validar cuentas que no entienden, a creerse datos económicos creados por ingeniería financiera, y al final acaban siendo esclavos de los gestores profesionaes a pesar de tener realmente el poder. En muchos casos esto ha acabado con los ejecutivos multimillonarios y la empresa y los accionistas arruinados.
Estos ejecutivos han conseguido controlar las empresas que no son suyas de facto porque tienen una información que los accionistas no tienen y un tiempo para generar ilusiones financieras que son aceptadas por la generalidad. Este dominio de la información y esta complejidad creada artficialmente muchas veces es lo que los permite manejar a su antojo la realidad.
¿Y en la política? Yo creo que en la política pasa lo mismo en cierta manera. La economía y la política resultan cada vez más complicadas. Por muy informados que estemos no llegamos a dominar más que una pequeña parte de las áreas o conocimientos necesarios para entender una acción de gobierno integral.
Es verdad que el pueblo soberano muchas veces no quiere saber, pero muchas veces es el poder político el que no deja saber. Y no hablamos de secretos de estado, hablamos de cosas básicas que ni siquiera periodistas de investigación consiguen averiguar. En España, por ejemplo, no sabemos cuanto cuesta la monarquía, sabemos el presupuesto de la casa real pero esto es sólo un pequeño porcentaje del coste de la institución. Y como este ejemplo podriamos dar otros muchos.
Por otro lado la política se ha vuelto cada vez más mentirosa y la mentira se ha convertido en el arte de hacer política. Hablábamos el otro día del mundo hiperendeudado y de las deudas que no se van a poder pagar, ¿alguien habla de esto desde los gobiernos mundiales? Nadie. Desde el poder se vende una falsa confianza en un sistema económico o en un futuro a medio plazo que no es más que buenas intenciones.
Al final todo esto lleva a un punto: La gente sabe del estado, la economía y la política lo que los gobiernos nos quieren contar. Y esto que nos cuentan es una creación interesada que responde a sus propios intereses. Un ejemplo de esto es aquello de la «confianza» que provoca un gobierno en la economía. La confianza es el parámetro central que hace que una economía funcione, pero esta realidad se tergiversa hasta el extremo para hacerle creer a la población que sólo son ciertas políticas o ciertos políticos y partidos los que pueden crear «confianza» o, cambiándolo en negativo, los que no son ellos crearían un caos económico. Se crea, por tanto, miedo, y el miedo controla a la sociedad y por extensión a la democracia.
Has comentado lo que se hace el EEUU redibujando los distritos electorales a conveniencia (contaba sobre esto el otro día Roger Senserrich que el Tea Party era tan fuerte porque tenía unos distritos creados a conveniencia que eran bastante extremistas y ganaban siempre), pero no creas que es muy distinto a lo que pasa en España.
En España, subidos a la ola de la desafección ciudadana por los políticos o por la cantidad de políticos, el PP está intentando modificar las leyes electorales autonómicas para mantener artificialmente su mayoría: Se quieren reducir diputados para evitar que partidos pequeños entren en el parlamento, se quieren crear circunscripciones para mantener la fuerza de las mayorías, etc. En cada sitio las reformas se orientan al interés de los grandes partidos.
En cierta manera el PP y el PSOE en España representan un «statu quo» que tiene interés en mantener las cosas más o menos como están. Se quiere mantener el sistema electoral o modificarlos para mantener sus mayorias, se evitan reformas de apertura de partidos, de control de la corrupción y otras muchas que pueden dañar su control sobre el país. El «statu quo» se protege a si mismo, y supongo que en EEUU pasará lo mismo.
En todo esto hay mucho de «hegemonía cultural». Mira la cultura de la transición en España, todo lo que ha salido de la transición se intenta asociar a la estabilidad y al éxito, mientras todo lo que se propone para cambiar cosas se sataniza como una fuente de inestabilidad y problemas.
El bipartidismo, la monarquía, el sistema de las autonomías, en senado, el sistema de partidos, el modelo de recaudación de impuestos, la estructura del diálogo social, la relación con los nacionalismos, etc. Todas estas cosas están, por lo menos, en duda y han perdido el favor popular o por lo menos la idea general de que las cosas estaban bien como estaban. Pero nada se toca, nada se duda, quienes controlan la política española están instalados en una decadente autocomplacencia.
Yo creo que la democracia occidental se está oxidando. Las élites instaladas en el poder, la democracia mediática y de propaganda para las masas, el contro de la información relevante (y la sobresaturación de la no relevante), el poder del mundo financiero y de la economía sobre el poder político, la política como negocio y forma de vida…Todo esto ha degradado la democracia hasta extremos increíbles hace sólo unas décadas.
La democracia necesita un nuevo impulso. Yo no sé cual es pero estoy dispuesto a estudiar muchas opciones. Hay que abrir a la democracia más allá de los partidos, hay que comenzar a hablar del egoverment en algunas áreas, hay que abrir los partidos a la población, hay que comenzar de una vez por todas a hablar también de democracia económica.
Saludos,
El unico que fantasea con EEUU es ‘el pesao de turno’.
El pueblo no puede echar a patadas a ningun funcionario irresponsable o negligente porque los lobbies blindan a sus siervos.
Pedro:
«Un ejemplo de esto es aquello de la “confianza” que provoca un gobierno en la economía. La confianza es el parámetro central que hace que una economía funcione, pero esta realidad se tergiversa hasta el extremo para hacerle creer a la población que sólo son ciertas políticas o ciertos políticos y partidos los que pueden crear “confianza” o, cambiándolo en negativo, los que no son ellos crearían un caos económico. Se crea, por tanto, miedo, y el miedo controla a la sociedad y por extensión a la democracia.»
Sí, la gente pierde toda esperanza y cuando la gente pierde toda esperanza, son fáciles de controlar.
«Has comentado lo que se hace el EEUU redibujando los distritos electorales a conveniencia (contaba sobre esto el otro día Roger Senserrich que el Tea Party era tan fuerte porque tenía unos distritos creados a conveniencia que eran bastante extremistas y ganaban siempre), pero no creas que es muy distinto a lo que pasa en España.»
Exacto. Durante los últimos años han redibujado los distritos y manipulados de tal manera que casi siempre se lo llevarán los demócratas o los republicanos. En este sentido, se parece o ES exáctamente lo que pasa en España con el PPSOE. Se reparten el botín entre ellos, después de violar a todo el pueblo como puedan.
En consecuencia, América pierde absolutamente el sentido REPRESENTATIVO que querían sus fundadores. En las elecciones legislativas del 2012, los demócratas ganaron 1,17 millones de votos más que los republicanos, pero los republicanos consiguieron 33 escaños más en la Cámara de Representantes.
Si a esto le añadimos que ya no hay límites legales para las contribuciones en campaña, en realidad lo que ocurre entonces es que un grupo REDUCIDÍSIMO de gente muy poderosa que financia los partidos acaba creando crisis tras crisis tras crisis a conveniencia por puro gusto personal o intereses para ellos (que no para EEUU en su conjunto).
Los hermans Koch son los que dirigen y financian a las teteras alocadas. Las teteras calientes, rabiosas, son sus soldados de infantería, y sus tontos útiles también porque te puedo asegurar que a los hermanos Koch les importa un BLEDO si los gays se casan o si el país se llena de más inmigrantes del Tercer Mundo. Pero si les conviene la demagogia, harán uso de ella.
De manera que la «mayoría blanca», de avanzada edad se reduce más y más, la gente se siente insegura en un país cada vez más «oscuro». No digo que sea justo ni mucho menos lógico, pero los seres humanos son así normalmente cuando temen por su futuro.
En consecuencia, tenemos a teteras agitadoras como SARAH PALIN que engañan a sus seguidores con lenguaje «pueblerino» para que puedan entender mejor y además exaltar la ignorancia y la estupidez como medallas de honor en su lucha contra la «élite» y los «intelectuales de Washington D.C.»
Me gustaría que todo esto que te digo fuera mentira, una tomadura de pelo pero no, no lo es. Mira las declaraciones de Ted Yoho, republicano de la Florida. Fantaseaba que «igual no sería malo la quiebra de EEUU. Así no habría gobierno», dijo. «Generaría estabilidad en los mercados», espetó con toda la seriedad del mundo.
Mientras tanto, el sistema político cojea de crisis en crisis. La próxima fecha de caos: el 15 d enero 2014, que es cuando caduca el acuerdo del Senado.
OJO, a pesar de la tendencia que tiene EEUU para auto-destruirse, su pronóstico económico sigue siendo mucho mejor que el de Europa. ¿Por qué? Una palabra: «fracking» o, la extracción de gas natural que permitirá a EEUU ser un país totalmente o casi independiente de tener que importar energía.
Por suerte, EEUU superará a Rusia en la producción energética MUNDIAL.
Y
«yo creo que la democracia occidental se está oxidando. Las élites instaladas en el poder, la democracia mediática y de propaganda para las masas, el contro de la información relevante (y la sobresaturación de la no relevante), el poder del mundo financiero y de la economía sobre el poder político, la política como negocio y forma de vida…Todo esto ha degradado la
democracia hasta extremos increíbles hace sólo unas décadas.»
Completamente de acuerdo con esto también. A modo de ejemplo. ¿Sabes qué porcentaje de la población en New Jersey participó en las últimas elecciones del Senado?
¡¡EL 23%!!
http://www.nj.com/politics/index.ssf/2013/10/sweeney_low_turnout_election_shows_need_to_change_new_jerseys_succession_law.html#incart_m-rpt-1
Si te fijas en los comentarios, verás un gran cinismo y odio contra «el sistema» en general o, en su defecto, comentarios odiosos como vemos en España tipo «qué ganas tengo de que vuelva a ganar el gobernador republicano, para que les dé una buena lección a todos esos profesores vagos, sindicalistas y chupópteros. Se les acabará el chollo así como a los policías».
La ironía de todo eso es que no se limitarán a los «funcionarios». Los próximos serán los del sector privado (si es que trabajan porque trabajar es cada vez más algo raro en esta economía).
«No creo en la «sociedad». Solo creo en el individuo y sus intereses. No colaboro, no coopero, no otorgo, no consulto con «la sociedad». Si no te interesa el dinero y su valor, lo más probable es que seas un fracasado.»
¿Y tú te haces llamar español? ERES UN PUTO GUIRI, egoísta, individualista y borde. Me hace mucha gracia como criticas a Alemania cuando eres todo lo malo de lo alemán. Deberías mudarte a Berlin amargado de mierda.
Ah, hola. No, mire, gracias: ya tengo perro.