La igualdad no es una palabrota (II)

Con el auge de este proyecto liberal, se ha cambiado bastante la dirección de la filosofía política liberal. Hemos convenido ya en muchas ocasiones que tanto las desigualdades sociales (como nacer en un hogar rico o pobre) como las desigualdades «naturales» (diferencias de talentos) provocan injusticias para el liberalismo. ¿Qué merito tiene un superdotado solo por haber nacido así? ¿Por qué un joven que nace en Aluche, Madrid, debe tener una peor educación que el joven que nace en el barrio de Salamanca? Ahora bien – la pregunta difícil es ¿qué debe ser igualado? Siempre salen los mismos candidatos: recursos materiales, oportunidades o bienestar de algún tipo. Normalmente, todos estos elementos descansan sobre un respeto profundo hacia las decisiones de los individuos. El liberalismo ha cometido el fallo de centrarse únicamente en estas cuestiones y no en temas menos conectados con lo puramente económico. Por ejemplo, dos personas pueden tener el mismo nivel económico y sin embargo sufrir algún tipo de desigualdad mientras que la otra no. Es el caso por ejemplo de un protestante ante la justicia española o un católico. Claramente, debido al arraigo cultural dominante del catolicismo en España, un protestante, judío o musulmán van a estar todos en desventaja si se trata de una cuestión jurídica-religiosa.

Todo esto se ha debido, creo, a la tendencia de querer ignorar preguntas incómodas porque todo esto va contra las sensibilidades de los más conservadores – aunque a menudo, a lo largo de los años se dan cuenta que es irracional sentir tanto miedo a lo diferente cuando surge en la teoría política de forma espontánea. Vuelvo a tomar el ejemplo de los talentos naturales que he mencionado más arriba. Existe cierta tendencia en «premiar» el «talento» y «castigar» al tonto. ¿Por qué? Si no incluímos a los talentos entre cosas que son arbitrarias, entonces la concepción prevaleciente de la igualdad de oportundiades es un fraude. A menudo, escuchamos frases como estas: «A ver, mi hijo trabaja mucho, estudia, tiene talentos. No veo por qué tiene que compartir el aula con un macarra que solo le interesa fumar porros y además mírale esa pinta, con esos pantalones caídos. ¡Por Dios! Dios libre de que mis hijos compartan clase con esa gentuza». El que niegue haber oído frases así miente directamente o no está en contacto con padres. Si analizamos la raíz de este pensamiento, se debe a que en el fondo, estas personas piensan que los seres humanos no deberían tener igual consideración, dignidad y respeto. Eso no es liberal. Por desgracia, es una actitud que vemos constantemente en Libertad Digital y otros medios supuestamente «liberales».
Para que realmente haya igualdad de oportunidades, hay que eliminar por completo (o hasta donde sea posible) los efectos de la mala fortuna natural sobre la vida de cada uno de nosotros. Además, este mensaje forma la base de gran parte del ideario cristiano: has nacido condenado como pecador, pero en Cristo tienes la salvación y una oportunidad. Menciono esto para los cristianos que se alteran con esto de la igualdad.

Recapitulando, un liberalismo responsable reconoce que la desigualdad es, básicamente, fruto de las relaciones sociales de poder entre los individuos: sean económicas, raciales, religiosas, culturales, etc. Hay muchos ejemplos de estos fenómenos: la privación (material o laboral – el paro), la explotación (los que abogan por convertir a los trabajadores españoles en chinos), etc. Existe una necesidad de integrar las exigencias de igual consideración/reconocimiento con la idea de «igual distribución». Me explico: ¿qué justificación moral existe para afirmar y decretar que un chaval con «menos talentos» debe tener educación inferior a un chaval muy inteligente y trabajador? ¿Qué justifica gastar menos dinero en él y más en el «listo»? Contesta.

Hay gente que piensa que programas como la «discriminación positiva» ayudan en esto pero discrepo de ellos. Esta política no cambia ni modifica la naturaleza de los empleos y espacios en los que quieren conseguir una tajada más justa. La «discriminación positiva» (acción afirmativa, dicen en USA) deja intactas las estructuras que son las fuentes de esas desventajas percibidas.

Preguntas para la reflexión hoy o el hilo:

¿Qué opinas sobre la discriminación positiva?

¿Qué opinas sobre los criterios arbitrarios para distinguir entre personas? ¿Son justos?

¿Qué crees que es necesario para tener una igualdad de oportunidades real?

5 comentarios

  1. sociata latinoamericano · ·

    ¿Por qué la «acción afirmativa» o discriminación positiva no elimina las desigualdades dentro de su concepción liberal-conservadora?

    En mi humilde opinión, la discriminación positiva no es la panacea, pero sí lo mejor, ya que permite la inclusión de individuos normalmente marginados, eso sí, creando una desigualdad de índole jurídico al dar tratos preferenciales.

    Es interesante el tema, aunque algo desfasado en muchos países, pues el sistema de recortes impide la aplicación de programas que beneficien a minorías étnicas o de cualquier otro tipo (salvo que haya un interés electorero).

  2. Sociata: Porque como explico, las instituciones siguen siendo las mismas así como las relaciones de poder. ¿Qué preferiría usted? ¿Que algunas minorías se beneficien de alguna ración del pastel o que se le de pastel a todos por igual?

    Cierto lo de los recortes.

  3. Molondro · ·

    Más que de igualar, creo que se trata de establecer unos mínimos. Es absurdo pretender igualar a todos «por arriba» y también es justo que el que más arriesga, o es más listo, o se esfuerza más, prospere más que los otros.
    Sin embargo sí que es necesario que existan unas condiciones mínimas (que sean irrenunciables): toda persona debe poder ganarse la vida dignamente, acceder a una buena atención médica y tener una educación que le permita formarse y competir. Luego, cada uno llegará tan lejos como quiera o como pueda, pero estos mínimos deberían estar garantizados.

    Saludos.

  4. Molondro: Me sorprende mucho su comentario porque no es lo habitual hoy.
    ¿El que se esfuerza más lo hace con las mismas condiciones materiales del que se esfuerza menos? Es dudoso.

    ¿El más talentoso debe ser premiado por un hecho que se hereda al nacimiento? ¿Qué entendemos por premiado? ¿Reconocimiento o ganar más?

    Saludos

  5. sociata latinoamericano · ·

    http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2012/12/25/el-contexto-politico-de-la-violencia-en-eeuu/

    Os recomiendo este artículo de Vincenc Navarro sobre «El contexto político de la violencia en EEUU».

    Saludos,

Comente

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: