Vienen tiempos duros (III): La Unión Euro-inepta

Ayer les dije a mis lectores que las «élites» que gobiernan prácticamente han deformado la mentalidad de los ciudadanos incautos. Espero que todos se acuerden sobre lo que les decía ayer porque hoy vamos a continuar con esta serie y las soluciones que propongo así como mis propias observaciones que no creo que se puedan rebatir porque son verdaderas.

Mencioné la fórmula anárquica, irracional y caótica impuesta por estos incompetentes: Invertir cientos de miles de millones sin orden ni concierto alguno; decenas de millones de trabajadores produciendo las mismas cosas: tvs, componentes de ordenadores, micro-clip o micro-chips, como se llamen (ahora al parecer también tenemos que usar anglicismos por cojones), infinidad de artículos y objetos, incluidos montones de coches. Todos haciendo lo mismo.

En efecto, la que se avecina, al menos en el futuro inmediato, es lo que yo suelo llamar la «sudamericanización» de España y no, no me refiero a las caras oscuras que pueblan nuestras ciudades debido a modelos económicos de endeudamiento insostenible y para nada el capitalismo de Adam Smith.

Lo cierto es que hoy por hoy, la mayoría de los españoles no se sienten bien – están tristes.

Hace mucho tiempo atrás, dije en esta página web que a mí me sirve de entrenimiento, porque son escritos desternillantes, lo que escriben muchos de los «teóricos oficiales» del liberalismo en España y los mundialistas de sitios como Libertad Digital. Ya no dispongo de tiempo para ir al zoo y tampoco voy a los teatros (salvo al de la Zarzuela, porque allí baila una señorita preciosa que me interesa – voy para verla, no para otra cosa), pero para divertirme a veces abro la página de Libertad Digital. Sus analistas, sus columnistas más «sabios», les veo siempre envueltos en multitudes de contradicciones, batallitas, confusión e incluso desesperación. Para un Juan Ramón Rallo o un tal Carlos Rodríguez Braun, junto con locos como Pío Moa o plagiadores como César Vidal, estar de acuerdo entre todos debe ser algo terrible.

Pero me divierto, de verdad gozo y disfruto cuando les leo decir auténticos disparates. Al menos podemos agradecerles eso ¿no? También debemos agradecerles lo que nos enseñan. ¿Saben ustedes quiénes son los que más felicidad me dan? ¡Ah! Los anarco-capitalistas o «libertarian» (idólatras de Ron Paul), los que vomitan al leer la palabra «Estado», ¡ni siquiera mencionarlo en su presencia! Los que anhelan poner una bomba en el Banco Central o colocarlo en algún otro planeta para que a ningún español elegido democráticamente se le ocurra tocar los tipos de interés en beneficio de su patria. Es increíble que realmente hablen en serio. Lo más gracioso es que son los que me ridiculizan por mencionar la Biblia cuando ellos son unos enfermos, verdaderos enemigos desde dentro del liberalismo que tenemos que defender – son como los termes – roen contra nosotros, se alimentan de una gran tradición ideológica para posteriormente mancillar nuestras ideas nobles.

¿Qué es lo que debería entender la izquierda y los trabajadores?

Bueno, en primer lugar, que los liberales para nada somos «enemigos» de los «obreros» – ¡todo lo contrario!

Debe saber que el 97% de la población continental-europea en estos momentos está siendo gobernada por gobiernos teóricamente «de derechas» o bien impuestos por los «Komissars» de la Unión Euro-inepta.

Los socialdemócratas gobiernan en Austria, Dinamarca y Eslovenia.

La maquinaría de la Unión Europeda que tú defiendes, estimado progresista, está en manos de «la derecha» – entre ellos, tenemos algunos «Hayekianos», prehistóricos eso sí, y los «cristianodemócratas» (católicos conservadores) de toda la vida. Da igual que esto no te interese, porque tendrá consecuencias para ti.

Margaret Thatcher dijo una vez esto en Brujas, durante su famoso discurso que tanto me gusta: «Nosotros no hemos achicado el Estado con éxito en Gran Bretaña, como para que venga Bruselas y vuelva a imponerlo a nivel europeo».

Pero, tú eres de izquierdas (para bien o para mal algunos de mis lectores lo son) — deberías hacerte una pregunta parecida: ¿No es cierto acaso que tu movimiento ha luchado mucho, durante años, para generar «derechos laborales» en vuestras propias democracias como para ahora verlo mermado por Bruselas y Frankfurt?

En Italia, el dictador Monti ha ordenado reformar el Código laboral para destruir el papel de los sindicatos y eliminar las protecciones laborales que tenían los italianos. Por cierto, en los años 90 esto provocó varios asesinatos en manos de las Brigadas Rojas.

Desde luego, estoy a favor de que Italia, al igual que España, se enfrente a los sindicatos si quiere pretender competir con el mundo pero mi interés es ¿QUIÉN DECIDE? ¿Qué sentido tiene para la izquierda apoyar a la Unión Europerra? ¡Que ni sueñen con volver a controlar la política fiscal de Europa!

También quiero tomar la oportunidad para condenar el auge de la derecha alemana en las instituciones de Europa – no es lo mismo la derecha que aquí defendemos – nosotros somos de una derecha distinta – una derecha que encaja más bien con el mundo «anglosajón» en lo ideológico, o si prefieren, Edmund Burke. Eso significa que somos mucho más flexibles que la derecha alemana – que siempre ha sido asesina, fascista y absolutamente sanguinaria, equiparable al origen de la derecha española, por desgracia.

Ya sabemos que la Europa de Merkozy ha, en efecto, prohibido el «keynesianismo» y prevé sanciones durísimas para los díscolos – en efecto, ya somos protectorado. Es ley ahora mismo y no habrá forma de salir de este precipicio.

Obviamente, no soy yo ningún amigo de Keynes – ni mucho de mis lectores tampoco pero ¡esto es una locura! Este compromiso impuesto, en un país como España, es SUICIDA. Para la izquierda, es un desastre sin precedentes porque la izquierda siempre se caracterizó por su política ECONÓMICA. ¿Qué sentido tiene ahora un partido como Izquierda Unida en España o el PSOE cuando NO VAN A PODER aplicar sus recetas y tendrán que mentir si quieren ganar elecciones porque todo el mundo con dos dedos de frente sabe que NO PODRÁN FINANCIAR SUS PROGRAMAS!?

Conozco a algunos comunistas auténticos que me dan la razón: Muchos marxistas DE LOS DE VERDAD, no los del PSOE, ya dijeron que la unión monetaria era una trampa. Por eso gente como Tony Benn, PARA NADA sospechoso de ser derechista, siempre denunció en Inglaterra todo lo del euro.

Me da pena que subrayar la ineptitud y el autoritarismo de la Unión Europea se considere algo de «derechistas extremos».

Ayer, una señorona de unos cincuenta años me llamó «rojo repugnante» por criticar todos estos temas. Bueno, toda persona inteligente en este momento tendrá que vivir con la etiqueta «rojo» al parecer. Esto no tendría nada que ver con la «izquierda» o la «derecha» – si analizamos, en Europa la izquierda empieza a enfadarse – miren al Partido Socialista francés o el «Linke» en Alemania, o en el PSOE – las bases.

Estoy completamente de acuerdo con lo que dijo el vice-presidente socialista de Portugal la semana pasada porque es algo que yo siempre siempre siempre he DICHO AQUÍ: Tenemos una BOMBA ATÓMICA que podemos usar y que puede estallar en la puta cara de los franceses y alemanes – Pedro Nuno dice lo mismo que yo: NO PAGAR.

La deuda es nuestra arma y debemos usarla PARA IMPONER MEJORES CONDICIONES QUE NOS BENEFICIEN — sobre todo a nuestros jóvenes. Los banqueros de Alemania deberían temblar ante esa posibilidad. Por desgraca, Mariano Rajoy NO les hará temblar – pero sí hará temblar a muchos ineptos aquí – esos idiotas que dicen que «Los alemanes sí que saben».

Sabemos que a partir de enero, muchas empresas impondrán un ERE – reducciones brutales en los sueldos, peores condiciones en general – una semana laboral de más de 40 horas (no remuneradas).

Hay una devaluación interna brutal y eso lo sabe cualquiera que esté informado de la que se avecina.

¿Qué nos han dejado, estos incompetentes? Mucho me temo que la Europa del 2011 y la del 2012 se parece y parecerá mucho a la triste Europa de los años 30 del pasado siglo XX. Podríamos entrar en depresión.

La pregunta, mi pregunta para la izquierda hoy es la siguiente:

¿Está en vuestro interés seguir criticándome por oponerme a la Unión Europea que ha provocado un macro-paro brutal en este país a la vez que sólo alcanza el 8% en Alemania que por supuesto NO nos va a ofrecer nada?

¿Se están dando cuenta del problemazo que tenemos encima de la mesa?

Mañana más.

18 comentarios

  1. Uff, muchas cosas que comentar y sin tiempo. Me centro en un par de cosas.

    – Tema unión Europea: Vamos a ver, creo que no podemos dejarnos llevar por los extremos. Es implanteable que hoy, España, vuelva a estar como Serbia o Noruega, es decir, fuera de la UE. El euro es otra cosa totalmente distinta.
    Al ser implanteable y entendiendo que vamos a estar dentro debemos gestionar esta realidad. Tampoco digo que pudiese ser conveniente no estar (no lo creo) porque en medio del proceso de globalización en que estamos inmersos un pequeño país como el nuestro sería víctima de las presiones del poder económico y los mercados y no tendría soberanía real.
    Bien, estamos dentro, y dentro sólo tenemos dos opciones: O la Europa de los mercados y la unión de páíses soberanos, donde manda y mandará de por vida Alemania sobre todo mientras los franceses hayan decidido ser el perro faldero, o la unión de los ciudadanos por encima de los estados, es decir, generar estructuras políticas comunes que puedan ser gestionadas políticamente y así recuperar la soberanía secuestrada por la canciller.

    – Hay que estar dentro de la UE y darle poder económico por una razón fundamental: Para no entrar en ese proceso de suramericanización que ataque el poder adquisitivo de trabajadores, clases medias y pequeños y medianos empresarios, es absolutamente fundamental «meter mano» al capitalismo financiero y poder recaudar recursos que se nos escapan. Tasa Tobin y lucha contra los paraísos fiscales sólo se puede hacer desde un gran poder regional, y separados no podremos hacerlo nunca. Si se quiere que la UE se dedique a eso y se quede ahí, pero contra la globalización debemos oponer un poder regional potente.

    En otro momento sigo comentando…

  2. Alfredo · ·

    Pedro:

    «Tema unión Europea: Vamos a ver, creo que no podemos dejarnos llevar por los extremos. Es implanteable que hoy, España, vuelva a estar como Serbia o Noruega, es decir, fuera de la UE. El euro es otra cosa totalmente distinta».

    Es que la UE nada tiene que ver con la antigua «Comunidad» europea – pero en todo caso, mucho me temo que sin el euro, de poco va a servir la «Unión» Euro inepta.

    «Tampoco digo que pudiese ser conveniente no estar (no lo creo) porque en medio del proceso de globalización en que estamos inmersos un pequeño país como el nuestro sería víctima de las presiones del poder económico y los mercados y no tendría soberanía real».

    Soberanía sí que tendríamos y sobre todo eso pero reconozco que sea como sea, no será fácil.

    «o la unión de los ciudadanos por encima de los estados, es decir, generar estructuras políticas comunes que puedan ser gestionadas políticamente y así recuperar la soberanía secuestrada por la canciller».

    Sí, este tema lo tocaré próximamente mañana.

    «Hay que estar dentro de la UE y darle poder económico por una razón fundamental: Para no entrar en ese proceso de suramericanización que ataque el poder adquisitivo de trabajadores, clases medias y pequeños y medianos empresarios, es absolutamente fundamental “meter mano” al capitalismo financiero y poder recaudar recursos que se nos escapan».

    Tén cuidado Pedro – no vaya a ser que algún libero-digitaliano te acuse de ser un peligroso rojo – marxista – a pesar de que no se han leído a Adam Smith ni mucho menos a Lord Acton que ya, ambos, tocaron este tema.
    Si Smith levantara la cabeza y viera quiénes son sus supuestos «defensores», pediría volver a morir.

    «Tasa Tobin y lucha contra los paraísos fiscales sólo se puede hacer desde un gran poder regional, y separados no podremos hacerlo nunca».

    Esto sí es verdad pero habrá que ver qué mecanismos podemos generar para que países intransigentes, como RU, paguen alguna consecuencia.

  3. Muchos ya me consideran un rojo peligroso. Yo siempre digo, medio en broma medio en serio, que si este fuese un mundo normal yo sería una persona de centro, pero que la filosofía general está tan desviada hacia ciertas cosas y hemos aceptado como inevitables tantas cosas que a veces parezco un radical de extrema-izquierda.

    Me gusta que hables de Adam Smith porque muchas veces pienso en la filosofía originaria del capitalismo en el siglo XVIII y como es el capitalismo ahora y veo que hay cosas que han degenerado muchísimo. Piensa en la bolsa, otrora mecanismo para la asignación de recursos más eficiente. ¿Ahora asigna la bolsa eficientemente los recursos para generar más productividad? No, de ninguna manera más bien lo contrario, ahora no se invierte a medio plazo y en economía real, se invierte para vender cuanto antes mejor y pegar un pelotazo.
    Con el mercado laboral a veces pasa lo mismo. ¿El capitalismo actual asigna capta eficientemente a los recursos humanos disponibles y los emplea de la manera efectiva? Pues si miramos sobre lo que estamos hablando (microempleos, trabajo de baja valor añadido, burbujas económicas) tendriamos que decir también que no.

    Comento alguna cosa más:

    Has hablado de la macroproducción. Me ha recordado un poco, y no te ofendas, a aquellos dirigentes comunistas pro-perestroika de la Alemania del este que, cuando se implantaba el capitalismo de forma rápida, decían para defender su antiguo modo de vida «¿Para qué necesitamos 50 tipos de cepillos de dientes? Es un despilfarro»
    En ese momento estos señores parecían hombres superados por la reaidad y cualquiera le hubiese respondido «Hay 50 tipos de cepillos de dientes porque la población lo demanda». Su posicionamiento era reactivo, para defeder algo que se hundía.
    Pero con esto enlazo con mi idea anterior. ¿Somos eficientes? ¿Estamos dedicando el trabajo y el capital de forma eficiente? ¿no hay muchísimo despilfarro y no sólo público, también en muchas actividades privadas? El otro día pensaba yo en las comidas de empresas y las cestas de navidad que se solían hacer hace unos años, el abuso en dietas, kilometrajes, viajes para formación, etc. Y me parece que todo esto era un exceso que no aportaba nada. ¿Tenia sentido despilfarrar en esto cuando otros cobraban 900 euros, cuando la empresa no se modernizaba, etc, etc?

    También has hablado del keynesianismo y de que, sin keynesianismo, no es posible política de izquierdas. Pero yo no estoy de acuerdo contigo aquí.
    El keynesianismo puro (no el que se ha usado normalmente, sólo anticílico y nunca recaudatorio) se basa en acciones anticíclicas que usan recursos del estado para reactivar la economía, y debería basarse también como compensación en políticas de superávit en momentos de bonanza para recaudar los recursos necesarios para la política anticíclica.
    Pero para mi el keynesianismo no es una práctica económica de izquierdas, es simplemente un sistema de resolver crisis (otra cosa es que una vez se aceptó el papel fundamental del estado en economía fue más fácil crear el estado del bienestar). Podría haber un keynesianismo de dechas, y se diferenciaría en los objetivos del gasto y en la recaudación de impuestos.

    Yo creo que se puede hacer una política de izquierdas con déficit 0. La cuestión es ser consciente de recaudar y crear fondos en momentos de bonanza y usarlos cuando sea necesario. No es necesario recurrir a la deuda. Como dijo Josep Borrell (uno de los pocos en el PSOE al que le queda dos dedos de frente) el otro dia a los políticos europeos les fue más fácil pedir prestado que subir los impuestos, y que por culpa de eso ahora somos prisioneros de nuestros acreedores.

    Finalmente no creo que haga falta usar la deuda como arma para que haya una política que nos beneficie. La actual política que lleva la jefa de esto, la señora Merkel, nos va a llevar al impago queramos o no, porque nos va a llevar a una depresión larguísima. Estamos siguiendo el mismo camino que Mexico en los 80 y Argentina en los 90.
    Lo que hay que hacer es revelarse contra esta política que nos lleva a la destrucción, usar el BCE como se usan los bancos centrales el EEUU o el RU, emitir eurobonos, igualar el impuesto de sociedades en todos los países e implantar las reformas sobre tasas de transacciones comentados.

    Saludos,

  4. Rebelarse quería decir, si nos revelásemos seriamos fotografías 😉
    Perdón por algunos errores ortográficos, que estoy negociando una operación de un millón de euros que no acabo de cerrar y estoy disperso y alterado.

  5. molondro · ·

    Alfredo,

    ¡Se ha vuelto rojo y keinesiano!

    ¡Defiende a los obreros! ¡Los comunistas le dan la razón!

    ¿Tiene fiebre? Vaya usted al médico de inmediato, con estas cosas nunca se sabe…

    Pero… ¡un momento!

    No puede ser…

    ¡Si hace un mes usted decía públicamente que en estas elecciones votaba al PP!

    Saludos.

  6. molondro · ·

    Por si les interesa, les enlazo un artículo de Vicenç Navarro relacionado con lo que dice Alfredo.

    http://www.elplural.com/opinion/el-profundo-error-del-gobierno-aleman-los-origenes-del-nazismo/

    Saludos.

  7. Alfredo · ·

    Molondro:

    «¡Se ha vuelto rojo y keinesiano!»

    ¿Cómo y cuándo?

    «¡Defiende a los obreros! ¡Los comunistas le dan la razón!»

    Siempre SIEMPRE he defendido a los «obreros», señor. Insinuar lo contrario es ofensivo y falta a la verdad.

    «¿Tiene fiebre»?

    Estoy algo fogoso sí, pero no es fiebre – es una señorita.

    «Vaya usted al médico de inmediato, con estas cosas nunca se sabe»

    ¿Por qué si me siento perfectamente bien como un campeón?

    «¡Si hace un mes usted decía públicamente que en estas elecciones votaba al PP»!

    ¿Y acaso no leyó usted por qué voté al PP?

  8. Alfredo · ·

    Interesante el enlace de Navarro, molondro – es que es de cajón. Cualquier ser humano con unas mínimas nociones de libertad sabe que una Alemania poderosa es letal para la humanidad. No soy «anti-alemanes» – soy ANTI-ALEMANIA. Como suele ocurrir, los estados muchas veces poco tienen que ver con sus «súbditos».

    PEDRO:

    «a veces parezco un radical de extrema-izquierda».

    A mí me pasa de todo aunque al revés — muchos me han llamado «ultra-derechista», «neocon» y cuando no lo tienen claro, «un rojo encubierto».

    «Me gusta que hables de Adam Smith porque muchas veces pienso en la filosofía originaria del capitalismo en el siglo XVIII y como es el capitalismo ahora y veo que hay cosas que han degenerado muchísimo».

    Sí, esto es verdad – yo precisamente lo que hago es extraer sus principios a la situación actual y realmente Smith estaría alucinando con algunas cosas, al igual que Calvino.

    «Has hablado de la macroproducción. Me ha recordado un poco, y no te ofendas»

    ¿Y por qué me voy a ofender sólo por coincidir con tal o cual grupo en algo? Si un comunista me dice que está lloviendo, y efectivamente llueve, no me ofende coincidir.

    «“¿Para qué necesitamos 50 tipos de cepillos de dientes? Es un despilfarro”

    Y lo es – otra cosa es prohibir tal producción pero visto desde un punto de vista técnico y sobre todo, de necesidades del ser humano, sí, es un total despilfarro innecesario. Yo nunca he entendido a la gente que tanto se emociona cuando entra a un centro comercial y ve decenas de «variedades» de ropa y pastas dentífricas.

    «Hay 50 tipos de cepillos de dientes porque la población lo demanda”. Su posicionamiento era reactivo, para defeder algo que se hundía».

    No, la población no lo demanda – lo generan los interminables anuncios que crean necesidades o «demandas» donde no las hay.

    «El otro día pensaba yo en las comidas de empresas y las cestas de navidad que se solían hacer hace unos años»

    ¡Uf! ¡Ni me lo recuerdes! SIEMPRE LO CRITIQUÉ — es lógico, porque la Biblia tampoco ve muy bien ese despilfarro o derroche.

    «Pero para mi el keynesianismo no es una práctica económica de izquierdas, es simplemente un sistema de resolver crisis (otra cosa es que una vez se aceptó el papel fundamental del estado en economía fue más fácil crear el estado del bienestar). Podría haber un keynesianismo de dechas, y se diferenciaría en los objetivos del gasto y en la recaudación de impuestos».

    Sí, pero digamos que vosotros necesitáis eso más, para poder ofrece políticas, que nosotros.

    «y que por culpa de eso ahora somos prisioneros de nuestros acreedores».

    Es que hay una cosa que os cuesta a veces recnocer o al menos a muchos en la izquierda: Pocos partidos hoy en día defenderían subir impuestos para financiar cosas sociales. Saben que no ganarían elecciones.

    «Lo que hay que hacer es rebelarse contra esta política que nos lleva a la destrucción, usar el BCE como se usan los bancos centrales el EEUU o el RU, emitir eurobonos, igualar el impuesto de sociedades en todos los países e implantar las reformas sobre tasas de transacciones comentados».

    Eres demasiado idealista con esto – sencillamente esto NO va a ocurrir sí o sí.

  9. Alexander · ·

    Los temas que has abierto están bastante buenos, Alfredo. No sé si en las próximas entradas tocarás el tema de la muerte, aparentemente inevitable, de las ideologías «tradicionales» (izquierda y derecha). Tal vez no les importe, pero es algo que estoy viendo en mi país en estos momentos con Ollanta. Parece que él se ha decantado por lo que entendemos como pragmatismo (que más o menos significa tomar medidas de acuerdo a las circunstancias, sin preocuparse por la fuente de esas medidas; algunas medidas pueden ser catalogadas como izquierdistas y otras como derechistas, pero el gobierno en sí no puede ser catalogado en ninguna de estas corrientes) algo que hasta hace unos meses hubiera celebrado, pero ahora que lo veo en acción, me crea ciertas dudas respecto a su efectividad y al respaldo que puede tener de la población. Tenemos un buen ejemplo de pragmatismo de los tigres asiáticos, cuyas políticas exitosas hasta hoy son casi imposibles de catalogar como izquierdistas o derechistas; sin embargo, no sé el efecto que tendrá si es aplicado a gran escala. ¿será el pragmatismo el único camino a seguir o habrá alternativas? Me temo que la respuesta será respondida en estos años sin ningún debate de por medio.

  10. Alexander · ·

    Pedro:

    Sigue sin gustarme varios de tus puntos de vista, pero tienes razón en que en el mundo de hoy, los estados no tienen otra alternativa con apañárselas con lo que tenga. Hasta donde la información empírica muestra, el mundo ideal donde las naciones compiten en igualdad en un mercado libre ha demostrado ser un rotundo fracaso. Las asimetrías son tan enormes que un país pequeño y aislado no tendría ninguna oportunidad contra un monstruo como China. Parece inevitable que las naciones se alíen con los países que crean convenientes para obtener una especie de protección dentro del «terrible libre mercado».El mundo está cambiando a pasos agigantados, y no sé si es precisamente un privilegio el tener que vivir en un punto de inflexión de la historia.

  11. Alfredo · ·

    Hola Alexander:

    No, la verdad es que no pienso necesariamente en que las ideologías van a desaparecer si nos ceñimos a su sentido académico y hasta jurídico – sí que pienso, por supuesto, que las ideas varían en aplicaciones dentro del espacio del tiempo.

    Un ejemplo: La legítima defensa. Todo liberal apoya esta idea y el que no apoye esta idea no puede ser liberal clásico, propiamente dicho – pero no es lo mismo aplicar este concepto en un pueblo rural de 1800 al Madrid de 2011. La idea sigue siendo la misma, pero no su ejercicio.

    En cuanto a las ideologías, sí que es verdad que debido a la progresiva desaparición de los estados nacionales, éstas están perdiendo «importancia» porque ya no se pueden usar como arma electoral.

    También es verdad que se nota una cierta tendencia al no «enfrentamiento» – es decir, que prime el «buen rollo», la risita, ante todo.

    Veo que además tanto Pedro como algunos otros están algo «confundidos» respecto a la unidad – lo que tengo claro, y esto va por ti también, Alexander, es que no hay que complicarse tanto la vida pensando en uniones políticas pero sí en colaboraciones y sí en cesiones que estas entidades poderosas, entre ellas Reino Unido (en lo económico) deben hacer porque sencillamente es una cuestión básica de necesidad y justicia.

    En ese sentido, poco importarán las etiquetas que nos quieran poner. ¿Quieren llamarnos rojos porque sentimos preocupación por los niños de nuestras patrias? ¡Que lo hagan! Lo cierto es que el liberalismo clásico es bastante amplio en esta cuestión – para mí es básico lo siguiente:

    Un sistema capitalista, sin democracia, sencillamente NO PUEDE SER sostenible. Es igual a la fe cristiana: sin el Cristo de la Biblia, dificilmente vamos a ser cristianos sólidos, con una base normativa y teológica.

    Les recuerdo a los señores «neo» libegales del Instituto Juan de Mariana que en la época de Adam Smith, se estudiaba ÉTICA Y MORAL CRISTIANA aparte de las otras ramas – de hecho, Adam Smith lo dice claramente en su libro – que hay OTRAS VARIABLES al margen del interés egoista.

    Eso, por no hablar de que Adam Smith estaba HORRORIZADO con cosas como el trabajo infantil (defendido, por cierto, en el Instituto Juan de Mariana) – la crueldad no es ni bíblica ni por supuesto tampoco liberal clásico. Pero bueno, poco vamos a poder exigirle a personajes que defienden la esclavitud o dicen que hay que legalizar las drogas.

  12. Alexander,

    Efectivamente el mercado libre más allá de los estados está generando unas dinámicas peligrosas. Nosotros no podemos competir con paises donde los trabajadores duermen en naves industriales y trabajan 14 horas al día, donde no tienen derechos laborales básicos, donde no se respetan las normativas medioambientales. Si entramos en este juego lo único que vamos a conseguir es la precarización de gran parte de la población al tener que adaptarnos, y si no nos adaptamos iremos hacia el empobrecimiento.
    Es absolutamente fundamental, pues, entender que sólo se puede aceptar el libre mercado en igualdad de oportunidades y obligaciones. Yo puedo entender que tenga problemas de competitividad hoy con un Polaco, por ejemplo, pero es que Polonia tiene leyes labores, normativas medioambientales y juega con unas normas parecidas a las nuestras. Entonces, aunque tenga que sufrir durante unos pocos años porque los Polacos cobran menos que nosotros, la tendencia normal sería a una igualación de costes laborales y de nivel de vida. Ahí puede haber libre mercado, donde no puede haberlo es con países como China, que ni cumplen ni tienen intención de cumplir las mismas normas que nosotros, y en este contexto por mucho que aumente su economía y nivel de vida jamás podremos competir. Y no me niego a aceptar la precarización para salvaguardar el sacrosanto libre mercado. Con países como China sólo cabe una cosa: Proteccionismo, y a partir de ahí ya negociaremos.

    Alfredo,

    Las ideologías como concepto no han muerto, pero sí han muerto como realidad democrática porque los partidos de masas en nuestras democracias han conculcado la ideología para poder acaparar al máximo número de votantes posibles.
    Esta es parte de la razón por la que hemos caído en eeste endeudamiento altísimo. La izquierda no fue capaz de subir impuestos, para no perder votos de os afectados, y la derecha no se atrevió a recortar gastos, para no perder viotos de los afectados también. Ahora, de hecho, las ideologgías parecen concentrarse en batallas aburdas hechas cara a la galería que tienen mucho componente sentimental pero son humo, hay poco sólido detrás.

    Luego dices que tengo un error conceptual con el concepto unión y que es suficiente el de cesión. Bien. sobre el papel puedes tener razón pero la realidad política muestra que esto no está funcionando así. En una unión de 27 países o de los que sea siempre va a haber un «listo» que quiera aprovecharse de lo que hacen los demás. Es el caso de Irlanda, con su impusto de sociedades del 12,5%, o el de los paraísos fiscales. Esto es competencia desleal y desgraciadamente siempre hay países que se quieren aprovechar de las circunstancias.
    Esto en una unión europea con un gobierno económico no debería pasar. No se permitirían excepciones como la Irlandesa o situaciones como las de la city.
    Si crees que se puede establecer un mecanismo de acuerdos para llevar a cabo las 3 o 4 cosas que yo creo que son fundamentales y por lo que quiero una mayor unión europea, y me demuestras que es viable, yo te compro la idea. Porque mi afinidad a Europa no es sentimental ni cultural (en parte sí, pero sólo en parte), sino que proviene de la necesidad y el utilitarismo.

    Saludos,

  13. Alfredo · ·

    Pedro:

    «Las ideologías como concepto no han muerto, pero sí han muerto como realidad democrática porque los partidos de masas en nuestras democracias han conculcado la ideología para poder acaparar al máximo número de votantes posibles».

    Sí, esto es verdad – hace tiempo hablé de que me gustaría ver «recuperar» las ideologías aunque fue más bien un expreseo deseo y no me creo que ocurra a ese nivel de partidos.

    «Esta es parte de la razón por la que hemos caído en eeste endeudamiento altísimo. La izquierda no fue capaz de subir impuestos, para no perder votos de os afectados, y la derecha no se atrevió a recortar gastos, para no perder viotos de los afectados también. Ahora, de hecho, las ideologgías parecen concentrarse en batallas aburdas hechas cara a la galería que tienen mucho componente sentimental pero son humo, hay poco sólido detrás».

    Basta con ver el debate de ayer — Rubalcaba expresó que «estaba de acuerd» en gran parte con Rajoy y que quería colaborar. ¿¿EN QUÉ cabeza realmente de izquierdas cabe decir algo así?? La verdad es que como hemos dicho, no se distinguen entre ellos como la gente piensa.

    «En una unión de 27 países o de los que sea siempre va a haber un “listo” que quiera aprovecharse de lo que hacen los demás. Es el caso de Irlanda, con su impusto de sociedades del 12,5%, o el de los paraísos fiscales. Esto es competencia desleal y desgraciadamente siempre hay países que se quieren aprovechar de las circunstancias».

    No, pero a esto precisamente me refería, Pedro: que países como Irlanda han de cumplir también cediendo en esos temas. Por eso, ellos (y otros) tienen que estar dispuestos, porque es una cuestión básica, a hacer sacrificios puntuales si lo que pretendemos es luchar contra ciertos problemas.

    «Si crees que se puede establecer un mecanismo de acuerdos para llevar a cabo las 3 o 4 cosas que yo creo que son fundamentales y por lo que quiero una mayor unión europea, y me demuestras que es viable, yo te compro la idea».

    No, más que eso, y al margen de la confusión que hay entre la Europa «federal» (algo que yo no quiero), se puede hablar de federaciones, cosa distinta en parte a un federalismo puro y duro. En la federación, existiría bastante autonomía salvo en esas cuestiones que apuntas.

    Yo no sé con cuanta gente hablas a diario pero procuro hablar con mucha juventud entre semana (en serio, hablaré con unas 30 o 40 personas distintas cada semana) y voy notando un criterio, no sé si lo notarás entre la juventud – hablando de política fiscal, por ejemplo, muchos dicen sentirse algo confundidos o decepcionados con cosas como la política fiscal en Europa que aún privilegia a Reino Unido y Alemania – por ejemplo, se sigue pensando en esos países que «mis impuestos deben ser destinados para mis colegios» pero con un criterio de ese tipo flaco favor hacen al concepto que estamos discutiendo – no se trata de «pagar» por nadie sino más bien mentalizarse de que a partir de cierto momento, las partidas presupuestarias tendrán que destinarse a lo largo y ancho de los países miembros de la euro-zona y aunque RU no esté en el euro, tendrá, les pese o no, que colaborar y aportar cosas.

    «Porque mi afinidad a Europa no es sentimental ni cultural (en parte sí, pero sólo en parte), sino que proviene de la necesidad y el utilitarismo»

    Como sabes, poca afinidad siento con «Europa» pero sí siento mucha afinidad con las ideas buenas, sean de donde sean.

  14. Alexander · ·

    Alfredo:

    «Veo que además tanto Pedro como algunos otros están algo “confundidos” respecto a la unidad – lo que tengo claro, y esto va por ti también, Alexander, es que no hay que complicarse tanto la vida pensando en uniones políticas pero sí en colaboraciones y sí en cesiones que estas entidades poderosas, entre ellas Reino Unido (en lo económico) deben hacer porque sencillamente es una cuestión básica de necesidad y justicia. »

    No me refería precisamente a uniones políticas, sino a la inevitabilidad de ceder algunos atributos que antes sólo correspondían a los estados soberanos. Para ponerlo más claro: No me causa ninguna gracia el tener que colaborar junto a primates como Chávez, Evo y Cristina, pero las circunstancias son tan extraordinarias que tal vez no me quede más opción que comprometerme a cooperar junto a ellos en pos del «bienestar común», ya que por separados simplemente todos seríamos arrollados por las fuerzas internacionales. Brasil y México tal vez puiedan darse el lujo de escoger al aliado que prefieran o permanecer solos, pero Perú no está en condiciones de hacer lo mismo. Se cedería algunas cosas en las cuales no tendríamos muchas divergencias, pero la unión política sería lo mismo que le está pasando a España hoy en día: ser un protectorado alemán. de nada valdría unirse políticamente a un bloque si es obvio que tu voto sería tan débil que no serías tomado en cuenta.

    —-

    Pedro:

    La igualación de salarios tenderá a converger a nivel mundial, sobretodo en los trabajos «estandarizados». No será una convergencia total, pero era obvio qued la entrada de 3 mil millones de personas de golpe a la economía internacional no tendría ninguna consecuencia. Yo sí creo en el libre mercado, ya que es el sistema que ha sacado de la pobreza a millones de personas en poco tiempo, pero es obvio que a estas alturas necesita urgentemente una reforma. Una opción sería dar más poder a las entidades supranacionales como la OMC y el FMI (con una profunda reforma previamente), ya que ambos organismos tocan cuestiones más técnicas que políticas, como la ONU, aunque necesitaría del respaldo de la población que al día de hoy los detesta. He visto algunos avances en el FMI, pero no son ni de lejos lo que se hubiera esperado circunstancias.

  15. Alexander · ·

    Alfredo:

    «En cuanto a las ideologías, sí que es verdad que debido a la progresiva desaparición de los estados nacionales, éstas están perdiendo “importancia” porque ya no se pueden usar como arma electoral.

    También es verdad que se nota una cierta tendencia al no “enfrentamiento” – es decir, que prime el “buen rollo”, la risita, ante todo. »

    Esto fue la gran tragedia uropea: querer ser un país sin cabeza, donde cualquier medida se haría «dialogando entre todos» (cómo les debe estar doliendo las bolas a los que decían esas mariconadas). Cuando la crisis viene, ya sea en la familia, en la sociedad o en todo un país, se ve que hay personas que toman las riendas y dan órdenes para poner orden en su hábitat (el padre en la familia, las autoridades en la comunidad y el presidente en un país). Estas autoridades tienen atributos que les da el poder de actuar sin estar consultando la opinión de la ciudadanía. Lo que pasa hoy a uropa sólo es la cosecha de lo que sembraron. Comlo nadie quería ser la cabeza, al final el más fuerte ha tomado ese papel, y hace lo que le da la gana.

    Sobre la pérdida de importancia de las ideologías: no sé hasta qué punto sea malo pera el ciudadano. Es obvio que los uropeos tendrán que decir adiós al estado de bienestar, incluso los países nórdicos (unos más rápido que otros). Ya no se podrá prometer cosas absurdas, y los gobiernos serán menos políticos y más tecnócratas. El problema sería la legitimidad. No sé si el ciudadano común será suficientemente maduro para entender que el mundo donde creció ha muerto, y que tendrá que obedecer a los tecnócratas sólo porque ellos saben lo que hacen. Al menos para los liberales clásicos no será tan malo después de todo, ya que varios de nuestros postulados serán parte del nuevo sistema, y tal vez sea un sacrificio que podamos aceptar, ya que la socialdemocracia desaparecerá de occidente. Sería una victoria pírrica, pero una victoria al final.

  16. Alfredo · ·

    Alexander:

    «No me refería precisamente a uniones políticas, sino a la inevitabilidad de ceder algunos atributos que antes sólo correspondían a los estados soberanos».

    Correcto – pero más que verlo desde ese punto de vista, yo más bien diría que los que somos de determinados países también tenemos que tener voz y voto en los organismos internacionales – no puede ser, por ejemplo, que sólo EEUU y Reino Unido determinen cómo van a repartir el pastel.

    «Para ponerlo más claro: No me causa ninguna gracia el tener que colaborar junto a primates como Chávez, Evo y Cristina, pero las circunstancias son tan extraordinarias que tal vez no me quede más opción que comprometerme a cooperar junto a ellos en pos del “bienestar común”

    Vamos a ver — aquí creo que hemos llegado a cierta mentalidad que afirma que no podemos estar anclados en fórmulas que, aunque ahora nos parezcan bien por lo que consiguieron en su momento histórico, tengamos que imitarla por narices. Por ejemplo, es cierto que la «derecha» liberal en países como Estados Unidos o Reino Unido no quiere ni oir hablar de colaborar con estos individuos pero nosotros no somos así – nosotros NO somos como ellos en todo y no tenemos por qué serlo, pues somos hispánicos y tenemos otras necesidades, por muy LOABLE que nos parezca la actuación de EEUU o Reino Unido en estos ámbitos. ¿Colaborar con primates como Chávez o Huevo? No hace falta – pero sí podemos usarnos en beneficio mutuo cuando se trate de temas como la democratización del FMI o el Banco Mundial.

    Dices:

    «Al menos para los liberales clásicos no será tan malo después de todo, ya que varios de nuestros postulados serán parte del nuevo sistema, y tal vez sea un sacrificio que podamos aceptar, ya que la socialdemocracia desaparecerá de occidente. Sería una victoria pírrica, pero una victoria al final».

    No estoy de acuerdo aquí porque no se puede tener un sistema realmente liberal sin algún tipo de representación legítima y respaldada por el pueblo. Está claro que la sociademocracia desaparece por fin, como ya habiamos vaticinado hace décadas pero antes de sacar esta conclusión tendremos que ver cómo es que gobiernan estos tecnócratas.

    Saludos

  17. Yo no entiendo muy bien exactamente qué es lo que os produce rechazo de la socialdemocracia, ¿es el uso del estado? ¿es la redistribución de la riqueza? ¿es cierta visión progresista de las libertades públicas? Creo que es importante saber qué rechazáis de la socialdemocracia (no creo que lo rechacéis todo) para ver si esta profecía de su desaparición se va a cumplir o no.
    ¡Ojo!, que yo fuí el primero que escribió hace casi un año 5 escritos consecutivos llamados «El hundimiento de la social-democracia, la necesidad de una nueva izquierda», pero lo que tampoco se puede presuponer es que la social-democracia va a disolverse como un azucarillo sin dejar poso ni que sus gentes y seguidores vayan a quedarse pasivos ante su desaparición.
    La social-democracia puede desaparecer o cambiar radicalmente, y ambas situaciones tienen sus riesgos, pero una de las dos sucederá. Si cambia puede quedarse en un cambio inservible o bien en una modernización consecuente con los tiempos y que sea garantía de moderación. Si desaparece la nueva fuerza de izquierdas que aparezca deberá ser claramente moderna y actual y atacar los problemas de base de nuestro mundo, pero también corremos el riesgo de caer en un populismo como el chavista.
    Yo creo que la social-democracia siempre representó, para los conservadores, una garantía de que no se iban a traspasar ciertas líneas rojas (nacionalizaciones de la industria, la banca, la tierra, etc.) a cambio de ciertas concesiones, por eso me extraña que se considere maravillosa su desaparición, podría llevar a una radicalización de la izquierda.

    Si al final nos encontramos en un mundo dominado por los mercados y en donde la política de izquierdas no tiene cabida, no hay que ser zahorí para darse cuenta que lo que se va a gestar es una izquierda revolucionaria, populista y radical que no creo que interese a nadie.

    Saludos,

  18. Alfredo · ·

    Pedro:

    «Yo no entiendo muy bien exactamente qué es lo que os produce rechazo de la socialdemocracia, ¿es el uso del estado? ¿es la redistribución de la riqueza? ¿es cierta visión progresista de las libertades públicas? Creo que es importante saber qué rechazáis de la socialdemocracia (no creo que lo rechacéis todo) para ver si esta profecía de su desaparición se va a cumplir o no».

    ¿A mí? Los usos que tiene el Estado, el concepto que tenéis de ciertas libertades que no acepto ni reconozco como «derechos» y no, no tanto la «redistribución» – en todo sistema democrático existirá cierta «redistribución» pero bueno, tú mismo sabrás que hoy habéis sufrido una inmensa derrota. Lo reconoce hasta el diario Público (muy a su pesar claro).

    Efectivamente, tú mismo escribiste sobre el hundimiento – ¿pasivos? No lo sé pero hoy por hoy, sí que veo esa pasividad entre vosotros.

    «Yo creo que la social-democracia siempre representó, para los conservadores, una garantía de que no se iban a traspasar ciertas líneas rojas (nacionalizaciones de la industria, la banca, la tierra, etc.) a cambio de ciertas concesiones, por eso me extraña que se considere maravillosa su desaparición, podría llevar a una radicalización de la izquierda».

    Hmm – tengo sentimientos mixtos – siempre he sido combativo y siempre me he sentido «en mi salsa» ante la «izquierda radical» ya que durante un tiempo para ellos yo representaba la cara más «agria» pero sí es cierto que aplicado a la realidad, y no solo a los debates o choques ideológicos, la sociademocracia es más estable – sin embargo, no noto esas ansias por la moderación en gran parte de la izquierda desencantada. Es más, odian al PSOE precisamente por ser demasiado «moderado».

    «Si al final nos encontramos en un mundo dominado por los mercados y en donde la política de izquierdas no tiene cabida, no hay que ser zahorí para darse cuenta que lo que se va a gestar es una izquierda revolucionaria, populista y radical que no creo que interese a nadie».

    No comparto esto tampoco – no creo que la situación social sea comparable a la del 36 o a la de los 60, etc.

    Saludos

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