La esencia que domina mi argumento a favor de tener un Poder judicial respetuoso hacia el Ejecutivo y, en menor medida, al legislativo, descansa sobre dos argumentos empíricos que a menudo se desprecian en las discusiones o se ignoran: el primero tiene que ver con la relación entre la libertad y la seguridad, y el otro tiene que ver con tener cierta idea de las competencias institucionales. Una vez que aceptemos esas dos premisas, y hay que ser bien cazurro para rechazarlas, el resto de mis argumentos cobran mucho más sentido lógico.
Mi primer argumento no es original ni nada del otro mundo: tanto la seguridad como la libertad son bienes con mucho valor que contribuyen al bienestar social y a la paz pública. No podemos subrayar uno sin considerar el otro – no hay libertad si no hay cierto grado de seguridad. En España y en EEUU, ciertos «liberales», entre los círculos más reaccionarios y extremistas, niegan esto y dicen que «más libertad inexorablemente conduce a más seguridad» pero eso es, sencillamente, una paja mental indigna de comentarla mucho más allá de lo ridículo y es comparable al antiguo «slogan» que rezaba «la justicia no tiene precio». Por supuesto que la justicia sí tiene un precio: cada peseta [sí, ya sé que tenemos el euro pero no lo reconozco] que se gasta en la justicia es una peseta que no se gasta en otra cosa, sea una partida de Mus o en putas. Está muy bien y fenomenal estar a favor de la libertad. Todos los liberales queremos libertad dentro de la ley pero es una estupidez capital pensar que en todos los contextos, en toda posible dimensión de las leyes y la política diaria, «más libertad conducirá a más seguridad». Es cierto que podemos hablar de normas específicas que se defienden en el nombre de la seguridad y que restan demasiada libertad sin ningún valor añadido a la seguridad (por ejemplo — en los EEUU, te obligan a quitarte los zapatos en el aereopuerto y el cinturón/En España tenemos DNI obligatorio en el nombre de la seguridad a pesar de que no ayuda en nada en la lucha antidroga y antiterrorista), es demasiado atrevido insinuar que la seguridad y la libertad son incompatibles. La clave está, primero, en identificar qué leyes restringen la libertad mientras promueven la seguridad, y entonces responder a preguntas tales como (1) qué eficacia tienen a la hora de instaurar un sentido de la seguridad, (2) cuánta y qué tipo de libertad restringe, (3) quiénes son los que tienen que soportar el peso y quiénes se benefician y, (4) cómo es posible analizar políticas que benefician a algunos y perjudican a otros. Cualquier discusión sobre la seguridad en el mundo que no se enfrente a estas preguntas y conceptos debe ser descartada como los delirios de dicharacheros dementes gritando en alguna manifestación anárquica.
Señores — nosotros llevamos en la red ya casi 3 años y no sé todavía por qué a algunos no se os cae la cara de vergüenza si seguis defendiendo el anarco-capitalismo y el libertarianismo en el nombre de la libertad. Si hay algo que he podido lograr con esta web humilde es precisamente dejar en ridículo esas doctrinas extremistas y ajenas a este país. Ya sé que está de moda querer ser más alemán que Merkel o más extranjero que el guiri pero por favor, al menos un poco de seriedad.
Una vez que se hagan las preguntas correctas, viene lo que algunos no pueden tragar — hay que decidir quién está en mejor posición para responderlas. Ahí es donde entra mi segunda premisa empírica sobre las distintas competencias de las instituciones. En la España moderna, democrática, la que tenemos ahora, son los oficiales del Ejecutivo, del Consejo de Estado, los que mejor situación tienen para equilibrar la seguridad y la libertad en situaciones de urgencia nacional. En estas situaciones, sobre todo, el Poder judicial debe ser sumamente respetuoso con el Gobierno de turno y validar las excepciones normativas cuando surgen siempre y cuando sirva determinado interés de orden público, seguridad, paz pública o simplemente el interés general. Es cierto que esto puede funcionar mucho mejor en un país como EEUU, que tiene una tradición y un pueblo mucho más responsable y sobrio que los europeos pero ya va siendo hora, creo yo, de consolidar el sentido democrático en España. No puede ser que en pleno 2011, un policía que le pegue una hostia bien dada al sedicioso sea tachado de «franquista» o «facha». Pegarle con la porra en la espalda a un desordenado exaltado no tiene nada de «fascista» de la misma forma que determinados narco-análisis (a pesar de lamentablemente estar prohibidos en España) no tienen nada de extraordinario. El Poder judicial debe ser un cuerpo con la suficiente capacidad de poder extraer la VERDAD en una sala de interrogación. Hoy más que nunca en los últimos 30 años, el Poder judicial ha de ser el órgano que identifique a los que están detrás del 15 M, los cabecillas, e interrogarles para ver de qué van. ¿O es que me vais a decir que el Poder judicial no debe interrogar? Si decis eso, sois unos irresponsables.
Volviendo al tema — ¿por qué es preferible el Ejecutivo antes que los tribunales de justicia en estos casos de convulsión nacional? Para empezar, hay tres consideraciones que se oponen duramente a los tribunales. En primer lugar, el posible coste gravísimo que podría provocar un error judicial – en particular, impedir que el Ejecutivo tome medidas de seguridad que pueden ser eficaces contra las amenazas internas. Una cosa es (y aún así es discutible para muchos liberales democráticos) que haya algún tribunal majadero que insista que la policía debe tener una orden judicial antes de tumbarle la puerta a unos narcotraficantes sinvergüenzas en un hotel (que no domicilio), y otra cosa muy distinta es insistir igualmente si se trata de impedir que unos agentes de la seguridad del Estado revienten un plan para bombardear el Congreso de los Diputados o atentar contra puntos estratégicos de esta patria. Salvo que tú seas un personaje que piense que cada medida de seguridad tomada en una situación de crisis nacional sacrificará inútilmente la libertad a cambio de ningún beneficio en la seguridad, existen razones prima facie que justifican ser recelosos respecto a la intervención judicial durante las crisis nacionales.
En segundo lugar, en materia de seguridad, el Ejecutivo ya cuenta con muchas ventajas sobre los tribunales en cuanto a la información disponible y los expertos con los que cuentan, de la misma forma que un paleontólogo está mejor situado que un juez a la hora de evaluar la importancia de algún hallazgo de fósiles. Si tuviésemos tribunales perfectamente informados y motivados, es posible que podrían anular decisiones irracionales o perversas de algún ejecutivo alocado pero no tenemos tribunales así y jamás los tendremos porque somos seres humanos. Los jueces son generalistas, tienen ciertos principios generales y el aislamiento de la política que los protege de la política actual también los priva de cierta información privilegiada, sobre todo la que referente a la seguridad nacional y las respuestas necesarias a esas amenazas. Si un Ejecutivo puede cometer errores y adoptar medidas de seguridad injustificables, ¿qué os hace pensar que un juez no haría lo mismo? ó incluso al revés — ¿qué os hace pensar que un juez no invalidaría una medida de seguridad perfectamente justificable?
En tercer lugar, señores, las emergencias son de muchos tipos y surgen a cada rato. No hay ninguna razón de peso que nos haga pensar que la próxima emergencia va a ser igual que la última. La Guerra contra el Terrorismo es totalmente distinta a la Guerra contra el Comunismo, y ésta fue completamente distinta a la Guerra contra el Fascismo, y ésta fue muy distinta a las Guerras contra la esclavitud en Occidente o contra el poderío papal en España. Los tribunales funcionan muy bien cuando dependen de borradores del pasado; y las emergencias dificultan eso absolutamente.
Parece ser que algunos de vosotros pensáis que los tribunales son una especie de representación de algún estado místico de «nirvana», en el que los jueces se guían por el Espíritu Santo o como si estuvieran en alguna sesión de yoga espiritista. ¿Qué es lo que pretendéis? Decis que queréis una justicia «despolitizada» — eso es, sencillamente, una majadería progresista surrealista. Toda justicia, al igual que toda ley penal, es profundamente política y sí, por mal que te pese, MORAL. Ojo — no quiero decir que sea la moral correcta – por ejemplo en España se considera penalmente inmoral y por lo tanto prohibido discriminar por motivos de género y a mí eso no me parece necesariamente inmoral en absoluto. Pero, a veces me da la sensación de que tenéis una imagen de los jueces fumando cachimba e invocando a los espíritus para tomar decisiones al margen de la política. En España, al igual que en EEUU, la justicia siempre ha sido MUY política y ligada al Poder – por eso se le llama el PODER judicial — es uno de los poderes estatales de toda la vida para reprimir conductas que amenazan la cohesión y la seguridad nacional o los intereses de tal o cual gobierno y sus votantes mayoritarios (en caso de democracias liberales representativas).
En respuesta a los que me dicen que muchas veces los gobiernos tienen reacciones exageradas y liberticidas que violan la libertad de forma innecesariamente en el nombre de la seguridad, contesto con cuatro niveles:
Primero, el miedo no tiene por qué jugar un papel negativo a la hora de tomar decisiones. ¿Tú qué harías si ves algún bicho en la noche que no te gusta? ¿Te vas a poner a contemplar si tocarlo o no o vas a saltar inmediatamente para intentar apartarte o bien matarlo? ¿Qué harías si ves a un hombre misterioso, oscuro, con capa negra y aspecto del Diablo de la Biblia, mirándote por la ventana alguna noche en tu habitación? ¿Vas a dialogar con él o vas a rezarle a Dios que te salve antes de hacer todo lo posible para matarlo? Los españoles están totalmente confundidos cuando dicen que en EEUU muchas decisiones se toman por el miedo. ¡Como si eso fuera malo! ¿Acaso no te da miedo que los del 15 M sean los autores de un golpe de Estado y España se convierta en un país comunistoide? El miedo tiene beneficios cognitivos y sociales. En segundo lugar, aún si fuera cierto que el miedo juega un papel negativo, es dudoso que el miedo, entendido así, tenga mucha influencia sobre la política relacionada con las crisis nacionales — es decir, que tenga más influencia en esas situaciones que en tiempos «normales». Tercero, aún si el miedo jugáse un papel negativo en la toma de decisiones, y que tenga más protagonismo en las crisis de seguridad, dudo mucho que podamos mitigar esos efectos a cambio de un precio aceptable para la seguridad de la nación a través del litigio constitucional ordinario. Cuatro, el miedo no siempre tiene por qué tener una valencia pro-seguridad. El miedo podría perfectamente dar lugar a una situación de pánico que provoque un sistema libertario (Dios nos salve).
He aquí una muestra de mi reto a todos los civilistas libertarios en España. ¿Qué razón existe, teórica o empírica, que una respuesta de pánico a una emergencia nacional, si ocurren, vaya a limitar las libertades excesivamente?
Supongamos que tú tienes un bufete de abogados y que en el último año, tu empresa jurídica ha sido condenada a pagar daños y prejuicios — tu índice de condena ha aumentado digamos un 25% en el último año como resultado de esas condenas. ¿Eso significa que hay descontrol en tu despacho? ¿Que la situación se te va de las manos? Esto será así únicamente cuando si ya te estaban condenando en exceso ANTES del subidón del 25%. Igual tu empresa aún todavía no está incurriendo suficientes condenas, al menos desde el punto de vista de los clientes que quieren aumentar su riqueza, y le falta emplear tácticas más agresivas aún. Para criticar la subida, primero hay que evaluar el nivel antes de la subida y conocer si las circunstancias han cambiado mucho (quizás otras empresas jurídicas se han puesto tan agresivas que tu empresa simplemente está intentando mantener la competencia). De igual forma, decir que los gobiernos responden de forma sistemática a las crisis y urgencias nacionales con pánico y con restricciones a la libertad supone sacar unas conclusiones muy considerables (pero no necesariamente serias o fundadas) sobre la mezcla óptima entre la libertad y la seguridad. Tienes que defender esas suposiciones antes de esperar que te tomen en serio.
Próxima entrada, más y mejor.
———————————
Si alguien quiere leer el ensayo de Francis Bacon, en inglés antiguo, sobre el papel de los jueces, lo tienen aquí.
jejeje, es usted PERVERSO don Alfredo pero estoy de acuerdo. Me ha gustado especialmente esto:
«¿Qué harías si ves a un hombre misterioso, oscuro, con capa negra y aspecto del Diablo de la Biblia, mirándote por la ventana alguna noche en tu habitación?»
La mayoría de la gente, salvo si son como Zerolo que seguro le va el tema, saltaría o arrojaría algo a la ventana. Sin embargo los «libertarians» estos encima pretenden que el Estado nunca pueda reaccionar ante una situación de extrema dificultad.
Alfredo,
Creo que te afecta demasiado haber tenido el campamento del 15M implantado en tu zona. Hablar de «golpes de estado» promovidos por esos grupos es sencillamente un disparate.
El problema básico que tiene toda tu explicación es que no se define claramente qué es una emergencia nacional ni cuando es justificado que el ejecutivo pueda legislar sin el control de los tribunales de justicia. En caso de un ataque directo contra la democracia que pretenda acabar con ella me imagino que tu tesis sería aceptable, pero nos encontramos ante el problema de siempre, ¿Quién define que es la emergencia? ¿El propio ejecutivo que va a ser beneficiado? Esto es abrir el camino a los abusos del ejecutivo, que podría estar tentado a asumir los controles y obligaciones del poder judical eximiendo siempre razones de emergencia nacional.
Dices «¿Qué es lo que pretendéis? Decis que queréis una justicia “despolitizada” — eso es, sencillamente, una majadería progresista surrealista. Toda justicia, al igual que toda ley penal, es profundamente política y sí, por mal que te pese, MORAL»
Creo que no enfocas bien lo que se pide. No se habla de que no haya interpretaciones «morales» o «políticas» de las leyes, algo difícilmente evitable en tanto en cuanto los jueces y tribunales estás compuestos por personas (lo que no quiere decir, por otro lado, que se deba intentar evitar las interpretaciones ideologizadas de determinados jueces), lo que se pretende fundamentalmente es que el poder judicial tenga una independencia respecto a los partidos políticos que forman el ejecutivo y el legislativo y no se conviertan en tentáculos de los primeros en las institucions judiciales.
Para que un país funcione bien a nivel judicial en un sentido de validación de leyes hechas por el legislativo o de deciciones tomadas por el ejecutivo, es fundamental que no existan bloques judiciales que voten, casi sin excepción, a favor del posicionamiento político de su partido mentor. Hemos creado un sistema donde las asociaciones de jueces son un brazo más de los partidos políticos, igual que lo son los medios de comunicación, y eso es precisamente lo que lleva a las críticas continuas que escuchas aquí de que vivimos en una partitocracia y no en una democracia.
No me parece una «majadería surrealista», me parece sencillamente la honrada intención de intentar recuperar una separación de poderes real y objetiva.
Saludos,
Eduardo I: A Zerolo sí que le iría el «temilla» morboso. Los libertarians no son gente lo suficientemente maduras como para tomarlas en serio.
Pedro:
¡¡No!! Jaja, de verdad que NO pienso que el 15 M vaya a (de momento) intentar realizar un golpe de estado (sólo lo usé como un ejemplo nada más).
«El problema básico que tiene toda tu explicación es que no se define claramente qué es una emergencia nacional ni cuando es justificado que el ejecutivo pueda legislar sin el control de los tribunales de justicia».
Cierto — no la he definido todavía. Pero, digamos que tengo en mente grandes crisis nacionales.
«En caso de un ataque directo contra la democracia que pretenda acabar con ella me imagino que tu tesis sería aceptable, pero nos encontramos ante el problema de siempre, ¿Quién define que es la emergencia? ¿El propio ejecutivo que va a ser beneficiado? Esto es abrir el camino a los abusos del ejecutivo, que podría estar tentado a asumir los controles y obligaciones del poder judical eximiendo siempre razones de emergencia nacional».
Es que constitucionalmente, incluso en España, ya pueden hacer eso: Estado de alarma, estado de sitio (dos ejemplos). Más allá de eso, el Poder judicial ebe tener obligaciones y debe controlar sólo aquellas cosas en las que tenga autorización por ley — que emanen del legislativo, por supuesto. Controlar sí, dentro de los marcos legales establecidos, pero jueces Garzón no, por favor.
Dices:
«lo que se pretende fundamentalmente es que el poder judicial tenga una independencia respecto a los partidos políticos que forman el ejecutivo y el legislativo y no se conviertan en tentáculos de los primeros en las institucions judiciales».
Esto no es posible ni deseable — la justicia emana «del pueblo» y éste tiene representación vís a vis los partidos políticos. Ergo, no es algo ni loable ni posible. Precisamente es lo que vengo combatiendo en estas entradas — la idea de una absoluta separación de poderes e independencia unos de los otros no es algo ni deseable ni democrático del todo — ¿quieres el sistema de los EEUU, Pedro, donde el Supremo constantemente anula leyes porque «le apetece» y no encaja con su ideología? Es el eterno debate…
La «separación de poderes real y objetiva» suena muy bonito, pero no es posible ni funcional.
Dices que «hemos creado un sistema donde las asociaciones de jueces son un brazo más de los partidos políticos, igual que lo son los medios de comunicación, y eso es precisamente lo que lleva a las críticas continuas que escuchas aquí de que vivimos en una partitocracia y no en una democracia».
Precisamente es lo que critico — es decir, critico que algunos tengáis un concepto de la justicia como si debería ser una suerte de «nirvana desconectada» de la sociedad y la nación y sus partidos políticos. Otra cosa que sé que sabes bien: una cosa es que el tribunal diga: «interpreta la ley ASÍ o asá», y otra cosa es que un tribunal tenga la potestad de invalidar leyes. Si mal no te entiendo, creo que te gusta el sistema de invalidación de leyes. Si no es así, entonces no estamos tan en desacuerdo como parece — lo que yo digo es que el tribunal constitucional (sólo un ejemplo) debe tener un papel mucho más pasivo — tú parece que quieres que tengan papeles más activistas.
Hola, Alfredo:
Muy interesante el tema, da para reflexionar y jeje, se me ha adelantado, era uno de los variados asuntos sobre los que tenía interés por escribir estos días algo, aunque, de todas formas, creo que algo publicaré sobre esto, la despolitización de la justicia.
Es algo que lo manejé hace algunos años, la necesidad de «despolitizar» la Justicia, fundamentalmente como una garantía, pero, dándole vueltas al asunto, es cierto, y esto enlaza con la desconfianza casi patológica hacia el Ejecutivo que tenemos en España, que tenemos la idea general de que este Poder es «muy malo», mientras los jueces serían algo así como los «ángeles de la guarda» sin «pecado concebidos» en cuyos regazos protectores debe acogerse el pobre ciudadano que sufre los desmanes de la Administración. La «despolitización de la Justicia» es una verdadera fiebre en España. Antes era fundamentalmente la prensa y los tertulianos de derecha (criticando la LOPJ de Felipe González), era un tema muy recurrente en tertulias de la COPE y demás, y ahora hasta los indignados se han subido al carro y todo (es una de sus «propuestas» fundamentales).
Es muy cierto que se ve a los jueces como una especie de gurús que están en una montaña quemando incienso a un oráculo para que les den una interpretación totalmente limpia de «contaminación política» sobre los hechos que tienen que enjuiciar, como si acaso vivieran en una torre de marfil y tuvieran que ser ajenos a las distintas tendencias políticas de una sociedad, cuando la realidad es que su función constitucional es aplicar la ley según las instrucciones del legislativo, y la ley, querámoslo o no, siempre es política. La ley es el reflejo de la tendencia política existente en la sociedad y el juez, se quiera o no, es parte de esa sociedad. Parece que se piensa que los jueces tienen delante de los ojos una especie de velo de ignorancia, como el de John Rawls, cuando cualquiera, salvo que sea un autista, tiene una opinión formada sobre lo que ocurre y esa opinión siempre es política.
Por cierto, ya que estos días han estado hablando sobre la mayor cualificación de las agencias administrativas para interpretar la ley en determinadas materias, sí, efectivamente, en Derecho administrativo es lo normal. Un ejemplo muy claro es el Derecho urbanístico. En ese campo, una materia tan específica dentro del Derecho administrativo, la mayoría de técnicos de la Administración suelen tener una formación mucho más amplia que los jueces de lo Contencioso-administrativo (quienes, lógicamente, han accedido al puesto a través de una oposición en la que han estudiado el Derecho en general, no el específico que deben emplear todas las agencias administrativas).
Hola Javier:
«despolitizar” la Justicia, fundamentalmente como una garantía, pero, dándole vueltas al asunto, es cierto, y esto enlaza con la desconfianza casi patológica hacia el Ejecutivo que tenemos en España, que tenemos la idea general de que este Poder es “muy malo”
Esa gente ignora que el origen de la división de poderes fue precisamente un régimen antidemocrático — lo que pudo ver el ídolo que ponen en un pedestal: Montesquieu, el francés. La división absoluta de poderes tenía su sentido en regímenes pre-democráticos donde la burguesía tenía lo suyo y el Rey otra parte pero no existían partidos de masas democráticas. Precisamente en EEUU se hace más hincapie en eso porque no son una «democracia» a lo europeo moderno, propiamente dicho y allí el Ejecutivo sí está separado del legislativo – aquí el Ejecutivo es el gobierno que a la vez tiene una mayoría parlamentaria y en consecuencia, legislativa. Eso es democrático, por mal que les pese a algunos. Abogo por una división de FUNCIONES pero no necesariamente de poderes. Es que sencillamente no tiene sentido en este país ser un radical de división.
«La “despolitización de la Justicia” es una verdadera fiebre en España. Antes era fundamentalmente la prensa y los tertulianos de derecha (criticando la LOPJ de Felipe González), era un tema muy recurrente en tertulias de la COPE y demás, y ahora hasta los indignados se han subido al carro y todo (es una de sus “propuestas” fundamentales)».
Sí, son unos majaderos. La LOPJ de F.González está muy bien como está — además está en armonía con el texto de la Constitución que ellos tanto adoran. Que conste que no me gusta la CE de 1978 para nada — PARA NADA pero como ya hemos convenido, los jueces aplican la ley, no la cambian porque no les guste. ¡Qué cachondos son algunos!
¡hala! No me gusta esta ley, pues la invalido o acudo al TC para que éste la invalide.
«cuando la realidad es que su función constitucional es aplicar la ley según las instrucciones del legislativo, y la ley, querámoslo o no, siempre es política».
EXÁCTAMENTE — además es un reflejo del poder y quién lo ejerce. Nada nuevo ahí.
«La ley es el reflejo de la tendencia política existente en la sociedad y el juez, se quiera o no, es parte de esa sociedad. Parece que se piensa que los jueces tienen delante de los ojos una especie de velo de ignorancia, como el de John Rawls, cuando cualquiera, salvo que sea un autista, tiene una opinión formada sobre lo que ocurre y esa opinión siempre es política».
Y así debe ser, además. Ya lo dije aquí hace mucho tiempo y parece que no gustó mucho: si los liberales, cuando gobernemos, no producimos un estado de desesperanza, algo mal estariamos haciendo. Vale, sí, interpretadlo como queráis pero eso del «velo de la ignorancia»…en fin. Me refiero a producir desilusión en las mentes de nuestros «enemigos». Desesperanzarles por nuestro realismo brutal.
«Por cierto, ya que estos días han estado hablando sobre la mayor cualificación de las agencias administrativas para interpretar la ley en determinadas materias, sí, efectivamente, en Derecho administrativo es lo normal. Un ejemplo muy claro es el Derecho urbanístico. En ese campo, una materia tan específica dentro del Derecho administrativo, la mayoría de técnicos de la Administración suelen tener una formación mucho más amplia que los jueces de lo Contencioso-administrativo (quienes, lógicamente, han accedido al puesto a través de una oposición en la que han estudiado el Derecho en general, no el específico que deben emplear todas las agencias administrativas).»
¿Qué opinión le merece el tema de la amplificación radical del concepto de legitimación activa? Yo ahí pondría límites y lo filtraría a través de un defensor del pueblo (elegido a dedo por el Ejecutivo o legislativo), posterior a reformar la ley, por supuesto pero un individuo cualquiera no tiene por qué estar constantemente presentándose ante los tribunales del contencioso por mucha «indefensión» que alegue falsamente.
Creo que no es mala idea la del defensor del pueblo que filtre los casos de menor importancia. Lo que es demencial es lo de los juzgados de lo contencioso, que se crearon en 1998 para descargar de trabajo a las salas de lo contencioso de los Tribunales Superiores de Justicia de las CCAA, y, al final, los que han terminado colapsados y totalmente tupidos han sido los juzgados, con pleitos de cuantía irrisoria, como una multa de tráfico de 100, 150 o 200 euros (los hay), que atascan los juzgados y hacen que los procedimientos se alarguen años y años. Puede haber casos de multas de tráfico o de cualquier otra sanción administrativa, la que sea, de poca cuantía pero en la que se hayan vulnerado los principios del Derecho sancionador y, en ese caso, sí, se pudiera acudir a la jurisdicción, pero lo que no es de recibo es que cualquier Juanito Pérez, porque le hayan puesto una multa de tráfico, se dedique a tupir los tribunales, aunque su recurso no tenga ningún fundamento, a ver si el juez le suspende la ejecución de la sanción y así gana tiempo. Pero, en general, debería prevalecer el «fumus boni iuris», la apariencia de buen derecho, de los actos administrativos.
Algo que ha sido bastante lamentable, aparte de todo esto, es la jurisprudencia que ha ampliado muchísimo en los últimos años lo que tradicionalmente había sido el concepto de la jurisdicción contenciosa como exclusivamente «revisora» de lo resuelto por la administración, pasando en muchos casos no solo a revisora, sino también «dadora» en más de un caso. La tradición jurisprudencial era que la jurisdicción contencioso-administrativa no alcanza a entrar a resolver lo que la Administración no resolvía por declararse incompetente, ya que no existía acto administrativo que, poniendo fin a la vía gubernativa, decidiera la cuestión de fondo, y puesto que no es la función de esta jurisdicción la creación o «invención» del acto administrativo. En ese caso, los jueces decidían sobre la legalidad de la declaración de incompetencia de la Administración, pero no se dedicaban a «crear» ellos el acto administrativo, decidiendo sobre el fondo cuando, no era la cuestión planteada ante ellos. Pues, poco a poco, cada vez se han ido otorgando más facultades de «rellenar» los actos administrativos.
Buenas tardes Alfredo.
Me parece que estás obsesionado con la seguridad cuando el debate, según reza el título de tu entrada es: «Mi concepto del Poder judicial».
Es cierto que la seguridad será una de las consecuencias de la estructura del poder judicial (y del resto de los poderes del Estado), como otras muchas, en cuanto a cual y como será le reacción del Estado cuando tenga que reaccionar ante una amenaza dada pero todavía no he visto una propuesta en firme por tu parte de cómo debería ser el poder judicial (igual es que me adelanto ya que observo que es la 2ª parte).
Pero hasta el momento solo te has limitado a lanzar ideas como «la justicia le debe una deferencia al ejecutivo» y no has llegado en ningún momento a concretar una propuesta efectiva debidamente codificada e institucionalizada como debe corresponder a una empresa de tal magnitud (ya te digo, igual es que me estoy adelantado, en ese caso esperaré).
Una única cosa a algo que has comentado:
«Abogo por una división de FUNCIONES pero no necesariamente de poderes.»
¿Eres consciente que esto es la semilla de un régimen totalitario?
La división de funciones es lo que existía con Franco y lo que existe en este actual régimen partidocrático.
Si vas a alegar que eso se resuelve por medio de la elección popular del legislativo o el ejecutivo, te diré que eso es lo que en alguna ocasión has criticado, una democracia en el sentido de la decisión de la mayoría para todo incluso por encima de la ley, la constitución y las libertades.
Y, por otra parte, no impediría la perversión y la corrupción de los que detentaran el poder por medio de auto-otorgamientos progresivos de privilegios y blindajes que finalmente les llevara a separarse de los que les eligen y perpetuarse en el poder. Algo parecido a lo que está pasando ahora mismo en España con la partidocracia.
Alfredo,
Por supuesto que me parece que se deben poder invalidar leyes en determinados supuestos. El fundamental: Ir contra la constitución. Lo que pasa es que la realidad técnica dice que esa ley se podrá redactar de otra manera para sortear los problemas de los tribunales, por lo que el poder de los jueces no es tan absoluto como puede parecer con eso de la «invalidación de leyes».
¿Si prefiero el sistema americano? No lo sé, no vivo en él y no conozco los defectos de forma tan clara como para saber juzgar. Lo que llega a través de los medios de comunicación a España suele ser cuando la justicia recorta leyes en base a abusos de poder del ejecutivo, o cuestiones históricas que permitieron el afianzamiento de ciertas libertades contra esos mismos abusos. También puede pasar al contrario, por supuesto, y quizá hay algún caso cercano pero no lo recuerdo.
Yo no conozco el sistema americano, pero sí conozco el Español, y el Español (hablo de los grandes tribunales) no es más que una extensión del ejecutivo y el legislativo en el poder judicial. Tu dices que eso es deseable y bueno, pero llevado al extremo es técnicamente acabar con la división de poderes. ¿La división de poderes no es funcional? La división de poderes es uno de los principios de la democracia, y si se anula caemos en ese democratismo que tu tanto criticas, eso de que una mayoría parlamentaria pueda ocupar los tres poderes del estado y pueda legislar por encima de la ley sabiendo que los tribunales que ocupan sus jueces van a validarlo.
¿Estamos en ese extremo? No, y lo de Bildu es prueba de ello por poner un ejemplo, pero los casos de «obediencia» del juez que forma parte de una asociación de jueces afín a un partido a ese mismo partido son continuos e insultantes. Por lo hablar de la absolución en primera instancia de mi amigo el molt honorable president de la generalitat Valenciana.
Cuando se hace política no se debe buscar el sistema perfecto, creo que ahí estamos de acuerdo. Pero las realidades políticas influyen y hay que intentar corregirlas en función de la realidad y de los vicios que observamos. De lo que carecemos en España es de independencia judicial, y ese es nuestro problema en 2010. Seguramnete en 1975 con una magistratura proveniente del Franquismo el problema era otro, pero hoy tenemos este y debemos exigir correcciones en este sentido.
Para mi no es cuestión de ser activo o pasivo, es cuestión de ser independiente. Un tribunal activo convertido en un tentáculo del poder político es peligroso, pero un tribunal pasivo independiente no vale para nada.
Saludos,
Contesto al revés, como hago a veces porque llegan los comentarios así:
Pedro:
Es que precisamente los tribunales de justicia SON parte del poder político y no es nada peligroso. Lo raro sería que fuésen islas al margen del poder político, pues entonces estaríamos hablando de una aristocracia en toga.
Me parece además gravísimo insinuar, tan sólo insinuar, que la justicia española «no es independiente» porque sí lo es — ni más ni menos que al nivel que debe estar. El que diga lo contrario sencillamente no se ha leído la Constitución para ver cómo es que se reparten las funciones en este país.
En cuanto a lo de invalidar leyes — pues tampoco estoy de acuerdo con eso — no es una de las funciones de un tribunal en un sistema democrático-representativo.
Veo que además estás obsesionadísimo con la división de poderes — ya he explicado que hoy en día, con la nueva realidad social y política que tenemos en muchisimos países occidentales, hablar de una plena división de poderes es tan raro y fuera de lugar como decir que se debe aplicar Derecho bíblico en España.
Rubén:
No estoy «obsesionado» con la seguridad. Sencillamente lo planteo porque hay que ser realistas.
Sí, te estás adelantando porque ya he dicho que esto es complicado y tiene VARIAS partes — no es ni mucho menos el fin de la exposición pero además dices:
«La división de funciones es lo que existía con Franco y lo que existe en este actual régimen partidocrático».
¿Te has leído la Constitución y la Ley Org. del Poder Judicial, Rubén? Hay división de poderes…en la medida en la que ésta es posible dentro del contexto de mayorías parlamentarias.
Debido precisamente a la caída de la Monarquía como «poder» estatal, la división de poderes basada en el antagonismo entre legislativo y ejecutivo desaparece, transformándose aquella estructura dualista en una monista. El gobierno y la mayoría parlamentaria están vinculados partidistamente y tienen objetivos políticos comunes. Consecuencia directa de esta nueva situación es que en el Estado actual el instrumento legislativo y administrativo no se contraponen, sino que, contrariamente, actúan coordinadamente en la consecución de objetivos comunes, determinados por la fuerza política de la mayoría en el poder, la cual concreta jurídicamente su programa político.
En este contexto, la dialéctica del proceso democrático se ha trasladado de aquel viejo antagonismo entre Parlamento y gobierno a la contraposición entre mayoría parlamentaria gobernante y oposición. Esto no significa que la diferenciación entre Parlamento y gobierno no tenga ninguna razón de ser, como se verá más adelante, desde una perspectiva jurídico-constitucional e incluso política, sino únicamente que la realidad social y política ha cambiado y la división de poderes, para seguir teniendo los mismos objetivos que entonces tuvo, ha de entenderse diferentemente a la época en que surgió.
«Si vas a alegar que eso se resuelve por medio de la elección popular del legislativo o el ejecutivo, te diré que eso es lo que en alguna ocasión has criticado, una democracia en el sentido de la decisión de la mayoría para todo incluso por encima de la ley, la constitución y las libertades».
Lo que yo he criticado es el concepto de que no haya unos límites al poder legislativo — pero estos límites son los clásicos de toda la vida que se dan en el liberalismo y son bastante limitados – se limitan a reconocer que Dios una especie de «monarca» nos ha otorgado determinados privilegios y derechos contra el poder pero poco más. El 80% de los derechos de hoy son directamente descartables.
«Y, por otra parte, no impediría la perversión y la corrupción de los que detentaran el poder por medio de auto-otorgamientos progresivos de privilegios y blindajes que finalmente les llevara a separarse de los que les eligen y perpetuarse en el poder. Algo parecido a lo que está pasando ahora mismo en España con la partidocracia.»
La Const. española reconoce el principio democrático (Art. 1.1) y la consiguiente soberanía nacional del pueblo (1.2) — eso modifica profundamente tu ideal de división de poderes a lo montesquieu — quien basa el equilibrio entre TRES fuerzas (monarquía, nobleza y burguesía) — con poder político real mientras que aquí el titular de los poderes es el PUEBLO representado vis a vis los partidos que tanto detestas.
El pueblo «del que emanan los poderes del Estado», lo cual significa el paso de una estructura política basada en tres pilares a una basada en un único pilar, o sea, a la existencia de una única fuerza con poder político (el pueblo), que tiene un reconocimiento constitucional. Desde este planteamiento es necesario una nueva distribución de los poderes estatales, pero exclusivamente en el plano constitucional (partiendo de la división establecida en la Constitución española), puesto que la única fuerza con poder político real es el pueblo, lo cual tiene como consecuencia la dificultad de obtener un recíproco control entre los poderes que garantice, como en la época liberal, un equilibrio entre ellos.
Javier:
«Creo que no es mala idea la del defensor del pueblo que filtre los casos de menor importancia. Lo que es demencial es lo de los juzgados de lo contencioso, que se crearon en 1998 para descargar de trabajo a las salas de lo contencioso de los Tribunales Superiores de Justicia de las CCAA, y, al final, los que han terminado colapsados y totalmente tupidos han sido los juzgados, con pleitos de cuantía irrisoria, como una multa de tráfico de 100, 150 o 200 euros (los hay), que atascan los juzgados y hacen que los procedimientos se alarguen años y años».
Así es — es ridículo lo que está pasando -.- tribunales que se han convertido en el campo de batalla de todo tipo de don nadies (y los contribuyentes lo pagan, por supuesto).
Todo en el nombre de los «derechos humanos» y la «indefensión» — cosa que no se planteaba antes de 1998 en este país pero ya sabe, la Unión Europea manda.
«pero lo que no es de recibo es que cualquier Juanito Pérez, porque le hayan puesto una multa de tráfico, se dedique a tupir los tribunales, aunque su recurso no tenga ningún fundamento, a ver si el juez le suspende la ejecución de la sanción y así gana tiempo. Pero, en general, debería prevalecer el “fumus boni iuris”, la apariencia de buen derecho, de los actos administrativos.»
Eso es precisamente lo que hacen esos pillos sinvergüenzas. Antiguamente en la época del medievo y la España de Quevedo los indeseables se escondían en las iglesias católicas porque éstas no denunciaban si confesaban — hoy parece ser que los nuevos confesionarios son los tribunales de justicia. «Somos muy independientes» bla bla. Es una chulería intolerable en un país democrático y como dijo Thatcher, hay que frenarles en seco con una ley durísima para recordarles QUIÉN manda.
«Algo que ha sido bastante lamentable, aparte de todo esto, es la jurisprudencia que ha ampliado muchísimo en los últimos años lo que tradicionalmente había sido el concepto de la jurisdicción contenciosa como exclusivamente “revisora” de lo resuelto por la administración»
Exáctamente
«La tradición jurisprudencial era que la jurisdicción contencioso-administrativa no alcanza a entrar a resolver lo que la Administración no resolvía por declararse incompetente, ya que no existía acto administrativo que, poniendo fin a la vía gubernativa, decidiera la cuestión de fondo, y puesto que no es la función de esta jurisdicción la creación o “invención” del acto administrativo. En ese caso, los jueces decidían sobre la legalidad de la declaración de incompetencia de la Administración, pero no se dedicaban a “crear” ellos el acto administrativo, decidiendo sobre el fondo cuando, no era la cuestión planteada ante ellos. Pues, poco a poco, cada vez se han ido otorgando más facultades de “rellenar” los actos administrativos.»
Esto también habría que frenarlo en seco mediante legislación fresca. Hay que bajarle los humos a muchos tribunales que se creen islas aparte del legislativo. INTOLERABLE.
De hecho, Alfredo, estoy de acuerdo con usted en que la LOTC debe ser reformada en su artículo 1.1 y 1.2, y 4.1 sobre todo.
Cuando el TRIBUNAL CONSTITUCIONAL pueda revisar sentencias del supremo, además, lo que tenemos es una instancia más en los conflictos judiciales. Todo el que se vea afectado por una decisión del supremo inmediatamente solicita su revisión para que no sea ejecutada la sentencia que lo afectó. Esto de la justicia «libe ral» (que no liberal clásica) en España es una juerga sin límites.
En cuanto a lo que comenta Javier, también opino lo mismo, sobre todo si tomamos en cuenta que en España ahora hasta las ASOCIACIONES COLECTIVAS pueden tener legimitación activa, frente a la Administración, lo cual es otro disparate.
De toda la vida, se ha exigido antes de recurrir al contencioso un recurso previo de reposición y que las asociaciones por lo menos tengan un ámbito NACIONAL.
Alfredo, ¿qué criterios desarrollaría usted para impedir determinados recursos de los sindicatos laborales?
Un saludo
Eduardo: Pues mantendría la idea de que sólo los que tengan un interés directamente personal en la cuestión tengan la legitimación para recurrir un acto administrativo o decreto-ley — por ejemplo, que cobren una nueva tasa a un sindicato local no te legitima a tí, como individuo, a dirigirte a la justicia aunque seas parte de dicho sindicato. También mantendría la limitación de ámbito geográfico.
Luego reformaría la Constitución por ley — y restauraría el concepto vigente en el mundo anglosajón clásico: el Poder judicial debe limitarse a tratar «casos» y «controversias» — como dice el propio Artículo III de la Const. de los EEUU — lo restringe a tratar sólo aquellos casos que son claramente una violación de la ley en vigor. Salvo si estamos hablando de una dejación de funciones del Ejecutivo, los tribunales no deben tener ninguna autoridad para revisar la legislación en todas las instancias ni supervisar en absoluto las acciones del Ejecutivo. En una sociedad democrática, el papel de los tribunales es LIMITADO, limitadísimo, como bien establece ya muchísima jurisprudencia liberal al respecto — entre algunas sentencias destacables de EEUU, tenemos la de 1975: Warth v.Seldin. También véase United States v. Richardson, de 1974.
Tiene que haber un interés PERSONAL que afecte exclusivamente al individuo en cuestión — sin alterar lo demás. Es él el que debe demostrar que tiene legitimación activa para el amparo que busque. Para invocar ese amparo, tiene que demostrar, o debería ser obligado a demostrar que la acción administrativa puede tener consecuencias graves en su vida personal y en el funcionamiento de su negocio particular. No es suficiente decir que PODRÍA ocurrir: tiene que demostrar un peligro inminente y que sea, como ya dice la ley española, CONSECUENCIA DIRECTA de la administración cuando el individuo NO TIENE QUE SOPORTAR esa obligación (porque SÍ hay obligaciones LEGALES que SÍ tiene que soportar). Cuando no exista una necesidad de verdadera urgencia, permitir que los tribunales supervisen al legislativo y a la Administración alteraría de forma significativa el equilibrio democrático — y entonces ya no tendríamos, ya no estaríamos hablando de democracia liberal sino de un régimen de jueces — y encima jueces NO elegidos.
Alfredo.
Conozco perfectamente la obra de Montesquieu y de hecho yo mismo te he comentado la duda que me ofrece como tercer poder la justicia.
Sin embargo hablas de que no eres partidario de una division exacta de poderes pero en una democracia representativa todos los poderes del Estado proceden del pueblo del que emanan, por tanto en su origen no estan divididos. La division en origen se produce a posteriori cuando el pueblo elige a sus representantes y al ejecutivo delegando sobre ellos un aspecto o funcion concreta del poder.
En cuanto a «el titular es el pueblo representado vis a vis los partidos que tanto detestas» te dire que diga lo que diga la Constitucion la realidad practica es que los partidos son realmente los verdaderos titulares del poder del Estado y no son ni mucho menos representantes del pueblo sino de si mismos limitandose el pueblo a decidir la cuota de poder estatal que asumen los partidos en las elecciones.
Rubén, dices:
«La division en origen se produce a posteriori cuando el pueblo elige a sus representantes y al ejecutivo delegando sobre ellos un aspecto o funcion concreta del poder».
Por supuesto en la teoría republicana sí — las tres ramas se eligen por separadas (o al menos dos).- Por algo veo que de verdad no te gusta el sistema parlamentario jeje.
Yo sin embargo, por convicción ideológica, tiro más a lo parlamentario…tipo Cromwell y Reino Unido.
«En cuanto a “el titular es el pueblo representado vis a vis los partidos que tanto detestas” te dire que diga lo que diga la Constitucion la realidad practica es que los partidos son realmente los verdaderos titulares del poder del Estado y no son ni mucho menos representantes del pueblo sino de si mismos limitandose el pueblo a decidir la cuota de poder estatal que asumen los partidos en las elecciones».
Es que por mucho que eso pueda ser así, no quita lo otro — puedes tener mala representación o poca, pero la tienes.
Buenos días Alfredo:
«Es que por mucho que eso pueda ser así, no quita lo otro — puedes tener mala representación o poca, pero la tienes»
Ni mala, ni poca, sencillamente absolutamente ninguna representación.
Voy a ponerte un ejemplo de actualidad para que veas.
Esta mañana se ha sabido que finalmente va a gobernar en Extremadura el PP porque los 3 diputados de IU se van a abstener en la investidura. Pero lo más revelador han sido las declaraciones del responsable de este partido a la radio pública sobre el tema.
Comentaba que era una decisión difícil, que no sabía como se lo iban a tomar sus votantes, concretamente los 37.000 votos que ha obtenido IU en Extremadura, pero que como era imposible saber lo que pensaban estas 37.000 personas (¿puede haber una afirmación más ridícula e interesada que esta?), que iban a hacer lo que, básicamente, les daba la gana. Esta decisión, la de abstenerse, la han decidido muy «democráticamente» mediante una votación sus bases, o sea, los afiliados extremeños del partido han votado mayoritariamente por no apoyar ni a PSOE ni a PP y abstenerse.
Conclusiones: ¿no son representantes de los 37.000 ciudadanos que les han votado? ¿por qué no les preguntan a ellos qué opinan, qué quieren que hagan? pero ¿es que un partido político en España tiene infraestructura para saber lo que piensan sus electores? En definitiva, son unos supuestos «representantes» de 37.000 personas y no saben lo que sus «representados» quieren que hagan ni tienen intención de averiguarlo. ¡Pues vaya representación!
Por otra parte, la decisión de la abstención la han tomado siguiendo la opinión de sus afiliados extremeños. Ahí tenemos a quien verdaderamente representan, los que toman la decisión son los verdaderamente representados, o sea, los afiliados en este caso, o sea el partido. No han optado, como en PSOE y PP, simplemente por seguir las directrices y órdenes de la cúpula del partido, algo excepcional, pero habitualmente, y todos los sabemos, quien toma estas decisiones son las cúpulas de los distintos partidos en Madrid, reduciendo aun más la representación: de los afiliados a la cúpula del partido.
Sigamos con los afiliados extremeños, ¿acaso crees que IU tiene 37.000 afiliados en Extremadura, o sea, los votos que ha sacado? ¡Igual ni los tiene en toda España!
¿Con qué legitimidad representativa toma IU esa decisión? Con la legitimidad que le otorga ser los representantes del partido, no de los ciudadanos que les han votado.
También dices:
«Yo sin embargo, por convicción ideológica, tiro más a lo parlamentario…tipo Cromwell y Reino Unido.»
Sigamos con el ejemplo de Extremadura. Obviando la partidocracia, quien tiene en sus manos la formación del gobierno extremeño es IU. Como nadie ha obtenido la mayoría absoluta (algo bastante extraño y difícil en cualquier sistema parlamentario) es la fuerza minoritaria, la más escasamente representativa, la que tiene en sus manos la importantísima decisión de formar gobierno. O sea, que 37.000 personas, los votos obtenido por IU, van a decidir qué gobierno se forma. Los 307.558 votos obtenidos por el PP ni los 289.467 votos obtenidos por el PSOE sirven para nada porque van a decidir las 37.000 personas de IU.
Pero eso no es todo, no, no es que decidan quien gobierna y quien no. Es que también van a decidir por partes iguales el desarrollo político de las actuaciones de ese gobierno. La tiranía minoritaria de IU con 37.000 votos va a marcar las pautas del gobierno extremeño. ¿Dónde está, pues, la democracia, la decisión de la mayoría? ¿Dónde está la justicia de las elecciones? Se pasa de hacer lo que dice la mayoría a lo que dice la minoría. Esto, Alfredo es el sistema parlamentario al estilo británico. Es productor siempre de ejecutivos débiles y que no responden muchas veces a la verdadera representación política de la sociedad.
Rubén: En primer lugar no creo que España tenga un sistema parlamentario «a lo británico» precisamente por el sistema electoral y la ley electoral. Insinuar que tenemos un sistema parlamentario a lo británico no es ser justo ni es un criterio…digamos, correcto porque no tiene mucho que ver lo que hay montado en España con el sistema electora briánico que es el que defiendo en todo caso.
En cuanto a tu ejemplo de IU — y el PP en Extremadura: sabrás que en la mentalidad española, esa gente «vota» como ya he dicho muchas veces al partido para que éste tome las decisiones que le plazca. A ti te podrá parecer mal, pero eso no significa que no sea «democrático» porque lo es. Es una forma de delegar funciones voluntariamente mediante el voto.
No podemos hablar de 40 mil personas pero estoy casi absolutamente seguro y convencido que si le preguntáses a la mayoría de esa base, no tendrían ningún «problema mayor» con lo que ha hecho su partido, el que votaron.
«Conclusiones: ¿no son representantes de los 37.000 ciudadanos que les han votado? ¿por qué no les preguntan a ellos qué opinan, qué quieren que hagan?»
No tienen por qué — una vez votados—listo. ¿Te crees que el Partido Republicano en EEUU se pasa la vida preguntándole a sus representados qué quieren hacer? En todo caso en USA lo hacen los individuos de tal o cual partido, en sus distritos electorales y a diferencia de España no existe la disciplina de voto y pueden votar lo que quieran en el Senado, independientemente del partido que sean pero en USA, como sabrás, el partido cobra mucho menos importancia que en Europa.
«Por otra parte, la decisión de la abstención la han tomado siguiendo la opinión de sus afiliados extremeños. Ahí tenemos a quien verdaderamente representan, los que toman la decisión son los verdaderamente representados, o sea, los afiliados en este caso, o sea el partido».
¿Y eso no te parece democrático? Es como estar en un club o asociación a la hora de votar estatutos o programas.
«No han optado, como en PSOE y PP, simplemente por seguir las directrices y órdenes de la cúpula del partido, algo excepcional, pero habitualmente, y todos los sabemos, quien toma estas decisiones son las cúpulas de los distintos partidos en Madrid»
Sí.
«reduciendo aun más la representación: de los afiliados a la cúpula del partido».
A mi personalmente me gusta más el sistema de afiliados — como ha ocurrido en Extremadura pero solo para casos de primarias, etc.
«¿Con qué legitimidad representativa toma IU esa decisión? Con la legitimidad que le otorga ser los representantes del partido, no de los ciudadanos que les han votado».
Es que en España cuando votas, otorgas al Partido que votes esa legitimidad ajena a ti a largo plazo.
«Los 307.558 votos obtenidos por el PP ni los 289.467 votos obtenidos por el PSOE sirven para nada porque van a decidir las 37.000 personas de IU».
De acuerdo aquí — por eso se necesita cambiar la Ley electoral.
«Pero eso no es todo, no, no es que decidan quien gobierna y quien no. Es que también van a decidir por partes iguales el desarrollo político de las actuaciones de ese gobierno. La tiranía minoritaria de IU con 37.000 votos va a marcar las pautas del gobierno extremeño».
Así es — en el sistema británico eso NO ocurre porque el sistema es de mayorías absolutas salvo que decidan gobernar en coalición.
«Esto, Alfredo es el sistema parlamentario al estilo británico».
No señor — eso es el sistema afrancesado de D’Hondt.
«Es productor siempre de ejecutivos débiles y que no responden muchas veces a la verdadera representación política de la sociedad».
Blair no era débil, ni Thatcher…ni Churchill…
Lo cierto es que en el Reino Unido el Ejecutivo tiene MUCHO poder — no sólo puede suspender el parlamento sino también legislar con mayorías y encima tienen, constitucionalmente, la supremacía del Parlamento — esto es: toda ley que emana del Parlamento no está sujeta, en general, al control judicial (ahora por desgracia está cambiando por la Unión Europea nefasta y por las reformas de Blair) pero durante siglos, en el Reino Unido no se controlaba la legislación por la vía judicial.
Me parece increíble que aún en el siglo 21 haya gente que, como a Javier y a don Alfredo les moleste tanto la ampliación de derechos humanos. Si el mundo está hecho una mierda es gracias a malnacidos como vosotros.
Alfredo.
«En primer lugar no creo que España tenga un sistema parlamentario “a lo británico”»
Obviamente no lo tiene, si no nos iría mucho mejor de lo que nos va, lo que tenemos es una poliarquía de partidos. Si observas, mi expresión anterior ha sido: «Obviando la partidocracia» lo que viene a ser: imaginemos que esas 37.000 personas han elegido mediante el sistema de circunscripción uninominal y esos 3 diputados son verdaderos representantes como los británicos.
«No podemos hablar de 40 mil personas pero estoy casi absolutamente seguro y convencido que si le preguntáses a la mayoría de esa base, no tendrían ningún “problema mayor” con lo que ha hecho su partido, el que votaron. »
¿Y por qué no les preguntan? ¿No son sus representantes? ¿O tienen miedo a lo que les digan? La realidad es que NO saben cual es la opinión de sus electores en un caso TAN concreto como ése que, con toda seguridad, ni estaba contemplado en el proyecto político de IU.
«¿Y eso no te parece democrático? Es como estar en un club o asociación a la hora de votar estatutos o programas.»
No, no me parece democrático porque un club o asociación decide por él mismo, o sea por los componentes de ese club o asociación y en los temas que les afectan, no toma decisiones relativas al resto de la ciudad donde está emplazado el club o asociación y que afectan a gentes que ni pertenecen a él.
«A mi personalmente me gusta más el sistema de afiliados — como ha ocurrido en Extremadura pero solo para casos de primarias, etc. »
Completamente de acuerdo. Como debería ser.
«En todo caso en USA lo hacen los individuos de tal o cual partido, en sus distritos electorales y a diferencia de España no existe la disciplina de voto y pueden votar lo que quieran »
Pero es que la forma de gobierno republicana que yo defiendo para España es precisamente eso lo que requiere: la circunscripción electoral uninominal que por otra parte es la misma que la de USA y la de UK.
Y precisamente porque no lo tenemos es por lo que no es posible la consulta de los diputados individuales a su electorado sobre lo que deben o no hacer.
«Blair no era débil, ni Thatcher…ni Churchill…»
Tú mismo me reconociste que Thatcher perdió la jefatura del gobierno porque se quedó sin la mayoría parlamentaria correspondiente.
«Lo cierto es que en el Reino Unido el Ejecutivo tiene MUCHO poder»
Que tenga mucho poder no significa que no sea débil. Es débil y mucho debido a los vaivenes parlamentarios. El sistema parlamentario es inestable «per se». En la obra «España sin democracia» del catedrático de Teoría del Estado Jesús Neira, podemos encontrar un estudio estadístico de los últimos 200 años de formación de gobiernos en el Reino Unido para llegar a la desoladora conclusión de que algo más de un 60% (hablo de memoria) de legislaturas no han logrado agotar su tiempo de mandato. Los ejecutivos han debido adelantar las elecciones a causa de los vaivenes parlamentarios y de quedarse, repentinamente, en minoría.
Si el estudio estadístico lo realizamos en España desde 1978, hallamos que este porcentaje asciende casi al 75%, librándose casi únicamente las legislaturas ganadas por mayorías absolutas de un solo partido. Al fin y al cabo el sistema español es un sistema parlamentario de partidos políticos donde el partido vota en bloque según los dictados del líder.
El número de legislaturas de 2 y 3 años de duración es asombroso tanto en España como en el Reino Unido. Los números hablan por sí mismos.
¿Para qué queremos un ejecutivo que tiene mucho poder si luego no tiene tiempo material de implementar sus políticas? Esta es la realidad del sistema parlamentario: ejecutivos débiles.
no lo creas geografo, el peor de todos aqui es Ruben, el Mister «comprateunacasaysinolohacesnoeresgente». Para don Alfredo, la filosofia que mas resume su ser y pensamiento es: «me importa un bledo lo que opinen los ciudadanos yo voy a lo mio». Sin embargo, peor es lo de Rubén: «el pobre estorba».
La verdad es que el trio Alfredo-Javier-Ruben es de lo más pintoresco. Soy católico (para ellos un mierda) y doy gracias a Dios todos los dias que estos tres no nos gobiernan. Regresariamos fijo al siglo XVII. Ya has visto lo de Coll y lo de recortes de derechos. Menos mal que son una minoria.
«La verdad es que el trio Alfredo-Javier-Ruben es de lo más pintoresco. Soy católico (para ellos un mierda) y doy gracias a Dios todos los dias que estos tres no nos gobiernan. Regresariamos fijo al siglo XVII. Ya has visto lo de Coll y lo de recortes de derechos. Menos mal que son una minoria.»
Pues a los protestantes nos importa una mierda que seamos minoría, ya que basta sólo uno de nosotros para destruir a una legión de tus congéneres, pobre diablo.
No te hagas ilusiones, porque el futuro que les espera a los uropeos será de tal magnirud, que desearán con toda su alma haber nacido en el siglo XVII.
En realidad, este sujeto «indignado» que acaba de deponer hace un rato teme volver al siglo XVII porque a él lo que le gustaría es volver, más bien, al XV o al XVI, el de las hogueras inquisitoriales de su iglesia.
hombre el que niegue el carácter REGRESIVO de las propuestas de Coll es q es un idiota integral.
Y para muestras, tan solo un par de emails. Alfredo mismo lo dice en el hilo este «gran parte de los derechos sobran».
Javier: no se equivoque conmigo, que no le he faltado al respeto. Deje de calumniar a la Iglesia Católica que bastante más daño ha hecho el protestantismo, como por ejemplo, llenar a España de relativismo moral a largo plazo y de el nefasto parlamentarismo. En eso por lo menos el Rubén es más cauto y reconoce el dañó en Europa del parlamentarismo.
Antisindicalista:
No gracias, no quiero vivir en los dias gloriosos cuando ustedes quemaban brujas en Salem o cuando la mayoria de juristas pensaban como don Alfredo. Prefiero vivir en un mundo más justo y humano, y encima con agua corriente, medicina y luz.
CÁLLATE LA BOCA INDIGNADO DE MIERDA, que seguramente hueles a alcantarilla urbana, parásito.
Como me gusta cuando os poneis asi con los caballeros Coll-Javier-Ruben que son de lo mejorcito en la web liberal en cuanto a calidad de sus argumentos y postulados. Tu seguro no tienes capacidad para leer más de 3 lineas que te interesan, zorro.
Ya recuperando lo que dijo don Alfredo ayer….lo cierto es que los hechos lo reivindican cada vez más jeje:
ZASSS….en toda la boca: jajaja ¿dónde están las feministas de mierda ahora? El tribunal supremo de usa, duro varapalo a los que pretenden resolver sus conflictos en los tribunales: La Bibiana Aido y Pajin deben estar enfurecidas ante esta derrota. Las feministas pretendian incluir a TODAS LAS MUJERES DE EEUU en una demanda contra Wal Mart que les habria obligado a cerrar sus puertas por supuestamente «discriminar». Les ha salido el tiro por la culata aunque ojo, Alfredo, el voto ha sido de 5-4 lo cual demuestra que en EEUU tambien hay mucho progremierda que piensa que los tribunales deben obligar a que las empresas paguen dinero a las «victimas».
http://www.foxnews.com/politics/2011/06/20/groups-blast-laud-high-court-for-decision-against-nations-largest/
jeje fijaos lo que dice el memócrata Patrick Leahy, senador demócrata de Vermont, un estado muy progre en USA:
«Esta sentencia demuestra que la mayoria conservadora del TS está dificultando más y más que cualquier americano pueda tener su día en la corte».
Es que eso es lo liberal. Las cortes no están para que las utilices cada vez que tienes un problema social. El otro dia vi lo mismo en mi facultad. Un chaval decia que el Tribunal Constitucional deberia anular la Educacion para la ciudadania porque es «inconstitucional» jeje.
Estimados señores lectores del excelentísimo iluminado don Alfredo:
La criatura «dandy» de la derecha jurídica, por sus teorías decimonónicas y regresivas, Alfredo, dijo (documentado además por el señor Calzada, presidente del Instituto Juan de Mariana) que la «Constitución americana no garantiza igualdad de derechos para las mujeres». Sí, como lo leen, una mujer, en la mente perversa de don Alfredo, y maquiavélica, puede ser tratada distinto a un hombre en cuestiones econòmicas o legales sin violar la Constitución de los EEUU.
Echándole un vistazo al historial de tesinas que don Alfredo ha escrito (disponibles todas llamando a Harvard y consultando la revista jurídica), para vuestro «líder», las empresas parece que tienen más derechos legales en muchos ámbitos que las mujeres. No soy un experto en lengua inglesa como Alfredo pero no veo la palabra «corporate»/empresa en ninguna parte de ese documento. La XIV Enmienda sí, sin embargo, garantiza que TODA PERSONA NATURAL debe ser IGUAL ANTE LA LEY así que lógicamente, don Alfredo el implacable, el cruel, no piensa que las mujeres son personas naturales. Resulta que lo que influye y da fuerza al argumento de vuestro líder supremo es una decisión de los 1860s en EEUU a nivel federal donde se dice que las empresas, no las mujeres por supuesto, son personas naturales.
Aconsejaria a todas las mujeres jóvenes a incorporarse como empresas, así quizá tendrían más legitimación activa en un tribunal «alfrediano». Asi, una María, S.L. o una Elena S.A. podrían entonces gastar cantidades ilimitadas como empresa para apoyar a su favorito candidato político, a diferencia de Maria o Elena como individuos, que entonces sí estarían limitadas en cuanto a la financiación de partidos.
Aviso: Para los lectores de derechas, estoy usando una técnica que se llama IRONÍA para señalar que el «genio jurídico» de la derecha, don Alfredo (digo genio porque es uno de los teóricos más perversos que he leído en mucho tiempo sobre el tema del poder ejecutivo) pero no es un elogio ni mucho menos, está siendo dirigido mas bien por tesis antiguas y medievales sobre las personas. Si tienes hermanas o hijas, deberias leer su artículo en la revista de Harvard, con fecha 2002. Entonces deberias preguntarte: ¿es este Alfredo el liberal demócrata que pensábamos que era o es mas bien un puritano radical que ha perdido el contacto con la realidad social? Como diria algun pijo, te lo juro, te lo juro, cuesta creer que haya gente asi en el siglo XXI.
Sin acritud
A los que me vayan a insultar, advierto que no contesto a insultos ni a mala educación de los hooligans de Coll.
Indignado.
O más bien debería llamarte: «perroflauta piojoso».
Ya que pareces tener dudas o curiosidad por mi filosofía, te la voy a resumir en dos palabras: «tú estorbas».
En cuanto a mi crítica hacia el parlamentarismo, ya que tienes tantísima curiosidad por mi filosofía, te diré que lo prefiero mil veces a la mierda que tenemos hoy en día en España, por lo menos es una forma de gobierno republicana.
Ya sé que te desilusionará ya que, no sé por qué, ya ves, me da que eres más proclive a la inexistencia de toda clase de representación parlamentaria y prefieres el autoritarismo liberticida socialista o nacional-católico.
En cuanto al protestantismo, demuestras no tener ni puñetera idea ni de Historia ni de sociología cuando dices que es origen del relativismo moral o del parlamentarismo ya que la existencia de parlamentos o cortes es habitual en la Europa medieval occidental gracias, entre otras cosas, al concepto de libertades medievales que poseían, en España, fueros.
Y por culpa de la iglesia católica que apoyó el absolutismo de la monarquía, un concepto tan español como el fuero, sinónimo de ley y libertad, fue poco a poco abolido empleando a la Inquisición como instrumento para saltarse las libertades medievales establecidas por los distintos fueros hispánicos que tanto molestaron a los Austrias y a los Borbones.
Si el protestantismo fue tan perseguido en España fue porque despertaba nuevamente en el pueblo ansias de libertad y resucitaba conceptos tan medievales como la libertad y los fueros de los distintos reinos de la monarquía hispánica.
Antes de criticar y hablar gratuitamente, infórmate primero y no sigas la propaganda nacional-católica como un lorito.
Capitalsmoke.
Muchas gracias por la deferencia.
Capital:
“Como me gusta cuando os poneis asi con los caballeros Coll-Javier-Ruben que son de lo mejorcito en la web liberal en cuanto a calidad de sus argumentos y postulados”.
Muchas gracias; hombre, pero yo menos que ellos dos, jejeje.
Indignado:
“no se equivoque conmigo, que no le he faltado al respeto.”
¡Huy! Otro al que hay que coger con unos guantes de seda y unas pinzas, no sea que se ofenda el muchacho. Además, usted tampoco ha venido aquí con buen “tono”.
“Deje de calumniar a la Iglesia Católica”
Eso lo dice justo cuando acabo de escribir sobre algunos pastores evangélicos sinvergüenzas y embaucadores. ¿Estoy “calumniando” al evangelicanismo por decir la verdad? ¿Estoy “calumniando” a los judíos o a los moros cuando digo que sus religiones son falsas?
“que bastante más daño ha hecho el protestantismo, como por ejemplo, llenar a España de relativismo moral a largo plazo y de el nefasto parlamentarismo”.
Este catetoide, por lo que dice, tiene pinta de ser de esta cuerda:
http://www.vaticanocatolico.com/Herejias_del_Concilio_Vaticano_II.php#DignitatisHumanae1
@geógrafo: Si el mundo está «hecho una mierda» es precisamente gracias a iluminados como usted que pretenden invertir el orden divino entre las personas. Usted es un cretino y una marioneta de los «ilustrados». Lo mejor que puede hacer alguien como usted es callarse la boca cuando están hablando los mayores.
@Indignado: No, para mí usted no es un mierda por ser católico, no — para mí usted es un descerebrado inútil que no tiene ni puñetera idea de la historia. ¿RECORTES DE DERECHOS? ¿CÓMO VAMOS A RECORTAR LO QUE NO EXISTE REALMENTE, estúpido? Si gobernáramos, quizá entonces entendería usted lo que significa la palabra libertad contrapuesta a su santurronería meapilas.
Por cierto es usted el que debería tener mucho cuidado con cómo habla con mis lectores porque le diré otra cosa: son unos caballeros que no se van a quedar quietos con esa chulería que usted destila. Y es que, a diferencia de usted, son españoles de verdad.
@Capitalsmoke:
¡¡MUY BUENO!! Ya era hora de que pongan límites a ese cachondeo de las demandas.
@Daniel:
¿Sabe lo que yo hago con sus «destapes» velados, bastardo? ¿QUÉ TIENE DE MALO DEFENDER ESA VERDAD? ¡¡Ni que la hubiése ocultado!! Me alegro que la haya leído, idiota. ¿Cree que le tengo miedo? ¿Por qué iba a ocultar algo que es PÚBLICO Y CONOCIDO pajillero enfermo? Debe usted tener más piojos en su cabeza grasienta de lo que hay ratas en las alcantarillas de Londres.
Ah y yo también lo juro, lo juro, hijoputa: prefiero estar entre los «conservadores» antes que seguir la tradición de los hombres más sanguinarios que ha conocido Europa y el mundo, no creo que haga falta una lista porque ya sabemos a quiénes me refiero.
Rubén:
La verdad es que el tema del parlamentarismo versus el sistema que propones es apasionante. Por lo que veo que dices, creo que le das mucha importancia a la estabilidad ¿no es así? Sí, es verdad que en el sistema parlamentario caen muchos ejecutivos, ¿te parece mal que haya elecciones periódicas? ¿Crees que un Ejecutivo en tu sistema debe ser vitalicio?
Alfredo.
Coincido contigo, cualquier debate sobre teoria del Estado es apasionante.
Respondiendo a tus preguntas. Efectivamente, le doy mucha importancia a un ejecutivo solido y estable. Al fin y al cabo, el gobierno es quien implementa las politicas y «hace cosas», no se puede tener a un ejecutivo atado de pies y manos y sujeto a un respaldo parlamentario continuo. El ejecutivo debe tener libertad de accion y si la funcion del legislativo es legislar, no entiendo como, saltandose su funcion natural, condiciona sobre manera al ejecutivo mas alla de cierto control y del derivado de la propia accion legislativa. Ademas pienso que tener un ejecutivo controlado no es incompatible con un ejecutivo fuerte y efectivo.
Creo que debe haber elecciones periodicas y un ejecutivo electivo. Otra cosa nos retrotaeria a una Monarquia Constitucional. No es que me parezca del todo mal este sistema pero creo que a la larga generaria mas problemas que los que solucionaria y voy a explicarme.
Quiza en un mundo perfecto un ejecutivo vitalicio seria lo ideal, sin embargo la accion de gobierno desgasta y en una sociedad de libertades donde la opinion del pueblo debe tenerse en cuenta, el desgaste politico de un monarca es muy peligroso para el Estado. Por ello prefiero una monarquia con los poderes de la actual que no sufre desgaste por la accion de gobierno y su figura da solidez y sensacion de perdurabilidad al Estado.
Con mi sistema, una propuesta que se que te gustaria al tener el ingrediente monarquico, seria un sistema como el britanico actual con la peculiaridad de que habria dos tipos de elecciones: una para elegir Cortes Generales siguiendo el patron britanico o si lo prefieres con su ley electoral, y la segunda para elegir al jefe del gobierno que ya no dependeria de mayorias parlamentarias y su estabilidad se la daria su enorme legitimidad obtenida de conseguir el apoyo directo del ciudadano y de una jefatura del Estado vitalicia ocupada por un monarca que de alguna manera delega sus poderes ejecutivos en este primer ministro.
De esta forma tendriamos un sistema mixto, una monarquia constitucional con una forma de gobierno republicana.
Rubén:
«El ejecutivo debe tener libertad de accion y si la funcion del legislativo es legislar, no entiendo como, saltandose su funcion natural, condiciona sobre manera al ejecutivo mas alla de cierto control y del derivado de la propia accion legislativa. Ademas pienso que tener un ejecutivo controlado no es incompatible con un ejecutivo fuerte y efectivo».
¿Quién lo controlaría? ¿El judicial? Espero que no me respondas que sí a eso.
«Con mi sistema, una propuesta que se que te gustaria al tener el ingrediente monarquico, seria un sistema como el britanico actual con la peculiaridad de que habria dos tipos de elecciones: una para elegir Cortes Generales siguiendo el patron britanico o si lo prefieres con su ley electoral, y la segunda para elegir al jefe del gobierno que ya no dependeria de mayorias parlamentarias y su estabilidad se la daria su enorme legitimidad obtenida de conseguir el apoyo directo del ciudadano»
Hmm…no está mal pero para eso prefiero el Colegio electoral, como hay en EEUU, para evitar tendencias populistas.
«y de una jefatura del Estado vitalicia ocupada por un monarca que de alguna manera delega sus poderes ejecutivos en este primer ministro. De esta forma tendriamos un sistema mixto, una monarquia constitucional con una forma de gobierno republicana».
Creo que la C.Española de 1875 tenia rasgos parecidos a esto y no está mal del todo…
Alfredo.
La cuestion del colegio electoral lo encontraria mas viable en un sistema federal, de hecho el de los EEUU esta pensado para eso. Pero ¿queremos un sistema federal para España? Personalmente yo no, por lo menos tal y como esta articulado el actual Estado de las. Autonomias. Si se te ocurre algo en ese sentido y que sea viable apoyaria un Estado federal y entonces el sistema del colegio electoral tendria muchisimo sentido. Por ej.: Aragon: x electores, Cataluña: y electores, Madrid: z electores.
Por otra parte, en la practica, los electores en los EEUU votan a quien han prometido el voto, asi que no le veo mayor diferencia con la eleccion directa.
En cuanto al control del ejecutivo, lo seguiria ejerciendo el legislativo como hasta ahora solo que no necesitaria de una mayoria parlamentaria para gobernar. Incluso el legislativo podria accionar una mocion de censura que haria dimitir al ejecutivo con la condicion de que el parlamento tambien se disolviera y se convocaran nuevas elecciones tanto para el ejecutivo como para el legislativo.
Rubén:
Creo que habías dicho que defendías un estado unitario, ¿no es así?
España debe descentralizar algunos temas, en mi criterio—pero no sé si llamarlo «federal».
En cuanto al colegio electoral en USA: Sí, pero la diferencia es que no están obligados a hacerlo en caso de alguna «emergencia» o porque al final no les apetezca. Es cierto que en la práctica, siempre se da así…votan a quien prometen.
Alfredo.
Si, soy partidario de un Estado unitario aunque descentralizado en lo municipal. En España siempre que se ha hablado de federalismo, siempre han surgido problemas de separatismo.
En cuanto al colegio electoral, si, ya conocia el extremo del que hablas. No obstante, su razon de ser que es el federalismo en España es un problema. Lo unico que se me ocurre es una reparticion provincial de electores, pero no es algo con mucho sentido, la verdad.
Otra posibilidad, se me ocurre, seria la seleccion de electores por circunscripcion electoral.
«Otra posibilidad, se me ocurre, seria la seleccion de electores por circunscripcion electoral».
Me encanta esta idea.
Si bueno, parece una opcion bastante ajustada a la realidad representada. Cada distrito electoral se comprenderia de unos 100.000 habitantes, cada distrito elegiria por mayoria absoluta a un elector con lo que habria una representacion muy exacta del sentir popular. Y estos electores por mayoria absoluta elegirian al jefe del gobierno.
Asi ningun territorio del pais tendria mayor peso a la hora de elegir gobierno.