He decidido decir una serie de cosas que seguramente van a lastimar ciertas sensibilidades y a ciertas personas pero es mi deber daros una perspectiva realista. Ya lo dije hace tiempo y lo vuelvo a repetir: un liberal clásico es, antes que cualquier otra cosa, un realista brutal.
EEUU — Las notícias que nos ha llegado aquí del mercado de la vivienda en los EEUU son malas — MUY malas. En EEUU, el precio de la vivienda es ahora mucho menos que el valor que tenían aún en el mes malo de abril 2009; hoy se ha confirmado que posiblemente EEUU entre en una recesión de doble caída en el mercado de la vivienda, según el Financial Times y el Wall Street Journal.
Esto no sólo significa que el Presidente Obama lo tiene crudo para volver a ser reelegido. Tampoco sólo significa que el dólar seguirá en cayendo en picada ni que el paro seguirá en un 10% durante mucho tiempo más.
No voy a entrar mucho en la inflación — que se debe a las distorsiones monetarias en los EEUU pero todos sabemos cómo ha subido el precio del petróleo (todos los que tienen coche lo saben perfectamente) y como muchos españoles ya no tienen empleo y forma de ganarse la vida, han tenido que hacer recortes en otras esferas. En EEUU, el precio de los alimentos está por las nubes y su economía realmente no se está recuperando. Se está viendo un subidón de la inflación que está fulminando y carcomiendo al hombre digno y honrado que trabaja. Tal es el precio de los rescates socialistas de Barack Obama y de inyectar dinero al mercado.
Señores, todo esto que está pasando significa algo más grande. Durante ochenta años, el «sueño americano», y en consecuencia, el sueño «español y europeo» ha sido esto: «debes tener una casa en propiedad, preferiblemente con un césped muy atendido, cuidado, nbonito, a su alrededor. Eso del césped y jardín no se dio tanto en España, debido a que por desgracia, aquí hay más edificios que casas bajas (fruto de la trágica y fatídica Guerra Civil y luego Guerra Mundial que destrozó buena parte del continente europeo). La hipoteca de tu casa era la pieza central de una sociedad de consumidores financiados gracias a la adquisición de deuda y más deuda. Era una vida — a plazos. Todo lo que se avecina ya lo hemos comentado aquí: se acabó el «sueño» y lo siento mucho también: nosotros en la derecha liberal vamos a tener que cambiar ciertas actitudes si es que pretendemos seguir teniendo un mensaje para la sociedad que se avecina — sobre todo la española. Para la entrada de hoy, quiero centrarme en dar a conocer la autopsia de forma analítica. Creo que para algunos jóvenes, lo más difícil de todo será levantarse hoy y que, gracias a este repaso que os voy a dar, te darás cuenta que estás por encima de tu nivel y que no eres más «rico» que muchos inmigrantes que en su día aceptaste que entren, pero ahora ya no te hacen tanta gracia porque tendrás que convivir con ellos y trabajar haciendo las cosas que ellos hacían hace 4 o 5 años atrás. Consuélate con un hecho: tus abuelos también lo hacían — es más, tus abuelos en España seguramente (si eran de clase media o media-baja) se lavaban en una palangana y cocinaban con carbón aún en los años 70 en muchísimos edificios del centro de Madrid.
Desde hace ya por lo menos 30 años o algo menos, eso de «tu casa» en realidad significa «la casa del banco» — no será realmente «tu casa» hasta dentro de unos 30-40 años, si es que puedes seguir pagándote la hipoteca (algo cada vez más difícil debido al paro y los salarios de risa que tenemos en España). Hoy, conocemos que hay millones y millones de familias españolas con el agua al cuello porque se han endeudado hasta las cejas comprándose algo que en realidad no les correspondía — una casa en propiedad. Otro ejemplo lo tenemos en EEUU, donde ahora un 34,5% de las viviendas están en manos de los bancos por el impago de sus moradores. El mercado de la vivienda en EEUU nunca había llegado a estar en unos niveles tan bajos como ahora en 2011.
Hay que deshacerse de dos errores que a menudo cometemos en la derecha, porque somos seres humanos y tampoco somos perfectos:
1. No todos los empresarios son ejemplares y mucho menos en el caso español: En España, gran parte del empresariado tiene dinero gracias a unas herencias u origenes familiares, no por sus propios méritos. No digo que sea el caso de todos los empresarios, obviamente, pero sí se nota más en determinados sectores en comparación con EEUU, donde sí hay más «self-made men» que aquí. Botín, por poner un ejemplo famoso, ya venía de una familia adinerada y la mayoría de los políticos españoles destacables también tienen origenes familiares adinerados. La «movilidad social» no ha existido casi nunca en España si comparamos con EEUU. España está en Europa y como país europeo, al final hay más sentido de clase social que en EEUU (por mucho que los españoles nieguen esto o quieran ser más igualitaristas que Marx en compañía social para quedar bien). Ya he explicado aquí que el tipo de empresario que debemos admirar es el que se lo gana, no el que nace con algo ya hecho y lo explota porque no sabe hacer otra cosa. Aquí nos gusta Jay Gatsby, no Emilio Botín.
2. Todas las generaciones tienen sus fallos y sus excesos y unas son peores que otras. A mí no me cabe duda que nuestra generación es mucho peor que la de nuestros abuelos en todos los sentidos morales. No obstante, tengo que decir que los conservadores de la época de nuestros abuelos, como Margaret Thatcher, fallaron cuando subrayaron tanto eso de tener casa en propiedad. Un famoso ejemplo fue Thatcher con la venta de las «council houses» en Inglaterra. Thatcher tenía muy buenas intenciones: la idea era que un propietario era menos destructivo que un inquilino. Eso es cierto, porque cuando uno es propietario, tienes más incentivos y seguramente si en tu edificio todos son propietarios, no pasará lo que ocurre en algunos edificios de mi zona: nada más entrar al portal, ya ves a jóvenes de todo tipo de razas pintando en las paredes y meando dentro después de una borrachera (cuando no les da por pegarte un puñetazo en la cara y robarte la cartera, efectivo, móvil, tarjetas, etc) después del tirón. Reconocido ese aspecto, subrayo que no estoy de acuerdo con esa política thatcherista de nuestros abuelos hoy en día porque no tenemos una comunidad apta para mantener propiedades. Luego lo explicaré.
Resumiendo — el daño es muy fuerte. Para la mayoría de los españoles de la generación de nuestros padres, su activo más importante era su casa. Durante el auge de la burbuja, muchos españoles se sintieron como nuevos ricos por primera vez en su miserable vida — compraron una casa «cara», en Madrid, en el casco histórico (no voy a entrar en cómo los «yupis» han destrozado lo bueno de mi zona, montando baretos asquerosamente pijos, introduciendo todo tipo de normativa absurda y prohibicionista, para intentar quitarle el carácter «duro» que tenía mi zona en Madrid) y sustituirlo con nuevos ricos paletos que no tienen nada que ver con este distrito ni zona. Hoy en día, el patrimonio de los españoles se ha reducido drásticamente. Las pérdidas podrían ser mayores que el total del PIB en Japón.
La mala noticia os llega en un mal momento que atraviesa España. Los del «baby boom» (los nacidos entre 1945-1960 más o menos), la generación más consumista, «progre» (de aquellos lodos tenemos la juventud consentida y amoral que tenemos) e irresponsable (con perdón a nuestros padres que NO son irresponsables pero hablo en general y estoy seguro que ni mis padres aprobarían este mensaje) de la historia de Occidente, están empezando a acercarse a la edad de jubilación y lo saben. Durante décadas, nuestros padres y su generación en su mayoría se consolaba con la ilusión de poseer una casa que les proporcione los ahorros que se necesita para la jubilación. Ahora, muchos de ellos no han pagado sus hipotecas y no sólo tienen esa deuda — tampoco pueden darse el lujo de vender sus casas ahora porque están perdiendo valor y así seguirán a partir del año próximo. De hecho, las viviendas en España siguen muy por encima del nivel de precio que realmente deberían tener y eso no es sostenible.
La política de la vivienda en España ya no es sostenible y ya no podemos estimular la economía con éxito mediante el engaño a más y más personas para que éstas sigan asumiendo mayores niveles de endeudamiento. En EEUU, más de lo mismo: décadas de políticas públicas destinadas a subvencionar tener vivienda en propiedad finalmente forjó las condiciones que producen el vómito de hipotecas tóxicas a los mercados financieros, que costó a los contribuyentes en EEUU cientos de miles de millones en rescates y muchos millones más en pérdida de riqueza y de empleos en la recesión económica, y creó una burbuja que ya todos conocemos en ambos lados del charco.
No fue, obviamente, un fracaso total. Muchos españoles han disfrutado los beneficios de vivir en un hogar propio. Los deudores prudentes que han comprado sólo su casa (la que necesitaban) y no cayeron en la tentación de usar su capital en propiedad para financiar su estilo de vida no han salido tan mal de esta crisis.
Pero algo, creo, ha cambiado. Algo grande. Por fin, el emperador vuelve a estar desnudo. Un ideal social ha recibido un golpe irrecuperable y la época del consumo a golpe de tarjetazo como sinónimo de prosperidad está llegando a su fin. España ya ha llegado al máximo límite de sus tarjetas de crédito, y vamos a tener que vivir dentro de nuestras posibilidades. ¡Qué horror para algunos! BAJAD DE LAS NUBES, POR FAVOR. SOIS POBRES.
Esta no es la primera vez que ha muerto una época. En EEUU, el viejo sueño en la época de Jefferson era tener tu propia granja en lugar de tu propia casa. La muerte lenta y dolorosa de ese sueño fue una de las preocupaciones centrales del país en la primera mitad del siglo XX. La muerte de esta época tiene que ser nuestra preocupación principal ahora mismo para poder gestionar el declive que viene en las próximas décadas.
El ideal de la granja familiar tuvo más arraigo en la vida norteamericana que el ideal de la casa en propiedad. En los siglos XVIII y XIX, la familia estadounidense normal vivía en una granja pequeña y cultivaba esas tierras. En la zona de las fronteras hacia el oeste, la tierra era relativamente barata y formaba parte del sueño americano original — la idea de que hasta un pobretón acabado de llegar de la miserable Europa clasista podía por fin tener su propia tierra. Los nuevos inmigrantes que llegaban de la Europa miserable en el siglo XIX trabajaban un par de años en Nueva York o Boston para ahorrar dinero y luego comprar las herramientas básicas para marcharse al oeste y poner en marcha una granja chula para él y su familia.
Desde la época de la postguerra contra Inglaterra hasta la de la Gran Depresión, una de las principales preocupaciones del gobierno federal de EEUU era intentar hacerle la vida más fácil a los que se mudaban al oeste. Los gobiernos de América ofrecían tierra barata, créditos baratos, y las herramientas para promover la construcción de vías férreas que permitieron explotaciones terrestres para enviar sus productos a mercados lejanos y para regular las tarifas ferroviarias para que los agricultores pudieran ganarse la vida.
Ese «sueño» murió a causa de una serie de razones. Cada vez había menos tierra apta para el cultivo, y el aumento de la tecnología a finales del siglo XIX y principios del XX exponía a los pequeños agricultores familiares a una competencia mundial brutal. Después de la II Guerra Mundial, el gobierno aprueba, en EEUU, el «GI BILL» — por primera vez, decenas de miles de gente de origen trabajador u obrero accede a la universidad y se detecta también cierta «plebeyización» en los campus universitarios aunque no vimos los efectos hasta mediados de los años 90 que es cuando sí que bajó la nota de corte. Debido a todos estos factores, los jóvenes ansiaban huir del campo y vivir en las ciudades. En España, algo parecido: antes de la Guerra Civil, nuestro país era un país fundamentalmente agrícola, con un índice altísimo de analfabetismo, violencia, ignorancia, superstición y fanatismo católico. Los españoles de ahora nada tienen que ver, en absolutamente nada, con nuestros abuelos que tenían fama en el resto de Europa de ser «cerrados, machistas, violentos, analfabetos», etc, etc. Esa imagen que ahora tienen de nosotros de que somos «fiesteros, buen rollo» etc viene después, con el auge de la democracia felipista y el aumento del consumo de las drogas a partir de los años 80. La gente habla de la «noche madrileña» pero ignora que hasta los años 70, la noche madrileña terminaba a las 12 de la noche como mucho, y no se andaba suelto por la calle como ahora. De hecho, tengo en posesión un libro para viajeros del año 1975, de Berlitz. En él, se habla de Madrid y dan consejos para los viajeros — dicen que Madrid es: una «ciudad gris, conservadora, sede de la dictadura del General Franco, y la vida nocturna no ofrece mucho». Asi pues, no siempre fuimos unos «fiesteros» drogatas como ahora — hoy en día parece que volvemos a ser una ciudad bastante gris porque está casi todo prohibido, más que en la época de Franco, si cabe. Eso sí, todo está prohibido menos ser un cerdo sexual en la vía pública y morrearte con tu novia o «tu pareja».
Luego vino el «sueño» 2.o: vivienda en propiedad acompañada de un estilo de vida de ser consumidor sobre la base del endeudamiento con tarjetas de crédito y el plan de cuotas mensuales (con intereses, por supuesto), todo sostenido por un «buen» empleo — de oficina preferentemente. En realidad, la política social de España es una adaptación del modelo agrícola — tenemos mentalidad de país pobre — la idea es «tienes que tener casa en propiedad porque esa es y será tu única seguridad».
Pero nada de esto es ya sostenible. En parte, se debe a la ruptura del modelo social vigente hasta hace un año. En la época de nuestros padres y durante el auge de la riqueza, el trabajo era un empleo de largo plazo – un empleo de por vida en la fábrica, o en el banco o en el empleo del Estado. En ese contexto, tenía mucho sentido tener una hipoteca a treinta años — mucho sentido en un mundo de empleo de por vida. Hoy, los empleos son muchísimo más volátiles, de baja calidad, precarios – incluso cuando las cosas van bien hay altibajos y, a menudo, hay períodos de desempleo entre los distintos empleos que los jóvenes tienen que asumir si quieren sobrevivir. El aumento salarial anual ya no existe, y los sindicatos están negociando darle más concesiones a los empresarios en vez de continuar las constantes grescas entre la patronal y los sindicatos que mantenían las generaciones pasadas de nuestros abuelos que efectivamente no decían «sí a todo», y también obviamente tenemos el hecho de la desaparición de industrias enteras y la disminución en el empleo en consecuencia. Esto significa que millones de españoles deberán ir acostumbrándose a que la los salarios seguirán bajando durante muchos años más. En consecuencia, ese pago de hipoteca que le parecía razonable a tu padre en 1981 cuando trabajaba en Correos o en la fábrica de Mahou (con sus constantes subidas salariales si trabajaba más horas) ahora se convierte en una carga que nuestra generación sencillamente no puede sostener cuando ya no hay Correos que pague un salario equiparable a las hipotecas y los únicos trabajos disponibles se encuentran en Mcdonalds, o de teleoperador con contrato fijo discontinuo, sin días festivos pagados, y un sueldo a la hora (si te enfermas, no cobras tampoco en ese tipo de contrato).
Por ello, la mayoría de gente de mi edad y menos no se interesa por comprar una casa y eso va a tener unas consecuencias inmensas de aquí a 10 años.
2. La estructura familiar también está cambiando. El divorcio era algo raro y mal visto en la época de nuestros abuelos y padres. La mayoría de las «familias» tenían padre, madre, en matrimonio, y entre 2-5 hijos. Hoy, tenemos una España con una variedad caleidoscópica de hogares y no encaja con el patrón de una hipoteca a treinta años como antiguamente. El divorcio provoca un nuevo hogar con renta inferior al originario. Una nación con un alto índice de divorcios como se está convirtiendo esto es una nación con más riesgo de impago de los créditos que una nación de familias estables, casadas para toda la vida, con un empleo vitalicio. Eso sin contar, por supuesto, el aumento de las «familias» homosexuales y monoparentales, alentadas por el gobierno anticristiano y socialista que tenemos.
El hogar español es cada vez más pequeño. Más personas nos estamos quedando solteras, muchos matrimonios tienen menos hijos. Todo esto, poco a poco, altera la naturaleza del mercado de la vivienda. Los hogares monoparentales tienen ingresos más bajos y están más expuestos al desempleo, y los jóvenes solteros somos más móviles que los jóvenes casados. Un padre o madre soltera, solteros, etc preferimos hogares más pequeños en general, más fáciles de mantener.
He visto a muchos padres decirle hoy a sus hijos: Yo ya cuando tenía 18 años estaba trabajando y estaba a punto de casarme con tu madre a los 21 años…y es cierto: en 1981, nuestros padres se casaban a principios de la veintena, y ya tenían su casa y una hipoteca. Hoy en día, es injusto decirle lo mismo a un joven porque sencillamente NO es la misma realidad. Ningún empleo para un joven hoy puede mantener una hipoteca. Es así de sencillo y así de cruda la realidad para muchos.
Este tema es largo y extenso así que lo dejamos ahí hasta la próxima vez que decida volver a este tema.
Por la diferencia horaria estoy que me muero de sueño, pero debo admitir que me atrajo la temática del artículo.
Básicamente, se demuestra que las ortodoxas medidas monetaristas no están funcionando bien. Otro aspecto para mí relevante es la aparación de bloques económicos nuevos que restringen cada vez más la capacidad de maniobra de Europa Occidental y los Estados Unidos de América, contribuyendo al aumento de las distintas crisis. La principal razón de la ilegal guerra de la OTAN/NATO contra el valeroso pueblo libio es la obtención de recursos energéticos y financieros, puesto que las corporaciones se han adueñado de los estados, amenazando de tal manera sus más intrínsecos fundamentos.
Este panorama no es nada halagueño y me atrevería a decir que «podría ser» el preludio de una gran guerra.
Y sí, ya terminó «definitivamente» la época dorada del capitalismo. Algunos creyeron en el espejismo de los años 90s, mas los paquetazos neoliberales nos han devuelto a la realidad. Es curioso que la teoría económica imperante sea la más dudosa en términos epistémicos, y aún así reputados académicos de derechas la consideren sagrada.
Muy esclarecedor y estremecedor a la vez.
Me ha gustado mucho esta entrada con tanta perspectiva realista.
Hola Alfredo,
Quiero intentar realizar una gran aportación a este artículo (quizá haga una parecido durante el día de hoy, aunque no lo colgaré hoy) porque creo que hay puntos de acuerdo extremadamente importantes entre esa derecha liberal, austera y no burbujista que tú y algunos de tus lectores representáis, y esa izquierda austera, no ortodoxa y no consumista que represento yo y que creo que está calando cada vez más entre muchas gentes de izquierda.
El artículo tiene una ideas muy buenas de fondo, aunque siempre aprovechas los artículos para entrar en temas morales en los que no estoy de acuerdo, pero tampoco creo que sean relevantes y no voy a entrar. Tan sólo una consideración que en términos históricos es importante realizar:
Has hablado de la democracia «felipista» y en cierta manera de la «movida» como algo negativo. Yo conozco muchas personas conservadoras que repugnan esa época pero creo que debemos ser conscientes de donde sale, que es básicamente de un efecto «rebote» a la salida de la dictadura. Nuestro país estuvo 40 años sometido a una dictadura, más o menos fuerte según la década pero siempre restrictiva en lo que a libertades morales se refería. Justo cuando en nuestro país penetraba la «modernidad» occidental y nos alejábamos de la sociedad católica tradicional en general Franco y sus compinches trajeron una cruel dictadura. Esta presión durante 40 años contenida, esta contención de la natural evolución de las cosas explotó en la transición y se llegó a considerar que todo lo que rompía con la década anterior era bueno. Cualquier síntoma de libertad, por absurdo y frívolo que fuese, se sentía como algo que rompía con el pasado, y los excesos de los 80 están circunscritos a la reactividad por la realidad de nuestra historia. De eso ha quedado algo, aunque opino que los excesos desaparecieron mayoritariamente.
Bien, tema vivienda. No puedo más que estar de acuerdo contigo. Como comentaba en el blog de Javier ayer hace muchos años que llevo pronosticando cual visionario la llegada de una època de vacas flacas a causa de la evidente desproporción del precio de la vivienda con la renta familiar, y el consiguiente endeudamiento necesario para hacer frente a esto. Creo que sobre 2003 o 2004 ya era uno de los profetas del apocalipsis inmobiliario, y lo gracioso es que todo el mundo me tomaba por loco.
Que todo el mundo me tomase por loco no era casual. Por nuestra realidad de crecimiento casi continuo desde los años 60 y por las continuas devaluaciones de la peseta, todas las viviendas que compró la generaciones anteriores a la nuestra han demostrado ser un buen negocio en términos económicos. Era un refugio para mantener el valor de un dinero que se reducía a causa de las grandes inflaciones, y también esas inflaciones y el aumento de salarios asociadas llevaban a que con el paso de los años las hipotecas quedasen en casi nada. También hace décadas se construía más barato, por razones económicas del país y también porque no viviamos en una burbuja especulativa sobre el suelo y la vivienda construida como en los últimos 15 años.
Bien, pues los jóvenes de la década de los 90 y del 2000 siguieron el consejo de sus padres. «Cómprate una vivienda hijo, que alquilar es tirar el dinero». Su experiencia así lo avalaba, y el desconocimiento mayoritario sobre las más básicas nociones de economía llevó a toda la generación joven a creer en el mito de la subida eterna de los pisos. Una fácil explicación psicológica hacía el resto: ¿Por qué pensar que las cosas pueden ir mal cuando es más bonito pensar que me voy a hacer rico? Este era el factor definitivo para que la gente no hiciese caso a argumentos bien explicados y basados en datos como los que hacía yo.
Como le decía también ayer a Javier un amigo me decía el otro día: «Yo confio plenamente en tus opiniones económicas porque hace muchos años ya sabías que íbamos acabar como estamos ahora». Un acierto no crea escuela, pero en este caso creo que sí es síntoma de método y de reflexión.
Hace unos días decía en banco de España que a la vivienda aún le quedaba margen de bajada, que cifró en algo así como un 10% más (o un poco más)….La manipulación del banco de España es tan transparente que da verguenza leerla, ¿¿¿Pero como que un 10%??? La vivienda en España tiene un precio sobredimensionado en un porcentaje muchísimo mayor que ese 10%, y eso se ve en un análisis simple.
La compra de vivienda depende de muchos factores, pero fundamentalmente de la renta disponible, del crédito y del porcentaje de paro. Con un paro del 20%, una concesión de crédito cada vez más limitado y unos salarios creciendo por debajo de la inflación decir que la vivienda va a bajar solo un 10% es una enajenación optimista sin precedentes. Otra cosa es que baje este 10% en un año, cosa que si es posible, pero las bajadas no cesarán ahí. La vivienda en España va a sufrir una continua caída de precio durante muchísimos años, de porcentajes pequeños posiblemente, pero continua al estilo Japonés. No sabría decir en cuanto está sobrevalorada la vivienda, porque las concidiones del mercado son oscilantes y no hay un «precio justo», pero nadie que hable de descensos de precios de menos del 30% tiene ninguna credibilidad para mi.
Como tu has dicho es el fin de una era, la era de la inversión en ladrillo. Eso se ha acabado y seguro que no lo vemos mínimamente en las próximas 2 generaciones.
¿Pero porqué no baja más entonces? ¿Si está tan clara esa sobrevaloración porque el precio no se desploma? Creo que hay muchas explicaciones para esto, pero hay una económico-psicológica clara: Esta sociedad se ha acostumbrado a querer vivir de la compra-venta, especulación y gestión del ladrillo u otros bienes, y no del trabajo productivo. Esa es la puñetera realidad, esa es una mentalidad que hemos cultivado durante muchísimos años y la gente no quiere darse cuenta que eso no volverá a ser así.
Quien ha comprado una vivienda para especular no acepta perder un 20%, es totalmente lógico. Nadie quiere acepta perder 40.000 ó 50.000 euros cuando pensaba ganar 50.000. ¿Cómo se van a aceptar tan fácilmente 100.000 euros de diferencia respecto a tus percepciones iniciales cuando eso puede representar de 3 a 5 años de sueldo? Esta gente la ha «cagado», pero se niega a aceptarlo. Esperan, si es que pueden permitirselo, a que todo vuelva a subir como algunos medios y lobbys interesados les cuentan, cuando eso no va a volver a pasar. Se necesita una digstión psicológica de varios años aún para que la sociedad y el propietario asuma esta nueva realidad, y estos desequilibros van a lastrar nuestra economía.
Porque la vivienda sigue siendo un bien de primera necesidad, y la gente necesita vivienda bien en propiedad bien en alquiler. Y los precios de venta lastran también los precios de alquiler (si alguien paga 1000 euros de hipoteca no quiere poner el alquiler en 500). Consecuencias de todo esto: Jóvenes que no se emancipan, familias que necesitan trabajar los dos (baja la natalidad), menor renta disponible y menor consumo, hipotecas que atan a las personas y les impiden arriesgarse para mejorar, mantenimiento de una masa crediticia que impide el crédito incluso para aquellas actividades presumiblemente rentables, y, en definitiva, colapso económico.
Continúo en otro comentario…
Hola Alfredo, eso que dice usted de los españoles es cierto. Yo soy cubano, nieto de españoles (asturianos) y en Cuba la percepción social que teníamos de los españoles y tiene mucha gente de mi edad (tengo 60) es que ustedes eran duros, violentos, ignorantes o brutos, y que no se bañaban. En Cuba, habia mucha influencia de los EEUU porque después de la guerra, EEUU colonizó la isla pero las costumbres españolas se mantenían. A pesar de que ser de origen español era motivo de orgullo, porque significaba ser de raza blanca y eso era importante en la Cuba de los años 50, también se pensaba así de ustedes.
A veces me sorprende ver como han cambiado los españoles ahora con el tema de la «no violencia». Mi abuelo era capaz de partirle la cara a alguien tan solo por una mala mirada mientras que hoy parece ser que hasta dejan que violen a sus novias en un parque. Europa entera está muy afeminada y blanda. Cuando salí de Cuba, en el año 1970, viví cinco años en el Bronx de Nueva York y eso sí que era duro de pelar jaja. Te levantabas con un concierto de disparos y tiroteos entre bandas, aquello parecía una zona de guerra y lo mejor de todo es que la generación de mis padres nunca se interesó por arreglar problemas sociales. Yo en usted detecto cierta dejadez con ese tema también.
En fin, me ha gustado su enfoque porque lo que nos espera no es nada bueno. Yo menos mal que alquilo, pero parece que eso está mal visto en España por gente que prefiere deudas.
@Pedro:
Me ha parecido muy interesante también lo que comenta. ¿Cree usted que don Alfredo tiene razón en que la gente de «su edad» no se interesa por comprar una casa? Yo no lo veo tan claro (vivo en Madrid sur, que conste, no soy rico ni nada de eso).
(…)
Creo, pues, que es importante en aras de un análisis adecuado de la realidad saber dónde se ha errado gravemente. En este ´país y en muchos otros la vivienda ha subido sobremanera por el crédito fácil y en base a una economía que yo llamo de capitalismo financiero (en contra del capitalismo tradicional), es decir, en una economía donde el dinero y la inversión se refugian en la compra-venta como método para generar ganancias y no en la inversión productiva. Este capitalismo financiero tiene consecuencias nefastas, la primera es que es mucho menos dependendiente del factor trabajo y lo genera en menor proporción, y si lo genera lo genera con la misma naturaleza que esa inversión: Súbito y temporal.
Esto no pasa sólo con la vivienda, pasa con materias primas, con valores, con deudas soberanas o con cualquier cosa con la que se pueda especular.
Yo siempre cuento una historia de un empresario Valenciano que tenía una empresa de unos 50 trabajadores, que a final de 2007 había invertido en unas propiedades inmobiliarias. Me hablaba de lo rentable que iba a ser su inversión. Yo le dije que estaba siendo muy optimista (realmente pensaba que era un idiota integral) y que estaba creyendo en un mito. Él se puso bravucón y me hablo de que llevaba siendo empresario más de 30 años y sabía lo que hacía…No sé como estará este señor ahora, pero me lo imagino. Si este señor hubiese invertido ese dinero en modernizar su empresa probablemente le iría mejor económicamente a él, habría creado empleo y tendría unas perspectivas economicas bastante mejores.
Antes se compraba vivenda, ahora se compra oro. Cuatreros de todas clases intentando enriquecerse de la compra-venta de oro como antes de vivienda. Pasará lo mismo. Es descorazonador ver como ya nadie quiere invertir en negocios que conlleven trabajo y esfuerzo y ganancias a medio plazo, todo el mundo quiere lo fácil y lo rápido, y eso es una fantasía imposible que hasta que no superemos no saldremos de esta.
Vosotros habláis mucho del capitalismo clásico, del esfuerzo, el trabajo, la ganancia conseguida con el sudor de la frente. ¡Pero es lo mismo que decimos nosotros! Creo que nos perdemos en cuestiones dialécticas cuando coincidimos en lo esencial: Este capitalismo financiero de burbuja es perverso y negativo para todos y hay que buscar mecanismo para reorientar el capital a la producción de riqueza, con lo que revalorizaremos nuevamente el factor trabajo.
Recuerdo un día que discutiamos sobre la naturaleza de la burbuja. Tu hablabas de que era culpa del «socialismo» del crédito fácil, y yo que era culpa del «liberalismo» de la desregulación. No saliamos de ahí, y en vez de darnos cuenta que estábamos esencialmente de acuerdo nos peleábamos para ver quien era el malo. Yo no quiero una sociedad de crédito fácil en absoluto y tu no deberías querer un capitalismo viciado y lleno de buitres como el que tenemos. Si coincidimos en eso, dejemos de pelearnos en si la culpa la tiene keynes o la tiene hayek porque eso no va a ningún sitio. Debemos mirar hacia delante.
Has hablado del empobrecimiento del país, de la necesidad de bajar sueldos y de que eso lastrará el precio de la vivienda, pero creo que es más importante aún enfocarlo desde el otro lado.
Yo no voy a pelear porque los sueldos suban, pero lo que sí que voy a pelear porque el poder adquisitivo no se vea reducido (poder adquisitivo basado en el dinero que se gana no en el crédito). Llevar a esta sociedad a descensos salariales mientras el coste de los productos y servicios básicos aumenta es un suicidio colectivo que no llevará más que a problemas y conflictos sociales. Llegará un momento en que la gente no tenga nada que perder, y entonces veremos la realidad de lo que hemos creado.
Bien, pues en este entorno tenemos que aceptar que el coste básico mayor para nuestra sociedad es la vivienda y que esta realidad es posiblemente la que lastra el poder adquisitivo de nuestra sociedad. Yo no le puedo decir a un trabajador que se baje el sueldo de 1200 euros a 1000 cuando el alquiler le cuesta 700 euros. Eso no es aceptable en términos éticos ni razonables en términos de tranquilidad y cohesión social. Ahora, si el alquiler le bajase a 500 euros esa pérdida de ingresos no representaría una pérdida de poder adquisitivo, y la posibilidad de conflictos y problemas se minimizaría al máximo.
Yo me he mostrado siempre en lo que respecta a la vivienda casi como un «radical», o sin el casi. La digestión de nuestras penurias económicas no provocará una úlcera crónica tan sólo si el precio de los bienes fundamentales se adapta a las circunstancias sociales. Yo creo que la sociedad debe hacer sacrificios en estos momentos de crisis (todos, y cada uno en función de sus posibilidades), yo creo que a una persona se le puede pedir que no salga por ahí tanto, ni se compre la misma cantidad de roma ni se compre el aparato electrónico x, pero lo que no se le puede pedir es que viva sin vivienda, comida, luz o sin las cosas básicas para su familia o hijos. A la gente se le puede pedir austeridad, pero no pobreza.
Hay, por lo tanto, que acabar con esta desproporción evidente entre el precio de la vivienda y la capacidad económica del país, y eso va a tener que pagarlo todo aquel que especuló en su momento con este bien. Esperar a que el mercado se adapte nos puede llevar a una depresión prolongada indeseable a todas luces y conflictiva.
Bueno, con la replicas iremos hablando. Personalmente, y como creo que ya sabes, yo tengo una cuenta vivienda. El año que viene devolveré unos 4.000 euros que me desgravé en su momento porque tengo clarísimo que no voy a comprar una vivienda. Que se queden el dinero, mucho mejor perder 4000 euros que fastidiarse la vida haciendo una locura.
No haber comprado vivienda es una de mis mayores alegrías. Tengo en dinero en el banco y este dinero me permite tener un amplio colchón para cualquier eventualidad que me suceda. Sé que no me voy a morir de hambre durante varios años aunque me quedase en paro mañana. Si tuviese una hipoteca viviría temeroso, asfixiado por la incertidumbre, sin libertad para probar aventuras laborales nuevas. Hoy no me pasa eso, tengo tranquilidad económica y libertad de acción.
Siempre me pareció envidiable el modo de vida europeo sin necesidad de atarse a una vivienda, sin miedo al futuro porque saben que tienen salarios buenos, buena protección social y oportunidades laborales y eso les lleva a no tener la necesidad de tener «propiedades» para sentirse seguros. También me gusta aquellos norteamericanos que son capaces de cambiar de trabajo cada x años, incluso tomarse tiempo de reflexión y para ellos entre trabajo y trabajo, o irse a la otra punta de los EEUU para buscar una vida mejor. Ambos horizontes son a los que deberiamos aspirar, y creo que ahí coincidiremos. Yo tengo una receta: Flexiseguridad, alquiler, inversión productiva y revalorización del trabajo. Tu tendrás probablemente otra, pero seguro que no está tan lejos de la mia.
Un saludo,
Hola Emilio Juan,
….La pregunta es complicada. La gente de nuestra edad (30 años) ha vivido entre dos aguas. De más jovencitos hemos sido tentados por la sociedad de la propiedad inmobiliaria, y sobrevive en nuestra generación la necesidad de la propiedad, los miedos de nuestros padres y esta mentalidad de «pobre» que se cree que se hace rico. Pero también hemos vivido en primera persona esta crisis inmobiliaria y muchos han aceptado que era una gran mentira lo de la propiedad.
Yo tengo amigos que han comprado casas, pero también tengo otros que tienen muy claro que no lo van a hacer y que prefieren el alquiler. Realmente hay dos grupos bien defindos: Los que no compran porque no pueden y saben que no van a poder, con lo que han asumido que el alquiler es la forma de vida realista, y aquellos que estamos mejor posicionados laboralmente que tenemos cierta «seguridad» económica que nos quita esa necesidad de propiedades, potenciada por una perspectiva de vida en la que aceptamos que podemos tener que movernos geográficamente para mejorar aún más laboralmente.
En cualquier caso creo que la gente de nuestra generación que no compró va a ir asumiendo con el tiempo que el alquiler es la forma de vida realista, adecuada y más «libre». Creo que hemos asumido que no vamos a comprar una casa con el dinero del banco (por cierto Alfredo la frase de que la casa es del banco y no tuya es la misma que llevo diciendo desde hace más de 10 años mientras me miran como un bicho raro. ¿Sabes cuando fue la primera vez que la oí? En un anuncio electoral de IU…) y que si lo hacemos será con una parte importante del coste ahorrada.
Saludos,
Pedro: He disfrutado bastante leyendo tus criterios.
«Personalmente, y como creo que ya sabes, yo tengo una cuenta vivienda».
No, no lo sabía pero «No haber comprado vivienda es una de mis mayores alegrías» me parece muy acertado, adecuado y un «reflejo» de la actitud de mucha gente de nuestra edad.
Yo también tengo libertad de acción y no tengo ningún tipo de deudas.
Dices:
«Siempre me pareció envidiable el modo de vida europeo sin necesidad de atarse a una vivienda, sin miedo al futuro porque saben que tienen salarios buenos, buena protección social y oportunidades laborales y eso les lleva a no tener la necesidad de tener “propiedades” para sentirse seguros».
¿? ¿A qué países te refieres? Creo que en la Europa occidental, todos quieren o tuvieron casa en propiedad y endeudamiento…salvo quizá en Alemania…
«También me gusta aquellos norteamericanos que son capaces de cambiar de trabajo cada x años, incluso tomarse tiempo de reflexión y para ellos entre trabajo y trabajo, o irse a la otra punta de los EEUU para buscar una vida mejor».
Sí — es algo que a mí también siempre me ha gustado de los EEUU. Hace un tiempo atrás hablé aquí sobre ese tema — el americano no se siente tan apegado a una tierra concreta sino a su «país» EN GENERAL. Le da lo mismo Wisconsin que Nueva York (en GENERAL, ojo) pero se mudan con mucha más facilidad que nosotros.
«Ambos horizontes son a los que deberiamos aspirar, y creo que ahí coincidiremos. Yo tengo una receta: Flexiseguridad, alquiler, inversión productiva y revalorización del trabajo. Tu tendrás probablemente otra, pero seguro que no está tan lejos de la mia».
Quiero ver una juventud más «móvil» en España y menos acomplejada en ciertos temas — menos dependiente de sus padres. Es algo que me molesta muchísimo de España — la dependencia en los padres para todo. Mi receta es — alquilar más y comprar menos vivienda, inversión productiva — eso que dices me parece MUY acertado y no me lo esperaba, porque es precisamente la postura libero-clásica y capitalista calvinista que siempre he defendido. Sobre el tema de la flexiseguridad no lo comparto — creo que el tema de las contrataciones deben estar en manos de cada empresa pero aún no es un tema que yo haya estudiado de fondo. Sólo hablo de mis instintos naturales en ese caso.
En cuanto a lo que comentas de la vivienda y los precios del alquiler — realmente en España nunca se fomentó lo que es el «Council Housing» o los «Proyects» en América — vivienda «subvencionada por el Ayuntamiento» — no no, no me refiero a lo que ya hay ahora con el tema de «plan de alquiler» — en España realmente no hay incentivos para alquilar normalmente — menos ahora cuando debería ser al revés y no se hace. Aquí aún gobierna la generación de nuestros padres y persiste la mentalidad cutre española de «cómprate tu casa hombre, no tires el dinero».
No sé si defendería yo, no obstante, construir esos bloques de edificios porque sólo han generado delincuencia y problemas sociales en los países donde lo han tenido. En el caso español, seguramente sólo iba a atraer a inmigrantes como ya ocurre en EEUU o gente de «raza negra».
Hablas de mirar hacia adelante — sí, pero lo que no podemos hacer es ignorar los términos – realmente yo no considero que hayamos tenido «capitalismo liberal clásico» ni mucho menos la actitud calvinista ante el trabajo. Hemos tenido burbujismo — y tanto el socialismo democrático como el liberalismo «progre» ha tenido algo de responsabilidad al querer elaborar políticas de estado basadas en comprar más vivienda. Emilio Juan — ahí le respondo yo a usted que precisamente lo de nuestros abuelos se debía a que ellos sabían perfectamente que un gobierno no debe tener una «política de arreglar problemas sociales» porque eso no es posible en un sistema de libertad. El Bronx era duro, sí, y en la época de nuestros abuelos Madrid era una ciudad infinitamente más dura que ahora en todo — y había mas agresiones que ahora pero también había mucha más libertad (en lo personal, que no en lo político obviamente)
Luego diré más porque Pedro toca muchos temas.
Alfredo,
Alemania (60% alquiler) es un buen ejemplo de lo que digo, pero miremos a Países como Holanda (sobre el 50%), Francia (casi 40%) ,Dinamarca o los nórdicos, donde el porcentaje de alquiler es infinitamente mayor que en España. Otra cosa es Irlanda, Portugal…
«No sé si defendería yo, no obstante, construir esos bloques de edificios porque sólo han generado delincuencia y problemas sociales en los países donde lo han tenido. En el caso español, seguramente sólo iba a atraer a inmigrantes como ya ocurre en EEUU o gente de “raza negra”»
Las políticas de alquiler son muy amplias. En Holanda, por ejemplo, un tercio de pisos de los grandes propietarios que alquilan edificios enteros tienen un precio fijado por el ayuntamiento, lo que tira los precios a la baja. Luego hay medidas más intervencionistas (tasas a pisos vacíos) o más «liberales» (beneficios fiscales).
A mi lo de crear «guetos» tampoco me gusta, además creo que es una politica equivocada ahora mismo. En España sobran viviendas, lo que hay que hacer es sacarlas a mercado. No tiene sentido construir más.
«realmente yo no considero que hayamos tenido “capitalismo liberal clásico” ni mucho menos la actitud calvinista ante el trabajo. Hemos tenido burbujismo — y tanto el socialismo democrático como el liberalismo “progre” ha tenido algo de responsabilidad al querer elaborar políticas de estado basadas en comprar más vivienda»
Lo de ignorar los términos creo que es algo que debemos hacer porque debemos ser conscientes de que el lenguaje político se ha tergiversado de forma drástica. Tu dices que no ha habido capitalismo clásico, y posiblemente tengas razón, pero yo también te digo que no ha habido ni socialismo ni izquierdismo económico en absoluto. No ha habido una transmisión de valores como sociedad adecuado, no ha habido regulación adecuada de los bancos, no ha habido una mentalidad de vivir del trabajo.
Luego hablan de «socialdemocracia» o «centrismo» o «liberalismo»…¿Esto es socialdemocracia, centrismo o liberalismo? Si lo es no lo quiero, pero no lo es. Lo que hemos tenido es una adoración religiosa al mercado libre y una confianza ciega en su autoregulación, una cultura consumista y de propietarios y un capitalismo financiero especulativo. Yo a eso lo llamo «neoliberalismo», pero si alguien me da otro nombre…sabes que no me interesan demasiado las etiquetas.
Saludos,
Muy buena entrada, de hecho, es la mejor desde mi punto de vista en las últimas semanas.
Siempre me ha llamado la atención que es muy normal ver que en España un joven puede llegar a los 25 años sin haber trabajado un solo dia en su vida (y me refiero a trabajo en serio, no a un «trabajito») y eso me parece absurdo.
Pedro dice que no le interesan mucho los temas morales pero yo sí pienso que tiene que ver. Puede ser que una persona soltera sea disciplinada, trabajadora y austera y de hecho los hay por montones, pero por lo general donde hay muchos solteros casi siempre trae como resultado mucho consumo de alcohol, drogas, poca responsabilidad y en suma se trabaja «para pasarlo bien en los fines de semana». Y quizá haya quien piense que eso no tiene nada de malo pero que luego no se sorprendan cuando «la juventud» parece no tener metas en la vida. Repito: seguro que hay muchos que no son así pero no me nieguen que hay muchos otros que sí lo son precisamente por eso.
Entonces viene lo que usted tanto ha comentado: El joven occidental medio quiere vivir hasta los 30 años practicamente sin trabajar y cuando empieza a trabajar quiere trabajar bajo las condiciones que él quiere (trabajando pocas horas, cómodos y con el salario que él cree que vale) y luego se quiere retirar a los 60, para vivir hasta los 80s como vivió de los 20s a los 30s.
¿Quién o qué tiene la culpa de todo esto? Dificilmente pueda achacársele a una sola razón pero yo elijo que eso de no trabajar hasta bien entrado los 20s puede ser un buen comienzo para explicarnos muchas cosas.
Saludos.
Pedro: ahora paso a tu primer comentario —
«Has hablado de la democracia “felipista” y en cierta manera de la “movida” como algo negativo. Yo conozco muchas personas conservadoras que repugnan esa época pero creo que debemos ser conscientes de donde sale, que es básicamente de un efecto “rebote” a la salida de la dictadura».
Por supuesto, y estoy de acuerdo con lo que dices pero, eso no quita de que fue lo que le dio esa «imagen» a Madrid de «fiesta, nocturnidad, noctambulismo» y desórdenes públicos, drogarse en la vía pública con el porrito y al final cuando hablas con un inglés o francés, esa es la imagen que tienen de nosotros en Madrid cuando te puedo asegurar que los madrileños de «toda la vida» no somos tan fiesteros como la gente piensa. Sigo pensando que hoy por hoy, Madrid es una ciudad bastante «aburrida» por la noche y que de hecho desde hace por lo menos unos años atrás, la «noche ya no es lo que era» — antes, debo reconocer, uno se lo pasaba muy bien pero últimamente no da gusto salir con tantísimas prohibiciones de todo tipo (y no tiene nada que ver solamente con el tabaco — hablo del ambiente en general). Por eso digo lo que digo.
«Esta presión durante 40 años contenida, esta contención de la natural evolución de las cosas explotó en la transición y se llegó a considerar que todo lo que rompía con la década anterior era bueno».
Sí, de hecho muchos americanos me decían: «Los españoles parecen estar obsesionados con ser modernos». Hubo un tiempo aquí así en el que todo el mundo quería ser absolutamente moderno en TODO — incluso en la decoración de los hogares.
«De eso ha quedado algo, aunque opino que los excesos desaparecieron mayoritariamente».
Sí, yo te diría que igual no conoces la noche madrileña de hace una década pero te aseguro que la noche madrileña «ha muerto». No, no es que no hayan bares, ni discos, etc, etc pero el que vivió cierta época sabe de lo que hablo — murió un «espíritu» ante la noche y la vida. En definitiva, a Madrid le ha pasado lo mismo que le pasó a Nueva York: maduramos — fumamos menos, comemos más sanos, salimos menos, no somos tan agresivos como hace 20 años atrás.
«Creo que sobre 2003 o 2004 ya era uno de los profetas del apocalipsis inmobiliario, y lo gracioso es que todo el mundo me tomaba por loco».
A mí también aunque no sé por qué — no descubrimos nada nuevo. Era más que evidente pero luego la gente quiere ver lo que quiere…no lo que es.
«Era un refugio para mantener el valor de un dinero que se reducía a causa de las grandes inflaciones, y también esas inflaciones y el aumento de salarios asociadas llevaban a que con el paso de los años las hipotecas quedasen en casi nada».
MUY CIERTO. Casi todos hemos oído hablar a los «mayores» decir eso de «esto de aquí a 20 años valdrá el doble».
«También hace décadas se construía más barato, por razones económicas del país y también porque no viviamos en una burbuja especulativa sobre el suelo y la vivienda construida como en los últimos 15 años».
Muchísimo más barato sí, así es. Por eso un padre de familia en 1981 podía hipotecarse — además de que el sueldo compaginaba. No te comprabas gran cosa, eso sí, pero tenías más seguridad a largo plazo.
«Cómprate una vivienda hijo, que alquilar es tirar el dinero”. Su experiencia así lo avalaba, y el desconocimiento mayoritario sobre las más básicas nociones de economía llevó a toda la generación joven a creer en el mito de la subida eterna de los pisos».
Mi abuela decía, a raíz de eso, que los responsables criminales de verdad fueron los políticos que seguramente sabían algo, o los «expertos» pero no dijeron nada porque no convenía asustar.
«Hace unos días decía en banco de España que a la vivienda aún le quedaba margen de bajada, que cifró en algo así como un 10% más (o un poco más)….La manipulación del banco de España es tan transparente que da verguenza leerla, ¿¿¿Pero como que un 10%??? La vivienda en España tiene un precio sobredimensionado en un porcentaje muchísimo mayor que ese 10%, y eso se ve en un análisis simple».
10% es muy muy bajito….tiene que bajar muchísimo más.
«¿Pero porqué no baja más entonces? ¿Si está tan clara esa sobrevaloración porque el precio no se desploma? Creo que hay muchas explicaciones para esto, pero hay una económico-psicológica clara: Esta sociedad se ha acostumbrado a querer vivir de la compra-venta, especulación y gestión del ladrillo u otros bienes, y no del trabajo productivo».
Bastante de acuerdo aunque recuerda que hasta la familia más pobre en un barrio marginal quisiera vender y especular con su casa a un precio más alto. Es parte de la naturaleza humana.
«Quien ha comprado una vivienda para especular no acepta perder un 20%, es totalmente lógico. Nadie quiere acepta perder 40.000 ó 50.000 euros cuando pensaba ganar 50.000».
Efectivamente.
«¿Cómo se van a aceptar tan fácilmente 100.000 euros de diferencia respecto a tus percepciones iniciales cuando eso puede representar de 3 a 5 años de sueldo? Esta gente la ha “cagado”, pero se niega a aceptarlo. Esperan, si es que pueden permitirselo, a que todo vuelva a subir como algunos medios y lobbys interesados les cuentan, cuando eso no va a volver a pasar. Se necesita una digstión psicológica de varios años aún para que la sociedad y el propietario asuma esta nueva realidad, y estos desequilibros van a lastrar nuestra economía».
TOTALMENTE DE ACUERDO. Es lo que ha pasado en mi zona — y sigue pasando — aquí hay un cartel de «se alquila» que ¿sabes cuanto tiempo lleva colgado? 2 años–y el propietario no baja el precio porque no le entra en la cabeza que YA NO VALE lo que él pide.
Dices:
«Lo que hemos tenido es una adoración religiosa al mercado libre y una confianza ciega en su autoregulación, una cultura consumista y de propietarios y un capitalismo financiero especulativo. Yo a eso lo llamo “neoliberalismo”, pero si alguien me da otro nombre…sabes que no me interesan demasiado las etiquetas».
No creo que se trate de adorar nada — se trata de que es una realidad — el mercado libre es el único sistema que funciona y proporciona más libertad. Otra cosa es la cultura consumista y el capitalismo «financiero» — realmente lo que hubo fue servicios financieros — instrumentos bancarios y financieros se vendían a altos precios precisamente porque la gente seguía comprando casas.
Cabrit0:
Así es en España — no por nada, los psicólogos dicen que hoy en día «30 son 20 años en 1980» — un hombre de 20 años en 1980 era un HOMBRE hecho y derecho — y hoy un hombre de 30 años sigue siendo un crío, en muchos sentidos y aspectos aunque no todos.
En cuanto a lo de la soltería — muy de acuerdo. La mayoría de los hombres solteros son indisciplinados y desordenados en lo moral. Que 2 o 3 no lo seamos no significa nada — las estadísticas no mienten. La mayoría de hombres solteros de mi edad sólo piensan en sobrevivir y salir de copas (si tienen novia o están casados la cosa cambia bastante) o si son gente con muchos estudios (como es mi caso y que les guste lo que hacen).
Ah otra cosa:
«En cualquier caso creo que la gente de nuestra generación que no compró va a ir asumiendo con el tiempo que el alquiler es la forma de vida realista, adecuada y más “libre”.
Sí.
«Creo que hemos asumido que no vamos a comprar una casa con el dinero del banco (por cierto Alfredo la frase de que la casa es del banco y no tuya es la misma que llevo diciendo desde hace más de 10 años mientras me miran como un bicho raro. ¿Sabes cuando fue la primera vez que la oí? En un anuncio electoral de IU…) y que si lo hacemos será con una parte importante del coste ahorrada.»
Vaya no sabía pero tampoco me «sorprende» — mucha gente dice que en el fondo soy bastante «antiguo» y los marxistas y capitalistas «de la guerra fría» compartimos ciertas ideas y actitudes sobre «el enemigo».
Me parece interesante la reflexión que habéis hecho, sin embargo no me parece acertada del todo en un punto y voy a explicarme:
No creo que la necesidad de adquirir propiedad se deba a «mentalidad de pobres», esto es una explicación muy simplista, a mi modo de ver.
España no siempre ha sido pobre, ha habido épocas donde era el pais más rico de Europa. Creo que la necesidad de adquirir propiedad por parte de los españoles bebe de dos fuentes evidentes:
1. Siempre ha existido una tradición en España por adquirir propiedades y por ser «señores de gentes» (feudalismo) que al fin y al cabo es otra forma de propiedad. Esto es recurrente desde la Edad Media en la península y, sin lugar a dudas, es el factor fundamental por lo que los españoles viajamos a América a conquistar, colonizar y establecernos. La gran aspiración de conquistadores españoles famosos como Hernán Cortés o Pizarro era conseguir llegar a ser un «señor de indios».
Evidentemente, desde la Edad Media, la riqueza está íntimamente ligada a los bienes raíces y la amortización de ciertas propiedades de este tipo vinculadas a las familias nobles, es lo que se denomina «propiedad feudal». Cualquier familia noble poseía ciertas propiedades raíces amortizadas que no podía vender y que estaban vinculadas eternamente a su estirpe y que heredaba siempre el hijo mayor, solía denominarse «mayorazgo». En una época histórica donde la mayor fuente de generación de riqueza era la agricultura, era lógico que los bienes raíces y la propiedad fueran sinónimos de riqueza pero también de nobleza.
Por desgracia, durante todo el s. XIX y buena parte del XX, España continuó siendo un país eminentemente agrícola donde la agricultura continuaba siendo la mayor fuente de riqueza y motor de toda la economía. A partir de las grandes desamortizaciones del s. XIX que acabaron con el feudalismo en España e implantaron el capitalismo, una inmensa cantidad de tierras y bienes raíces de todo tipo salieron al mercado, de esta forma aquellos que poseían riquezas en moneda (burgueses que lo habían conseguido a través del comercio y de la incipiente industria) inmediatamente comenzaron a invertir en tierras por dos motivos:
a) Era una buena inversión en un país agrícola donde la agricultura era la mayor fuente de riqueza.
b) Deseaban emular a la alta nobleza adquiriendo las tierras o propiedades raíces que hasta entonces les habían estado vetadas. Esta gente quería ennoblecerse a través del dinero llegando a generarse, en la época de Isabel II, una nueva clase social, la de los «notables» que a través del dinero adquirían tierras y a través del matrimonio adquirían títulos.
En resumen de este primer punto, es pues, la mentalidad española tradicionalmente, una mentalidad muy feudal y muy poco capitalista.
2. La deriva del liberalismo y del capitalismo durante todo el s. XIX y XX tampoco ha ayudado para un cambio en esta mentalidad tan feudal y española. Aquí sigo a Hayek cuando condeno el abandono del patrón oro por parte de las economías occidentales ya que las continuas devaluaciones de moneda e inflación han conseguido que la gente se dé cuenta que el dinero que tanto le cuesta ganar honradamente pierde valor cada año que pasa. Así pues, se animan a invertir en propiedades inmobiliarias como una forma de que su ahorro no pierda valor.
Cierto es que bien podría invertirse ese ahorro en la economía productiva creando empresas que generaran nuevos ingresos, sin embargo la mentalidad feudal y católica española pesa mucho y se prefiere amortizar nuevamente ese ahorro en vez de arriesgarlo.
Y digo que la mentalidad católica también influye porque la Iglesia lleva en España condenando al infierno el liberalismo y el capitalismo desde su implantación. De tal forma que, en el subconsciente colectivo, tenemos grabado a fuego que la riqueza, el capital y el capitalismo es malo.
Personalmente, poseo una hipoteca (que no un piso) que en la actualidad no necesito (no voy a entrar en materia) pero que cuando lo compré fue como vivienda habitual. Por no poderme deshacer de él, venderlo, actualmente lo tengo alquilado (tengo otra vivienda) que es la única forma de que genere ingresos.
Pero, ¿por qué la gente con propiedades es tan reacia a alquilar? Es evidente, la ley de la vivienda. En esta época en la que entramos donde la construcción se ha ido a hacer gárgaras y existe un superávit brutal de viviendas, el alquiler debe convertirse en pieza fundamental. Pero claro, las grandes inseguridades para el propietario que genera la ley impulsa a que estos prefieran mantener cerradas las viviendas o a alquilarlas con unas condiciones muy exigentes para ser un alquiler pues debe asegurarse esas inseguridades que la ley no cubre: avales, impagos, vandalismo, fianzas, etc. Y todo esto encarece enormemente la vivienda de alquiler.
Estoy seguro de que os gustará el vídeo del siguiente enlace:
Cabrit0,
Lo que quise decir es que no estaba interesado en entrar en debate morales con Alfredo, no que la crisis no tenga una parte de origen moral, que la tiene. De hecho yo creo que el consumismo y la cultura de la imagen que hemos padecido tiene un claro componente moral, y este es un punto capital. Para mi estos factores corresponden a una moral postmoderna y «neoliberal», aunque también podríamos hablar de la cultura del esfuerzo, etc.
Para que veas que me intera mucho y especialmente el tema moral te copio el link de la entrada más visitada de mi blog,que quizá hayas leido:
http://larepublicaheterodoxa.blogspot.com/2011/02/el-hundimiento-de-la-socialdemocracia_21.html
Alfredo,
Veo que estamos esencialmente de acuerdo, pero dos puntualizaciones.
«Sí, yo te diría que igual no conoces la noche madrileña de hace una década pero te aseguro que la noche madrileña “ha muerto”»
Jeje, en Valencia existía también la «ruta del bacalao», que era terrible y donde murió mucha gente. Tenía un estilo diferente y atraía a otro tipo de gente que la noche madrileña, pero bueno podría ser comparable. Aquello degeneró en su momento hacia realidades muy duras y acabo a principios de los 90.
Ahora siguen habiendo «bakalas» pero poco tienen que ver con aquello. Recomiendo una canción del grupo valenciano Girasoules llamada «ceremonia robot» que habla de la ruta del bakalao.
«No creo que se trate de adorar nada — se trata de que es una realidad — el mercado libre es el único sistema que funciona y proporciona más libertad. Otra cosa es la cultura consumista y el capitalismo “financiero” — realmente lo que hubo fue servicios financieros — instrumentos bancarios y financieros se vendían a altos precios precisamente porque la gente seguía comprando casas»
La realidad es que el capitalismo sin control evoluciona indefectiblemente a esto. Me ha gustado cuando has hablado de la naturaleza humana y de que cualquier especularía, eso es cierto y eso es uno de los motivos por los que no soy anarquista y sé que eso no puede funcionar. Por una razón similar creo que en un capitalismo global como el que tenemos gestionado en tiempo real en cualquier parte del mundo las burbujas y la especulación es consustancial al sistema, y por eso mismo creo firmemente que debe ser bien controlado y gestionado con limitaciones claras. El capitalismo se puede pasar «al lado oscuro» si se le deja.
» mucha gente dice que en el fondo soy bastante “antiguo” y los marxistas y capitalistas “de la guerra fría” compartimos ciertas ideas y actitudes sobre “el enemigo”»
No es la primera vez que dos posturas «antiguas» se oponen a una tercera aunque sean opuestas. Aunque yo creo que la razón, más bien, es que las fuerzas políticas «antiguas» no se han dejado llevar al huerto con teorías absurdas a diferencia de lo que han hecho los ex-socialdemocracias y los pseudoconservadores y pseudoliberales actuales.
Rubén,
Interesante lo que comentas. No obstante creo que la «mentalidad de pobre» si influye en manera notable. Es cierto que España ha sido rica en épocas, pero sus gentes no lo han sido y, en cualquier caso, yo creo que la explicación no debemos llevarla a 5 siglos en el pasado si no, quizá, a los años 60, donde sí éramos un país pobre y donde teniamos el hambre relativamente cercana.
En esa època ni teniamos los servicios sociales de otras partes de europa ni su poderío económico, y para estar seguros,para «tener donde caerse muerto» en las ciudades después de las migraciones desde el campo el Español, si podía, se compraba una casa. Este espíritu era mucho más marcado en el trabajador sin formación que se pluriempleaba esos años que en el profesional o en el técnico que no tenía miedo al futuro porque confiaba en su preparación. Aunque la realidad inflacionista, como comentamos, también tuvo que ver.
Lo de ser reacio a alquilar lo entiendo, pero creo que se sobredimensiona. El problema básico es que demasiada gente tiene viviendas en propiedad que no necesita, y demasiada poca gente tiene demanda de alquiler (porque la mayoría ha comprado). En un país donde la mayoría ha comprado con un sueldo de «M» como dice el video provoca que la masa de gente que demanda alquiler sea mayoritaramente gente que no pudo comprar, y esto es: Gentes con trabajos precarios, inmigrantes y gentes poco serias. Por lo tanto nos encontramos en un mercado de demandantes en el que la probabilidad de encontrar un mal inquilino aumenta, y por lo tanto los miedos de los propietarios también. Y esto no se arregla con una ley.
Yo soy partidario de dar seguridad al propietario, pero creo que se sobredimensiona este factor. Aunque solucionásemos esos problemas que provoca esa ley según tú, hay problemas endógenos a la situación de meter desconocidos en tu casa que no se van a poder solucionar, y en cualquier caso creo que seguiriamos con este déficit de viviendas en alquiler y de malos precios por la tendencia natural a querer vender y la no aceptación de las realidades económicas que indican que no puedes satisfacer tu hipoteca con un alquiler.
Saludos,
Hola Rubén:
«España no siempre ha sido pobre, ha habido épocas donde era el pais más rico de Europa».
Sí, pero que un país sea rico no significa que la gente lo sea y España, al ser país feudal en el pasado, nunca tuvo «igualdad de oportunidades» ni una Rev. Industrial que permitiera el nacimiento de una «clase» burguesa educada en condiciones.
«1. Siempre ha existido una tradición en España por adquirir propiedades y por ser “señores de gentes” (feudalismo) que al fin y al cabo es otra forma de propiedad. Esto es recurrente desde la Edad Media en la península y, sin lugar a dudas, es el factor fundamental por lo que los españoles viajamos a América a conquistar, colonizar y establecernos. La gran aspiración de conquistadores españoles famosos como Hernán Cortés o Pizarro era conseguir llegar a ser un “señor de indios”.
Sí, que no quepa duda de esto — el problema es que hoy por hoy, si bien no es una mala aspiración, es totalmente surrealista dadas las circunstancias reales que padecemos.
«Por desgracia, durante todo el s. XIX y buena parte del XX, España continuó siendo un país eminentemente agrícola donde la agricultura continuaba siendo la mayor fuente de riqueza y motor de toda la economía. A partir de las grandes desamortizaciones del s. XIX que acabaron con el feudalismo en España e implantaron el capitalismo, una inmensa cantidad de tierras y bienes raíces de todo tipo salieron al mercado, de esta forma aquellos que poseían riquezas en moneda (burgueses que lo habían conseguido a través del comercio y de la incipiente industria) inmediatamente comenzaron a invertir en tierras por dos motivos:
a) Era una buena inversión en un país agrícola donde la agricultura era la mayor fuente de riqueza.
b) Deseaban emular a la alta nobleza adquiriendo las tierras o propiedades raíces que hasta entonces les habían estado vetadas. Esta gente quería ennoblecerse a través del dinero llegando a generarse, en la época de Isabel II, una nueva clase social, la de los “notables” que a través del dinero adquirían tierras y a través del matrimonio adquirían títulos.»
También y ojo, cuando he hablado en el pasado de burguesía, me refiero a que no la tuvimos ANTES cuando sí fue necesario como base — es decir, siglo XVII por lo menos o XVIII. La de aquí se forja de forma tardía y mal.
«En resumen de este primer punto, es pues, la mentalidad española tradicionalmente, una mentalidad muy feudal y muy poco capitalista».
Sí, pero ¿crees que eso se traduce a la juventud española actual? Lo pregunto porque la juventud actual poco o nada tiene que ver con esas generaciones pasadas y no piensan igual.
«2.que la gente se dé cuenta que el dinero que tanto le cuesta ganar honradamente pierde valor cada año que pasa. Así pues, se animan a invertir en propiedades inmobiliarias como una forma de que su ahorro no pierda valor.
Cierto es que bien podría invertirse ese ahorro en la economía productiva creando empresas que generaran nuevos ingresos, sin embargo la mentalidad feudal y católica española pesa mucho y se prefiere amortizar nuevamente ese ahorro en vez de arriesgarlo».
Sí, totalmente de acuerdo — muchos españoles, la mayoría, son reacios al riesgo.
«Y digo que la mentalidad católica también influye porque la Iglesia lleva en España condenando al infierno el liberalismo y el capitalismo desde su implantación. De tal forma que, en el subconsciente colectivo, tenemos grabado a fuego que la riqueza, el capital y el capitalismo es malo».
También es cierto sí — de hecho aquí la riqueza es algo «mal visto» y al pobre se le ve como algo «noble y digno» cuando no suele ser tan fácil y muchos pobres son pobres por su propia inmoralidad. Hablo de pobreza extrema, que conste.
«Personalmente, poseo una hipoteca (que no un piso) que en la actualidad no necesito (no voy a entrar en materia) pero que cuando lo compré fue como vivienda habitual. Por no poderme deshacer de él, venderlo, actualmente lo tengo alquilado (tengo otra vivienda) que es la única forma de que genere ingresos».
Es una forma habitual de generar ingresos en España — muchisimos españoles tienen dos pisos en propiedad — el problema precisamente es que ahora o de cara al futuro será difícil encontrar inquilinos (al menos que no bajen los precios del alquiler, cosa que muchos propietarios no quieren hacer y en consecuencia pierden dinero).
«Pero, ¿por qué la gente con propiedades es tan reacia a alquilar? Es evidente, la ley de la vivienda».
Muy de acuerdo — es prácticamente imposible echarlos a corto plazo cuando son problemáticos.
«En esta época en la que entramos donde la construcción se ha ido a hacer gárgaras y existe un superávit brutal de viviendas, el alquiler debe convertirse en pieza fundamental. Pero claro, las grandes inseguridades para el propietario que genera la ley impulsa a que estos prefieran mantener cerradas las viviendas o a alquilarlas con unas condiciones muy exigentes para ser un alquiler pues debe asegurarse esas inseguridades que la ley no cubre: avales, impagos, vandalismo, fianzas, etc. Y todo esto encarece enormemente la vivienda de alquiler.»
Sí — en España es habitual pedir varios meses de fianza y ¡hasta un aval bancario! Con razón no alquilan. ¿A ver qué joven de entre 25-30 años va a tener en España un aval bancario? Muy pocos, por no decir casi ninguno.
Ah, el vídeo ya lo he visto en el blog del amigo Javier.
Pedro:
Sí, he oído hablar mucho y he estudiado algo sobre la famosa «Ruta del bacalao» — entonces supongo que me entiendes en algo de eso porque hoy salir no tiene nada que ver con aquellas locuras que yo recuerdo perfectamente en España. De hecho, la gente de otros países venía aquí por «la fiesta». Hoy en día en Madrid, la fiesta no tiene nada de diferente a la fiesta en Berlin, o Paris o Nueva York — es decir, no hay nada ya que puedas decir que es «interesante» y «libertario» — hay tantísimas leyes y restricciones que ni siquiera existe ya la «fiesta española» tan famosa de los 80 y 90 a pesar de que muchos guiris siguen pensando que sí hasta que llegan y dicen «vaya, ¿cierran a las 3 los bares o sabado noche? Madrid está sobrevalorada» (en lo de la fiesta madrileña). No sé, igual es que yo soy muy bestia y tengo mucha energía pero yo si salgo alguna vez no me canso a las 3 de la noche y algunos de los que comentan aquí me conocen y saben que si salgo, no paro de hablar y conversar hasta por lo menos las 7 de la mañana o más…aunque NUNCA me ha gustado el «desmadre» ni la droga, ni la depravación nocturna. Sólo hablo de la energía de cada uno y el grado de aburrimiento, etc.
Muy de acuerdo contigo en esto:
«las fuerzas políticas “antiguas” no se han dejado llevar al huerto con teorías absurdas a diferencia de lo que han hecho los ex-socialdemocracias y los pseudoconservadores y pseudoliberales actuales».
Pedro.
No llevo la explicación a hace 5 siglos sino más bien al s. XIX y XX. Si me retrotraigo más atrás es únicamente para explicar lo que se entiende como propiedad feudal y feudalismo.
Y podría considerar que tienes razón si esa actitud de adquirir propiedad hubiera empezado en los años 60, ¿se daba entonces? sí, ¿empezó entonces? No. Esa actitud, mentalidad, costumbre o como quieras llamarla se originó en nuestro pasado cercano, a mediados del s. XIX, a raíz de las desamortizaciones y de la posibilidad de adquirir propiedades para equiparase socialmente a la nobleza de título, prebendas y privilegios.
En definitiva, todo buen español aspira a vivir de las rentas cómodamente y sin arriesgarse.
Pues que quieres que te diga Rubén, ¿Quien accedió a las desamortizaciones? Tan sólo una parte muy pequeña de nuestra sociedad, la burguesía que podía permitirselo.
Cuando hablamos del fenómeno de la compra como general es importante circunscribirlo a la sociedad de masas, y la gran masa trabajadora sólo pudo comprar de forma masiva desde el desarrollismo. Podriamos hacer un análisis de las razones que llevaron a aquellos españoles a comprar, y puede ser que algo de lo que dices sea verdad, pero me parece mucho más crucial las percepciones subjetivas de pobreza y seguridad de los años 60 que la mentalidad propietaria salidad del siglo XIX, aunque no son incompatibles ni una niega la otra.
Y sí, todo el mundo aspira a vivir de rentas, pero el problema crucial es como nos hemos creído que todos podiamos vivir de rentas. Ahí está el verdadero problema de percepción de esta sociedad.
Saludos,
Estoy bastante de acuerdo con lo que acaba de decir Pedro — no ignoremos que la mayoría de españoles (esto me lo contaron mis abuelos) ALQUILABAN hasta los años 60 que es cuando empieza el «boom» de la construcción. Antes de los 60, la masa «obrera» alquilaba en general. Aquí y en todo el mundo occidental. Sólo los señores, en Europa, podían tener casa en propiedad y en EEUU existía algo más de eso debido a la enorme extensión de tierras.
PD: Ahí tenemos la famosa Ley de Arrendamientos Urbanos — aprobada por el General Franco precisamente para fomentar el alquiler y la «protección social» — teniendo en cuenta que la mayoría de españoles alquilaba, se aprobó esa ley.
Ahora bien, eso de la mentalidad del señorito es muy cierto en España pero hay un pequeño problema a mi juicio: antiguamente en el siglo XIX, el señorito era un individuo con extensión de tierras, algo de casas o casa en propiedad y un pequeño mini-fundio. Por lo tanto, se podía permitir en parte serlo — pero luego tenemos el problema que no todo el mundo puede ser señorito y muchos españoles han confundido eso.
Pedro: No obstante, también hemos de reconocer el individualismo español en determinadas cosas. ¿Te imaginas aquí una lavandería comunal en un edificio como tienen en Alemania donde los inquilinos bajan al sótano y lavan su ropa compartiendo lavadoras? NI DE BROMA eso funcionaría en España.
Jaja, bueno pero yo creo que es más bien una costumbre española. Antiguamente en los pueblos las mujeres iban a lavar al rio, y en cierta manera es una versión más rural y antigua de lo mismo. Sería interesante analizar porque estas cosas no pasan, ¿hay algo de individualismo? Algo hay, pero creo que tiene que haber alguna cosa más.
Mira cerca de mi casa hay un edifcio muy famoso de valencia que se llama «la finca roja» ( http://es.wikipedia.org/wiki/Finca_Roja ). Se construyó entre finales de los 20 y principios de los 30 y es uno de los simbolismos de construcción de la época de la república. Ahora acaban de restaurar la fachada y es bastante bonito.
Este tipo de construcciones, de las que hay más, son un tipo de viviendas generadas alrededor de un patio común con el objetivo de ser un lugar de vida social entre vecinos (ahora pasa en algunas construcciones nuevas de tipo residencial, pero la idea socializadora de entonces era bastante más marcada). Quiero decir con esto que este tipo de «experiencias» existen y sería muy interesante ver porque no han sido exitosas. Creo que los acontecimientos socio-políticos de nuestro país han podido tener bastante que ver.
Saludos,
Ah, no me resisto a transcribir de memoria una frase del expresidente del gobierno republicano Juan Negrín sobre las particularidades de las naciones europeas. Creo que ya la he comentado alguna vez.
El contexto de esta frase es una comida en plena guerra civil, en la que asisten además de militares del ejército de la república el embajador francés, que se sienta al lado de Negrín, y un agregado militar soviético que está en otro lado de la mesa. Negrín, hablando con el embajador Francés sobre la guerra, le dice:
«A los Italianos no les temo, pero los Alemanes son otra cosa. Yo he vivido en Alemania muchos años y sé como es ese pueblo cuando todos juntos siguen una idea o un objetivo común. Y ese sentimiento colectivo de los alemanes es muy peligroso para nosotros, porque nosostros no tenemos fuerzas colectivas.
Esos (dice señalando al militar soviético) también son peligrosos, pero ahora los necesitamos. Y ustedes, ustedes son como nosotros, y por eso nos están dejando morir»
Creo que Negrín definía perfectamente a los Alemanes, Rusos, Italianos y Franceses. Sé que a ti no te gustan los franceses, pero creo que es obvio que tenemos más en común con ellos que con los Alemanes, y en este momento histórico sería buenon crear un contrapeso a Alemania…bueno, este es otro tema.
Saludos,
Pedro: Lo de la «socialización» es muy cierto aunque, citando de nuevo a mis abuelos, estaba asociado con «la clase baja» — por ejemplo, lo de hablar con las vecinas en el patio…
En cuanto a lo de que hoy no se da mucho…sí creo que tiene que ver con cierto individualismo (a ninguna española «normal» le gusta la idea de compartir su lavadora con nadie y tampoco le va el tema de la lavandería en la ciudad). De hecho, como sabrás, en España hay MUY POCAS lavanderías en comparación con Inglaterra, Alemania, Holanda, etc.
Negrín tenía razón — nadie teme a un italiano y en España no hay fuerzas colectivas. ES LA PURA REALIDAD. Yo lo noto muchísimo después de vivir en EEUU la falta de «unión» en España y no sólo a nivel político — aquí una comunidad de vecinos se odia normalmente. Es más, por eso en parte la gente no se preocupa tanto por el grafiti «porque como no es mi casa…es la fachada del vecino». Me decía un amigo inglés algo muy cierto: «los españoles y los griegos y gentes del sur de Europa en general sois muy limpios en vuestras casas, no tenéis alfombras, etc pero sin embargo las amas de casa tiran muchas cosas por la ventana, a la calle» — efectivamente porque no somos cívicos en este país. Por eso digo lo de que somos muy individualistas en algunos temas.
Alfredo:
Este tema es tal vez el más «ambicioso» que he leído en este sitio, debido a los múltiples problemas que toca. Paso a comentar en primer lugar el tema en sí:
«EEUU — Las notícias que nos ha llegado aquí del mercado de la vivienda en los EEUU son malas — MUY malas. En EEUU, el precio de la vivienda es ahora mucho menos que el valor que tenían aún en el mes malo de abril 2009; hoy se ha confirmado que posiblemente EEUU entre en una recesión de doble caída en el mercado de la vivienda, según el Financial Times y el Wall Street Journal.
Esto no sólo significa que el Presidente Obama lo tiene crudo para volver a ser reelegido. Tampoco sólo significa que el dólar seguirá en cayendo en picada ni que el paro seguirá en un 10% durante mucho tiempo más.»
El escenario es dantesco: Bernanke ha inyectado liquidez al mercado financiero en proporciones monstruosas; sin embargo, ni siquiera ha suavizado la crisis.
«No voy a entrar mucho en la inflación — que se debe a las distorsiones monetarias en los EEUU pero todos sabemos cómo ha subido el precio del petróleo (todos los que tienen coche lo saben perfectamente) y como muchos españoles ya no tienen empleo y forma de ganarse la vida, han tenido que hacer recortes en otras esferas. En EEUU, el precio de los alimentos está por las nubes y su economía realmente no se está recuperando. Se está viendo un subidón de la inflación que está fulminando y carcomiendo al hombre digno y honrado que trabaja. Tal es el precio de los rescates socialistas de Barack Obama y de inyectar dinero al mercado.»
Ya se está viviendo el peor escenario en los países desarrollados: salarios a la baja, alta inflación y desempleo juvenil rampante. El putero de strauss-kahn ya había dicho que estamos frente a una «generación perdida», ya que Occidente necesita de más jóvenes para sostener su estilo de vida, pero al mismo tiempo los jóvenes están «sobrando» en el mercado laboral. ¿Alguien puede explicar ésto?.
«Creo que para algunos jóvenes, lo más difícil de todo será levantarse hoy y que, gracias a este repaso que os voy a dar, te darás cuenta que estás por encima de tu nivel y que no eres más “rico” que muchos inmigrantes que en su día aceptaste que entren, pero ahora ya no te hacen tanta gracia porque tendrás que convivir con ellos y trabajar haciendo las cosas que ellos hacían hace 4 o 5 años atrás. Consuélate con un hecho: tus abuelos también lo hacían — es más, tus abuelos en España seguramente (si eran de clase media o media-baja) se lavaban en una palangana y cocinaban con carbón aún en los años 70 en muchísimos edificios del centro de Madrid.»
Bueno, hay personas que prefieren vivir de sueños. Lo triste es cuando se enfrentan a la terrible realidad. Con el panorama de hoy, no dejo de pensar de que nuestros antepasados eran casi titanes, ya que trabajaban en condiciones consideradas hoy como infrahumanas, ganaban menos, tenían menos cosas, y aún así preferían sacrificarse para que nosotros vivamos mejor que ellos.
Hay que deshacerse de dos errores que a menudo cometemos en la derecha, porque somos seres humanos y tampoco somos perfectos:
«1. No todos los empresarios son ejemplares y mucho menos en el caso español: En España, gran parte del empresariado tiene dinero gracias a unas herencias u origenes familiares, no por sus propios méritos. No digo que sea el caso de todos los empresarios, obviamente, pero sí se nota más en determinados sectores en comparación con EEUU, donde sí hay más “self-made men” que aquí.»
Creo que toda la maquinaria de los degenerados morales influye en todos los estratos sociales de la población, a tal punto que hoy en día ya no llama la atención que exista Paris Hilton, por ejemplo.
«No obstante, tengo que decir que los conservadores de la época de nuestros abuelos, como Margaret Thatcher, fallaron cuando subrayaron tanto eso de tener casa en propiedad. Un famoso ejemplo fue Thatcher con la venta de las “council houses” en Inglaterra. Thatcher tenía muy buenas intenciones: la idea era que un propietario era menos destructivo que un inquilino. Eso es cierto, porque cuando uno es propietario, tienes más incentivos y seguramente si en tu edificio todos son propietarios, no pasará lo que ocurre en algunos edificios de mi zona: nada más entrar al portal, ya ves a jóvenes de todo tipo de razas pintando en las paredes y meando dentro después de una borrachera (cuando no les da por pegarte un puñetazo en la cara y robarte la cartera, efectivo, móvil, tarjetas, etc) después del tirón. Reconocido ese aspecto, subrayo que no estoy de acuerdo con esa política thatcherista de nuestros abuelos hoy en día porque no tenemos una comunidad apta para mantener propiedades. Luego lo explicaré.»
Así es. En la época de Reagan se volvieron populares las tarjetas de crédito, lo que permitía a las personas ahogarse en deudas que pagaban con más deuda. El invento pudo tener buenas intenciones, pero no tuvo el efecto esperado. Es cierto sobre el tema de las viviendas: en un edificio viven personas con distinto grado de educación, y es verdaderamente molesto tener que vivir bajo un mismo techo con gente que más parecen simios que personas (y encima en una república bananera como el Perú).
continúa…
«La mala noticia os llega en un mal momento que atraviesa España. Los del “baby boom” (los nacidos entre 1945-1960 más o menos), la generación más consumista, “progre” (de aquellos lodos tenemos la juventud consentida y amoral que tenemos) e irresponsable (con perdón a nuestros padres que NO son irresponsables pero hablo en general y estoy seguro que ni mis padres aprobarían este mensaje) de la historia de Occidente, están empezando a acercarse a la edad de jubilación y lo saben.»
Esa generación pagará muy caro su infinita irresponsabilidad, materialismo e inmoralidad. Lo malo es que como buen sistema «equitativo» que es, justos pagarán por pecadores. Mientras que lo normal es que los padres se esfuercen para dejar algo mejor a sus hijos, esa generación ha hecho todo lo posible para vivir de la riqueza de sus hijos, disfrutarla hasta el hartazgo, y al final dejarles un montón de deuda que tendrán que pagar. Pero claro, como esos zánganos ya van a estar muertos cuando el acreedor venga a exigir su dinero, pues no importa. Lo mejor que podríamos darles para su jubilación sería algo de marihuana, una guitarra y una de esas lámparas de colores, para que recuerden épocas más «felices».
«No fue, obviamente, un fracaso total. Muchos españoles han disfrutado los beneficios de vivir en un hogar propio. Los deudores prudentes que han comprado sólo su casa (la que necesitaban) y no cayeron en la tentación de usar su capital en propiedad para financiar su estilo de vida no han salido tan mal de esta crisis.»
Si bien yo creo en que las personas de hoy deben ser más móviles (por el tema laboral principalmente), creo que una familia debe vivir en una casa, aunque sea alquilada. No me llama mucho la atención los departamentos para familias, aunque si uno es soltero da lo mismo, ya que no se necesita mucho espacio. En EEUU las familias saben cómo obtener ambas cosas, y es algo que me llama bastante la atención, ya que buscan vivir en una casa, pero al mismo tiempo pueden abandonarla y conseguir otra en algún otro lugar.
«En consecuencia, ese pago de hipoteca que le parecía razonable a tu padre en 1981 cuando trabajaba en Correos o en la fábrica de Mahou (con sus constantes subidas salariales si trabajaba más horas) ahora se convierte en una carga que nuestra generación sencillamente no puede sostener cuando ya no hay Correos que pague un salario equiparable a las hipotecas y los únicos trabajos disponibles se encuentran en Mcdonalds, o de teleoperador con contrato fijo discontinuo, sin días festivos pagados, y un sueldo a la hora (si te enfermas, no cobras tampoco en ese tipo de contrato).
Por ello, la mayoría de gente de mi edad y menos no se interesa por comprar una casa y eso va a tener unas consecuencias inmensas de aquí a 10 años.»
Una era está llegando a su fin, y comienza otra. Es una verdadera lástima, pero en la transición muchos no «sobrevivirán».
«2. La estructura familiar también está cambiando. El divorcio era algo raro y mal visto en la época de nuestros abuelos y padres. La mayoría de las “familias” tenían padre, madre, en matrimonio, y entre 2-5 hijos. Hoy, tenemos una España con una variedad caleidoscópica de hogares y no encaja con el patrón de una hipoteca a treinta años como antiguamente. El divorcio provoca un nuevo hogar con renta inferior al originario. Una nación con un alto índice de divorcios como se está convirtiendo esto es una nación con más riesgo de impago de los créditos que una nación de familias estables, casadas para toda la vida, con un empleo vitalicio. Eso sin contar, por supuesto, el aumento de las “familias” homosexuales y monoparentales, alentadas por el gobierno anticristiano y socialista que tenemos.»
Creo que ésto es el problema principal de toda esta generación: durante siglos, los occidentales se han enfrentado a peligros que estuvieron a punto de borrarles de la historia; sin embargo, al final salían victoriosos y aún fortalecidos. Hoy, en un mundo más pacífico, con más bienes y servicios, con una prosperidad jamás soñada por las generaciones anteriores, etc. occidente está amenazado con desaparecer por una «implosión». ¿Cómo es posible que occidente esté amenazado por una crisis que haría reír a sus ANTEPASADOS?. Porque los occidentales de hoy carecen de algo que SI tenían sus ancestros: una MORALIDAD MAS SOLIDA. Una persona con moralidad busca la trascendencia, y por eso se esfuerza por crear los medios apropiados para conseguirla; mientras que un amoral no tiene ese impulso, sólo busca satisfacerse, vivir sin preocupaciones, sin temor por el futuro de su nación. Para el amoral, sólo existe el «hoy», no el mañana. ¡Y después se preguntan porqué la economía ha implosionado!. Es por eso que me causa gracia que haya países que se mean en los pantalones porque hay cada vez menos niños, pero al mismo tiempo PROMUEVEN la inmoralidad, AÚN SABIENDO que inmoralidad y niños NO PUEDEN CRECER JUNTOS.
«He visto a muchos padres decirle hoy a sus hijos: Yo ya cuando tenía 18 años estaba trabajando y estaba a punto de casarme con tu madre a los 21 años…y es cierto: en 1981, nuestros padres se casaban a principios de la veintena, y ya tenían su casa y una hipoteca. Hoy en día, es injusto decirle lo mismo a un joven porque sencillamente NO es la misma realidad. Ningún empleo para un joven hoy puede mantener una hipoteca. Es así de sencillo y así de cruda la realidad para muchos.»
Ese escenario ya se está viendo en el Perú, principalmente en las ciudades. En mi pueblo natal, por ejemplo, las casas y los terrenos están baratos (si uno tiene 2000 dólares puede consaeguirse un terreno de 160 m2), pero en Lima los precios están más altos incluso que los precios de Miami. Espero que cuando me decida a comprar una casa (dentro de unos 2 años, si Dios quiere), la burbuja haya explotado, jeje.
Ahora, según he leído, las parejas en España no quieren tener hijos porque no tienen un buen lugar para criarlos, y hasta cierto punto puedo entender eso. Varios acusan a la falta de acceso a una vivienda la baja tasa de natalidad en España, y no sé hasta qué punto pueden tener razón.
Leyendo este tema, he visto muchas coincidencias entre la situación de España con la situación de ciudades de países en desarrollo. En Lima es casi imposible obtener una casa, y aún el alquiler de cuartuchos se ha disparado en estos últimos años. Cuando vine a Lima ya hace 8 años, recuerdo que había cuartos baratos en el centro de la ciudad; hoy es bastante raro encontrar uno, incluso en zonas periféricas. La verdad es que, como toda ciudad en crecimiento, en Lima es difícil poder pagar alquiler, pasaje, comida y otros gastos, y ni qué decir del ahorro. Es pór eso que, cuando uno encuentra pareja, ambos trabajan, ya que dos pueden vivir con el sueldo de uno, y el sueldo del otro cónyugue se puede utilizar para otras cosas (principalmente en la crianza de los niños). Como ven, la situación no es fácil en Lima, pero en general la gente aquí espera que su condición mejore con trabajo duro, y que sus hijos vivirán mejor que ellos. Muchos jóvenes provincianos se vienen a estudiar a Lima, pero casi todos ellos tienen ayuda de sus padres (fue mi caso cuando me vine a Lima, a los 16 años). ya que sin esa ayuda, muchos estarían «condenados» a vivir y trabajar en su pueblo miserable. Aquí nadie te regala dinero por desempleo y esas cosas, si no puedes mantenerte o si no tienes ayuda familiar, simplemente te mueres de hambre.
¿A dónde quiero ir con ésto?. Es que yo escucho que en Europa y otros países la gente no tiene hijos porque es muy caro. Pues aquí las cosas son muchísimo más duras, y sin embargo, veo que la gente tiene dos hijos a más (si bien la natalidad viene disminuyendo en las ciudades). De seguro me dirán que aquí la gente no sabe de planificación familiar, pero eso es falso, ya que según mi experiencia, las familias tienen a la mano mucho material educativo. La diferencia que yo veo es que, mientras en el Perú todavía la gente ve como algo normal (incluso casi obligatorio) tener hijos (aunque no tantos como tenían sus padres), en Europa se ha desarrollado una inmensa propaganda para destruir la familia tal como la conocemos. Se pone más énfasis en disfrutar los placeres carnales, o vivir sin asumir ninguna responsabilidad, el vivir en pareja se ve como una dominación de un cónyugue hacia otro, y a vivcir como te dé la gana. Es la búsqueda de la «eterna juventud». Tanto en Perú como en Europa la mujer tiene acceso al mercado laboral, pero curiosamente las que tienen menos hijos son las que tienen más facilidades para poder tenerlos y criarlos. La conclusión sería: hay cosas que no deben jamás ser cuestionadas, ni mucho menos cambiadas. Ya veremos dentro de unos años a dónde lleva en realidad la búsqueda de la eterna juventud.
Pedro:
Es bueno leer comentarios como has puesto aquí. La verdad es que ver izquierdistas como tú hay pocos (o casi nadie, según mi propia experiencia).
«Creo, pues, que es importante en aras de un análisis adecuado de la realidad saber dónde se ha errado gravemente. En este ´país y en muchos otros la vivienda ha subido sobremanera por el crédito fácil y en base a una economía que yo llamo de capitalismo financiero (en contra del capitalismo tradicional), es decir, en una economía donde el dinero y la inversión se refugian en la compra-venta como método para generar ganancias y no en la inversión productiva. Este capitalismo financiero tiene consecuencias nefastas, la primera es que es mucho menos dependendiente del factor trabajo y lo genera en menor proporción, y si lo genera lo genera con la misma naturaleza que esa inversión: Súbito y temporal.»
Voy a tratar de aclarar sobre lo que se conoce comúnmente como «economía financiera»: Lo que se llama hoy como economía financiera nació con la caída del tratado de Bretton Woods. Al desvincularse el dólar del patrón oro, se creó un mercado de divisas que no tenían ningún respaldo, salvo (en teoría) la producción de los países (que pueden variar por distintas razones). Esto hizo que valorar una divisa sea bastante difícil, lo que crearía obstáculos para el comercio. Es por eso que nacen los productos derivados, que tenían como fin ser utilizados como cobertura ante una fluctuación no deseada de un mercado en particular. En teoría los instrumentos derivados son beneficiosos para las industrias, ya que pueden hacer sus proyecciones de unas manera más segura. Lo «malo» viene cuando esos instrumentos se usan como especulación; o sea, sin ningún activo «real» al cual proteger. Por ejemplo, una empresa productora de trigo podría dejar de invertir si creyera de que el trigo estará más barato en el futuro, pero gracias a un contrato de futuros, la empresa puede vender «trigo del futuro» al precio de hoy (o algún otro precio conveniente). Esta cobertura le daría más tranquilidad a la empresa, y así podría invertir más. En cambio, el especulador compra y vende un contrato de futuros de trigo sin tener siquiera una empresa productora de trigo, ya que cree que puede beneficiarse de él en el futuro. Puede parecer que los especuladores no realizan algo útil, pero en realidad la empresa de trigo necesita de ellos en la mayoría de las ocasiones, ya que el especulador es el que da liquidez a los contratos de futuros. Hasta aquí no habría problemas. El problema se crea cuando los mercados crean instrumentos excesivamente complejos, de tal forma que incluso los inversionistas no los entienden muy bien.Todo ésto, unido a lo que se conoce como «Gestión de riesgos financieros», motivó que muchos inversionistas creyeran de que en el mercado existen productos sin ningún tipo de riesgo, cuando eso no existe ni siquiera en negocios muy demandados. Las crisis son terribles, pero tienen (o deberían tener) algo bueno: que gracias a ellas se pueden adoptar reformas que antes ni siquiera se tomaban en cuenta.
El «Sueño» del empleo seguro:
Con la revolución industrial, muchas «empresas» desaparecieron, y en su lugar surgieron otras. El cambio no sólo afectó al empleo, sino también a las familias. Antes todos los miembros de una familia trabajaban y vivían en un mismo lugar, pero la revolución industrial sacó al padre del hogar y lo llevó a «vivir» a la fábrica, dejando a los demás miembros de la familia en el hogar. Pudo ser una crisis de proporciones catastróficas, pero la familia sobrevivió a ese cambio brutal, y se adaptó a las nuevas circunstancias.
Hoy, ese tipo de empleo va camino de la extinción. En los países desarrollados, por lo general los gobiernos han tratado de tapar esa realidad con rígidas leyes laborales y beneficios sociales, pero ahora eso ya no es posible, y los europeos lo están sintiendo.
¿Puede hacer algo el gobierno?. Me parece que sólo se escuchan dos posiciones al respecto. Uno de ellos dice que el estado debe asegurar un empleo digno a sus ciudadanos, mientras que el otro dice que el gobierno no debe hacer nada. Creo que ambos son casos extremos, y no recomendables. Yo creo que el estado debe poner su parte, pero no asegurando que una persona tenga empleo. La realidad es que el estado no puede asegurar empleo digno para todos; sin embargo, puede enfocarse en aspectos que SI puede hacer bien: educación y leyes laborales. En cuanto a educación, el estado no tiene porqué romperse el cerebro en crear una solución novedosa, puede ver ejemplos que resultaron ser exitosos. Los países nórdicos y del sudeste asiático pueden enseñar mucho sobre ésto. La legislación estaría enfocada en crear leyes que sean acordes a los nuevos cambios que se dan en el mercado laboral, en vez de tratar de forzar al mercado laboral a adaptarse a leyes obsoletas y fuera de la realidad. Si el gobierno está de lado del mercado, en vez de estar CONTRA el mercado, las cosas pueden ser menos traumáticas; pero si el gobierno se empeña en pelear contra el mercado, y prometer estúpidamente a sus ciudadanos que él les protegerá del mundo exterior, entonces la escena no sería muy diferente a la del coyote que utilizó un paraguas para protegerse de una avalancha de rocas.
Antisindicalista: Acabo de leer sus intervenciones y me parecen muy acertadas todas. Voy a tocar algunos de esos temas en la segunda parte.
Hola Alfredo.
En cuanto a lo de que España era rica pero los españoles no. Puedo decirte que si lo que esperas es que la riqueza estuviera distribuida esta, en sí misma, es una pretensión fantasiosa para la época que no se desarrolla ni en España ni en ningún otro país del mundo hasta bien entrado el s. XIX con el socialismo y su concepto de «justicia social». Luego no era algo propio de España, tampoco lo era de Francia, Inglaterra, etc.
La riqueza, lógicamente, estaba circunscrita a unas pocas manos: nobleza y cierta burguesía comercial en las grandes ciudades y, sobre todo, en Sevilla primero y luego en Cádiz.
En cuanto a tu pregunta de si los jóvenes de hoy en día siguen poseyendo tal mentalidad, creo que es una pregunta que no puedo contestar con exactitud. No obstante, los ejes directores de tal mentalidad (y cualquier otra) se transmiten de generación en generación de padres a hijos de forma sutil mediante imitación de las formas de actuar hacia determinadas circunstancias de la vida.
Por otra parte, el tema de la propiedad es muy importante. Me parece confuso que alguien como tu que se considera un «liberal clásico» lo critique cuando uno de los pilares fundamentales de este liberalismo es la «santificación» y protección a ultranza de la propiedad. No sólo de la propiedad privada, que también, sino del concepto de propiedad como fruto y generación de riqueza y al mismo tiempo destino de las mismas.
Quizá este tema, el de la propiedad y su fascinación por ella, tenga un origen feudal en cuanto a aseguramiento de una dinastía familiar. Pero me parece necesario recordar que el liberalismo y el capitalismo hacen un énfasis especial en la propiedad, tanto o más que el feudalismo, con la diferencia de que el liberalismo flexibiliza la propiedad, le otorga obligaciones (además de derechos) y, lejos de cambiar su objetivo principal (el de ser el tálamo familiar) permite que se transforme en capital líquido para conseguir los objetivos propios del capitalismo.
Igualmente, por comentarios que has hecho en el pasado, te recuerdo tus propias palabras sobre la configuración de unos EEUU originarios donde la riqueza estaba distribuida con bastante igualdad gracias a la particularidad de América como colonia y a la abundancia de tierras libres. ¿Y en qué se basaba esa igualdad? Se basaba en la propiedad, la mayoría eran pequeños propietarios de granjas y tierras, como aseguramiento y al mismo tiempo fuente de riqueza. Y no por ello tenían una mentalidad de pobres.
Rubén:
«En cuanto a lo de que España era rica pero los españoles no. Puedo decirte que si lo que esperas es que la riqueza estuviera distribuida esta, en sí misma, es una pretensión fantasiosa para la época que no se desarrolla ni en España ni en ningún otro país del mundo hasta bien entrado el s. XIX con el socialismo y su concepto de “justicia social”. Luego no era algo propio de España, tampoco lo era de Francia, Inglaterra, etc».
No, yo no hablo de «redistribuir» la riqueza — hablo de movilidad social hacia arriba — inexistente en un sistema feudal — España nunca rompió absolutamente con el feudalismo como sí ocurrió en Francia o Inglaterra.
«Por otra parte, el tema de la propiedad es muy importante. Me parece confuso que alguien como tu que se considera un “liberal clásico” lo critique cuando uno de los pilares fundamentales de este liberalismo es la “santificación” y protección a ultranza de la propiedad. No sólo de la propiedad privada, que también, sino del concepto de propiedad como fruto y generación de riqueza y al mismo tiempo destino de las mismas».
¿Por qué te parece confuso Rubén? Lo que no se puede hacer es santificar lo que NO se tiene — es decir: una hipoteca en realidad es un endeudamiento, NO ES una propiedad tuya hasta que NO se pague. Y no entiendo lo de «protección a ultranza» de la propiedad pero te diré que no voy a caer en el error americano — lo comenté aquí hace tiempo que la propiedad privada también tiene obligaciones y funciones — no es «a ultranza» para mí. Pero además, que eso se defienda no sé qué tiene que ver con el tema en sí: estamos criticando que en España se ha valorado tener «casa en propiedad» cuando en realidad es del banco y a pesar de que legalmente está «en propiedad», no es realmente «tuya» si dejas de pagarla por ejemplo. Yo no puedo defender ese modelo económico de endeudamiento masivo y «casa en propiedad» — eso no era Adam Smith ni liberalismo clásico en absoluto. Yo defiendo la propiedad privada de quien la tenga — de quien la pueda sostener y pagarla y mantenerla — pero yo no puedo defender que en el nombre de querer tener propiedad, incurras en deuda masiva.
«con la diferencia de que el liberalismo flexibiliza la propiedad, le otorga obligaciones (además de derechos) y, lejos de cambiar su objetivo principal (el de ser el tálamo familiar) permite que se transforme en capital líquido para conseguir los objetivos propios del capitalismo».
En esto estoy de acuerdo.
«Igualmente, por comentarios que has hecho en el pasado, te recuerdo tus propias palabras sobre la configuración de unos EEUU originarios donde la riqueza estaba distribuida con bastante igualdad gracias a la particularidad de América como colonia y a la abundancia de tierras libres. ¿Y en qué se basaba esa igualdad? Se basaba en la propiedad, la mayoría eran pequeños propietarios de granjas y tierras, como aseguramiento y al mismo tiempo fuente de riqueza. Y no por ello tenían una mentalidad de pobres».
No entiendo — es que este tema es completamente distinto. YO NUNCA he dicho nada de «redistribuir» la riqueza ni que ésta haya estado distribuida con bastante igualdad — ¿dónde he dicho eso yo, Rubén? He dicho que como había mucha abundancia de tierras libres, el gobierno fomentaba la compraventa de las mismas…y en consecuencia, mucha gente compraba y se forjaba el «sueño americano». Pero eso en el siglo XIX. Hoy no podemos hablar del sueño americano ni mucho menos de oportunidades: todo eso, lo siento, se acabó para muchas generaciones y ahora hay que ser realistas.
Dicho de otra forma, Ruben: la gran masa de «trabajadores» que ahora tienen entre 21-35 años sencillamente no se pueden hipotecar y lo que es más significativo: no podrán depender de sus empobrecidos padres tampoco como se venía haciendo hasta ahora. Son realidades durísimas de aceptar para muchas personas pero «es lo que hay».
@antisindicalista: Estoy muy de acuerdo con todo lo que usted ha comentado y también lo que comenta de los apartamentos — si yo tuviera una familia, no me gustaría vivir en un apartamento — yo por ejemplo me crié en CASA baja y siempre he asociado el apartamento con «otra cosa» pero no con algo «familiar». Es un prejuicio mio, pero muy legítimo.
Pedro.
Como supongo que no desconocerás existen muchísimos estudios sobre las desamortizaciones en España (yo mismo soy autor de alguno de ellos).
En primer lugar hay que saber diferencia entre el norte (hasta Toledo) y el sur de España. A causa de la Reconquista y del reparto de la propiedad de la tierra realizada, existe una enorme diferencia entre una zona geográfica y otra.
El norte está configurado por pequeños y medianos propietarios (muchos hidalgos y simples propietarios plebeyos) mientras que en Andalucía, Extremadura y La Mancha lo que predomina es el latifundio.
Una vez determinado este extremo, las subastas realizadas por la Hacienda pública de las tierras de la Iglesia, las comunales y las de realengo tuvo un desigual desarrollo dependiendo de la zona de España. En el norte, los pequeños propietarios pudieron adquirir más tierras y algunos aumentaron considerablemente sus haciendas, por tanto muchísimos tuvieron acceso a esa propiedad y esta fue distribuida entre múltiples propietarios. En el sur, sin embargo, tal no pasó y la acumulación de tierras entre unos pocos (alta nobleza) se acentuó.
Pero lo más importante de la desamortización no fue la subasta de tierras no, sino concretamente, la desamortización como concepto originario, o sea, la modificación legislativa de la propiedad y el establecimiento del liberalismo legal. Esto fue muy importante en el norte de España porque permitió a estos pequeños y medianos propietarios algo muy importante que hasta entonces no estaba permitido, más incluso que el hecho de poder comprar y vender tierras, que es el poder mejorarlas. El inmovilismo del feudalismo no permitía (aunque se pudiera) crear nuevos regadíos, construir molinos, balsas, acequias, azudes en los ríos, etc. A partir de entonces, el libre mercado y el liberalismo legal, en definitiva el capitalismo, permite por primera vez en la historia que los agricultores del norte de España mejoren la productividad de sus tierras con el consiguiente aumento de la riqueza. Por desgracia, esto en el sur no tuvo lugar o lo tuvo en menor medida.
Dices:
«Cuando hablamos del fenómeno de la compra como general es importante circunscribirlo a la sociedad de masas, y la gran masa trabajadora sólo pudo comprar de forma masiva desde el desarrollismo.»
No es necesario llegar hasta la sociedad de masas para esto. La gran masa de la población en el s.XIX y buena parte del XX se encontraba en el mundo rural. En el norte de España, la gran masa eran pequeños propietarios que tuvieron acceso a esa propiedad de la tierra (no así en el sur). Además, no voy a decir que la «sociedad de masas» carezca de importancia pero esta solo tiene lugar a partir de la IIGM y con la industrialización, y a causa del carácter eminentemente agrario y rural de España la masa de la población se encontraba en el campo comprando tierras y no en las ciudades comprando pisos. Solo muy tardíamente, a partir de los 60, se da ese fenómeno en España, abandonando el campo y emigrando a las ciudades. Pero antes de esa época, ya se adquiría propiedad de la tierra de forma habitual entre la gran masa de la población rural española.
Muy de acuerdo con tu último párrafo. Pero no por ello puede dejar de aspirarse a ello, como tampoco a «la persecución de la felicidad».
Alfredo.
Vale perfecto. Entonces lo que criticas es un modelo de economía del endeudamiento que no es lo mismo que criticar la posesión de propiedad. Pero te recuerdo que has llegado a decir que querer tener una casa es mentalidad de pobres. No obstante, para adquirir una casa o tener cualquier tipo de negocio siempre será necesario un mínimo endeudamiento, sino los bancos no serían necesarios. Lógicamente, esto hay que regularlo convenientemente. Porque si alguien que no puede pagar una casa, el banco le da la hipoteca, ¿la culpa es del comprador o del banco que le da la hipoteca?
Dices: «hablo de movilidad social hacia arriba».
Evidentemente yo también. Esto, en una sociedad estamental no es posible como tampoco lo era que la riqueza estuviera acumulada en más manos. Pero España no es una excepción en ello. Europa entera es un fiel reflejo de esto y de la sociedad feudal. No es hasta el liberalismo y el capitalismo que esto cambia. En Inglaterra podrían controlar el poder y podrían mejorar su nivel de vida económicamente hablando pero jamás tendrían las prebendas y privilegios de un lord. En España, también se podía mejorar económicamente (quizá menos pero debido a otros factores) pero jamás podrían llegar a ser iguales al duque de Alba (aunque lo fueran en riqueza).
Dices: «YO NUNCA he dicho nada de “redistribuir” la riqueza».
Alfredo, si lees bien mi comentario yo tampoco he dicho que tu digas que hay que redistribuir nada.
Decía que has llegado a comentar que los colonos americanos era una sociedad más igual entre ellos: blancos, protestantes y todos con sus granjas. En definitiva, la propiedad. A causa de la abundancia de tierras, todos tenían alguna propiedad, que era a lo que yo me refería. A que su sistema se basó en colonos propietarios no en colonos jornaleros de nadie.
Muy de acuerdo con tu último párrafo. Ahora bien, que no se puedan hipotecar no quiere decir que no puedan aspirar a ello y que no puedan trabajar duramente para conseguirlo, ¿no crees?
Lo que quiero decir, reflexionando, es que lo malo NO es que la gente quiera tener una propiedad: un piso, una casa, etc.
Lo malo es este puto y corrompido sistema de mierda que, de repente, ahora no permite tenerla por causa de sus inmorales excesos pasados.
¿Que todos hemos contribuido? Si, pero la economía financiera a la que Antisindicalista se ha referido en un comentario, es un juego de piratas sin control ni regulación donde pueden hacer lo que les da la gana. Y esto no es una cosa de todos, es una cosa de los gobiernos que lo han permitido alegremente y la han fomentado así como la economía del endeudamiento practicándolo ellos (los políticos que manejan nuestros Estados) primeramente y endeudándonos a todos.
Rubén:
«Vale perfecto. Entonces lo que criticas es un modelo de economía del endeudamiento que no es lo mismo que criticar la posesión de propiedad».
Exáctamente — así es — nunca he criticado en absoluto la posesión de propiedad. Todo lo contrario — sí he criticado el endeudamiento, que no es otra cosa que ser deudor y nada que ver con poseer propiedad.
«Pero te recuerdo que has llegado a decir que querer tener una casa es mentalidad de pobres».
Lo he dicho así porque lo veo en ese sentido: como he dicho en mi entrada hoy, los países pobres o que habían sido tradicionalmente pobres durante mucho tiempo: Irlanda, España, Grecia…valoran más tener casa en propiedad que países «ricos». Las estadísticas lo apuntan.
«No obstante, para adquirir una casa o tener cualquier tipo de negocio siempre será necesario un mínimo endeudamiento, sino los bancos no serían necesarios. Lógicamente, esto hay que regularlo convenientemente. Porque si alguien que no puede pagar una casa, el banco le da la hipoteca, ¿la culpa es del comprador o del banco que le da la hipoteca?»
Del banco, por supuesto pero se ha pasado de que el banco GESTIONE una hipoteca a bancos que crean hipotecas de la nada — lo he mencionado hoy.
«En Inglaterra podrían controlar el poder y podrían mejorar su nivel de vida económicamente hablando pero jamás tendrían las prebendas y privilegios de un lord. En España, también se podía mejorar económicamente (quizá menos pero debido a otros factores) pero jamás podrían llegar a ser iguales al duque de Alba (aunque lo fueran en riqueza)».
Sí bueno Europa siempre fue más clasista. Es la historia (y lo sigue siendo, aunque en otro sentido y no de privilegios necesariamente)…
«Decía que has llegado a comentar que los colonos americanos era una sociedad más igual entre ellos: blancos, protestantes y todos con sus granjas. En definitiva, la propiedad. A causa de la abundancia de tierras, todos tenían alguna propiedad, que era a lo que yo me refería. A que su sistema se basó en colonos propietarios no en colonos jornaleros de nadie».
Ah ahora te entiendo — sí, efectivamente pero es que por muy deseable que eso sea, y lo es, sencillamente no tenemos tal realidad social ahora.
«Ahora bien, que no se puedan hipotecar no quiere decir que no puedan aspirar a ello y que no puedan trabajar duramente para conseguirlo, ¿no crees?»
Por supuesto — si ellos quieren aspirar a eso, yo no tengo problemas con eso (a mi personalmente me parece una aspiración algo mediocre en el fondo…porque estamos hablando de un endeudamiento de por vida en muchos casos) pero bueno, si tienen el dinero o quieren trabajar de sol a sombra para conseguir eso, pueden ser o deben ser libres de hacerlo. Eso sí, lo que no procede es que cuando las cosas vayan mal, que los contribuyentes seamos los que tengamos que pagarle los platos rotos y «rescatarles».
Rubén dice:
«Y esto no es una cosa de todos, es una cosa de los gobiernos que lo han permitido alegremente y la han fomentado así como la economía del endeudamiento practicándolo ellos (los políticos que manejan nuestros Estados) primeramente y endeudándonos a todos».
Mucha gente muy mayor en mi familia dice esto mismo y tenéis razón — pero en parte.
Para mí todo el mundo sí tiene «algo» de culpa pero unos son más responsables moralmente que otros y nadie tiene toda la culpa. Los deudores pidieron más deuda y compraron más de lo que debían. Los especuladores bailaban sobre este precipicio con dinero ajeno. Los bancos, como usted bien dice, se aprovecharon y los políticos en vez de ser perros guardianes se convirtieron en perritos falderos y utilizaron las agencias financieras como zona de recreo en vez de llenarlas de líderes competentes.
Los bancos de inversión explotaron la debilidad del sistema y pagaban unas plusvalías increíbles a los ejecutivos que seguían inventándose todo tipo de instrumento financiero disparatado. Mientras, en la granja de Heidi, los contribuyentes serios, morales, los que no nos emborrachamos nunca con excesos, casi ninguno nos hacíamos las preguntas pertinentes.
También todos somos parcialmente inocentes ya que la historia de los últimos 80 años demostraba que esto sí era sostenible. Por eso está costándole tanto a mucha gente imaginarse una vida sin casa en propiedad y ó con una casa muchísimo más depreciada que hace 10 años.
Alfredo.
Personalmente, y no solo personalmente, creo que el sistema hasta este neoliberalismo o esta época postmoderna así me daba la razón, creo que la propiedad tiene un valor mucho mayor al mero económico. No me preocupa en absoluta que mi vivienda se haya depreciado porque mi vivienda tiene un valor añadido que vale más que todo el oro del mundo: es mi hogar. A quien seguro que les preocupa es a los especuladores…
El hogar es fundamental para cualquier sociedad y es una aspiración muy válida y muy legítima para cualquier persona, incluso me atrevería a decir que incluso es bíblica. Porque Alfredo, el objetivo en esta vida de cualquier persona debería ser fundar una familia (da igual lo rico o lo pobre que seas) y una familia requiere compromiso, responsabilidad y estabilidad. Y para fundar una familia se necesita un hogar porque un hogar es permanencia y estabilidad que es lo que cualquier niño necesita (además de amor, por supuesto).
¿Puede haber hogares de alquiler? Por supuesto que sí, pero lo deseable sería en propiedad porque de un alquiler te pueden echar, pueden subirtelo, etc. Además la seguridad psicológica que da tener TU casa (aunque la tengas hipotecada) como tener TU familia o TU hijo, eso es impagable.
Por otra parte te vas a pasar buena parte de tu vida pagándola ¿y? también te vas a pasar el resto de tu vida siendo el sostén de tus hijos, ¿os asusta la responsabilidad a los jóvenes de hoy en día? Y cuando termine de pagarla será mía y luego de mis hijos pues en esta vida no nos quedamos para siempre y lo que tenemos, sea lo que sea, ¿para quien va a ser si no? ¿para quien trabaja unos padres si no es para sus hijos? No entiendo donde está lo equivocado, el error o la mediocridad de esta aspiración según tus propias palabras.
¿Que mi hogar baja de valor? Bueno, cuando lo herede mi hijo ya volverá a revalorizarse. ¿Que mi segunda vivienda baja de valor? Bueno, pues la alquilo, le saco una rentabilidad y ya le sacará beneficio mi hijo. Es una propiedad, no es dinero en el banco que con cada día que pasa pierde valor. A la larga, siempre ganas.
Yo entiendo que estas palabras puedan resultar incluso insultantes para los jóvenes de hoy en día ¿que el objetivo en la vida es tener una familia? ¿que te vas a pasar la vida trabajando para tus hijos? ¡Qué dices! El objetivo es follar como cosacos con cualquiera, viajar, coger curdas todo los días y currar lo menos posible. ¡Crios! puagg qué asco… yo trabajo para pagarme mi coche, mis viajes, mis juergas, mis borracheras, mis drogas, mis putas… Pero yo ya no soy tan joven…
Dices: «Mucha gente muy mayor en mi familia dice esto mismo y tenéis razón — pero en parte.»
Efectivamente me identifico con esos familiares tuyos. Y no estoy de acuerdo con que solo tenemos parte de razón. Habla por ti si has sido cooperador del endeudamiento masivo. A mi nunca me ha gustado estar endeudado, estimo en mucho mi libertad ¿He pagado cosas a plazos? Pues sí, porque te lo ofrecen en la tienda y no tiene ningún sobrecargo. ¿Tarjetas de crédito? Todos los días me ofrecen los bancos, y todos los días les digo que no las quiero. Sólo uso tarjetas de débito con cargo inmediato en mi cuenta.
Y que conste que no estoy en contra del crédito por entero, siempre y cuando sea necesario, en cantidad no excesiva y se pueda pagar.
Rubén:
«es mi hogar».
Dices que eso es un valor añadido: De acuerdo, pero no todos lo vemos así. Que tú valores eso es algo muy personal y subjetivo. Hay mucha gente que alquila y lo dice de donde viven sin estar tan endeudados…es algo que varía mucho.
«El hogar es fundamental para cualquier sociedad y es una aspiración muy válida y muy legítima para cualquier persona, incluso me atrevería a decir que incluso es bíblica».
Estoy de acuerdo Rubén pero creo que no te das cuenta de la realidad en la que vivimos actualmente — sencillamente NO HAY familias como antes. No se puede fundar algo cuando no tienes ni siquiera una base moral o realidad para poder hacerlo. Es como ir al barrio de Chueca en Madrid de los homosexuales y decirlo…sencillamente no existe tal base que sostenga o apoye esa noble idea.
«Porque Alfredo, el objetivo en esta vida de cualquier persona debería ser fundar una familia (da igual lo rico o lo pobre que seas) y una familia requiere compromiso, responsabilidad y estabilidad. Y para fundar una familia se necesita un hogar porque un hogar es permanencia y estabilidad que es lo que cualquier niño necesita (además de amor, por supuesto)».
De nuevo lo repito: Esto está muy bien (y lo comparto) pero no tenemos un país o sociedad que piense así – incluso me atrevería a decir que hasta nuestros padres sí tenían tal compromiso por la influencia de sus padres pero difícilmente lo tenemos nosotros ahora con una serie de realidades totalmente distintas.
«Además la seguridad psicológica que da tener TU casa (aunque la tengas hipotecada) como tener TU familia o TU hijo, eso es impagable».
Eso de la seguridad psicológico es también cultural: lo digo de nuevo — no todos los países o sociedades tienen tal necesidad. En cuanto a lo de TU familia y TU hijo sí, ahí te doy la razón pero hoy en día no se piensa así.
«Por otra parte te vas a pasar buena parte de tu vida pagándola ¿y? también te vas a pasar el resto de tu vida siendo el sostén de tus hijos, ¿os asusta la responsabilidad a los jóvenes de hoy en día?»
No no es que asuste — es que no hay deseos…que es distinto y peor.
«Y cuando termine de pagarla será mía y luego de mis hijos pues en esta vida no nos quedamos para siempre y lo que tenemos, sea lo que sea, ¿para quien va a ser si no? ¿para quien trabaja unos padres si no es para sus hijos? No entiendo donde está lo equivocado, el error o la mediocridad de esta aspiración según tus propias palabras».
Porque es una repetición que sólo conduce a los mismos errores que estamos cometiendo del endeudamiento.
«¿Que mi hogar baja de valor? Bueno, cuando lo herede mi hijo ya volverá a revalorizarse».
Jejeje esto es precisamente lo que llevo criticando y lo que mucha gente no quiere entender todavía: NO van a revalorizarse…eso es lo que tú te crees pero no es como antes.
«¿Que mi segunda vivienda baja de valor? Bueno, pues la alquilo, le saco una rentabilidad y ya le sacará beneficio mi hijo. Es una propiedad, no es dinero en el banco que con cada día que pasa pierde valor. A la larga, siempre ganas».
No estoy de acuerdo con esto pero esta es precisamente la mentalidad en España que conduce a tener tanto endeudamiento y lo rechazo por completo. Si todo el mundo fuera responsable y digno y apto para pagar sus deudas a tiempo, yo no diría nada pero no es así y por eso tenemos «rescates» con MI dinero y el dinero de muchisimos contribuyentes (como los alemanes) que no participamos en ese juego.
«Yo entiendo que estas palabras puedan resultar incluso insultantes para los jóvenes de hoy en día ¿que el objetivo en la vida es tener una familia? ¿que te vas a pasar la vida trabajando para tus hijos? ¡Qué dices! El objetivo es follar como cosacos con cualquiera, viajar, coger curdas todo los días y currar lo menos posible. ¡Crios! puagg qué asco… yo trabajo para pagarme mi coche, mis viajes, mis juergas, mis borracheras, mis drogas, mis putas… Pero yo ya no soy tan joven…»
Es que ahí es donde iba yo — así es como piensa una amplia mayoría de gente menor que tú — y no está cambiando Rubén -.- cada vez hay menos hijos.
«Habla por ti si has sido cooperador del endeudamiento masivo. A mi nunca me ha gustado estar endeudado, estimo en mucho mi libertad»
Pero supongo que tendrás hipoteca ¿no? Si es así, por supuesto que estás endeudado. Si no es así, muy bien entonces.
«Y que conste que no estoy en contra del crédito por entero, siempre y cuando sea necesario, en cantidad no excesiva y se pueda pagar».
Yo tampoco estoy en contra del crédito siempre que se sostenga entre banco y cliente pero luego que no me pidan rescates y si quiebran, que quiebren.
Creo que estás viendo las cosas desde tu perspectiva pero ni la realidad laboral española, ni la realidad moral y social sostienen tus nobles ideas y de ahí a que yo sea realista y tan negativo porque así apunta esa realidad.
**Y cada vez hay menos hijos en parte porque cada vez hay más empleo basura que no permite tenerlos** — de ahí a que no exista ni el ánimo, ni la aspiración, ni el deseo de tener hijos y tener una vida organizada y tan bíblica como tú defiendes. Esa es la cuestión.
Añado algo más: tradicionalmente, las sociedades que han tenido más propietarios de casas han sido más «conservadoras» y en eso te doy la razón y quizá España no sea tan «progre» como mucha gente piensa — pues en eso nos parecemos a los EEUU (entre otra cosas mucho más que al resto de los europeos) pero estos puntos de vista en Europa están visto como algo «raro» — tus puntos de vista quiero decir o «conservadores» y me alegro que lo resumas de esa manera tan perfecta para el análisis. En efecto en el mundo americano y anglosajón, así como en el español, el rasgo del éxito es tener una casa en propiedad y un coche. No así en Alemania o Suiza o Francia. ¿Interesante no? Existe, como tú mismo dices de tener TU casa, una especie de «obsesión» en España con la seguridad a largo plazo y eso es un rasgo netamente conservador. El «problema» es que como cada vez hay menos familias tradicionales, pues cada vez menos gente dispuesta a responsabilizarse con una caja de zapatos que tiene que pagar durante 30 o 40 años «por sus hijos».
Hola Rubén: No puedo estar más en desacuerdo contigo. Tener una casa es simplemente mucho más problemático y estresante de lo que realmente merece la pena. Yo he sido dueño y he sido inquilino (actualmente soy inquilino por suerte) y alquilar es mucho mejor para muchas personas «jóvenes». Yo tengo 34.
No sé cuál será vuestros casos pero os cuento el mío: No tengo hijos, ni los deseo tener, tampoco quiero casarme. Cuento con el perfil que Alfredo describe — soltero y sólo me interesa «lo mio». Mucha gente, como Rubén, me dice que «alquilar es tirar el dinero» pero no comparto eso. Lo que yo pago en alquiler me cuesta 400 euros menos que lo que pagaba en hipoteca (y además no tengo que pagar ni seguro de la vivienda, ni el IBI, y si algo se me rompe, lo paga el dueño (siempre y cuando no sea mi culpa). El dinero que me sobra, que antes tenía que dar para una miserable deuda hipotecaria, lo pongo en una cuenta de ahorros donde cobra muchísimo más valor que lo que me pueda dar una casa en propiedad, por mucho que Rubén diga que van a revalorizarse y además no tengo que tirar de la cuenta de ahorro cuando tengo una gotera, o cuando se rompe la calefacción o la caldera.
En España, los precios de la vivienda se han estancado o incluso bajado, y eso de que «van a revalorizarse» como si fueran a aumentar no me parece un buen argumento que se ajuste a la realidad.
Que quede por delante que respeto a todo el mundo y sus opciones personales pero comparto lo que dice Alfredo. Yo no noto entre la gente de nuestra edad un deseo de comprar casas. ¿Cómo vamos a tener deseos cuando el sueldo NETO medio no llega ahora ni A MIL euros mensuales? Creo que es muy fácil hablar para algunos que ya tienen seguridad laboral y un sueldazo pero por favor mirad un poco la realidad social. Es imposible comprarse una casa cuando eres un 800 eurista.
Otra cosa: a pesar de que los precios de la vivienda siguen bajando, poca gente ahora compra. ¿No te dice eso algo Ruben sobre el estado de las cosas?
Lo único que puedo decir al respecto es que me da mucha pena.
Lógicamente, no puedo discutir tus comentarios ya que son la pura realidad de nuestros días.
Ahora bien, que sea lo que esté pasando, no significa que esté bien. Si este modelo en el pasado funcionó y funcionó muy bien, era por tanto bueno, y ahora no, no significa que el modelo haya quedado obsoleto y que no haya que defenderlo. A lo mejor lo que es obsoleto y lo que es malo es la nueva cultura que ha generado actitudes morales e inventando valores que han destruido poco a poco el modelo bueno y perfecto. Porque esto no es como la industrialización, que nuevos avances científicos acabaron con la preponderancia de la agricultura y había que adaptarse, no. Aquí lo que ha ocurrido es que se han tomado unos nuevos procedimientos malos que han equivocado el camino del modelo correcto y de lo que estaba bien. Todos aquellos que han querido acabar con la familia y con todos los valores que conlleva son los que tienen la culpa, no es la familia o sus valores los que están mal.
Es necesario hablar con propiedad y definir correctamente los conceptos porque si no se cae en trampas como esta donde lo que está bien se transforma en lo que está mal y viceversa pero esto es culpa de una perversa mentira y no de la evolución de los tiempos ni de ninguna mejora concreta.
Y que la realidad actual moral y social mayoritaria sea otra, no significa que esté bien: 100 mil millones de moscas comen mierda, así que ya sabes, come mierda porque 100 mil millones de moscas no pueden estar equivocadas.
Mario.
Yo lo que digo es que si te quieres comprar una casa que sea porque necesitas un hogar, no por invertir tu dinero.
En cuanto a que se revalorizarán, estoy seguro de ello. ¿Cuando? No lo sé, la mía ha bajado y puede que siga haciéndolo pero como todo mercado también subirá quizá no lo vea yo, ni siquiera mis hijos, igual hay que esperar a los nietos, pero tarde o temprano lo hará. Y si no no ocurre nada porque tiene otro valor intrínseco que no hay que despreciar que es el de un hogar.
En cuanto al estado de cosas, Mario, yo no discuto la realidad que es la que es. Pero no estoy de acuerdo con ella y además pienso que puede volver a ser cambiada a lo que era antes con la ayuda de Dios.
Hola Mario:
Muy interesante lo que comenta usted. Conozco a un montón de gente que piensa igual y todos tienen menos de 35-40 años más o menos.
Efectivamente, los precios están bajando cada vez más y aún así no se compra porque simplemente no hay ni sueldo ni empleo para poder comprar eso, por mucho que sigan bajándolo (y muy poco en el caso de España).
Rubén:
No, por supuesto que no está «bien» lo que ocurre moralmente pero para poder elaborar políticas y medidas concretas, es necesario primero saber qué hay en el panorama. De nada sirve lamentarse de la situación moral y de poco va a servir un sermón ante cerdos que se declaran abiertamente enemigos de la fe y del cristianismo. Efectivamente, la guerra ha sido cultural y todos esos que predicaron contra la familia y la destrozaron ganaron — nosotros no llegamos, en cuanto a gente que tiene convicciones como las nuestras, ni al 2% de la población española y ya ni te cuento la joven, como sabrás muy bien.
Las moscas comen mierda, sí, porque son moscas y de eso se trata precisamente. No, no es que haya que hacer como las moscas – es que cuando tienes un ambiente de moscas, tienes que aclimatarte y adaptarte — poniendo telas metálicas por ejemplo.
Para que algo tenga valor, además, sabrás que por lo menos tienes que tener la suficiente demanda — necesita ser un «producto» servicio, o bien demandado. Con una población española en rápido decrecimiento, con un mercado inmobiliario completamente estancado, y con cada vez más gente cobrando un infra-sueldo en España, difícilmente de aquí a 20-30 años las casas tengan ese valor tan esencial con el que tú sueñas. Siento si soy tan negativo, Rubén, pero es que tenemos los datos en la mano: tenemos una población envejeciendo como sabes bien, cada vez hay menos jóvenes con hijos (la base imprescindible de la demanda para tener casa en propiedad) y más «hogares» de todo tipo: homosexuales, madres solteras, etc. En un panorama así, el mercado inmobiliario de comprar casas sencillamente no es atractivo o tendrá que replantearse muchas cosas.
En España, seguramente que si compraste tu casa en la época de la burbuja, cuesta menos de la mitad realmente y eso es un duro golpe psicológico (al menos, para mí lo sería si estuviera en tal situación).
Si te sirve de consuelo, el caso es peor en los EEUU.
El típico perfil ahora de un joven de 23 años en USA es el siguiente:
John termina la carrera a los 23 años. Con ese acontecimiento, ya tiene una deuda media (según la calidad de la uni) de unos 50.000 dólares (a veces hasta 300.000 dependiendo la uni) y una cifra de paro del 10% (altisimo para los EEUU).
Bien Alfredo.
Entiendo perfectamente lo que dices y como no soy ciego lo veo y lo reconozco. Pero insisto, no hay nada que no pueda volverse atrás o, si quieres, cambiar nuevamente.
¿Destruyeron la familia? Vale, sí, a estas alturas podemos reconocer que es así, sin embargo, ¿qué nos impide rebelarnos ante ello y dar ejemplo? ¿qué nos impide contraatacar? Las culturas no son eternas como demuestra la Historia, y las que carecen de toda lógica, fundamento, son irracionales, contra-natura y anti todo, menos todavía.
Dices: «si compraste tu casa en la época de la burbuja, cuesta menos de la mitad realmente y eso es un duro golpe psicológico».
Pues la verdad que no. No me podría importar menos. Es mi hogar, vivo en él con mi familia. ¿Qué valor tiene? Ahí vivo con mi familia, tiene un valor que no puede medirse con dinero.
Otra cosa es mi segunda vivienda, hombre, algo me jode pero tampoco me importa tanto, la alquilo y le saco un rendimiento.
¿Qué no puedo yo sacarle ningún beneficio? Pues bueno, a mi hogar no pensaba, así que… Dices 20 o 30 años, me da igual, como si son 100, más tarde o más temprano recuperará valor, o si no se le puede sacar un beneficio alquilándola, y mis descendientes, hijo, nietos, bisnietos, etc… vivirán mejor gracias a mi y a mi esfuerzo por adquirir estas propiedades, tan sencillo como esto. Yo siempre he tenido mentalidad a largo plazo, quizá por eso estudié Historia.
Y gente que participa en este foro, empezando por ti Alfredo, quizá debería replantearse su modo de vida, dar ejemplo, asumir los valores que dice representar y creer, y fundar una familia en la medida de sus posibilidades: «no es bueno que el hombre esté solo» dice la Biblia (aunque ahora no recuerdo dónde, je, je).
Por otra parte, quiero hacer hincapié en algo que has mencionado antes:
«las sociedades que han tenido más propietarios de casas han sido más “conservadoras” y en eso te doy la razón y quizá España no sea tan “progre” como mucha gente piensa — pues en eso nos parecemos a los EEUU (entre otra cosas mucho más que al resto de los europeos)»
Efectivamente, la propiedad convierte en más conservadora a una sociedad. Y la realidad es que la sociedad española actual es la que más propiedades posee en toda su historia. Y la realidad es que todo buen españolito desea tener su propiedad.
Quizá no hay tanto «progre» como nos quieren vender, ni las costumbres han cambiado tanto, ni haya tanta «familia» rara como nos quieren hacer ver, ni hay tanta gente que piensa como la propaganda partidocrática nos quiere hacer ver. Igual es que la gente normal y corriente tiene miedo de decir lo que piensa por aquello de «lo políticamente correcto». ¿Son muchos? o más bien ¿nos quieren hacer creer que son muchos?
La realidad es que la abundancia de propietarios y el deseo de todo español por la propiedad no concuerda en absoluto con una sociedad como nos la quieren vender desde el poder. Igual la gente normal y corriente solo está esperando ser libre para poder opinar, o tener el apoyo efectivo y visible de más gente que opina igual para no verse como un bicho raro.
Motivo de reflexión ¿no?
Rubén:
Dices:
«Pero insisto, no hay nada que no pueda volverse atrás o, si quieres, cambiar nuevamente».
No claro pero la política funciona día a día — una política no se elabora pensando de aquí a 100 años porque es sencillamente poco serio. Las que podemos asegurar que funcionen de aquí a 100, pues bien, pero el tema de la vivienda no es uno de ellos.
«¿Destruyeron la familia? Vale, sí, a estas alturas podemos reconocer que es así, sin embargo, ¿qué nos impide rebelarnos ante ello y dar ejemplo? ¿qué nos impide contraatacar? Las culturas no son eternas como demuestra la Historia, y las que carecen de toda lógica, fundamento, son irracionales, contra-natura y anti todo, menos todavía.»
La realidad nos impide contraatacar y lo sabes perfectamente. Sal tú a la calle, haz el experimento y «predica» todo esto a una masa de 43 millones de españoles a ver qué tal te lo reciben. Obviamente lo que tenemos ahora no es sostenible, ni racional, por supuesto, pero la gente no aprende con discursos bonitos — a Cristo, hijo de Dios, lo crucificaron por ello. Lo que sí podemos y deberíamos hacer es seguir instruyendo sobre estos temas en la medida de lo posible, por supuesto. Empezando por cada uno.
«Pues la verdad que no. No me podría importar menos. Es mi hogar, vivo en él con mi familia. ¿Qué valor tiene? Ahí vivo con mi familia, tiene un valor que no puede medirse con dinero».
Ok pero una persona sin hijos, por ejemplo, no lo ve así — y además, insisto, es algo cada vez más «raro» incluso en España. Me alegro que te sientas tan feliz, porque de eso se trata ¿no? Yo lo que digo es que no se puede ni se debe elaborar una política sobre una idea trasnochada en cuanto a lo económico — digo transochada porque hoy no podemos sostener la construcción. Lo sabes Rubén: sencillamente NO vende, porque NO HAY consumidores y cada vez habrán menos.
«Yo siempre he tenido mentalidad a largo plazo, quizá por eso estudié Historia».
Pero eso no tiene nada de malo — yo no he dicho que sea malo. He dicho que no es una idea responsable para una mayoría que no la puede sostener.
«Y gente que participa en este foro, empezando por ti Alfredo, quizá debería replantearse su modo de vida, dar ejemplo, asumir los valores que dice representar y creer, y fundar una familia en la medida de sus posibilidades: “no es bueno que el hombre esté solo” dice la Biblia (aunque ahora no recuerdo dónde, je, je).»
Bueno las circunstancias de cada persona son muy distintas. Yo ya lo dije aquí hace muchísimo tiempo: no tengo pensado casarme y expliqué con razones el por qué no quiero casarme. Razones, por cierto, muy fundadas. Si quieres leer el artículo, te lo enlazo. Lo ideal es que hayan más matrimonios, pero con las «señoritas» que hay ahora, prefiero quedarme soltero. No es que lo utilice así como «pretexto», que conste, pero sencillamente mis planes son otros y mis intereses no están ahí. Eso no quiere decir nada a largo plazo – sólo significa que es un síntoma de algo que estoy viendo debido al desencanto general. Algo así como que la «emancipación» también pierde su «encanto» cuando te pasas unos años de adulto.
En cuanto a los valores y la representación, bueno me ha parecido un comentario desafortunado de tu parte porque yo vivo practicando lo que predico, empezando por la más absoluta austeridad y los que me conocen lo saben perfectamente. Tú no me conoces como para soltar un comentario así pero lo dejaré pasar porque comprendo que todos podemos «pasarnos» en lo que decimos de vez en cuando; yo el que más.
«Efectivamente, la propiedad convierte en más conservadora a una sociedad. Y la realidad es que la sociedad española actual es la que más propiedades posee en toda su historia. Y la realidad es que todo buen españolito desea tener su propiedad».
Exáctamente. Esto es algo que siempre subrayo a los que me dicen que «España es progre». NI DE BROMA. Los españoles son «progres» de cara a la galería pero este país es profundamente conservador en muchísimos temas si comparamos con «Europa». Los españoles son muy dados a decirte lo que ellos piensan que tú quieres oir de su boca pero eso no significa nada. Las urnas y los referéndums y las actitudes ante la vida es lo que demuestra el conservadurismo español. No olvidemos otro dato: España es uno de los países más reacios a la inmigración en toda la Europa occidental aunque no lo digan ni lo demuestren en la calle.
Sobre el supuesto «progresismo» de las españolas, lo he dicho aquí muchas veces: España no es Suecia ni las españolas son suecas. Supongo que me entenderás…
«Quizá no hay tanto “progre” como nos quieren vender, ni las costumbres han cambiado tanto, ni haya tanta “familia” rara como nos quieren hacer ver, ni hay tanta gente que piensa como la propaganda partidocrática nos quiere hacer ver. Igual es que la gente normal y corriente tiene miedo de decir lo que piensa por aquello de “lo políticamente correcto”. ¿Son muchos? o más bien ¿nos quieren hacer creer que son muchos?»
MUY CIERTO. De hecho, creo que si hacen una encuesta, España es uno de los países donde más ganan iniciativas tipo: cadena perpetua, pena de muerte para terroristas, NO al matrimonio gay (aún hoy la MAYORÍA DE LOS ESPAÑOLES SE OPONE AL MATRIMONIO GAY)…etc, etc – las encuestas aún demuestran que no somos «progres».
«La realidad es que la abundancia de propietarios y el deseo de todo español por la propiedad no concuerda en absoluto con una sociedad como nos la quieren vender desde el poder. Igual la gente normal y corriente solo está esperando ser libre para poder opinar, o tener el apoyo efectivo y visible de más gente que opina igual para no verse como un bicho raro».
Sí, yo creo que es esto, Rubén — el miedo a que te tachen de «facha» pero es que si te fijas, luego todo el mundo «en privado» habla como facha. Te doy un ejemplo muy oportuno: la ley de igualdad. Pues bien, no ha cambiado en absoluto el sentimiento «machista» (sic) de la juventud porque yo conozco a mucha gente de 30 y menos que trabaja y aún dicen eso de «a ver si pillamos cacho», etc, etc. Lo que la progresía no entiende ni entenderá nunca es que JAMÁS puedes cambiar a nadie, en lo moral, mediante leyes por mucho que ellos lo intenten.
**Los españoles tampoco es que sean «liberales», que nadie se confunda — lo que digo es que los españoles no son «progres», strictu sensu, que es otra cosa — si se analizan muchos valores de cada individuo español, se verá que un español en mentalidad tiene más en común con un norteamericano (en el tema de querer vivienda en propiedad) que con un alemán o sueco o franchute.
Por eso España siempre ha estado más vinculada al ultramar, a las Américas, a la exploración y a cierto optimismo histórico de cara al futuro. Un español es posible que se sienta más cómodo en un pueblo de la América conservadora que en un pueblo alemán. Si aquí tuviéramos libertad de armas, estoy segurísimo que muchos españoles comprarían armas y las usarían, a diferencia de los «afeminados» suecos.
Alfredo.
Bueno, no pretendía ofenderte con mi comentario anterior, así que si así ha sido, lo siento mucho.
Mi pretensión iba más allá, y no pretendo dar sermones a nadie, pero, o mucho me equivoco, o parte de tus creencias y tu fe como cristiano debería impulsarte al matrimonio y a fundar una familia.
Hombre, no sé, alguna encontrarás que te guste, digo yo, y si no la hay en España pues fuera de España, si es menester.
Eso, por supuesto, respetando siempre tu libertad a no hacerlo, claro, aunque en ese punto concreto, y sin pretender juzgar ni a ti ni a tus motivaciones, no haya correspondencia entre tus creencias y tus actos, al menos a mi entender.
Ahora lo que no entiendo es otra cosa. Primero dices:
«La realidad nos impide contraatacar y lo sabes perfectamente. Sal tú a la calle, haz el experimento y “predica” todo esto a una masa de 43 millones de españoles a ver qué tal te lo reciben.(…)»
Y por otra:
«Exáctamente. Esto es algo que siempre subrayo a los que me dicen que “España es progre”. NI DE BROMA. Los españoles son “progres” de cara a la galería pero este país es profundamente conservador en muchísimos temas si comparamos con “Europa”. Los españoles son muy dados a decirte lo que ellos piensan que tú quieres oir de su boca pero eso no significa nada. Las urnas y los referéndums y las actitudes ante la vida es lo que demuestra el conservadurismo español. No olvidemos otro dato: España es uno de los países más reacios a la inmigración en toda la Europa occidental aunque no lo digan ni lo demuestren en la calle.»
Quiero decir, pues igual te recibirían mejor de lo que te imaginas…
Quizá ese sea el secreto del éxito de Intereconomía a pesar de su papismo y su cuasi franquismo.
Es el único medio que se describe a sí mismo como conservador y reaccionario sin ningún tipo de complejos a pesar de que sea «políticamente incorrecto».
Más reflexión ¿no?
No, no me has ofendido para nada jaja. Yo no me ofendo como las damiselas que a veces entran aquí y se escandalizan. Me ha mosqueado, que es distinto, porque es una percepción que no se ajusta a lo que ES.
«Hombre, no sé, alguna encontrarás que te guste, digo yo, y si no la hay en España pues fuera de España, si es menester».
Esto sí, y lo he comentado muchas veces — no tengo pensado casarme con mujer española porque aquí no hay mujeres con mi fe.
«Eso, por supuesto, respetando siempre tu libertad a no hacerlo, claro, aunque en ese punto concreto, y sin pretender juzgar ni a ti ni a tus motivaciones, no haya correspondencia entre tus creencias y tus actos, al menos a mi entender».
Yo creo que sí — estoy siendo precisamente consistente – un matrimonio debe ser con una persona de tu misma fe.
«Quiero decir, pues igual te recibirían mejor de lo que te imaginas…
Quizá ese sea el secreto del éxito de Intereconomía a pesar de su papismo y su cuasi franquismo».
MM…no, no lo veo así – los españoles no es que «no apoyen» muchas cosas que aquí comentamos, pero necesitan hacerlo en un medio como el Intereconomia y demás no a un señor que esté predicando a solas en el medio de la calle, aunque diga lo mismo o las mismas cosas. Insisto, en este país la imagen de ser «progre» es muy importante, aunque luego la gente no lo sea en la intimidad.
2. Otra cosa que se me olvidaba: España es el país de la Europa occidental con el porcentaje más elevado de autónomos — y más que en los EEUU. Otro motivo para reflexionar.
Alfredo.
«un matrimonio debe ser con una persona de tu misma fe.»
Bueno ahí ya te doy la razón. No obstante, hay una diferencia entre decir: nunca fundaré una familia, a decir: lo haré con la persona adecuada. Es la diferencia entre el egoísmo y la sensatez.
Por otra parte, hombre una persona sola, literalmente, en medio de la calle predicando lo que sea pues claro que va a dar el cante aunque lo que diga sea sensato. Esto hay que hacerlo a través de medios adecuados como lo hace el grupo Intereconomía: radio, TV, prensa, etc.
«2. Otra cosa que se me olvidaba: España es el país de la Europa occidental con el porcentaje más elevado de autónomos — y más que en los EEUU. Otro motivo para reflexionar»
Otro motivo más para reflexionar efectivamente. Este es el pequeño emprendedor. ¿Un país de empresarios puede ser «progre»?
No sé… Hay muchas cosas que no cuadran… Los medios de la partidocracia han creado otra gran mentira más y no paran de difundirla. Pero una mentira repetida muchas veces no se convierte en una verdad.
Quizá por eso el PSOE ha creado un malestar tan grande en la sociedad española y quizá por eso se ha dado una batacazo tan grande…
Sí, estoy convencido, Rubén, de que un batacazo se ha dado el PSOE porque los españoles han percibido que no pueden ser «tan» propietarios como antes — junto con el paro — pues, el español valora mucho el trabajo (por mucho que digan que los españoles son unos «vagos», otra mentira más). Una vez más, España es uno de los países con menos mendigos «autóctonos». Es muy muy raro ver a un español pidiendo dinero porque aquí hay un sentido fuertísimo del «orgullo».
Efectivamente, un país de empresarios, sobre todo pequeños empresarios como tiene España, no es «progre».
https://liberalismodemocratico.wordpress.com/2011/06/04/la-muerte-de-una-epoca-i-la-autopsia/