****ANTES DE LEER****
Este pequeño discurso-texto lo leí ante la Unión Conservadora de la Universidad de Columbia en el invierno del año 2000. En ese mismo año, entraba en vigor, en el Reino Unido, una nueva ley del ex-Primer Ministro británico, Anthony Blair, que despenalizaba la blasfemia pero a la vez criminalizaba la «incitación al odio religioso». Yo me mostré totalmente contrario a esa reforma y defendí — y defiendo en el caso del Reino Unido — las leyes que existían hasta la época de la Dama de Hierro, contra la blasfemia. ¿Por qué? Mañana entraré en detalles pero básicamente porque pienso que Reino Unido sí es, legalmente y oficialmente, una nación bíblica y cristiana (a pesar de la apostasía y de la inmoralidad en esa nación hoy en día). Mañana voy a explicar por qué el Reino Unido es un país cristiano y si los cristiano-calvinistas debemos contemplar establecer una colonia allí y hacer como tuvieron que hacer los judíos en Israel. Para los lectores ateos y anticristianos esto parecerá una excentricidad y una locura, pero pido que si no tienen nada respetuoso que contribuir o decir en estos temas, que se abstengan de comentar hoy y mañana — NO SE TOLERARÁ LA BLASFEMIA EN NINGUNA DE ESTAS ENTRADAS dedicadas al tema. Este es el texto de mi «speech»/discurso —
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Quiero hablar sobre la enmienda propuesta por el gobierno de Blair.
Por lo general la línea que defiendo es la misma dada tan bien por el reverendo recto, el Arzobispo de York. El noble señor Lester de Herne Hill, plantea un tema importante. De hecho, parte de lo que se propone tiene algunas atracciones. Simplemente quiero decir que hay motivos muy fuertes para mantener los delitos del «Common Law» contra la blasfemia y la difamación blasfema. En primer lugar, ¿de qué estamos hablando?
El caso británico famoso de Whitehouse v.Lemon en 1978 nos aportó la siguiente definición jurídica de lo que constituye la blasfemia: «Cualquier escrito acerca de Dios o de Cristo o la fe cristiana o algún objeto sagrado en las palabras que son tan groseros o abusivos u ofensivo que, si se publican, denigrarían la fe cristiana y que tienden a conducir a quebrantamientos de la paz pública».
No estamos por tanto hablando de un uso indebido del nombre del Señor como una palabrotaa, aunque también éstas son miserables, ni estamos preocupados con la mera herejía (Islam, catolicismo, budismo, ateísmo, etc). Se trata de algo que se considere o sea deliberadamente escandaloso, calculado para dar un golpe o herir las sensibilidades de los cristianos bíblicos, Para los cristianos en particular, cuya fe es esencialmente una relación personal entre el individuo y nuestro Señor Jesucristo, la blasfemia puede ser especialmente dañina.
Hemos tenido que escuchar tres argumentos importantes que justifican abolir las leyes contra la blasfemia en el Reino Unido. Primero, nos dicen que es un anacronismo tener leyes así, porque el Reino Unido ya no es un país cristiano bíblico; segundo, que restringe la libertad de expresión; y, tres, que es demasiado subjetivo y discrimina contra los que no son cristianos. El caso famoso de Salman Rushdie, por ejemplo, demostró que sólo la fe cristiana tenía esta protección.
Respondo a esos tres argumentos.
1. Reino Unido ES un país CRISTIANO. El título del monarca incluye las palabras, «Por la gracia de Dios». El cristianismo es el origen de todas las instituciones británicas. En los países islámicos, donde la ley tiene su origen en el Corán, la mayoría de las leyes anglosajonas tienen su origen en la Santa Biblia, pese a quien le pese. Es más, la mayoría de las personas occidentales, cuando se les complica mucho una situación, siempre le piden ayuda a Dios, aunque le echen la culpa después. Retener esa ley contra la blasfemia sería una reafirmación de la base cristiana y bíblica del Reino Unido.
Naturalmente, como personas que defendemos la libertad, queremos y debemos hacer todo lo posible para salvaguardar la libertad de expresión — pero este derecho NO ES un derecho absoluto y ya tiene varias limitaciones: la pornografia, las injurias y calumnias y peligro patente.
***El siguiente texto es controvertido y provocó una tormenta de críticas contra mi persona por supuestamente incitar al odio religioso contra los musulmanes cuando mi intención era todo lo contrario***
Aquí mismo en el campus, nos enfrentamos a una pequeñísima minoría de musulmanes militantes, descerebrados, que amenazan con violencia y blasfeman impunenemente contra nuestro Dios sagrado, ignorando así la gloriosa historia de la Iglesia Protestante que estableció Jesucristo, con la ayuda de mártires y de héroes como Juan Calvino. Esos musulmanes son anti-cristianos, anti-judíos, y anti-hindú. Dicen que tienen libertad de expresión, pero abusan de ese privilegio en un campus privado como este para lanzar ataques raciales contra los Blancos, los Cristianos y nuestras damas. Por favor, señor Presidente de la universidad, no creo que sea mucho pedir que todo aquél que pida perseguir a una persona que no ha hecho daño debe ser perseguido por las fuerzas del orden. Las asociación musulmana de este campus es una manifestación clara de veneno y maldad. No habla en nombre de los musulmanes normales, pero sí sirve como el instrumento principal para grupos islamistas y comunistas. Incluso, hay profesores aquí, como Josef Massad, totalmente entregados a la causa de Satanás.
De hecho, hay más restricciones a la libertad de expresión en muchos países. El hecho de que en el pasado siglo se han producido menos de un puñado de procesos judiciales por blasfemia no significa que la ley no tiene ningún valor, sino que confirma que la ley es aceptada como un elemento de disuasión de último recurso contra la publicación de taques difamatorios contra Dios y la fe cristiana.
Extender la protección de la ley contra la blasfemia a otras religiones sería poner a Dios en una especie de equivalencia con los dioses de esas otras religiones. Naturalmente, nacerá otra pregunta: ¿Cuáles otras religiones? Sería imposible determinar lo que constituye blasfemia en todos esos casos. Por ejemplo, tomemos la doctrina de la Trinidad — los musulmanes piensan que eso es blasfemia. Se daría el caso esperpéntico que un cristiano no podría predicar el Evangelio sin arriesgarse a un juicio por blasfemia anti-musulmana.
También es cierto que sería inaceptable para la seguridad de que una persona pueda insultar otras confesiones ya que existe el riesgo de desórdenes públicos, sobre todo en Europa, con grandes contingentes de población étnica musulmana y africana, sobre todo en Holanda, Francia y Reino Unido.
Este tema urge, pero también es delicado y difícil. Necesita más estudio pero de momento, las leyes contra la blasfemia han de mantenerse.
Esta mañana, un católico, Luigi Mammana, originario de Italia, me dijo que Dios no necesita la protección de una ley tan «anticuada». Me temo que Mammana no entiende lo importante. Como constantemente nos recuerdan los coreanos del norte, vivimos en un mundo peligroso e inestable. Las razas humanas podrían auto-destruirse en cuestión de micro-segundos. Necesitamos, hoy más que nunca, la mano protectora de Dios. En los días más oscuros de la II GM, los americanos y británicos se tiraban al suelo, se arrodillaban y rezaban a DIOS. Lo que nos faltaba fuera derogar esa ley y así negarle a Dios el respeto que se merece, y así abrir las puertas a miles de personas anticristianas que sólo quieren utilizar a Europa para imponer criterios jurídicos uniformes.
Por último, si a Dios se le niega aunque sea una pequeña consideración en las leyes, estaríamos contribuyendo a la creación de una cultura que no respeta nada, y no valora nada, dándole importancia a la licencia y al espíritu libertino, para tener como justificación hacer lo que les plazca.
Concluyo: que en el Reino Unido, las leyes contra la blasfemia y contra la fe Cristiana, deben mantenerse. Segundo, que la ley contra la blasfemia no incluya a otras religiones que no sean cristianas.
Alfredo:
«Aquí mismo en el campus, nos enfrentamos a una pequeñísima minoría de musulmanes militantes, descerebrados, que amenazan con violencia y blasfeman impunenemente contra nuestro Dios sagrado, ignorando así la gloriosa historia de la Iglesia Protestante que estableció Jesucristo, con la ayuda de mártires y de héroes como Juan Calvino. Esos musulmanes son anti-cristianos, anti-judíos, y anti-hindú. Dicen que tienen libertad de expresión, pero abusan de ese privilegio en un campus privado como este para lanzar ataques raciales contra los Blancos, los Cristianos y nuestras damas.»
Alguien dijo que, en el fondo, los moros son en realidad maricas reprimidos. No està del todo equivocado; pero parecen muy machos sólo porque los progres occidentales son SUPERMARICAS, que se meten un consolador por el culo cuando los moros hablan contra los blancos (ellos mismos) y contra el cristianismo. Lo más patético es cuando dicen: «hay que respetar a los moros para que también nos respeten», o en vez de responder a los moros COMO SE DEBE HACER A ESA ESCORIA, les preguntan «creo que les hemos ofendido, ¿Cuánto necesitamos abrir nuestros culos para que ustedes estén satisfechos?». ¿A alguien le puede asombrar que los moros vean a occidente como una tierra de maricas y degenerados?
antisindicalista:
TOTALMENTE de acuerdo con lo de «super maricas» — curiosamente llevo charlando por los emails con un amigo sobre el afeminamiento de los hombres en España en los últimos tiempos cuando, sin embargo, en el Reino Unido aún hoy o en Australia, se lian a palos en los pubs y cervecerías. Aquí es muy raro ver una cara ensangrentada el fin de semana (NO DEFIENDO ESO PER SE) pero sí pienso que los países como España son más blandos en esas cosas que los germánicos que no te toleran una gracieta.
Muchos españoles, si te oyen decir eso o a mí, dirían que soy un «radical violento» bla bla pero yo tengo claro que si a mí, en un bar, un tiparraco me da un empujón, van a volar las sillas. Esa «furia» es incomprensible para muchísimos españoles aunque nuestros abuelos SÍ eran así.
Eso que dice vd yo lo he visto en el Reino Unido — allí sólo te persiguen si escribes o dices algo contra una raza NO blanca pero los pakistaníes pintan coches y ponen «odiamos a los blancos» sin que la policía británica se mueva. Si eso lo hace un skin nazi, la policía británica ni siquiera permitiría que salga el coche a la manifestación y ya estaría en prisión por «incitar al odio racial». En España pasa lo mismo: aquí un morito se puede cagar en España sin que le pase nada pero si un español de bien, de toda la vida, español de origen, dice que «los moros están invadiendo ciertos pueblos», le imputan un delito de xenofobia y odio racial.
¿QUÉ COÑO ES ESO?