Señores, buenas tardes…
Ando un poco de prisa porque mañana toca la segunda exposición sobre el «Papa» de los católicos y quiero terminar HOY con esta serie sobre los poderes presidenciales. Por supuesto que podemos seguir el hilo mañana porque el mensaje de mañana es sólamente para los cristianos…
Bien, vamos al asunto.
La administración de Bush decía constantemente que el Presidente Bush tenía «poderes inherentes». Eso molestaba mucho a los «libertarianos» y otros enfermos solitarios que se suelen esconder en cuevas pensando que así son «rebeldes» y libres. Esto de que el presidente de EEUU tiene poderes inherentes no es nada raro, ni peligroso, ni mucho menos «extremo» ni sin precedentes históricos, al menos en nuestros sistemas políticos de Europa. Obviamente sé que a mucha gente le causa malestar afirmar verdades como puños pero aquí somos cristianos y no nos duele la verdad. Entre los poderes que son inherentes al Presidente, tenemos los siguientes que son los más «destacados» y controvertidos para la morralla anti-patriota:
(1) Ir a la guerra sin autorización del Congreso, (2) poder espiar en todos los países del mundo, (3) poder detener a «enemigos combatientes», incluido ciudadanos americanos capturados en suelo americano, sin ningún «derecho» a un abogado ni a un «juicio civil», (4) poder iniciar interrogatorios duros que coaccionan a los enemigos extranjeros de la nación — e incluso «torturar», cuando sea necesario.
Uno de los primeros trabajos y el más importante del Departamento de Justicia en EEUU es precisamente proteger las prerrogativas constitucionales del Presidente de turno y, después del 11 de septiembre, no nos debe sorprender que existan ciertos juristas que defiendan este tipo de autoridades controvertidas para el Jefe del Estado. En esta entrada breve, quiero que entendamos las cuestiones legales trazando un marco general para poder analizarlas. Mi segundo objetivo es ofrecer una «solución» parcial a la pregunta/cuestión de ayer — muchas veces es mejor negarse a resolver por completo estos temas de autoridad inherente y a la vez responder a la cuestión legal mientras ignoramos los otros aspectos.
Obviamente es fácil formar parte de uno de los dos bandos respecto a la autoridad inherente del Presidente. (1) Como Comandante-en-Jefe todo el poder «reside» en él. (2) No, el Presidente no tiene tanta autoridad y, si la tiene, no puede ejercerla sin violar el famoso «Bill of Rights» (ej: la IV Enmienda en caso de pinchazos telefónicos y la V Enmienda en caso de detención). El debate entre (1) y (2) a menudo es de alto nivel y abre algunas de las preguntas más interesantes, complicadas y sin resolver del Derecho Constitucional liberal.
Hay quienes han intentado refinar estas dos batallas refiriéndose al Congreso. Dicen que podemos adoptar dos argumentos más. (3) El presidente tiene tal autoridad porque el Congreso dice que la tiene, así aumentando el propio poder del Presidente con «todo lo que el Congreso pueda delegar». (4) El Presidente no tiene autoridad porque el Congreso lo dice así.
Hemos visto en el «argumento» (3) que el Presidente puede vigilar a terroristas en el extranjero porque la autorización para usar fuerza militar implícitamente conlleva el poder para espiar y vigilar. Hemos visto que el argumento (4) prohíbe que el Presidente pinche los teléfonos sin el proceso legal conocido como FISA. Naturalmente, el Departamento de la Justicia, intentando proteger la autoridad e iniciativa del Presidente, hace hincapie en el «poder inherente» del Presidente e insinúa que el Congreso no tiene ninguna autoridad para meter las narices donde no debe.
Pero yo tengo dos otros argumentos más y posibles. (5) El Presidente tiene autoridad porque las leyes congresionales relevantes deben ser interpretadas, donde sea posible, a favor de darle esa autoridad. En otras palabras, que los tribunales deben evitar en la medida de lo posible, resolver cuestiones constitucionales y una forma de hacerlo es adjudicando la demanda del Presidente y su autoridad inherente buscando alguna concesión de poder del Congreso.
(6) Número 5 pero al revés. Los tribunales pueden evitar la cuestión constitucional negándose a interpretar una ley que permita que el Presidente «viole» intereses «constitucionales» de índole «mis derechos individuales».
Con respecto a la tortura, el Departamento de Justicia utilizó el argumento (5). Ese argumento es particularmente débil porque el Presidente no puede
afirmar fácilmente que la prohibición congresional contra la tortura viola sus poderes inherentes; pero la forma del argumento está bien, en el sentido de que es posible cuando el Presidente tenga algún argumento sólido, con precedentes, de su poder inherente. El Tribunal Supremo, por su parte, ha usado el argumento (6), incluso cuando la seguridad de la nación peligra. Por ejemplo, ha protegido la libertad de expresión en el famoso caso Yates y el derecho a viajar (Kent v.Dulles) durante la Guerra Fría y protegió el «debido proceso» en la II Guerra Mundial en los casos de Duncan y Endo.
Con respecto a los pinchazos telefónicos (algo parecido al SITEL de Rubalcaba), el gobierno podría utilizar el argumento (5) porque sí es plausible que se trate de un poder debido e inherente e indiscutible del Jefe del Estado.
Esta cuestión debe resolverse caso-por-caso, y no como una cuestión abstracta o filosófica. Lo único que diré aquí hoy es que más nos valdría evitar las disputas que surgen entre (1) y (2) y ver si podemos seguir facilitando lentamente el camino para fortalecer al Ejecutivo con sus debidos poderes inherentes, poniendo especial atención al Congreso de los EEUU e intentar limitar su alcance contra el Departamento de la Presidencia.
«(1) Ir a la guerra sin autorización del Congreso, (2) poder espiar en todos los países del mundo, (3) poder detener a “enemigos combatientes”, incluido ciudadanos americanos capturados en suelo americano, sin ningún “derecho” a un abogado ni a un “juicio civil”, (4) poder iniciar interrogatorios duros que coaccionan a los enemigos extranjeros de la nación — e incluso “torturar”, cuando sea necesario.»
Creo que cuando James Madison ideó el artículo II de la Constitución de los Estados Unidos no pensaba en que el Presidente tuviese el mismo poder que Jorge III de Gran Bretaña e Irlanda. Del mismo modo creo que tampoco esa era el objetivo de John Adams, acusado de ser un «realista» por promulgar las Alien & Sedition Acts. Ni tampoco el de George Washington, que a lo sumo fue el equivalente americano de nuestro Rey Fernando V de Castilla y II de Aragón.
De una presidencia fuerte, al menos lo suficiente, controlada tanto por los jueces como por los congresistas, así como por los poderes estatales, los Estados Unidos han pasado a tener una «presidencia imperial». El balance de la Constitución en cuanto a los límites y prerrogativas del Ejecutivo se ha escorado hacia el mando monárquico, pervirtiendo la esencia republicana del buen gobierno, consistente en el sometimiento de los poderes públicos a la Ley, incluido el Presidente.
Andrés:
Comprendo tus reticencias, comprendo tu malestar, pero este es el camino adecuado.
Dices:
«Creo que cuando James Madison ideó el artículo II de la Constitución de los Estados Unidos no pensaba en que el Presidente tuviese el mismo poder que Jorge III de Gran Bretaña e Irlanda.»
Y yo tampoco conozco a nadie que quiera un rey absolutista como el Jorge III.
«Del mismo modo creo que tampoco esa era el objetivo de John Adams, acusado de ser un “realista” por promulgar las Alien & Sedition Acts. Ni tampoco el de George Washington, que a lo sumo fue el equivalente americano de nuestro Rey Fernando V de Castilla y II de Aragón.»
Personalmente defiendo las «Alien & Sedition Acts» — me parecen perfectamente constitucionales.
«De una presidencia fuerte, al menos lo suficiente, controlada tanto por los jueces como por los congresistas, así como por los poderes estatales, los Estados Unidos han pasado a tener una “presidencia imperial”.»
Al revés Andrés: la Presidencia de los EEUU es bastante débil, desgraciadamente — ya vimos por ejemplo lo que pasó con Hamdi y Rumsfeld y el Habeas Corpus.
No existe tal cosa como una «presidencia imperial». Es un oxímoron.
«El balance de la Constitución en cuanto a los límites y prerrogativas del Ejecutivo se ha escorado hacia el mando monárquico, pervirtiendo la esencia republicana del buen gobierno, consistente en el sometimiento de los poderes públicos a la Ley, incluido el Presidente.»
El «problema» está en que como sabes muy bien, hay poderes declarados o «enumerados» y hay otros poderes que no son enumerados — algo que dejó patentemente claro el propio James Madison.
Yo creo que hay que enfocarse en cuáles son esos poderes «no enumerados».
«Al revés Andrés: la Presidencia de los EEUU es bastante débil, desgraciadamente — ya vimos por ejemplo lo que pasó con Hamdi y Rumsfeld y el Habeas Corpus.
No existe tal cosa como una “presidencia imperial”. Es un oxímoron.»
Claro que es un oxímoron. Los poderes que los presidentes han asumido desde Lincoln a B.H. Obama, pasando por Delano Roosevelt y G.W. Bush han sido impresionantes.
«El “problema” está en que como sabes muy bien, hay poderes declarados o “enumerados” y hay otros poderes que no son enumerados — algo que dejó patentemente claro el propio James Madison.
Yo creo que hay que enfocarse en cuáles son esos poderes “no enumerados”.
Creo que dentro de ese abanico de poderes implícitos de la Presidencia no se encuentran la suspensión del habeas corpus o la necesidad de una declaración de las cámaras del Congreso para declarar la guerra. De ser así los Estados Unidos no serían una República, sino una Monarquía como la de Carlos III, basada en el despotismo y no en el imperio de la legalidad.
Perdón, quise decir la «no-necesidad de una declaración de las cámaras del Congreso para declarar la guerra».
Andrés:
«Claro que es un oxímoron. Los poderes que los presidentes han asumido desde Lincoln a B.H. Obama, pasando por Delano Roosevelt y G.W. Bush han sido impresionantes.»
Pues yo no veo esos poderes por ninguna parte, Andrés. De hecho lo que hay es una judicialización del poder completamente absoluta — todo lo que hace o decide el Presidente tiene que pasar, lamentablemente, por el Tribunal Supremo. La primera consecuencia del caso ya conocido Marbury versus Madison.
«Creo que dentro de ese abanico de poderes implícitos de la Presidencia no se encuentran la suspensión del habeas corpus o la necesidad de una declaración de las cámaras del Congreso para declarar la guerra. De ser así los Estados Unidos no serían una República, sino una Monarquía como la de Carlos III, basada en el despotismo y no en el imperio de la legalidad.»
Ok, este argumento ya es más «serio» pero es que ahí está la clave. Dices «creo». Bien, aunque yo recomendaría que veas por ejemplo el precedente histórico y la definición de «ejecutivo». Por casualidad, ¿tienes una copia de «El Federalista»?
Es necesario tener una copia.
OFF TOPIC: Javier — el otro día usted, yo y antisindicalista discutíamos por aquí lo ridículo que son los españoles que emigran a Alemania ahora pensando que «todo ahí fuera es mejor que en España», como buenos vendepatrias que son. Pues acabo de ver el gracioso comentario de un turco-alemán — el periódico ponía «Españoles locos por irse a Alemania» y él comentó: «y yo que emigro a China…»
Ya ni siquiera los propios alemanes, que son los arquitectos de gran parte de nuestros problemas en Europa, creen en eso de la «unión» europea. Merkel lo que quiere es salvar el euro, SU euro, y si se tiene que llevar a España por delante, lo hará sin problemas. A ver si gracias a España, como paradoja, se hunde la Unión Europea. Oremos para que así sea.
Alfredo:
«OFF TOPIC: Javier — el otro día usted, yo y antisindicalista discutíamos por aquí lo ridículo que son los españoles que emigran a Alemania ahora pensando que “todo ahí fuera es mejor que en España”, como buenos vendepatrias que son. Pues acabo de ver el gracioso comentario de un turco-alemán — el periódico ponía “Españoles locos por irse a Alemania” y él comentó: “y yo que emigro a China…”
Ya ni siquiera los propios alemanes, que son los arquitectos de gran parte de nuestros problemas en Europa, creen en eso de la “unión” europea. Merkel lo que quiere es salvar el euro, SU euro, y si se tiene que llevar a España por delante, lo hará sin problemas. A ver si gracias a España, como paradoja, se hunde la Unión Europea. Oremos para que así sea.»
Jejejeje. A mí me da risa que a estas alturas haya españoles que crean que «mami Alemania» les salvará emitiendo eurobonos, o más risible aún, que Alemania renuncie a ser «Alemania» y se pierda en la masa amorfa conocida como «europeos»; que eliminen a sus políticos, su soberanía, sus proyectos para compartir su «riqueza» con sus «pobres hermanos derrochadores», mediante la creación de un «gobierno europeo», donde las opiniones y el voto de los griegos estén «al mismo nivel» que el de un alemán. O sea, que ellos trabajen como burros, pero que esa riqueza la compartan con los «desafortunados», ya que en un gobierno europeo ellos serían minoría.
Por estos días, he estado escuchando que «Alemania jamás dejará caer a Portugal». Es curioso, porque lo mismo oí el año pasado con Grecia e Irlanda.
Je, hace unos días, ví la portada del periódico gratuito QUE, con las fotos de varias personas y abajo: «MERKEL, FICHAME»
Y yo «¡¡MERKEL, FICHALOS YA!!»
¡Ja! Yo también ví esa lamentable portada, Javier.
La verdad es que insisto: no tengo en muy alta estima a los «emigrantes» que se fueron a Alemania — sobre todo a esos. No seré yo, obviamente y DIOS ME LIBRE, el que defienda el franquismo y aquella sociedad franquista-católica, pero sí que también es totalmente cierto que la «sociedad» española post-franco en muchos sentidos está totalmente degenerada y esa degeneración moral y depravación viciosa vino de la mano de aquellos emigrantes que querían que España imite la vida sexual y pornográfica de esos países como Francia o Alemania.
Los «ario-nazis» siempre niegan una cosa porque no les conviene para sus tesis: la cantidad de mujeres putas y viciosas que hay en países como Dinamarca y Alemania es impresionante. Mucho me «temo» que muchos de los que quieren irse a Alemania en realidad lo que quieren es ir a ligar y a degenerarse más de lo que están.
**Pido disculpas desde ahora mismo si alguien se siente dolido indebidamente** — tengo una muy buena amiga que tuvo padres, en los años 60 que vivieron en Francia y ella no es ninguna guarra y es una mujer muy guapa, con valores. Hablo en lo general.
Antisindicalista:
Lo de los eurobonos es realmente un PECADO IDEOLÓGICO.
Javier — el lunes publicaré algo sobre las armas porque veo que usted, al igual que yo, está un poco preocupado por el aumento de actitudes totalmente ajenas a la nación y a nuestro liberalismo.
no seais tan duros jeje. Hombre igual siempre pueden ayudar al DJ Tom Pulse a cantar su «Taka Taka».
😉
Bonito artículo sí señor. Lástima que hablar de «soberania política» en España es más bien una broma.
Sí, sí, eso debe quedar claro, que aquellos españoles que emigraron a Alemania en los años 50 es un caso completamente distinto.
Por cierto, hablando de nazis, recordará usted que, por supuesto, por su formación, conoce más estos temas que yo, Quirin, de 1942, el caso de los ocho saboteadores alemanes que fueron capturados intentando entrar en EEUU, en el que la Corte Suprema declaro que no eran inconstitucionales las comisiones militares creadas por Roosevelt que juzgaron y condenaron a muerte a estos nazis. El juez Robert H. Jackson, es más, dijo que los nazis eran “prisioneros del presidente en virtud de su cargo como titular constitucional del estamento militar”, y que el Tribunal ni siquiera debería haber emprendido la revisión del ejercicio de autoridad del presidente Roosevelt, más o menos, en la línea de lo que había dicho antes en Korematsu v. Estados Unidos, que «en la naturaleza misma de las cosas, las decisiones militares no son susceptibles de apreciación judicial inteligente».
Luego, curiosamente, el juez Jackson dio un giro de 180º a su jurisprudencia, en relación a Truman y la guerra de Corea.
Creo que la mejor opinión, actual, sobre el ejecutivo y las interferencias judiciales es la de Clarence Thomas, los tribunales solo pueden actuar cuando específicamente estén habilitados para ello, y no para resolver disputas políticas, sobre todo en relación al ejercicio de los poderes de guerra. Posiblemente, la visión judicial más hamiltoniana.
«Por cierto, hablando de nazis, recordará usted que, por supuesto, por su formación, conoce más estos temas que yo, Quirin, de 1942, el caso de los ocho saboteadores alemanes que fueron capturados intentando entrar en EEUU, en el que la Corte Suprema declaro que no eran inconstitucionales las comisiones militares creadas por Roosevelt que juzgaron y condenaron a muerte a estos nazis. El juez Robert H. Jackson, es más, dijo que los nazis eran “prisioneros del presidente en virtud de su cargo como titular constitucional del estamento militar”, y que el Tribunal ni siquiera debería haber emprendido la revisión del ejercicio de autoridad del presidente Roosevelt, más o menos, en la línea de lo que había dicho antes en Korematsu v. Estados Unidos, que “en la naturaleza misma de las cosas, las decisiones militares no son susceptibles de apreciación judicial inteligente”.»
Sí, sí que conozco el caso je.
«Luego, curiosamente, el juez Jackson dio un giro de 180º a su jurisprudencia, en relación a Truman y la guerra de Corea.»
Buff, lo de Jackson es indignante.
«Creo que la mejor opinión, actual, sobre el ejecutivo y las interferencias judiciales es la de Clarence Thomas, los tribunales solo pueden actuar cuando específicamente estén habilitados para ello, y no para resolver disputas políticas, sobre todo en relación al ejercicio de los poderes de guerra. Posiblemente, la visión judicial más hamiltoniana.»
Sí aunque me quedo insatisfecho en parte porque no hemos tenido la oportunidad de un caso «de peso» y Thomas se ha tenido que limitar a trabajar «con lo que hay». Por supuesto que su visión es muy parecida a la mía y va encaminada hacia lo mismo. Los poderes de guerra son, en efecto, cuestiones puramente políticas y los tribunales no están habilitados para resolver esas cuestiones.
Sobre los emigrantes: será un caso distinto pero tuvo unas consecuencias sociales nefastas para esta nación y reino. Muchos regresaron con ideas totalmente degeneradas.
@Ibn Rushd:
«Taka taka» es el sonido que debería sonar en esas cabezas huecas que tienen estos iluminados traidores a la patria.
Ah, lo de los emigrantes lo he dicho en parte por su amiga, aunque vivieran en Francia. De todas formas, posiblemente, lo de ahora será aún peor pues aquello, como lo de aquí, está aún más degenerado que entonces. No hay más que ver la que se formó el año pasado en la Love Parade de Dortmund.
El tema de las armas me parece que estará interesante el lunes y que habrá que aclarar confusionismos.
Desde luego Javier, que hay que aclarar confusionismos y me llamó mucho la atención el toque de atención que usted dio al respecto porque era y ES una preocupación que comparto.
Sí sí, lo del «Love Parade» fue una ¡DEGENERACIÓN INMUNDA y viciosa! Dicen de España pero Alemania está mucho peor al menos en las «apariencias» morales.
De hecho, fíjese en el caso de Dinamarca — más de la mitad de los niños nacidos allí no conoce al padre/progenitor. ABERRANTE.
Más de la mitad de los «nuevos daneses», bastardos.
Yo por mi parte seguiré diciendo que el azul es color azul y un bastardo es un bastardo, se mire como se mire.
Alfredo:
«Los “ario-nazis” siempre niegan una cosa porque no les conviene para sus tesis: la cantidad de mujeres putas y viciosas que hay en países como Dinamarca y Alemania es impresionante. Mucho me “temo” que muchos de los que quieren irse a Alemania en realidad lo que quieren es ir a ligar y a degenerarse más de lo que están.
De hecho, fíjese en el caso de Dinamarca — más de la mitad de los niños nacidos allí no conoce al padre/progenitor. ABERRANTE.
Más de la mitad de los “nuevos daneses”, bastardos.
Yo por mi parte seguiré diciendo que el azul es color azul y un bastardo es un bastardo, se mire como se mire.»
Una vez vi un programa de turismo: un coreano fue a Dinamarca, y se quedó casi bizco, porque en Dinamarca hay varios lugares donde las mujeres manejan bicicleta por las calles sin sostén (listas para «trabajar» cuando el «deber» lo exija, jeje). También oí que hay un pueblo danés totalmente dominado por hippies asquerosos y degenerados a más no poder (son tan degenerados, que los degenerados de hace un siglo se sentirían como monjas a su lado). ¡Y así algunos me han acusado de que quiero irme a vivir a Europa!. Jajajaja. Pues irse al infierno es más barato y rápido (y es obvio que ni ganas tengo de ir allí).
Muy bien dicho y apostillado, antisindicalista. Antes acabas en el infierno, y más rápido, que emigrar a un país degenerado como Dinamarca o Suecia.
En España, de momento, al menos se mantienen las «apariencias».