Se acerca eso que los católicos llaman «la Semana Santa» pero creo que hoy procede un pequeño «sermón» a mis lectores, visto los acontecimientos patrios y locales. Si hay algo que hoy en día falta en las doctrinas cristianas es un sentido del pecado y de la convicción de que todos vamos a tener que enfrentarnos a la ira de Dios el día de nuestra muerte. Los muertos, esto es, los que carecen de la salvación de Cristo, carecen de esperanza. Son extraños y forasteros ante los ojos de Dios. Si estás vivo, demuéstralo: sin Dios – ¿qué significa eso? Desconectado de Dios. No pretendo aterrorizar hoy a nadie, aunque muchos deberían saber que no tienen salvación y arderán en el infierno.
He decidido volver a poner algo que dije en Red Liberal en mi antigua bitácora porque creo que encaja con algunas cosas que están pasando aquí y en España en general. También aprovecho para darle las gracias a todos los que han comentado anteriormente a favor de mi persona: no me merezco ni una sóla de esas frases positivas. Pero, habéis demostrado que estáis vivos, que sois unas personas fiables y hemos visto actitudes de otros también mezquinas en el lado opuesto. Sea como sea lo que ocurra será lo que Dios disponga pero lo que no voy a permitir nunca delante de mi persona es que se ataque a ningún usuario de Liberalismo Democrático.
Señores lectores, estimados amigos, desgraciados laicistas radicales y malditos enemigos: hoy tengo un mensaje importante y espero la atención de todos a las cosas que intentaré explicar. Habiendo tenido el viernes noche la gran oportunidad de acudir a la cena de la libertad que nos ofrecía el Instituto Juan de Mariana, era inevitable que muchos de los que me rodeaban venían armados con preguntas sobre mis doctrinas que a estas alturas y después de haberlas intentado atender, pese a mi estado de fatiga debido a mis estudios jurídicos, creo que son totalmente justificadas además de necesarias. Lo difícil, para mi, fue intentar aclarar los aspectos sobre el Derecho Divino, la teología, la sodomía, los homosexuales, y tantos otros enigmas que rodean todo lo que digo. Es mi costumbre, por experiencia política, exponer aclaraciones por escrito ya que cuando uno acude a una cena o esta en una situación social, es difícil elaborar con elocuencia un debate que debe estar debidamente preparado. Y más aún en estos días que sufro de dolores de garganta y no puedo hablar con la voz firme que me caracteriza en un debate. Los que me conocen de mi alma mater saben que en los debates hablo con firmeza y voz clara. Desgraciadamente, el viernes no tenía mi voz habitual y creo que se perdieron muchos temas en la confusión que produce no hablar con lucidez sobre temas tan diversos. Espero que con esta exposición se aclaren todas o al menos, todas las dudas importantes con respecto a la libertad que promuevo, defiendo y doy la cara por ella.
Me deben permitir que haga un sumario, no ya de los razonamientos, sino únicamente de las principales afirmaciones que tengo el honor de hacer y demostrar, ya que visto lo del viernes, mis lectores se lo merecen y mis enemigos de red progresista y chueca.com y el lobby Zerolano y los fracasados de Siracusa lo necesitan, ya que sufren, como todo progre, un grave caso de constipación cerebral y de un trauma difícil de superar. Pero no quiero entrar en asuntos tan obvios hoy porque la descalificación no tiene por qué ser la protagonista un domingo, día de reflexión, y de reposo, de silencio absoluto y de total serenidad.
Procuraba yo, en la Cena de la libertad, recoger las diversas alusiones que se me han hecho, y especialmente las que a mi persona se habían dirigido por otros individuos de Red Liberal; y queriendo hacer resaltar la diferencia fundamental entre lo que yo defiendo para mi y lo que no defiendo para el estado, diré que el mote de absolutista o teocon que algunos quieren aplicarme, mas bien conviene a esas escuelas y partidos progresistas que a mi y a otros liberales de verdad, verdaderos y genuinos representantes del principio de libertad, entendida y practicada en conformidad con los principios clásicos del individualismo, del individuo y sus derechos legítimos al contrario de los perversos infiltrados y sus conductores ideológicos en UPyD y PSOE y PP y en toda la clase política española.
Iba a publicar esto mañana, pero resulta que hoy, cuando salía por las puertas de la iglesia y oía las campanas, recordé que había dejado mi bastón dominical. Pues cuando volví a entrar para recuperarlo, ví un anuncio de esos que adjuntan a los boletines que decía: “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.” Y entonces recordé que los enemigos de la libertad no dejan para mañana ninguna oportunidad para atacar a los liberales. Es decir, que cuando se trata de nosotros, como quieren que seamos unos parias, se nos toca el himno de Riego, y que los lleva a concluir, “Si son liberales, no hay que asombrarse, son unos locos”, que equivale a decir: ¡si fueran ciudadanos! Y es que ya sabemos que contra la libertad es lícito todo, pues lícito ha de serme a mi defender enérgicamente nuestros principios frente a los de la litrona habitual, el Che en la camiseta, el porro en una mano y el manual de Bakunin en la otra.
I. La libertad
En el fondo de las doctrinas radicales de la social democracia contemporánea, sostenida por esas escuelas relativistas en el orden especulativo, palpitan como postulado necesario la autonomía de la razón con su derivado natural el ateismo, y la conclusión panteísta o positivista que éste entraña, y que a su vez incluye la negación de la libertad psicológica, cimiento de las demás libertades.
Y descendiendo después al orden práctico, quería demostrar cómo, de esa igualdad absurda que promueve la progresía chabacana, viene a parar en la destrucción de la unidad de creencias individuales, para el individuo; esto es, en la ruptura de aquel vínculo moral que sirve como lazo entre el individuo y su dios y su autonomía personal, su espacio vital en el ámbito de lo moral. Y esto produce un exceso de absolutismo y de centralización tirana que sólo puede satisfacer a un social demócrata.
Por ejemplo, considere, por favor, la doctrina de la soberanía del estado que lleva lógicamente el absolutismo del número y de las mayorías; y de ahí a que tengamos que tragar con todas las violaciones contra los derechos individuales. Partiendo de esto, lo que yo defiendo no es la reforma del Código Penal para prohibir, por ejemplo, la sodomía. Sino que, como dije en otra entrada, si hay derecho para que el estado (y digo “derecho” no porque yo piense que sea un derecho sino porque el estado mismo lo impone así), si hay derecho para que el estado entre en libérrima discusión en el ámbito de las confesiones religiosas, no hay razón que impida esa libérrima discusión en todos los ordenes de otras categorías. De aquí la consecuencia de todas las escuelas y partidos progresistas, que, reconociendo esa intervención en la libertad de conciencia, vienen después, por atenuaciones, a imponernos limitación en el orden político, impidiendo, por ejemplo, que se discutan formas alternativas de derecho aplicado como por ejemplo puede ser el Derecho Divino.
Pues bien: para mi sucede que el Estado/Poder, etcétera; no son amigos, sino rivales; que el Estado trata por necesidad y su propia supervivencia de invadir la esfera de la libertad, y que la libertad que yo defiendo es una libertad que trata de usurpar las atribuciones que el Estado se declara, a la fuerza, como propias. La libertad y el estado son irreconciliables. Para resolver ese problema, hay que distinguir entre la libertad y el Estado porque hay un conjunto de verdades religiosas, morales y jurídicas que están por encima de todas las disputas y lo mejor es entregarlas a los individuos para que cada individuo las interprete a su manera porque si las entregamos al depósito del Estado, se hallarán sujetas a las interpretaciones de su voluntad omnipotente, y claro, aparecerá el despotismo que vemos en la España actual y en casi todas las social democracias positivistas. Porque nuestros derechos y libertades no pueden depender del Estado sino de una autoridad infalible; los derechos no son discutibles. Como decía el político independentista cubano, José Martí: los derechos no se piden; los derechos se toman.
Por esta razón, señores, se comprende fácilmente por qué abogo por limitar lo más posible los tentáculos del poder central. La obra política de la repugnante Revolución Francesa consistió principalmente en destruir toda aquella serie de organismos y asociaciones privadas locales e intermedias que servían como una especie de corporación protectora entre el individuo y el Estado. El principio Protestante aboga por la independencia del Estado en el orden religioso y la independencia del individuo en el orden del Estado. Y lo mas fundamental de todo esto es que no puede existir verdadera libertad para el individuo sin que al mismo tiempo se reconozca también la libertad de aquellas asociaciones o entidades en las cuales se manifiestan y se desarrollan las aspiraciones individuales de cada uno, ya sea en las Iglesias o, para los individuos reprobados, las comunas. El Estado no puede considerarse como el definidor supremo de todos los derechos, como el regulador único de la sociedad y el absoluto poder moderador de todas las fuerzas, de todos los individuos, matando así la autonomía del individuo.
II. La sodomía
Dije el otro día, o bueno, quise decir el otro día, en mi entrada sobre las leyes contra la sodomía, que estas leyes se podían justificar precisamente porque son, en el actual orden de las cosas, una muestra del poder ilimitado del Estado. Si el Estado me prohíbe fumar en sitios públicos e incluso en bares privados (violando el derecho a la propiedad privada); ¿por qué no la sodomía? ¿O es que los no fumadores son más importantes que los cristianos que sentimos repugnancia ante los actos sodomitas? Y es que, así es actualmente: el Estado impone su moral y claro, no llueve al gusto de todos. Dentro de ese intervencionismo, lo que yo decía era que si un no fumador, dice que está a favor de la ley antitabaco porque le “protege sus derechos” (nunca define bien cuales son esos derechos) y porque sus ojos arden por el humo de tabaco, pues yo por esa regla, por esa lógica absurda puedo, como Cristiano, decir que se prohíba la sodomía ya que no me produce ardor en los ojos no; pero ofende al Padre nuestro que está en los cielos. Y ya sé que algunos van a decirme que eso no es comparable ya que Dios no es objetivo y los ojos y la salud, sí. Pero lo importante aquí no es eso. Lo importante aquí se trata de que el Estado nos impone una moral. En este caso, el anti-tabaquismo radical de la progresía.
Yo, enfrente de esa teoría, lo que sostengo es que sean las asociaciones intermedias/privadas/individuales las que se encarguen de limitar todos esos desbordamientos de poder público. Si fuera utilitario como son los social demócratas que prohíben el tabaco porque fumar es políticamente incorrecto y porque en el fondo, no les gusta la libertad en el ámbito privado, defendería que un personaje como Zerolo ingresara en prisión preventiva lo antes posible, ya que su discurso y su ideología y sus prácticas me resultan peligrosas para la salud espiritual. ¡Ay si yo usara la misma lógica que la progresía putrefacta y estuviera en una situación de poder; Zerolo estaría pudriéndose en la cárcel! ¡Pudriéndose! ¡Pudriéndose, sí! Pero lo que nos distingue a los liberales de los progresistas es que no nos podemos desprender del principio individualista y del reconocimiento de que hay derechos indiscutibles e inalienables porque nos lo ha dado Dios o, si lo prefieren, la naturaleza misma. Los derechos divinos o naturales no se discuten porque dependen de algo mucho más alto que el Estado. La libertad que nos otorga el derecho a la vida es indiscutible, la libertad que nos proporciona el derecho a la propiedad privada es indiscutible, no se disputa, no se puede disputar ni cuestionar, ni la libertad que nos bendice con el derecho de conciencia o confesional, ni la libertad de expresión, ni la libertad del derecho de autodeterminación, ni la libertad a poseer armas para defendernos de predadores. Estas libertades son absolutas y eternas.
III. ¿Reaccionario, yo?
Hay una gran frase que resume todos los argumentos que la progresía emplea contra lo que digo; con llamarme reaccionario ya está concluido todo. Para contestarme no hay más que llamarme reaccionario. ¡Reaccionario! ¡Racista! ¡Homófobo! ¡Retrógado! Estas palabras han perdido su fuerza después de que los progresistas vienen arrojándola unos contra otros. Examine esa larga cadena corrompida de la progresía moderna y verán que frente al Partido Popular del Señor Rajoy, que no dudaría en llamarme reaccionario y retro como me llamaron los de NNGG en Génova, se levanta el PSOE de Zapatero (lo de señor le sobra), que llama reaccionarios a los del PP engallardonizado. Vea después ese partido crepuscular de UPyD, ese partido destinado al fracaso, UPyD, que llama reaccionario al partido acaudillado por Pepiño Blanco y Zapatero; y detrás de los posibilistas chupa cámaras de Rosa Diez vienen los republicanos laicistas, los que reivindican otra República centralista que acaudillan algunos pobres endemoniados y que llaman reaccionarios monárquicos a los que defienden las ideas de Rosa Diez, dentro de esa misma coalición (Republicanos) de chupópteros se levantan los de la bufanda Palestina y espetan: ¡ eh, que tú también eres reaccionario, porque defiendes la República parlamentaria y hay que defender la República federal!” Y cuando éste pobre diablo ha dicho la última palabra del progreso progresista, se levanta su compañero pro etarra, litrona en mano, y le dice: “¡también eres tú un reaccionario, porque estas pensando todavía en revoluciones políticas, y lo que nos hace falta son revoluciones sociales, para cambiar, no la forma de Gobierno, sino la forma de la propiedad!” Y he aquí, señores, como se encuentran de un lado los derechos y la libertad que defendemos los liberales y los liberal-conservadores como yo, con todos sus principios, sintetizados en la gran afirmación del Derecho Divino y Natural, y del otro lado ¡la anarquía y el relativismo con todos sus horrores! ¡Suprema antitesis planteada entre las afirmaciones libertarias y las negaciones revolucionarias!
Tener, pues, en cuenta, señores, que a los liberales se nos debe considerar como algo mas que uno de tantos partidos que se presentan a luchar y combatir por el presupuesto y el mando. Nosotros no luchamos para controlar el presupuesto y las instituciones públicas, sino para abolirlas y devolvérselas a los ciudadanos, a la esfera privada.
IV. Sobre los homosexuales & otras denominadas minorías
Me dijo una persona algo desparpajada por el alcohol, en el interior de la siniestra y bulliciosa Fontana de Oro, en la cual permanecí dos horas dedicando cada una a una Pepsi, que yo no podía aplaudir si el Ejército penetraba en el recinto del Congreso de los Diputados y violaba la ley. Creo que la mayoría de mis lectores comprenderá que no voy a vestir de luto porque se viole el régimen socialdemócrata. Supongo que, si yo estuviera en el Poder y el ejército se levantara contra lo que yo defiendo, tampoco vestiría de luto Zapatero o ninguno de los políticos incompetentes de esta época.
¿Qué tiene que ver esto con los homosexuales y lo que yo he dicho antes sobre la sodomía? Dije, en ese articulo, que hay que aprender a separar a los actores de sus actos. Debo decirle a los homosexuales (y a todas las denominadas minorías) que yo puedo condenar todos aquellos movimientos políticos o jurídicos de fuerza por los cuales se trata de violar los derechos inalienables de los hombres, de todos los hombres, incluido Zerolo & co. Pero ellos no tienen ese derecho, porque se han apoyado en esos movimientos de fuerza para sostener sus principios, y seria absurdo condenarlos cuando no responden a sus deseos. Es muy sencillo decir: “¡yo soy partidario de los derechos y de la soberanía con una sola condición: que la soberanía sea partidaria mia! Yo condeno todos los movimientos de fuerza que sean contrarios a los Poderes que sostengo; pero a los que favorecen esos mismos poderes los aplaudo!”
Estimados homosexuales: ¿todavía necesitan mi profesión de fe? Yo no lo creo. Pero en relación a eso, algunos siguen preocupados. Parece ser que algunos homosexuales, quizás debido a mi forma tan poco diplomática de explicar las cosas, piensan que deseo una reforma del Código Penal para mandarles a los hornos crematorios. Pues no; no queremos ni nunca hemos deseado ahogar a los homosexuales en sangre y contra el lobby que representan diversos colectivos homosexuales no podemos ejercer más ministerio que el ministerio que debe ejercerse contra todas las ideas perniciosas; el ministerio de la oposición y de la contradicción. Los colectivos progresistas intentan mermar la libertad confesional de los individuos, ignorando que la Cristiandad, por ejemplo, es la sociedad más vasta que ha existido en la Historia (en cuanto a su influencia); penetra todas las clases, penetra todas las razas, entra en todos los pueblos, habla todas las lenguas; y si en una parte es odiada, en otra es amada; si en unas es combatida, en otras es reverenciada y venerada. Y esto lo digo únicamente para los que sientan tentación alguna de destrozar la Cristiandad.
Homosexualidad & Igualdad
Me es imposible guardar silencio en relación delante de las repetidas alusiones de que he sido objeto y debo alguna explicación lúcida con respecto a temas tan agudos como lo son la igualdad de la mujer ante la ley, la no discriminación, etc. Lo que en suma expuse sobre el Estado y sobre la ley lo repetiré hoy en pocas palabras.
Es lo siguiente: Considerando absolutos los derechos de la personalidad humana; que, considerando ciertos derechos verdaderamente innatos en cada hombre, permanentes en cada individuo, el Estado era un instrumento, el Estado podía ser un medio para que los derechos de cada uno fueran respetados por los demás; y claro que si el Estado realiza esto, debe realizarlo mediante la ley, la cual no debe limitar internamente los derechos de nadie, pero al defender los derechos de cada cual. Dada la existencia de lo injusto, de lo malo, de la tendencia de la usurpación que hay en los individuos, ¿cómo se defiende cada derecho natural? ¿Por qué medios y en qué forma? Ha llegado para todos la hora de salir de las nubes y venir a la tierra a explicar de una manera practica y concreta como se quiere que esto se realice: porque la vida cosa práctica es, y fuerza es reducirla a condiciones posibles y prácticas. Toda ley debe estar inspirada por la moral, profundamente informada por lo justo, y estrictamente ajustada a las condiciones de la personalidad humana que, repito que es moral, religiosa y progresiva (no progresista).
Hay un error que algunos me han atribuido y como consecuencia, han afirmado que abogo por la discriminación y persecución contra las minorías de todo tipo. Y me espanta esa herejía: sí, me espanta con mucha más razón que a ustedes. Verdaderamente, cosa es de espantarse, si se espantan ustedes de fantasmas, porque fantasmas eran aquellos creados por algunos en la blogosfera primero, y hoy evocados de nuevo por mis detractores, que no tienen otra fuente que no sea wiki.
Bien; decía que la personalidad humana es aparte de moral y religiosa, progresiva. No quiero que se deduzca, de mis anteriores entradas, que la fuerza, que la lucha brutal, que la victoria de un día, que los triunfos efímeros revolucionarios pueda acabar con ninguna idea. He sustentado desde hace mucho tiempo, tengo escrito en muchas partes una opinión totalmente contraria y mis prácticas lo demuestran. Lo que yo defiendo y creo es que la sociedad no debe rendirse, flaquear ni abrir las puertas ante cualquier sistema, ante cualquier profeta que se presente alegando títulos desconocidos para la humanidad por imperativo judicial o por un partido político poco representativo. En suma, lo que digo es esto: que toda idea, cuando es nueva, encuentra una resistencia en la sociedad en que quiere penetrar, y que esa resistencia es legítima. Y añado que si la idea es justa, si la idea es verdadera, si la idea esta destinada por la Providencia a triunfar, no importa que la lucha venga. En la lucha se purifica, la lucha la hace triunfar y la lucha le da las legítimas condiciones que necesita para aumentar la civilización y el bien del mundo. De ahí a que hoy, la mujer pueda votar y participar plenamente en las instituciones (salvo ahora que esta la ley de igualdad y no la igualdad de oportunidad); de ahí a que los homosexuales, a fecha de hoy, son aceptados como ciudadanos mas por casi todos los sistemas políticos de Occidente; de ahí a que ya no existe, hoy por hoy, la esclavitud del negro ni existen negreros. Pero no nos olvidemos de que todos estos cambios se tardaron en ser realidad. Fue en 1886 cuando España abolió, progresivamente, la esclavitud por ley.
Yo creo que la idea generadora del lobby gay, lo que reivindican, no son cosas justas, sino que, por el contrario, son cosas injustas y absurdas. Y por eso creo, y por eso digo, y por eso defiendo, que de momento, su lucha, sus ideas, sus reivindicaciones, no triunfarán porque la socialdemocracia que abanderan y que sostienen va contra los instintos actuales de la población. Pero quiero afirmar algo que debería haber afirmado desde el primer día en Red Liberal: yo no me niego a abrirle las puertas para que difundan sus ideas; hay que abrírselas en la discusión, en la ciencia; en la pura especulación. ¡Pues qué! No pasa nada, los liberales defendemos que todo grupo o individuo defienda y reivindique sus ideas. La Historia nos demuestra que ideas menos perniciosas, cuando se han presentado en el seno de las sociedades, sobre todo en países de nuestro entorno, cuando han querido tomar forma han sido disueltas, han sido abolidas y han sido perseguidas por todo genero de medios, hasta los mas inicuos.
Debe constar, pues, que de mis filas, donde se profesan ideas liberales conservadoras no ha salido de los labios de nadie, que yo sepa, la idea de que se persiga la mera discusión. No señores, no ha sido así ni lo será jamás en nuestro entorno. Aquí he juzgado, sí, aquí discutimos, sí, aquí discutimos ideas y actos y debatimos como personas mayores que somos. Yo reconozco que el tema de los homosexuales es muy delicado, y mucho más delicado en los tiempos revueltos actuales, como lo fue la abolición de la esclavitud en el siglo XIX, pero que si la duda era sobre si yo creo en discriminar, por acto judicial, a los colectivos, facilísimo es de remediar la duda. En todo caso, cuando las mujeres iban adquiriendo derechos políticos, por ejemplo, las leyes contra las mujeres y su participación política fueron paulatinamente desapareciendo; y no hago más que adelantar una opinión personal ahora, diciendo que los homosexuales tarde o temprano tendrán plena aceptación a nivel político en todos los países de nuestro entorno. ¿Qué queda, pues, de todo lo que dicen los progres respecto a las trabas que aquí supuestamente encuentran los homosexuales para su emancipación sexual, social o económica? No queda nada absolutamente y ciertamente, tampoco la pedimos los liberal conservadores. Y efectivamente, tampoco quiero que los demás digan que yo las pido.
¿Ha dicho algún liberal conservador, he dicho yo que debían perseguirse a los homosexuales? ¿Pues no indiqué en diversos comentarios a distintos artículos que los homosexuales tienen ya el apoyo de casi todo sistema político occidental? ¿Pues no he manifestado yo mismo mis simpatías a los homosexuales que han salido de la prisión trampa de Zerolo y su lobby y que es el lobby gay, en su generalidad, antipático a la libertad? El lobby homosexual de Zerolo quiere y pretende que de una vez, que con una sola fórmula, que de una sola manera se resuelva la cuestión de los homosexuales todos, y a eso le llama solidaridad y progreso. Y esas fórmulas y formas les convierten en vecinos y en hijos de la tiranía.
Por eso quiero afirmar hoy que yo deseo plenamente y vivamente, como soy liberal, que los homosexuales prosperen como individuos y en ese reto tienen todo mi apoyo y estoy dispuesto a defenderles si quieren prosperar como individuos, sin coacciones del estado y sin imposiciones de su moral contra las familias y personas que no queremos tener nada que ver con sus modelos sexuales. Si es eso lo que buscan, si lo que buscan es prosperar en libertad como todos los demás, tiendo la mano ahora mismo y firmaría un acuerdo de paz con todo homosexual que se apunte a la causa de la libertad y a la destrucción de los tentáculos de La Moncloa. Porque los hombres debemos ser libres a elegir nuestro propio destino y camino. Mi deseo de querer una empresa libre de Zerolos es tan legítima como el deseo de los Zerolos de querer una empresa o ámbito social libre de lo que ellos ven como homófobos. Lo importante aquí no es la igualdad; lo importante aquí es la libertad de cada uno a poder elegir que quiere para su entorno familiar, educativo, profesional y social.
Y es por eso, queridos lectores, que yo, como liberal clásico que soy, no tengo ningún problema en sentarme en una mesa y cenar junto a un homosexual mientras que los gayprogres, todavía en pleno estado de pubertad adolescente, si tuvieran un problema en sentarse conmigo en una cena. Por eso la expresión más amplia de la libertad de cada ser humano se encuentra alojada en el liberalismo; por eso el Sr. Daniel Rodríguez Herrera tuvo que intervenir y dar una definición del liberalismo; porque los liberales permitimos la lucha de las ideas, de las convicciones, y de las expresiones mas íntimas del ser humano; porque los liberales siempre hemos sido los pioneros en apoyar los derechos de autodeterminación, que son indiscutibles, y no son apelables; porque los liberales no permitimos el chantaje del estado para permitirle a dirigir nuestras vidas, por muy distintas que sean; porque los liberales no nos vemos como los acreedores de los derechos de los demás sino como los afirmadores y protectores legítimos de esos derechos.
V. Conclusión
Voy a concluir, y se me olvidaba ya rectificar un cargo que se me ha atribuido. No he pretendido yo nunca, como dije hoy a los parroquianos de mi iglesia a la hora del estudio bíblico, no pretendo ahora, no pretenderé jamás realizar por medio de las ideas religiosas y despertando los sentimientos religiosos el ideal político para los demás que no lo quieran. Pero para contestar algunas alusiones, seré muy franco. Yo tengo un alma batalladora y desde mis primeros años de juventud he tomado parte en todas las luchas, he discutido todas las teorías posibles, han pasado por mi espíritu todas las ideas, todos los conflictos, todas las dudas que agitan a la sociedad contemporánea. ¿Qué quieren deducir con esto? En medio de todo, y con toda la franqueza que me es propia, pese a quien le pese, quiero declarar una cosa, que late en mis escritos y en todo cuanto digo, y es que yo no puedo pensar en las cuestiones morales y políticas, que no puedo detener un momento mi razón en problemas, sin encontrarme frente a frente con la objetividad sublime de Dios todopoderoso, que con fuerza irresistible se me impone. Traigo, pues, a todos los debates, naturalmente, sinceramente, y como la he llevado a otras discusiones, esta idea religiosa, que si no nace de un sentimiento pío, que si no nace de un alma beata, nace de una razón convencida. No sé si me quedan demasiados temas pendientes porque se me ha dicho mucho; pero si dilatara esta entrada abusaría de la benevolencia con que me han leído, y no tengo derecho a escribir mas creyendo que quizás tenga que volver a intervenir en el debate. Que sirva esta entrada como una especie de “borrón y cuenta nueva” de aclaraciones a mis anteriores postulados y ensayos. He dicho.
NOTA APARTE SOBRE ESTA SEMANA:
Supongo que ya todos conocen el relato del Evangelio sobre la muerte de Cristo y la Última Cena que tuvo con sus apóstoles. Por eso no lo pongo aquí pero está todo en los Evangelios. Cristo le dijo a sus apóstoles cuando resucitó: Que la paz esté con vosotros. Cristo está vivo – y esta semana representa la última semana antes de su muerte para lavarnos del pecado y de nuestra condición inmunda, depravada, infectada, infestada de depravaciones y viciosa. Esa semana comenzó nuestra salvación y nuestra esperanza – la esperanza de toda la humanidad. Más nos valdría, como cristianos, arrodillarnos mucho más habitualmente y pedirle perdón a Dios por nuestros pecados. Más nos valdría recuperar nuestros orígenes y reclamar no ya un «puesto» en la mesa del debate político, sino demostrar que nos estamos cansando de los chantajes contra Cristo y sus Palabras en esta sociedad moderna y relativista que va rumbo hacia al infierno con más velocidad de la que vemos cuando un cuchillo caliente atraviesa una barra de mantequilla en nuestros desayunos matutinos. No, no se trata ya de un hueco en la mesa del debate – tenemos que ser más valientes que eso y exigir estar en la cabecera de los acontecimientos.
Espero que tengan todos ustedes un buen «descanso» pero para reflexionar y pedirle a Dios perdón y que nos guíe en nuestras batallas en defensa de la nación y nuestros valores.
Demasiado denso lo que has escrito para un simple comentario. En mi blog Charcos paralelos, http://charcosparalelos.blogspot.com/, he vertido muchas opiniones y a él me remito. En algunas cosas estoy de acuerdo contigo, pero insisto, tu analisis es tan espeso… que no puedo si no discrepar en algunos de sus puntos… A nivel personal, sólo creo en dos cosas por encima de todas: El debate y la libertad. Por eso, pienso sin fisuras que lo que has escrito es… simplemente magnífico… aunque pueda discutir, siempre sanamente. Un saludo.
Muchas gracias Angus – es cierto que a veces escribo más «denso» de lo debido para un blog pero es que hoy he estado rezando y Dios me inspira muchas veces a dar la batalla de las ideas.
Miraré su bitácora luego porque ahora estoy terminando una cosas. Lo que yo digo siempre a los que me dicen que algo es demasiado largo es que si necesitan comentar, que lo hagan sobre un párrafo puntual y así no se lían si no disponen de tiempo para leerlo todo.
PD: He actualizado la conclusión
Un saludo
Uff,
A mi también me ha parecido muy largo. Además tengo que decirle: Ha mejorado usted con la edad o, quizá, al salir de aquella santa casa.
Como es muy largo y usted nos indica que comentamos párrafos puntuales, me centraré en alguno que me ha parecido profundamente disparatado.
«Si el Estado me prohíbe fumar en sitios públicos e incluso en bares privados; ¿por qué no la sodomía? ¿O es que los no fumadores son más importantes que los cristianos que sentimos repugnancia ante los actos sodomitas?»
Veo que tiene una guerra con esto desde hace mucho tiempo pero la coparación es absurda y ofensiva a la inteligencia. Sin entrar siquiera en el terreno de la salud, es obvio que bajo las leyes actuales está prohibido que a usted le sodomicen cuando se vaya a tomar un whisky. Sería violación. La sodomía involuntaria está prohibida, al igual que se pretende, en un grado punitivo mucho menor, que usted le pueda echar el humo de su ducados a personas que no lo desean.
El ejemplo es absurdo e interesado a todas luces. Y por otro lado me parece inconcebible una frase como «los cristianos que sentimos repugnancia ante los actos sodomitas». Caballero, usted no ve gente sodimizándose por la calle.No sea demagogo, hombre.
«que yo no podía aplaudir si el Ejército penetraba en el recinto del Congreso de los Diputados y violaba la ley. Creo que la mayoría de mis lectores comprenderá que no voy a vestir de luto porque se viole el régimen socialdemócrata»
Creo que será un pequeño desvarío de juventud, pero frases como estas, aunque sean aisladas, hacen que la visión del lector sobre el autor del texto sea que éste es una persona poco democrática.
Yo no le aceptaría esta frase en un debate serio, pues sabe usted perfectamente a donde nos llevaría una tolerancia con ese tipo de cosas.
«que late en mis escritos y en todo cuanto digo, y es que yo no puedo pensar en las cuestiones morales y políticas, que no puedo detener un momento mi razón en problemas, sin encontrarme frente a frente con la objetividad sublime de Dios todopoderoso, que con fuerza irresistible se me impone»
La verdad es que eso se lo he dicho muchas veces y usted me lo ha rebatido, comentándome que sus apreciaciones sobre la realidad nada tienen que ver con sus ideas religiosas.
Realmente es así, usted se muestra inflexible con muchísimas cosas porque sus valores o principios religiosos se lo prohiben. Muchas veces algunos lectores le han dicho que cae en contradicción flagrante entre su supuesto liberalismo y sus moralismo religioso, y creo que es verdad.
Saludos,
Pedro:
«A mi también me ha parecido muy largo. Además tengo que decirle: Ha mejorado usted con la edad o, quizá, al salir de aquella santa casa.»
¿cómo dice? A mí normalmente me dicen que soy como el vino – mejoro con la edad aunque yo no lo veo así.
«Veo que tiene una guerra con esto desde hace mucho tiempo pero la coparación es absurda y ofensiva a la inteligencia. Sin entrar siquiera en el terreno de la salud, es obvio que bajo las leyes actuales está prohibido que a usted le sodomicen cuando se vaya a tomar un whisky. Sería violación.»
¡Hombre faltaría más! ¿Qué quiere decir con eso?
«La sodomía involuntaria está prohibida, al igual que se pretende, en un grado punitivo mucho menor, que usted le pueda echar el humo de su ducados a personas que no lo desean.»
Perdone pero que yo recuerde, la gente entra VOLUNTARIAMENTE a un bar. Me da igual que a usted no le guste: si no le gusta, fuera.
«El ejemplo es absurdo e interesado a todas luces. Y por otro lado me parece inconcebible una frase como “los cristianos que sentimos repugnancia ante los actos sodomitas”. Caballero, usted no ve gente sodimizándose por la calle.No sea demagogo, hombre.»
Me parece que usted nunca ha visto el festival de maricones en Chueca pero yo sí lo he visto y le aseguro que se «hace de todo».
«Creo que será un pequeño desvarío de juventud, pero frases como estas, aunque sean aisladas, hacen que la visión del lector sobre el autor del texto sea que éste es una persona poco democrática.»
No perdone: yo soy honesto y vuelvo a decirlo: no seré yo el que vista de luto si eso ocurre.
«Yo no le aceptaría esta frase en un debate serio, pues sabe usted perfectamente a donde nos llevaría una tolerancia con ese tipo de cosas.»
Esto demuestra que no ha leído bien lo que he dicho.
«La verdad es que eso se lo he dicho muchas veces y usted me lo ha rebatido, comentándome que sus apreciaciones sobre la realidad nada tienen que ver con sus ideas religiosas.»
Sí: e insisto en que es así.
«Realmente es así, usted se muestra inflexible con muchísimas cosas porque sus valores o principios religiosos se lo prohiben.»
¿Por qué será que ustedes siempre se empeñan en ver la «religión» como prohibiciones? Por cierto, no use esa palabra aquí porque yo no soy católico – en todo caso soy espiritual, no «religioso» – la religiosidad se la dejo a los papistas católicos.
«Muchas veces algunos lectores le han dicho que cae en contradicción flagrante entre su supuesto liberalismo y sus moralismo religioso, y creo que es verdad.»
Ya mucha gente comenta gratuitamente pero no saben ni lo que es la moral ni lo que es el liberalismo.
Me ha sorprendido mucho su comentario: de usted esperaba algo mejor.
Lleva usted unos días muy raro. Será la semana santa, que saca su lado más tradicionalista y conservador.
«Perdone pero que yo recuerde, la gente entra VOLUNTARIAMENTE a un bar. Me da igual que a usted no le guste: si no le gusta, fuera»
¿Entonces es lo mismo? Porque si es lo mismo, no se entiende el comentario demagógico que usted ha hecho.
«Me parece que usted nunca ha visto el festival de maricones en Chueca pero yo sí lo he visto y le aseguro que se “hace de todo”»
Oiga yo he estado en alguna discoteca gay y la gente no se sodomiza por los pasillos. Me extraña que en la carroza se haga nada de lo que usted dice. Y en todo caso habría que fijarse mucho, mucho, cosa que dudo que usted haya hecho.
«¿Por qué será que ustedes siempre se empeñan en ver la “religión” como prohibiciones?»
Porque todo lo que sale de su moral religiosa es para rechazar comportamientos o censurar actitudes. No le he visto nada de su moral religiosa que sea para aportar cosas positivas a un debate.
Por cierto, ¿Un protestante no es religioso? Me tiene que explicar usted eso.
Es que Pedro, los cristianos protestantes no «celebramos» eso de «semana santa» – es puro paganismo y encima si mira usted las procesiones, pues ya me dirá ¿cree usted que eso es lo que es cristiano?
¿Como que si es lo mismo? Me refiero a lo de entrar a bares de fumadores.
¿Usted ha estado en una gay disco? Vaya, lo siento mucho por usted, la verdad es que no me explico qué podría estar buscando en una disco así pero no me meto en lo que no me importa.
Claro que por supuesto que no me he «fijado» en demasía: prefiero fijarme en la Historia de mi ciudad y no en lo que hagan dos maricas subvencionados con mi dinero y encima involuntariamente porque si por mi fuera, eso no pasaría. Hace un tiempo me dijo un mejicano algo que comparto: «últimamente se le da demasiada visibilidad a los maricones en España» – yo estoy de acuerdo. Cualquiera que mire la tele pensaría que son más de la mitad de la población pero siguen siendo menos del 10%.
Y no, un cristiano bíblico no puede ser «religioso». Mire lo que dice la RAE sobre ser religioso:
religioso, sa.
(Del lat. religiōsus).
«1. adj. Perteneciente o relativo a la religión o a quienes la profesan.»
¿El protestanismo es una religión? Primera vez que me entero.
«2. adj. Que tiene religión, y particularmente que la profesa con celo.»
Lea la definición de «religión».
«3. adj. Que ha profesado en una orden o congregación religiosa. U. t. c. s.»
¿Desde cuando los protestantes tenemos órdenes?
«4. adj. Fiel y exacto en el cumplimiento del deber.»
No se confunda: el «deber» de una iglesia poco corresponde normalmente con lo que Dios dice en Su Biblia.
«5. adj. Moderado, parco.»
¿Yo moderado? ¿Yo parco? Eso no se lo cree nadie.
Una entrada muy interesante, sobre todo en una semana como ésta, en la que se produce uno de los espectáculos más lamentables a nivel mundial: miles de individuos paseando trozos de madera por la calle y otros tantos millones emocionándose sinceramente al observar el espectáculo.
Paso a comentar la entrada:
«Se acerca eso que los católicos llaman “la Semana Santa”»
¿Acaso no es un concepto común a todas las confesiones cristianas? (aunque se conmemore de manera distinta)
Usted le pregunta a Pedro que «¿Por qué será que ustedes siempre se empeñan en ver la “religión” como prohibiciones?». Pero previamente en su entrada ha afirmado que «hoy en día falta en las doctrinas cristianas es un sentido del pecado y de la convicción de que todos vamos a tener que enfrentarnos a la ira de Dios el día de nuestra muerte» y que «muchos deberían saber que no tienen salvación y arderán en el infierno».
Si tenemos que estar temerosos de Dios, es porque nos prohíbe algo. A mi la religión, al igual que todo prejuicio, me parece una forma de esclavitud, aunque sea autoimpuesta. Para mi, limitarse por lo que supuestamente ha dicho un dios o algo que alguien escribió hace miles de años, carece de sentido.
I. La libertad
No entiendo bien cómo «la autonomía de la razón» está relacionada con «la negación de la libertad psicológica». O usted no se ha expresado bien, o yo no le entiendo, o no entiendo las «doctrinas radicales de la social democracia contemporánea».
«esa igualdad absurda que promueve la progresía»
Es curioso que comente esto. El pasado domingo terminé de leer «¿Qué es la propiedad?» de Proudhon, y me ocurrió exactamente lo mismo que cuando leía «Kropotkin’s Revolutionary Pamphlets» (de Kropotkin, obviamente); y es una increible sensación de frustración. Ambos emplean una serie de argumentos en contra del individualismo y la responsabilidad, y defienden conceptos de igualdad, responsabilidad social, teoría del valor-trabajo completamente alejados de la realidad.
«el Estado trata por necesidad y su propia supervivencia de invadir la esfera de la libertad, y que la libertad que yo defiendo es una libertad que trata de usurpar las atribuciones que el Estado se declara, a la fuerza, como propias. La libertad y el estado son irreconciliables»
Alfredo, se me ha puesto el bello de punta. Por un momento pensaba que se declaraba anarquista.
«Porque nuestros derechos y libertades no pueden depender del Estado sino de una autoridad infalible»
Yo soy de la postura stirneriana (y si no me equivoco, aceptada también por Tucker) de que todos los derechos provienen «originalmente»/»naturalmente» (no siento muy agusto con estos conceptos, por eso los entrecomillo) de la fuerza. Si alguien tiene derecho a la libertad (que en el fondo no es más que autopropiedad), derecho a la propiedad sobre algo, o derecho a cualquier cosa es porque lo ha logrado empleando la fuerza.
No digo que la sociedad deba regirse x la «ley de la selva», sino que es así. Y, además, no es algo exclusivo de los seres humanos, sino que es algo que atañe a todos los seres vivos. ¿Por qué un determinado animal controla un determinado territorio? ¿O por qué es el lider del grupo? ¿O por qué tiene derecho a aparearse con todas las hembras? Simplemente porque es el más fuerte y nadie ha podido arrebatarle dicho derecho.
Sin embargo, en los seres humanos se dá una característica, que es la que genera que exista un segundo origen de los derechos: el contrato. Un contrato firmado libre y voluntariamente entre varios seres humanos.
Para que este segundo tipo de «origen» de los derechos se dé, es necesario que se respete la propiedad de uno mismo, para que dichos contratos sean libres y voluntarios. Si no fuese así, volveríamos al origen de los derechos por la fuerza.
«Por esta razón, señores, se comprende fácilmente por qué abogo por limitar lo más posible los tentáculos del poder central. […] Y lo mas fundamental de todo esto es que no puede existir verdadera libertad para el individuo sin que al mismo tiempo se reconozca también la libertad de aquellas asociaciones o entidades en las cuales se manifiestan y se desarrollan las aspiraciones individuales de cada uno, ya sea en las Iglesias o, para los individuos reprobados, las comunas. El Estado no puede considerarse como el definidor supremo de todos los derechos, como el regulador único de la sociedad y el absoluto poder moderador de todas las fuerzas, de todos los individuos, matando así la autonomía del individuo.»
Lo que usted defiende es bastante simple: asociación voluntaria. Lo he dicho muchas veces, el anarquismo es la extrema izquierda, el liberalismo la izquierda, la socialdemocracia/conservadurismo la derecha y los totalitarismos la extrema derecha. Y usted lo ha puesto de manifiesto muy bien: anti-Estado (pro-Estado limitado) y pro-asociación voluntaria. Para mi eso es la izquierda. Simplemente es una cuestión de hasta que punto quiere llevar esos principios lo que diferencia a un anarquista de un liberal. Si un anarquista «progre» se plantease votar, no debería votar por un partido comunista, sino por uno partido (auténticamente) liberal (bueno, en caso de no haber un «partido libertario).
II. La sodomía
« Si el Estado me prohíbe fumar en sitios públicos e incluso en bares privados (violando el derecho a la propiedad privada); ¿por qué no la sodomía?»
Efectivamente. Es que eso es lo que no entienden los estatistas. Aparte de que el Estado no tiene derecho a inmiscuirse en los asuntos privados de las personas, cuando lo hace, puede darse que lo haga por el bien o el mal de un ciudadano. Y aun cuando lo hace por el bien, los conceptos del bien y del mal son relativos. Y EL FIN NO JUSTIFICA LOS MEDIOS. Cuando Hitler asesinaba a millones de judíos lo hacía por el bien de los alemanes. Eso creía él, ¿podemos y debemos justificarle y perdonarle por ello? Claramente no.
III. ¿Reaccionario, yo?
Mientras no quiera emplear al Estado para imponer su moral, usted será liberal. Por ello, le considero de izquierdas (en la manera que ha sido definido anteriormente). Todo aquel que no solo no teme al Estado, sino que quiere utilizarlo en su provecho y para imponer sus ideas y su moral es de derechas, un liberticida.
«sintetizados en la gran afirmación del Derecho Divino y Natural»
Aquí me deja «fuera de juego». ¿Cree usted en el Derecho Divino y Natural? Si es así, ¿podría explicar en qué consisten exáctamente?
«Nosotros no luchamos para controlar el presupuesto y las instituciones públicas, sino para abolirlas y devolvérselas a los ciudadanos, a la esfera privada.»
Se me vuelven a poner los pelos de punta.
IV. Sobre los homosexuales & otras denominadas minorías
«Creo que la mayoría de mis lectores comprenderá que no voy a vestir de luto porque se viole el régimen socialdemócrata.»
Considero esta afirmación muy desafortunada. Una cosa es que se viole el «régimen socialdemócrata» mediante la desobediencia civil, en una legítima defensa de los derechos individuales; y otra bien distinta es que un grupo de impresentables den un golpe de Estado.
«Pero ellos no tienen ese derecho, porque se han apoyado en esos movimientos de fuerza para sostener sus principios, y seria absurdo condenarlos cuando no responden a sus deseos.»
Entiendo lo que dice aquí, pero creo que es una afirmación muy peligrosa, que lleva a la confusión. Usted critica el «doblepensar»: cuando el Estado interviene en detrimento mio, está mal; cuando el Estado interviene en detrimento de determinados sectores o privilegiándome, ésta bien. Sin embargo, no creo que ser un hipócrita sea motivo de pérdida de derechos individuales.
«Toda ley debe estar inspirada por la moral»
Creo que aquí se equivoca de término. Debería emplear «ética» en lugar de «moral», entiendo la «moral» como normas autoimpuestas de manera individual y la «ética» como normas de actuación colectiva.
Por ejemplo, ver a alguien ahogarse y dejarlo morir es ético, pero (generalmente) no es moral. Si alguien quisiese juzgarme y castigarme por dejarlo morir, implicaria que él y/o la sociedad tiene derecho a obligarme a actuar de determinada manera, algo que ya hemos descartado.
« lo que digo es esto: que toda idea, cuando es nueva, encuentra una resistencia en la sociedad en que quiere penetrar, y que esa resistencia es legítima. »
Esto me recuerda a esta cita de Schopenhauer: «Toda verdad pasa por tres etapas. Primero se la ridiculiza. Segundo, genera una violenta oposición. Tercero, resulta aceptada como si fuera algo evidente».
En el debate sobre religión con Pedro, entiendo que usted se aleja del concepto de «religión» entendiendo ésta como una forma de religiosidad institucionalizada, ¿no es así?
Francisco: he estado leyendo muchos hilos aquí y veo que es vd el antiguo «snake». Sinceramente he de darle la «enhorabuena» por sus comentarios aquí pues al final siempre afirma cosas que yo comparto y que creo que son ciertas. Yo siempre he dicho, ya a nivel personal, que Alfredo es más de izquierdas que los autodenominados «izquierdistas» en España. Yo tengo la misma definición sobre lo que es ser de izquierdas que vd parece tener.
Ya sé que esta pregunta es off topic y no pretendo desviar los temas ni el impresionante artículo de Alfredo pero quería saber qué opinaba usted acerca del tema de la igualdad tal y como se entiende ahora.
@Alfredo:
Me ha parecido, como siempre, un artículo o ensayo suyo impresionante pero discrepo con algunas cositas. No discrepo con lo que usted dice de la religión pues tiene toda la razón: creo que la religión tal y como se entiende en España es algo institucionalizado y dogmático y poco tiene que ver con la tradición protestante. Sólo discrepo en una cosa: con el tema de la sexualidad. He entendido, por fin, que usted no es antigay pero sí veo que usted es anti muchos tipos de prácticas sexuales. Mire yo tengo 24 años y con mi novia uso un condón y hay sexo oral. ¿Es eso para usted algo pecaminoso? No pretendo convertir esto en una consulta sexual porque ya hay foros para eso. Sólo que me resulta curiosa su postura y su actitud tan chapao a la antigua. Eso es algo que yo respeto mucho pero mucha gente joven se queda un poco desconcertada con sus recomendaciones. A los 19 tuve una experiencia bisexual con otro tio. ¿Soy un inmundo pecador que arderá en el infierno? Si usted no quere contestarme no pasa nada. No quiero crear polémicas tontas ni ofender a sus lectores o mucho menos a usted mismo pero son esas cositas que siempre me han obligado a poner en duda lo que dice su Biblia. De todos modos os respeto pues al menos sois mucho más coherentes que los católicos en España que sólo suelen serlo cuando hay fiesta nacional.
Otra cosa Alfredo: supongo que mucha gente le odiará pero tengo muchos amigos alrededor de mi edad o más jóvenes que adoran su página web porque dicen que hablas o dices lo que muchos tios piensan de algunos temas.
Saludos
***************Perdona mi nick pero es que es para mantener mi originalidad. Si lo borráis no vuelvo a comentar por aquí porque no me va la censura.**************
@polladurayenchandal: no sé a quién pretende usted «impresionar» con sus comentarios y nicks pero he visto peores cosas que usted, los he visto más maricas, y los he visto más depravados.
Me alegro que muchos de sus amigos me lean – eso significa que muchos jóvenes están empezando a darse cuenta que la «igualdad» no es el único camino. Sus preguntas no me ofenden pero tampoco entiendo por qué me las hace. Si usted tuvo una experiencia homosexual por supuesto que es pecado y algo reprobable pero si se ha arrepentido no pasa nada: no es más vicioso ser gay que ser adúltero o mentiroso.
Sobre los condones, pues no sé a qué se refiere: es decir, ¿me pregunta si el sexo prematrimonial es pecaminoso o si el uso del condón es pecaminoso? Abra la Biblia y ahí tendrá la respuesta.
@Francisco:
Sí, me refiero también al institucionalismo pero no solamente eso. Ser «religioso» poco tiene que ver con ser cristiano. Los fariseos eran muy «religiosos» pero no eran cristianos. Me refiero principalmente a que seguir una serie de prácticas de una iglesia x no nos da la salvación.
Y la Iglesia Católica es muy «religiosa» pero poco tiene de cristiana o bíblica, con perdón a los católicos cristianos, pues hablo de la Iglesia en sí y no de los católicos.
Comparto plenamente lo que usted dice de las procesiones: no es más que un espectáculo lamentable que poco o nada tiene que ver con los Evangelios de Cristo. Lo peor de todo es que mucha gente se cree que con «sufrir» van a «ir al cielo» y eso no es así. Son gente fundamentalmente supersticiosa que no entienden los Evangelios – son gente que los necesita, como muchos otros.
1. Semana Santa: no, nosotros en la tradición reformada no «conmemoramos» la Semana Santa y casi ningún protestante lo hace. Recuérdelo Francisco: «sola scriptura» – no hay nada en la Biblia que exija conmemorar la «Semana Santa».
2. Temerosos de Dios: no, no se trata de las prohibiciones – temeroso para mí significa ser respetuoso ante un Dios soberano. Me duele que usted vea la Cristiandad como una especie de lista de prohibiciones. Si eso es lo que busca en algo, léase el programa del PSOE. Ahí sí que hay prohibiciones a tutiplén y la Biblia se queda corta.
3. Dice usted:
«No entiendo bien cómo «la autonomía de la razón» está relacionada con «la negación de la libertad psicológica». O usted no se ha expresado bien, o yo no le entiendo, o no entiendo las «doctrinas radicales de la social democracia contemporánea».»
Lo que quiero decir es que la autonomía de la razón es liberticida: la razón a secas impide otras formas de ver y entender la vida.
4. Derechos y la fuerza: es un tema muy extenso pero sí que entiendo lo que me quiere decir. Le dedicaré una entrada particular aparte a este tema porque hay mucha carne aquí.
5. Asociacionismo: claro que defiendo la libre asociación – pero si se fija y usted ya lo sabe, hoy muchos nos obligan a asociarnos con personas con las que no queremos asociarnos. Yo no quiero asociarme con plastas ni con puretas antitabaco por poner dos ejemplos muy sencillos. Tampoco me asocio, normalmente, con extranjeros: no por una cuestión racial como muchos interesados quieren recalcar sino por una cuestión de familiaridad. De la misma forma que una persona normalmente prefiere estar «en familia» lo mismo ocurre con la nación. Yo no le deseo la muerte a un moro o chino por sus razas pero no me siento plenamente «cómodo» con ellos porque prefiero asociarme con lo que conozco. Me sorprende, sin embargo, y mucho, lo que dice de la izquierda y derecha pues es algo que yo tengo al revés.
6. Sobre el ejemplo de Hitler: exacto, claramente no podemos ni olvidar ni «perdonar» a un genocida por mucho que lo haya hecho «en beneficio de los alemanes.» Aquí en España surgen algunas personas así que creen que hacen tal o cual cosa «por el bien de los españoles», como si fuera nuestro padre. Un ejemplo de eso es el Ministerio de la Igualdazzzz.
7.Derecho Divino y natural: no, no hablo del Derecho Divino medieval sino del orígen de los derechos. Creo que si el origen de tal o cual derecho establecido procede de Dios mismo, es más difícil para un Estado intentar limitarlo.
8. Golpe de Estado: la verdad no sé por qué motivos ya son dos los que intepretan eso así. Lo que quiero decir es que no voy a sentir lástima porque aniquilen un sistema liberticida para sustituirlo con uno parecido. Claro que la cosa va por grados. Prefiero la democracia española de 1978 antes que a la Cuba de los Castro pero aún así deberíamos aspirar a ser más libres.
Por lo demás, estoy de acuerdo con usted hoy en muchas cosas que ha dicho.
Hola,
Vamos a ver, lo primero a Snake (o Francisco). Estoy muy de acuerdo en varias cosas. La diferenciación entre moral y ética me ha parecido muy buena, aunque solemos siempre mezclar las palabras, yo el primero.
Totalmente de acuerdo también en que hay partes del texto en las que Alfredo parece un anarquista, y también he remarcado que la frase de Alfredo referente al hipotético golpe de estado es terrible.
Tengo muchas discrepancias, básicamente orientadas a lo de siempre, contra sus fantasías de un anarcocapitalismo que lo único que haría es llevarnos a una situación terrible. Pero bueno su texto es de una gran calidad, tengo que reconocerlo.
Alfredo,
Un religión es una serie de creencias establecidas de una determinada manera y compartidas por un grupo de personas, cuando estas creencias hacen referencia a un dios o a asuntos «espirituales».
Obviamente, un protestante es religioso, como lo es un católico, un judío o un Hinduista. Tan sólo tengo dudas si lo sería un Budista, en ese caso tiendo a pensar que no.
Que usted quiera diferenciarse de una religión jerarquizada como la católica no implica que deje de ser religioso. En fin, tampoco quiero entrar en una guerra conceptual.
«¿cree usted que eso es lo que es cristiano?»
¿Y yo que sé? Pues supongo que sí. No hay nada que niegue la doctrina cristiana que yo sepa, excepto quizá sus peleas entre cristianos sobre el uso de las imágenes, algo que comprenderá que no me incumbe en exceso.
«¿Usted ha estado en una gay disco? Vaya, lo siento mucho por usted, la verdad es que no me explico qué podría estar buscando en una disco así »
¿Ve? Esa es la diferencia entre usted y yo. A mi no se me ha «perdido» nada por allí, pero en determinado momento no se me cayeron los anillos por entrar allí. Ví cosas que no conocía, y hoy cuando saca debates de este tipo sin conocimiento de causa yo puedo decirle que lo que ví allí fue, no vicio y perversión, si no un sitio muy tranquilo, sin conflictos y sin ninguna violencia. Nadie me miró mal, nadie intentó ligar conmigo ni nadie me hizo cara de que no debía estar allí.
Se lo recomiendo, debería entrar alguna vez en alguna, simplemente por conocer «mundo».
«¿Como que si es lo mismo? Me refiero a lo de entrar a bares de fumadores»
A ver, que se me pierde. Usted en la entrada ha dicho que si se puede prohibir fumar en España por qué no puede pedir usted que se prohiba la sodomía. Esa demagogia es absurda, pues la prohibición de fumar en sitios públicos se basa en que una persona que no quiera respirar humo no sea obligada por otros.
La comparación adecuada, si es que quiera hacer una con el tema de la sodomía, sería que si yo me cruzase con alguien que quiere sodimizarme me tendría que dejar, igual que tengo que respirar el humo de otros. Y obviamente eso está prohibido porque sería una violación. ¿Se imagina que por entrar en la discoteca gay tengo que mantener relaciones sexuales con el primero que me lo pida?
Simplemente quería dejarle en evidencia con preguntas «trampa», pero si usted se me pierde no hago carrera…
Saludos,
No hombre, los que siempre han pretendido hacerme carrera acaban ahogándose. No se imagina usted la energía que tengo.
«Un religión es una serie de creencias establecidas de una determinada manera y compartidas por un grupo de personas, cuando estas creencias hacen referencia a un dios o a asuntos “espirituales”.»
Eso no es la definición que nos da la RAE. Y si usamos su definición, podríamos encajar muchísimas cosas que usted sabe que no vendrían a cuento.
«Obviamente, un protestante es religioso, como lo es un católico, un judío o un Hinduista. Tan sólo tengo dudas si lo sería un Budista, en ese caso tiendo a pensar que no.»
Ninguna persona que yo conozca en mi entorno (y conozco muchísimo la Historia de la Cristiandad, se considera «religioso» – nunca se nos ha enseñado eso – y de hecho identificamos eso de exceso de religiosidad con los católicos, o judíos. Nosotros no somos «religiosos» – somos espirituales. Son dos cosas distintas.
«Que usted quiera diferenciarse de una religión jerarquizada como la católica no implica que deje de ser religioso. En fin, tampoco quiero entrar en una guerra conceptual.»
No ni yo tampoco pero es que no admito que se me llame «religioso» porque no lo soy.
«¿Y yo que sé? Pues supongo que sí. No hay nada que niegue la doctrina cristiana que yo sepa, excepto quizá sus peleas entre cristianos sobre el uso de las imágenes, algo que comprenderá que no me incumbe en exceso.»
No hay ninguna pelea: los protestantes defendemos que sólo la biblia es la única autoridad respecto a esos temas y punto – por lo tanto, las imágenes sí son religiosas y extrabíblicas.
«¿Ve? Esa es la diferencia entre usted y yo.»
Es que es tan legítimo conocer una gay disco como no conocerla. Yo me quedo en esa última categoría Pedro y no, lo siento, no entraré a un sitio que me asquea de la misma forma que los no fumadores deberían hacer con los sitios donde se fuma.
Para conocer «mundo» hay una cosa que se llama un avión y nos permite viajar y conocer mundos. Ya a nivel más localista, ya tenemos la página de los sucesos urbanos para conocer qué tal está el mundo local o el mundillo, a mi juicio. Yo no necesito ir a un puticlub para saber lo que se hace en uno Pedro y yo nunca dije que en una gay disco le violen pero a mí me parece un sitio vomitivo y no entro.
«A ver, que se me pierde. Usted en la entrada ha dicho que si se puede prohibir fumar en España por qué no puede pedir usted que se prohiba la sodomía. Esa demagogia es absurda, pues la prohibición de fumar en sitios públicos se basa en que una persona que no quiera respirar humo no sea obligada por otros.»
No para nada y usted lo sabe: el argumento que se esgrime es el de la sanidad pública porque el Estado se otorga ese criterio «por el bien de todos».
«¿Se imagina que por entrar en la discoteca gay tengo que mantener relaciones sexuales con el primero que me lo pida?»
Hombre, habrán sitios así heteros o no, y no veo que sea un «problema» siempre y cuando la persona sepa que por entrar a sitio x eso ocurre – parece que usted no acaba de entender eso de la libre asociación que expongo.
Hombre, no debe haber ningún sitio en este país donde por entrar estés obligado a mantener relaciones sexuales con el primero que te lo pida aunque no quieras, porque eso es obviamente ilegal.
Puede ser que haya sitios para mantener relaciones sexuales, intercambios de parejas, etc. Pero la capacidad de elección de la persona siempre está, y siempre debe prevalecer sobre las reglas que imponga el dueño del local en cuestión.
No todo puede estar permitido en una propiedad privada.
Y bueno, no le estoy obligando a entrar en ningún local gay, faltaría más. Pero ya que usted se fijó tanto en la cabalgata del orgullo gay he pensado que igual necesitaría hacer una prospección de campo más amplia para poder verter ciertas opiniones con fundamento.
Saludos,
Pedro: ¿y qué tiene de malo que un cartel ponga claramente que el que entre en ese local tendrá que mantener una relación sexual? Le recuerdo que uno elige los sitios donde entra.
Sobre lo que me dice con un poco de sorna en el última párrafo es inquietante: no hacía falta fijarse demasiado en la cabalgata de los homosexuales para ver claramente la que montaron y montan todos los veranos. Pero como comprenderá, una cosa es verles así al aire libre donde tengo espacio para salir corriendo y otra muy distinta es estar en un local encerrados con gente que no me caen bien, sean homosexuales o colombianos.
Y una vez más comprobamos que usted es un aficionado a prohibir cosas por ley y que la gente no pueda elegir lo que desea. ¡Y luego dicen que yo soy el prohibicionista! Qué poca vergüenza. Si miramos su comentario y muchos que hace sobre estos temas, siempre veo el «no debe» y el «no se debe» – hmm…y eso me lo dice una persona que supuestamente cree en el libertinaje moral….
Oiga, es que no se puede hacer eso. Es como entrar en un restaurante donde te obliguen a que te comas lo que te pongan sobre el plato.
Eso viola claramente la libertad de elección. Y no me vale eso de «pues no entre ahí». No Alfredo, mi derecho a elegir qué quiero comer o con quien quiero acostarme no pueden estar cometidos porque esté en una propiedad privada.
Nuestros derechos y nuestras libertades no pueden ser vulneradas por estar en un lugar privado. Es como si nos pudiesen asesinar en un loca donde ponga «cuidado, si entra aquí le podemos asesinar».
No Alfredo, la propiedad privada no puede ser un escudo para vulnerar los derechos más básicos. Piénselo un poco y verá como no es concebible.
Perdone por la sorna, pero me lo ha puesto tan «a huevos» que no lo he podido evitar. Simplemente quiero transmitir la idea de que es importante conocer las cosas para poder hablar con propiedad, y que ver cosas nuevas y modos de vida distintos al tuyo puede ser una actividad enriquecedora.
No me ha entendido Pedro: lo que digo es que si uno va a una fiesta, pongamos ese ejemplo, y el que la organiza le dice a usted: si usted viene a esta fiesta, tendrá que comer lo que yo le diga. Obviamente usted puede elegir ir o no a esa fiesta pero si va, ya sabe perfectamente que es un acuerdo tácito o explícito incluso de que usted no tiene un problema con eso. ¿ve lo que quiero decir? Nadie le puede obligar, sería aberrante, ir a esa fiesta pero si usted va y conoce las condiciones, ¿por qué no?
Y los derechos existen pero somos los individuos los que tenemos la responsabilidad de ejercerlos o no.
Y lo mismo ocurre con fumar: oiga, acaso para ustedes los militantes anti tabaco no es eso suicidarse lentamente?
Y sí, para usted ir a tal o cual local le resultará enriquecedor, a mí no. Tengo otra definición de lo que es el enriquecimiento.
No, no, Alfredo. No sé si no nos entendemos o estamos diciendo cosas totalmente distintas.
Si yo voy a una fiesta tendré que comer lo que me pongan sobre la mesa. Pero tengo una alternativa: No comer.
El hecho de estar en una fiesta no puede obligarme a tragar algo que no quiero, o a que me lo inyecten por vía intravenosa.
Obviamente yo no puedo exigir que usted me haga lo que yo quiero, pero usted no me puede obligar a mi a comer.
Por la misma razón no me puede obligar a tener sexo con usted porque haya entrado en un local destinado a tener sexo: Sería una violación.
Ah bueno entiendo la confusión Pedro – y me explico ahora esta vez espero que me entienda:
Estoy hablando de «acuerdos» contractuales. Si yo en un contrato le pongo a usted que si viene a mi casa tiene que comer lo que yo le dé, pues se supone que es un acuerdo y por lo tanto comerá y lo cumplirá. Obviamente si no hay ese acuerdo, pues yo no le puedo obligar a nada, sería entonces liberticida y nada de acuerdos.
Hmmm, su último párrafo es bastante «picante» pero ¿usted conmigo? Je, como dirían los mejicanos, yo, puras habas. 😉
Los cristianos protestantes no son religiosos en el sentido de que no salen a repetir las mismas «tradiciones» sin sentido que sigue los catolicos: Por ejemplo, ponerse a rezar los «padres nuestros» de manera automática sin sentir realmente lo que se esta diciendo. Repetir una y otra vez la misma oración, algo así como auto flajelarse creyendo que Dios le va a escuchar más por eso….O dejar de comer carne ciertos dias, persignarse, etc, etc.
La religión, a fin de cuentas, es la repetición sin sentido de las mismas cosas. Algo que los católicos son muy dados a hacer.
Palabras más, palabras menos, eso es lo que entiendo yo por religión.
Exactamente cabrit0. La religión es la repetición de cosas que las personas normalmente ni sienten ni piensan.
Muy bueno su aporte.