Bueno señores, la verdad es que ha sido un 2010 bastante turbulento para comenzar y antes que nada, tengo que comunicaros que Carles, miembro de Liberalismo Democrático y comentarista asiduo hasta hace poco, ya no está con nosotros. Me gustaría agradecerle todo su apoyo porque había colaborado con nosotros y me había defendido como persona incluso en los momentos más difíciles. Siempre te valoraré como persona, Carles, pero no puedo aceptar que se pretenda defender cosas socialistas en mi proyecto ni hacerle guiños de ningún tipo al lobby homosexual. Sí, ya sé que es el año 2010 pero los principios que yo defiendo no cambian por fechas y eso lo saben todos los que me conocen. Espero que te vaya bien Carles, pero este no es un sitio para tí. Entiendo el malestar que han sentido varios colaboradores sobre las últimas declaraciones de Carles y por eso se ha decidido en darse de baja. En ningún momento he pedido que lo haga pero Carles supo lo que debió hacer en el momento correcto. Que esto sirva como una advertencia para todo aquél que pretenda dinamitar algo que me ha costado mucho sacrificio personal y laboral. Me parece preciso, una vez más, hablar sobre los principios del liberalismo porque sólo veo mucha confusión. Señores: estoy más fuerte que nunca y no me voy a rendir. Si ahora mismo todos quieren darse de baja del proyecto, que lo digan ahora mismo pero aquí seguiremos los hombres de verdad que desde el primer momento me apoyaron y me brindaron todo su apoyo moral. Paso ahora a responder algunas preguntas pendientes:
1. Sí, OLJE — El Observatorio Liberal de la Justicia Española sigue en marcha. Yo soy el presidente y el vicepresidente es Sergio Doncel. No tenemos página web de momento porque ya sabéis lo malo que soy en informática y lo «dejado» que soy para contratar a personal de administración. Todo vendrá, de eso que no quepa la menor duda y estoy en ello. No me molestéis más haciéndome preguntas de dominguero plasta. Ya he dicho que vendrá una página web y vendrá.
2. No, Carles no ha sido «expulsado» de Liberalismo Democrático. Se ha dado de baja él por motivos políticos.
3. No, no soy «anticuado» ni vivo en los 1800s. Tengo principios que hemos defendido los liberales clásicos de siempre y no permitiré que algunos pretendan pervertir absolutamente nada aquí.
Principios del Liberalismo
Me han pedido hablar del liberalismo y aclarar cosas.
Y eso es un gran honor.
Pero hay que decir que un gran número de «ismos» menos deseables han ido y venido – el fascismo y el comunismo, entre ellos: no le vamos a echar de menos.
Y si el socialismo y el federalismo europeo se une a esos en breve, y por la voluntad divina de Dios, mejor todavía.
Yo no inventé el liberalismo: mis compañeros aquí y yo lo hemos redescubierto.
Los valores, ideas y creencias que tuve el privilegio de poder llevar a la práctica en la Universidad de Columbia estaban enraizados en la experiencia del pasado y reforzados por los acontecimientos en mi vida familiar y personal.
Mis ideales, como los de la mayoría de la gente, se iniciaron por primera vez dentro de mi seno familiar – una familia cristiana (en una parte) que afirmaba la santidad de la persona y que cada uno de nosotros es responsable por nuestros actos y que debemos rendir cuentas por nuestras acciones.
La única vida que vale la pena vivir, se me enseñó, es una vida de esfuerzo individual.
Me inculcaron la actitud de que protestar no es suficiente: debemos hacer algo para nosotros mismos.
Pasado de moda como parece en gran parte de Occidente hoy, tal vez, se me enseñó un sentido del deber moral.
Pero mi visión fue conformada también por mi propio país y su historia – sobre todo, su historia política.
¿Cómo no podría ser? Desde que yo tenía 5 añitos, más o menos, siempre sentí fascinación por la política doméstica e internacional. Para mí, el nombre de España era y es sinónimo de democracia (sí, sí), libertad personal occidental, y un profundo sentido humano de la vida.
La razón principal para esto que digo es para demostrar que yo y la mayoría de los liberales estamos equipados con una brújula de los valores que dirigen nuestras vidas. Son esos valores que en general se aceptan como derecho – derecho moral – por la gran mayoría de nuestro pueblo autóctono.
Por supuesto, siempre hay un riesgo de hipocresía si uno es indiscreto y siempre afirma que los principios guían nuestras acciones.
Y ninguno de nosotros – ni siquiera los santos – estamos plenamente a la altura de los principios morales, pues somos depravados y perversos desde el minuto de la concepción, tentados por las obras de Satanás y los «placeres» mundanos que ofrece el diablo en nuestras vidas.
Pero permítanme decir que siempre evité algo peor, más corrosivo y destructivo que la hipocresía – el cinismo.
Y el cinismo en la política – la sensación de que nada realmente importa – es la causa de la mayor parte de lo que ha salido mal en la política occidental: cuando los principios no importan, la propia vida humana se devalúa.
Es una de las grandes paradojas de la historia que el socialismo, que ha hecho tanto daño – nació de una gran urgencia humanitaria – el deseo de dar a las personas dignidad y la seguridad.
El problema es que demasiada seguridad quita la dignidad de un hombre atenuando su libertad.
El gran filósofo, economista Friedrich Hayek había escrito sobre el socialismo en su libro «Camino de servidumbre» – la servidumbre de la que sólo unas décadas antes, el pueblo ruso pensó que había enterrado.
Karl Popper escribió «La sociedad abierta» para transmitir el mensaje de que mientras en las dictaduras se podrían producir los productos industriales de manera más eficiente – que pronto se quedarían atrás del mundo de la libre empresa, porque se suprimió la misma libertad de expresión y de discusión que producen las innovaciones y avances tecnológicos que han llevado el progreso de Occidente.
Tal vez el hecho político más significativo de Hayek, que ya he mencionado, es que su libro fue dedicado a «los socialistas de todos los partidos».
Era un grupo numeroso.
ESPAÑA Y LO QUE VIENE PARA NOSOTROS
Es evidente que hay mucho que está fundamentalmente equivocado en España. La política española actual ha seguido contribuyendo a los problemas en vez de solucionarlos ya de una vez.
Tenemos que, como liberales, estar listos con principios y política y determinación cabezona para hacer retroceder las fronteras del socialismo en el país y seguir el camino en ese sentido emprendido por el ex-presidente Aznar.
No será tarea fácil señores. Entre otras cosas, exige ser muy impopular entre un montón de poderosos grupos de interés.
Hay que empezar por dar esa respuesta monosilábica menos positiva de todas nuestras palabras: «no».
«No» a la impresión de dinero como una forma de amortiguar el impacto de negocios sobre salarios excesivos.
«No» a las demandas de intervenir para evitar que las empresas no competitivas no quiebren.
«No» a las solicitudes de gasto público cada vez más altas y «no» a préstamos de cualquier tipo, aunque sea para cosas «humanitarias» como darle dinero a una asociación de homosexuales en África.
Señores socialistas: los librales democráticos estamos aquí para establecer límites contra el Estado y a la vez asegurar que el gobierno realice con eficacia las funciones que le corresponden únicamente a un Estado.
En primer lugar, en la raíz de mis creencias está la convicción de que la libertad es una cualidad moral.
Cada persona tiene talentos y habilidades innatas y es responsable de su uso personal.
Es la tarea del Estado, en la medida de lo posible en un determinado conjunto de circunstancias, para que esos talentos y habilidades se desarrollen.
La mayoría de las personas quieren trabajar, ahorrar, invertir, inventar, adaptar y comerciar. Esto es algo que va a la raíz del ser humano occidental.
la libertad no debe convertirse en la anarquía nunca.
La libertad es la criaturita de la ley o se convierte en una bestia salvaje.
España debe aumentar sus fuerzas policiales, mejorar la administración de la justicia, aumentar las penas para delitos violentos y revisar el Código Penal para mantener la confianza del pueblo en el sistema de justicia penal. No es «normal» que un asesino asqueroso esté en poco tiempo en la calle «por ser menor de edad» cuando hoy en día, un chaval de 13 años es un monstruo criminal en comparación con los delincuentes de 13 años de hace 30 años o más.
La paz, por otra parte, nunca está garantizada. Nuevos tiranos seguirán naciendo y nunca deben ser apaciguados — debemos derrotarles siempre.
Eso conlleva fortalecer, como Unión Europea, nuestra capacidad militar y actualizar nuestra defensa nuclear para prestar un apoyo INCONDICIONAL a la OTAN.
Debemos reconocer siempre que el liderazgo militar de EEUU será vital para nosotros,
Por último, la CE de 1978 debe ser estimada y cumplida mucho más. La CE de 1978 nos ha servido bastante bien, con nuestro monarca al frente, desde 1978 y a Europa también. España hoy es un ejemplo que deben seguir nuestras ex-colonias en ultramar.
No abandondéis la lucha por la libertad y no os dejéis que las oleadas de socialismo os abofeteen. Nos queda mucho por delante, pero al final, triunfaremos. No hay otra alternativa para España: o triunfamos, o vamos rumbo al caos y a la miseria.
No tengo nada que ver con esto obvio pero me alegro de que se haya ido Carles. Pon su nombre completo así sabremos evitarle en otros proyectos y demás o su email para destaparle por completo.
Por lo demás bastante de acuerdo, sin origen o fundación personal el liberalismo está perdido.
el carles ese era un hijo de puta que faltaba a casi todos los comentaristas que no eran de su cuerda.
Ojalá se pudra el solito.
Alfredo, sólo tengo una pequeña discrepancia:
Estoy muy de acuerdo con la entrada pero creo que cada país debe desarrollar el liberalismo con toques nacionales, a su manera. Es imposible que en España tengamos un liberalismo protestante aunque puede tener muchos rasgos así y eso sí puede ser posible. Pero, pretender que seamos un país plenamente atlantista no es correcto, pues sí, tenemos el Atlántico pero también el Mediterráneo. ¿Acaso no se puede tener lo mejor de los dos mundos?
Saludos
@gallego orgulloso: No creo que sea correcto dar esos datos, lo siento. No hace faltar «destapar» nada: se ha dado de baja por motivos que ya hemos ilustrado.
@Navas:
Nunca he dicho que vamos a tener un liberalismo «made in England» para España pero no hace faltar ser inglés para saber que hay que bajar impuestos, frenar la inmigración, aumentar la austeridad y cortar gastos innecesarios. El dinero bien administrado no tiene origen racial o nacional. Es cuestión de todos.
El ser humano ha demostrado que se puede equivocar, y que se equivoca mucho más de lo deseable, y siendo la pena capital irreparable corremos el riesgo de sesgar la vida de inocentes.
Por otro lado me considero cristiano a mi manera (me leí la Biblia y salve solamente los Evangelios, el mensaje de Cristo). Nos dijo Cristo que Dios habla en el corazón de los hombres, que su ley está escrita en nuestros corazones. Y mi corazón dice que matar a sangre fría es pecado.
Veo más seguro una cadena perpetua de cumplimiento integro pero revisable (si aparecen nuevos indicios o pruebas que bien demuestren la inocencia del reo o apunten directamente a otro autor).
“Amaos los unos a los otros como yo os he amado”
“Amaras al prójimo como a ti mismo”
Bondad y honestidad cada uno en su ámbito es lo que necesita este país.
Hola,
La verdad es que no quiero meterme en conflictos externos pero me ha sorprendido bastante la noticia.
Creo que Carles es este chico Valenciano que comenta aquí habitualmente (no creo que sea otro Carles) y me ha parecido rarísismo que abandonase el proyecto por profundas discrepancias, pues aunque sí que es cierto que tenía algún toque más progresista siempre me pareció de ideas muy parecidas a las de Alfredo.
Cada uno hace en su casa lo que quiere, y si Carles se ha ido voluntariamente nada que decir, pero me da bastante lástima como una persona con diferencias de criterio no demasiado grandes y en todo caso salvables acaba yéndose de un proyecto.
Tengo la sensación Alfredo, si me permite mi opinión, que una persona tenga que abandonar un proyecto por «defender cosas socialistas en mi proyecto ni hacerle guiños de ningún tipo al lobby homosexual» (que vayase a saber qué quiere decir exactamente esto) me parece bastante, no sé, ¿Exclusivista?. Parece que usted quiere hacer un proyecto a su imagen y semejanza (algo totalmente respetable pues yo soy el primero que tengo una bitácora personalísima), basado en muchas percepciones personales suyas.
Lamentablemente me temo que estos proyectos tan cerrados acaban en la nada, y creo que usted debe saber esto.
No me malinterprete, no pretendo juzgar nada ni soy nadie para hacerlo. Pero usted me habla muchas veces de consensos conmigo, de pactos, en base a ciertos pilares que podriamos compartir, ¡Incluso un día me dijo que me tenía que apuntar a su proyecto!, y luego resulta que una persona bastante más cercana ideológicamente a usted que yo abandona el proyecto por discrepancias terribles que a mi me parecen mínimas…
No voy a tratar los pilares del famoso liberalismo que usted defiende, pues entiendo que tiene parte de justificación o, mejor dicho, de autoafianzamiento de ciertas teorías como base de su ideario. No me incumbe, pues no soy un liberal conservador como usted, y no voy a comentarlas aunque como entenderá una parte importante de ellas me parecen profundamente negativas.
Pero sí que voy a comentar una cosa. Le recordará a una de mis primeras intervenciones aquí pero no me resisto a decirlo.
Usted sabe que yo no soy un teórico. Me da exactamente igual que una cosa se llame liberalismo o socialismo si defiende unos valores que me parecen adecuados y es bueno para mi país y para el mundo.
Pero por mi experiencia he conocido muchas personas que se autorpoclaman liberales, tanto en esta bitácora como en otros muchos sitios y momentos en mi vida. Lo que más me ha gustado de los «liberales» es que las discrepancias entre ellos, es decir, la diferencia de ideas y proyectos era amplísima. Hay liberales que eran neocons absolutamente terribles, y he conocido a otros que eran asimilables a un socialdemócrata o a un social-liberal en objetivos y pensamientos, aunque no en métodos. De ahí hasta conocer a los exóticos anarcocapitalistas, algo aún totalmente inexplicable para mi (lo siento Snake, es lo que pienso, aunque disfruto de ciertos debates filosóficos).
Todos ellos creen que son los verdaderos portadores del «liberalismo». Todo esto a mi me hace mucha gracia pues me recuerda a todas estas religiones del mismo origen que se creen que son la verdadera y que tienen la interpretación adecuada de un texto en cuestión.
No me importa cual sea el verdadero liberalismo, de hecho desde mi punto de vista me parece algo bastante absurdo pasarse el día discutiendo de esto, pero de todos los liberales que he conocido Alfredo, es usted el que más fuertemente defiende que el verdadero liberalismo es el suyo, y el que más tacha a los demás de algo así como falsos liberales.
He leído en el texto unas percepciones bastante personalizadas de lo que significa liberalismo, incluso con toques bastante religiosos. No creo, francamente, que estos exclusivismos y estas ideas de que el liberalismo es SU inerpretación lleven a ningún sitio más que a una marginación cada vez mayor y a una influencia menor.
Se lo digo honestamente como siempre he hecho, sin ningún interes en especial en definir definiciones ajenas a mi proyecto, esperando que usted se lo tome como lo que es: Una opinión y un consejo de una persona que, como usted sabe, no le quiere mal por muy opuesto que sea a lo que usted defiende.
Hola Alfredo, mire yo no me voy a poner a meterme en asuntos internos pero como ya hace tiempo que no le comento nada, le diré que a pesar de que me repugnan sus ideas le apoyo como persona íntegra y honesta. Yo ya tuve unos cruces de palabras con ese individuo chulesco así que no me sorprendería nada que se haya pasado ocho pueblos en algún tema que no me incumbe. También alguna vez he cruzado palabras con su vicepresidente Sergio pero ese es un señor con mayúsculas que sabe debatir.
Muchas veces entraba yo para debatir con él aunque hace mucho que no le veo por aquí comentando.
Nada de esto de los principios me sorprende Alfredo y me ha parecido más bien un refrito de lo que ya sabemos sobre sus ideas, esta vez quizá algo más contundente. Es verdad que a pesar de la que está cayendo le veo muy fuerte y con determinación. Yo soy marxista pero apoyo la libertad personal fijese. Es decir, apoyo el derecho a la autodeterminación de los hombres a decidir qué ideas quieren defender. No me gusta censurar.
@PEDRO:
En mi interpretación de todo esto creo que algo más ha pasado que cruza las ideas y me da la sensación que es algo mucho más personal de lo que pueda parecer no sé.
Ahh Alfredo, se me olvidaba:
Tenga claro que yo personalmente no voy a echarle de menos al liberalismo de los 80.
Hola Lenin,
Pues no lo sé, si quieren Alfredo o Carles que lo aclaren. Yo me baso en el texto, y según éste parece que hay una discrepancia de criterios en el tema homosexual y algo que Alfredo considera socialismo.
A mi Carles me cae bien, nunca me ha dicho nada fuera de tono y me ha tratado con mucho respeto.
En fin cada uno ha tenido unas experiencias personales.
No no perdonenme todos menos Pedro pero hay que ser muy hijo de puta para hacerle eso a un compañero que siempre ha estado ahí cuando ha hecho falta.
Alfredo ¿sabes lo que es tener sentimientos y entender que algunos no son perfectos y hechos a la medida que quieres?
Yo no sé lo que ha pasado pero yo sí sé detectar quién tiene buenos sentimientos y quién demuestra un espíritu tan cainita y español.
Yo, como todo el mundo, diré que no quiero meterme en asuntos internos, ya que tampoco formo parte del proyecto. Pero aún así siento curiosidad por saber exactamente cuáles han sido sus discrepancias con Carles. Supongo que habrán transcurrido por mail, porque en las últimas entradas que yo recuerde no hay referencias al tema. Únicamente recuerdo que Carles decía ser realista y que no había que privatizarlo todo, algo que según he entendido es lo que Alfredo defiende (aquí seguimos hablando de coincidencias o divergencias ideológicas, no de los argumentos propiamente dichos). Del asunto del lobby gay, si hay algo, yo al menos no me he enterado.
Suscribo lo dicho por Pedro de que el proyecto de Alfredo es… el proyecto de Alfredo. Aparte de que no dispongo de todo el tiempo que quisiera, mi desconfianza general hacia proyectos colectivos de índole política me llevó en su día a rechazar ser miembro de LibDem y a pasar por simple simpatizante. No sé muy bien, salvo alguna discrepancia que hubo con respecto a Jefferson, si los miembros de Liberalismo Demócratico defienden todo lo que él expone cuando hace alguna declaración pública, si lo consulta con ellos o simplemente supone cierta afinidad en términos generales. En cualquier caso, que son gente muy preparada es indudable. Quizás si participaran algo más a menudo, ya que se han comprometido, es posible que el proyecto no pareciera ser tan alfredista. Tampoco se trata de que intervengan tanto como Alfredo, que es excepcionalmente prolífico y tenaz tanto en las entradas como en los comentarios, y por lo que supongo dispone de mucho más tiempo.
De todos modos, hay que entender una cosa: el proyecto de Alfredo es muy diferente a los que hay en la red. Siempre he dicho que esto es un blog, los otros son agregadores de blogs; al ser el blog de una persona, y no una suma de blogs de individuos distintos, se pierde el sentido de «red» que hay en otras partes. Si a ello le añadimos que las declaraciones oficiales se mezclan con las opiniones del autor, es lógico que el proyecto parezca muy personalista.
Las bases que no deja de sentar Alfredo constituyen una tendencia conservadora dentro del liberalismo que rechaza la mayor parte de las visiones más ruidosas: frentismo antiizquierdista, catolicismo, anarcocapitalismo y la simple opinión divulgada por individuos que prefieren hablar de la actualidad que enredarse en debates académicos.
Y lo más curioso, sin embargo, es que a parte de esa línea editorial, por llamarlo de algún modo, intervengan lo mismo socialdemócratas que anarcocapitalistas y se debata tranquilamente con ellos cuando a las personas de Red Liberal se les ataca en tono despectivo aprovechando que no vienen aquí a discutir. Se ataca el liberalismo «losantiano», no sólo como una forma de entender el liberalismo, sino como una tendencia que no congenia, desde que salió de Red Liberal, con la persona de Alfredo. Entiendo que él no quiere simplemente aportar algo, sino construir una alternativa a Red Liberal, un referente dentro del liberalismo. Y el problema, para mí, es que tal alternativa se está construyendo sobre la diferencia ideológica y moral antes que por la fuerza de los argumentos, (habiendo una notable diferencia: aquí hay debate, aunque difuso; en Red Liberal, ya no lo hay y es soporíferamente aburrida). Y aquí se está reclamando, al tiempo que se defiende el elitismo, un prestigio y reconocimiento que tristemente sólo puede lograrse con una eclosión.
No pongo en duda que los intereses de Alfredo son completamente legítimos y preparación no le falta. Pero el reto no es nada fácil y creo que él solo no lo va a conseguir. De momento, ha logrado crear debate. Esperemos que las demás ramas del proyecto sigan creciendo.
Un saludo.
La opinión de Samuel me ha parecido la más realista de todas por aquí y ahora por primera vez hablaré yo aquí, no sólo como miembro administrativo de Liberalismo Democrático sino también como alguien que conoce a Alfredo personalmente y sabe perfectamente lo que pasó.
Primero, decir que Alfredo es tan sincero en persona como es en el blog y en los ámbitos donde se le conoce. Se puede decir, con justicia, que es una persona áspera, pero muy humana y si me perdonan la palabra soez, «cojonudo», cojonudamente inteligente.
Como sé que Alfredo responde a todos los comentaristas, algo insólito en muchos blogs donde hay mucha participación, me da igual decir aquí lo que pienso. Alfredo es un tipo de persona que se puede llevar igualmente bien con la Reina de Inglaterra, y saber estar, como también ser el tio más «populacho» de barrio que podemos encontrar. Es decir, esa es la calidad personal que me agrada, que lo mismo te suelta un discurso bastante fino como decir «vete a freir espárragos gili….»
No todos sabemos movernos tan atléticamente en dos ámbitos extremos. Alfredo, a mí nunca se me olvida la noche cuando me dijiste que teníamos que aprender dos castellanos, uno el castellano de verdad, el correcto, y otro castellano de chavales para hablar con la gente joven y vi como la gente joven en el local te escuchaba con interés. Nadie es perfecto y como muchos de vosotros no le conocéis en persona, pues dejo que cada uno saque sus conclusiones sobre los fallos que podría tener como persona.
A mí personalmente Alfredo me sacó de un estado lamentable y me dio la oportunidad de ser publicado en diarios importantes de cosas académicas en EEUU. No hablo así porque yo sea «amigo» de Alfredo como algunos podrían pensar. Es que ha sido mi experiencia personal que donde quiera que le conocen dicen «es el puto amo». Yo como persona creyente no me gusta la idolatría a una persona y sólo digo aquí lo que han sido mis experiencias personales.
Como yo también sé de lo que va este tema, me gustaría dejar claro también que Carles no ha sido expulsado ni en ningún momento Alfredo le dijo que le iba a expulsar. Lo que pasa es que de todo tiene que haber en la viña del Señor y hay algunos que no saben asumir responsabilidades por lo que dicen.
No se trata de que Carles haya defendido tal o cual cosa, o que se lleve bien con una gente y otra no. Se trata de que las personas siempre deben ser sinceras y honestas cuando se trata de una persona que lo ha sido siempre con nosotros. Por eso los comentarios como el de MC Casalduch son esperpénticos y muestran la verdadera cara detrás de los detractores. Lo que es para mi ser un hijo de la gran puta es mentirle a una persona que tanto se ha comprometido con sus lectores y ha defendido desde siempre las mismas ideas, incluso brindando oportunidades académicas para mucha gente que jamás podrían haber tenido cursillos de interés liberal, pero exclusivista, a un precio justo. Los mismos que se quejan de que Alfredo es autoritario eran los primeros en apuntarse.
Aquí alguien se ha dado de baja porque carece de la valentía moral para asumir lo que defiende. Estoy seguro que si alguien en el proyecto, y en esto me incluyo yo, defiende cosas un poco distintas no se les pide nada a cambio y solo honestidad y compromiso. Samuel ha dicho algo que es la pura verdad: ¿en qué otro sitio o blog «liberal» se pueden sentir tan a gusto progresistas y liberales? Yo también he visto lo aburrida que es ahora la Red Liberal y otros proyectos.
Y no crean que suscribo todo lo que dice Alfredo: aunque nunca comento por falta de tiempo, me opongo y lo he dicho, a cosas como el enfoque atlantista y el euroescepticismo. Jamás me ha tratado mal por ello, y jamás me ha pedido «explicaciones» más allá de defender lo que pienso.
No sé si yo también seré borde o lo que sea pero para mí es cojonudo que un tio me diga a la cara que no le gusta algo antes que sea un falso. Alfredo, es verdad, puede ser borde para el que no lo conozca al principio pero bueno, yo soy de Getxo y allí en el País Vasco todos somos igual de directos y «bordes» así que puedo simpatizar con ese aspecto de Alfredo.
En fin que todo esto se resume a que gente que no sabe lo que quiere luego se pone a firmar acuerdos con desconocidos y gente ajena al proyecto. El proyecto no es una secta, pero sí tiene un ideario y si alguien no se siente a gusto que tenga los guevos de decirlo y dejarse de mariconadas apuñalando a la gente por la espalda.
¡mucho ánimo Carles! Sois unos cabrones, lo siento.
Gracias Sabino, por tu apoyo.
@Samuel:
Es normal, creo, tener discrepancias entre los seres humanos, pero lo que ha ocurrido entre Carles y yo no ha sido una mera discrepancia y él se siente más cómodo dándose de baja. No se trata de las discrepancias sino de alianzas improcedentes con terceros, ajenos al proyecto y a nosotros. Como usted sabe, yo no soy ecuménico, ni me gustan las eclosiones.
Sobre el tema de privatizar: no sé como ha podido entender eso porque nunca he defendido privatizarlo todo – no soy anarcocapitalista. Creo que ciertas instituciones de carácter público sí son imprescindibles, como la educación, la sanidad (aunque me gustaría reformar las condiciones de acceso a éstas), y la justicia y la policía.
También creo que hay una confusión: Lib Dem no es un partido político: es un foro que sienta las bases para un liberalismo democrático y clásico, con rasgos propios de un liberalismo apto para España y los españoles. En ese sentido, pues, es normal que aquí vengan socialdemócratas y derechistas y debatan tranquilamente, a diferencia de Red Liberal, donde no hay debate y más de la mitad de los autores censuran en sus webs por falta de argumentos y con el pretexto de «mantener las formas y la educación.» Pues no, lo siento pero cuando uno da un mítin, no puede exigir «educación» al público. Me interesa que la gente esté bien informada de los debates y que tengan educación de información pero me da lo mismo que me llamen tal o cual cosa o que la gente insulte. No tengo nada que censurar ni esconder. Siempre he dicho que es importante saber hablar con todo tipo de gente, y es verdad que quizá se peque por aquí de un cierto exclusivismo pero nos ha servido bastante bien para mantener vivos los debates importantes.
A estas alturas, da igual que gane el PP o el PSOE, no son partidos liberales en absoluto y los dos defienden cosas parecidas: la inmigración masiva y contaminante que nos ha llegado, el europeísmo federalista, y muchos programas sociales.
Es verdad que me enfrento a retos, a veces insuperables pero tengo mucha fe en Dios y en la lección de que uno propone pero Dios dispone. Hasta ahora me siento satisfecho en lo general, pues tengo quizás uno de los mejores grupos de comentaristas habituales en la red del liberalismo español.
Ya sé que ud desconfía de proyectos pero creo que es porque usted ve esto como una especie de partido o «club» y no es así en absoluto.
Estoy también de acuerdo en que los otros participantes deberían escribir más pero parece ser que todo lo que yo escribo es lo que ellos sienten. El único otro que ha participado con artículos de vez en cuando es Sergio Doncel, que se enfoca en temas jurídicos y literarios. De hecho sus artículos han recibido muchos votos en la wikio por la calidad de los mismos.
En fin, que esta será mi única réplica en este hilo porque no quiero personalizarlo mucho. Esta vez prefiero un debate entre todos ustedes más que conmigo. Eso sí, si queda alguna duda, que se me pregunte que yo respondo a todo lo que se me pregunte.
@Pedro:
En primer lugar no sé cuando yo le dije formar parte de este proyecto. Lo que sí le dije fue que estaría dispuesto a firmar un pacto contra la anarquía y ceder ciertas cosas en materia social a cambio de una unión en contra de la inmigración masiva que ha recibido nuestra patria.
Dice usted:
«Parece que usted quiere hacer un proyecto a su imagen y semejanza»
No, no es eso: lo que quiero es que si alguien me dice que es liberal-progresista, que lo diga.
«Lamentablemente me temo que estos proyectos tan cerrados acaban en la nada, y creo que usted debe saber esto.»
No estoy de acuerdo en que sea un proyecto cerrado: en todo caso, es un «agregador» de posturas más o menos afines pero sin anarquía. No creo que es muy difícil pedir eso.
Yo a usted le he dicho que estoy dispuesto a los pactos y a ciertos acuerdos para «armonizar» ciertas cosas que me interesan en el largo plazo pero al menos siempre he sido consciente de que usted es progresista de izquierdas.
Dice ud:
«pero de todos los liberales que he conocido Alfredo, es usted el que más fuertemente defiende que el verdadero liberalismo es el suyo, y el que más tacha a los demás de algo así como falsos liberales.»
Ya dije que yo no inventé el liberalismo – pero como usted comprenderá, si alguien me dice «hola soy un liberal pero creo que los judíos deberían morir por ser judíos» no hace falta ser un experto ideológico para saber que esa no es una postura liberal ni mucho menos.
Y le parecerá así pero porque yo entiendo perfectamente las tesis de los liberales, y muchos españoles no las entienden y sólo son liberales porque queda bien llamarse así. Es mi deber machacar el concepto del liberalismo para ilustrar qué ideas NO son liberales y la mayoría de los blogs liberales conocidos NO son liberales: le podría dar un listado entero ¿pero para qué si usted lo sabe?
El frentismo está muy bien para la política, pero no para las ideas.
Si no está claro qué es el liberalismo y en qué consiste, no se pueden sentar bases correctas para un futuro político. Le diré que todos los alumnos que han pasado por mis aulas y lecciones acaban con un acercamiento hacia lo que yo defiendo porque lo hago con fundamento y documentación.
Su último párrafo me ha parecido un tanto curioso porque yo he sido el que más he hecho en la «blogoesfera» española liberal para llegar a ciertos entendimientos con gente como usted. En su vida va a encontrar eso en ningún otro sitio – pruébelo y le pago mil euros (es un decir pero porque estoy seguro que no va a encontrar a ninguna otra persona en sitios conocidos que dialogue con usted). Por eso es improcedente lo que usted ha afirmado ahí. Usted ha campado libremente por aquí y jamás se le ha dicho que se vaya.
Carles es el valenciano, sí, no hay otro que participe aquí. Y se ha dado de baja voluntariamente por las circunstancias, como buen hombre que es. No hay nada más que decir al respecto.
@Lenin:
Recuerdo algunos debates que tuvo ud con Sergio y es verdad que eran muy buenos.
@Mc Casalduch:
Usted habla de lo «español» como si fuera algo negativo. Es usted un acomplejado que ha insultado a otros – ud mismo se retrata por lo que es: basura.
Nací español, soy español, y me moriré español, con lo bueno y lo malo, sea como sea. Si ud vé la película del Capitán Alatriste, ve como ninguno de los españoles, a pesar de que iban a morir, se rinden. Yo tampoco me rindo nunca, pese a quien le pese.
Precisamente por eso sé lo que es tener sentimientos, no como usted que seguro que es uno de estos que se avergüenzan con la bandera española pero no tiene problemas con llevar una camiseta con una bandera extranjera y alienígena a nuestra nación. Con usted ya he terminado desde hace mucho tiempo, así que me despido de usted emitiendo una bonita bocanada de humo azul del Ducados, español también por supuesto.
Alfredo:
No he dicho que usted quiera privatizarlo todo, sino todo lo contrario. Digo que ese es el único aspecto por el que podría considerarse socialista a Carles, por lo que me parecería una contradicción que hubiesen discrepado por eso (evidentemente, a usted le parece socialista por otros motivos). Lo habrán hablado ustedes en privado. Como Carles no ha dicho nada al respecto, sólo contamos con esta declaración institucional.
Y no es que piense que esto es un partido político o club, es que habla como si lo fuera. Hablan de acuerdos y consensos en determinadas materias con Pedro como si tuviese alguna trascendencia. Fíjese en este párrafo:
«Lo que sí le dije fue que estaría dispuesto a firmar un pacto contra la anarquía y ceder ciertas cosas en materia social a cambio de una unión en contra de la inmigración masiva que ha recibido nuestra patria».
Habla de «pacto», de «ceder» y de «unión». Eso es política en estado puro, política de la sociedad civil si quiere porque ustedes no pueden legislar -con todo, sólo los sindicatos tienen tanto poder como para hablar de ese modo, y los pactos los firman con el Gobierno o con la patronal-, pero este tipo de formas de entender la política significa, en el fondo, que las propias ideas se modifican circunstancialmente y no de acuerdo con la fuerza de los argumentos que otros plantean o el reconocimiento de los propios errores. Eso de contrastar visiones irreconciliables, que luego resultan conciliables en algunas materias, ya lo hacen en el Parlamento, donde las ideas son mera mercancía, lo hacen todos los autoproclamados representantes de la sociedad civil que simplemente se dedican a defender posiciones políticas sin contrastar, en ningún modo se molestan en descubrir en sus ideas son acertadas o equivocadas, algo que por lo visto es materia que sólo puede tratarse de individuo a individuo y sin siglas ni proyectos de por medio. Quisiera creer que no es así, que el debate no es mera excusa para satisfacer un objetivo puramente colectivo o personalista. Claro que aquí se debate, o se intenta debatir, lo cual es buena señal después de todo.
Comprendo que la mía es una visión exagerada, pero sólo nace de la decepción que me produce ver cómo los individuos modifican lentamente sus ideas, de manera insospechada, cuando entran a formar parte del grupo. En gran parte, el uso de etiquetas como «liberal» es lo que ha propiciado esa idolatría del grupo por encima del complicado y desagradable proceso de someter a crítica las propias ideas. A veces, hasta se acaban repitiendo opiniones e ideas ajenas con palabras semejantes, a veces inconscientemente. Pura ideología.
Saludos.
Hola Alfredo,
No estoy interesado en discutir las bases del liberalismo ,que es y que no es. No es mi tema ya lo sabe.
Cierto es que aquí «campo» libremente y digo lo que quiero, algo que me parece muy positivo, pero me reconocerá usted que usted campa exactamente igual por mi blog y yo encantado. Se trata de ser civilizados, y creo que ambos lo somos. Obviamente la diferencia de este sitio con la red liberal es brutal.
Mi comentario iba en un sentido bastante abstracto, pero es lo que pienso. Creo que como liberalismo la gente entiende muchas cosas. No creo que sea lo mismo un fascista que se «disfraza» de liberal para defender los disparates que llamándose fascista no podría defender, que alguien que entiende que el liberalismo debe ser más progresista.
Creo que la diferencia entre ambos casos es grande, y por eso mismo creo que usted se lleva mejor con los liberal-progresistas que con los fascistas.
Yo soy una persona bastante conciliadora, me gusta aprender de personas con visiones distintas a las mias, y políticamente me baso en una premisa clara: Este país necesita un movimiento regeneracionista, y me niego a pensar que la «derecha» son fascistas o gentes indignas para hacer política. No lo creo, creo que hay gente válida, cosas estudiables, etc.
Y como esa es mi idea me cuesta creer que este tipo de situaciones, de discrepancias, se pueden convertir en lo que intuyo se convirtieron.
De todos modos esta es su personalísima decisión. Si Carles se ha querido dar de baja es su decisión y punto. Si el «consejo» o lo que tengan ustedes decide que la línea del proyecto es prácticamente un calco de sus particulares visiones, pues allá ustedes. Oiga, que yo estaría encantado en tener un proyecto grande en el que casi todo fuese exactamente como es en mis pensamientos y creencias.
No obstante sigo pensando que los proyectos se empequeñecen por su falta de capacidad de aceptar ideas diferentes. Como usted bien dice una cosa es la política y otra las ideas, pero el hecho de que usted tenga un proyecto con más personas hace que se entre en parte en el terreno de la política.
Por cierto ya que le gustó tanto mi entrada de ayer y le hizo gracia, no se pierda la segunda parte que he colgado hace un rato.
Un saludo.
Samuel:
«Y no es que piense que esto es un partido político o club, es que habla como si lo fuera. Hablan de acuerdos y consensos en determinadas materias con Pedro como si tuviese alguna trascendencia.»
Sí, pero se debe a que ambos estamos en contra del fascismo.
«Habla de “pacto”, de “ceder” y de “unión”. Eso es política en estado puro, política de la sociedad civil si quiere porque ustedes no pueden legislar -con todo, sólo los sindicatos tienen tanto poder como para hablar de ese modo, y los pactos los firman con el Gobierno o con la patronal-, pero este tipo de formas de entender la política significa, en el fondo, que las propias ideas se modifican circunstancialmente y no de acuerdo con la fuerza de los argumentos que otros plantean o el reconocimiento de los propios errores.»
No, no lo veo así: es que yo distingo entre lo posible y lo teórico. Jamás he cedido una idea pero sí estoy dispuesto a ceder modus operandi si eso significa la eliminación paulatina de los fascistas en el liberalismo, que hay muchísimos. Por ejemplo, tanto yo como la izquierda española estamos de acuerdo en que una estatua de Franco no tiene cabida en un país democrático. El liberal que no entienda eso no es «liberal».
«Eso de contrastar visiones irreconciliables, que luego resultan conciliables en algunas materias, ya lo hacen en el Parlamento, donde las ideas son mera mercancía,»
Ya sabe que la política pura es sucia y es el arte de lo posible.
«en ningún modo se molestan en descubrir en sus ideas son acertadas o equivocadas, algo que por lo visto es materia que sólo puede tratarse de individuo a individuo y sin siglas ni proyectos de por medio. Quisiera creer que no es así, que el debate no es mera excusa para satisfacer un objetivo puramente colectivo o personalista. Claro que aquí se debate, o se intenta debatir, lo cual es buena señal después de todo.»
Bueno, porque la política se debe ver como una mera profesión: y el que no entienda esto no es una persona realista ni democrática. A mí el matrimonio homosexual, por poner un ejemplo, me parece repugnante en términos morales y políticos pero hay mucho más que eso. Sí, las ideas son imprescindibles pero en la política pura eso no funciona así, desgraciadamente. Mire yo he estado en políticas y por eso lo sé bien.
Usted creo que confunde pactar con modificar una idea. Yo puedo mantener una idea viva pero pactar en cosas distintas, así ha funcionado la política desde siempre y el que pretenda a estas alturas ser un revolucionario visionario no tiene cabida en la realidad del país.
Yo no considero que lo mío sea pura ideología, es un modus operandi de entender qué es imprescindible para continuar y qué no lo es.
@Pedro:
No es una cuestión de ser «civilizados», al menos no para mí: es una cuestión de entender la realidad del país en el que vivimos y entender que somos españoles que podemos tener ideas circunstancialmente parecidas y cooperar en lo necesario.
El fascismo es totalmente ajeno al liberalismo y recuerde que fuimos los liberales los que en su día tuvimos que entregarle a los comunistas la mitad de Europa con tal de derrotar el neo-nazismo y el fascismo. El que no entienda ese punto es un ignorante de la vida.
Lo que no he entendido es cuando dice «aceptar ideas diferentes», ¿qué es lo que me quiere decir con eso? Usted ha sido el primero en decir que nunca formaría parte de este proyecto así que no veo a qué viene eso sinceramente pero todo es discutible claro.
Buenas noches
Alfredo,
Obviamente yo no formaría parte de su proyecto, pero es que usted y yo somos personas muy opuestas en muchas cosas. Ni lo que intuyo de sus características personales, ni sus ideas morales, ni sus teorías económicas, ni su visión de la política internacional son cercanas a las mias.
Y sí, estamos contra el fascismo, contra el dominio de la iglesia católica, contra el PPSOE, ambos somos personas austeras. Y por eso nos entendemos en algunas cosas y debatimos civilizadamente de otras. Hay cosas que no sos miscibles por mucho que se agiten, y creo que es nuestro caso.
Pero no todo el mundo está tan alejado como nosotros dos. Yo no considero que para hacer un proyecto deba estar con gente que piense exactamente lo mismo que yo, porque en ese caso sólo pensaría alguien en ese proyecto.
Para generar proyectos debo estar con gente diferente, que no puede opinar jamás lo mismo que yo. Si algún dia encuentro alguien que sea mi espejo ideológico sin que sea un mero imitador será un caso digno de estudio para la ciencia y la psicología. Los proyectos tienen eso.
Yo puedo estar en un proyecto con un liberal-progresista, con un socialdemócrata, con un socialista, con un progresista, con un eurocomunista, con un republicano «francés», con un ecologista, etc. Y yo no soy, puramente, ninguna de esas cosas.
Pero me va a ser imposible estar con un nacionalista, con un fascista o con un neocon. Los proyectos no pueden ser homogeneos, pero tampoco totalmente heterogeneos.
Al final es cuestión del punto en el que se es capaz de ceder. Una cesión extrema y una nula llevan al un mismo sitio: A la nada. En un caso por desnaturalización y en otro por reducción al mínimo.
Es simplemente mi opinión en todo caso.
Ya claro, Pedro pero esa es la cuestión: para que algunos estén a gusto, se tendría que ceder muchísimo más y ya ve que yo no doy marcha atrás.
Valcárcel, enlazo este artículo en El Republicano Digital, menú Recomendados, Liberalismo y Otros Bloggers.
Un saludo.
Muchas gracias Mike.