Tienes una pinta de neocon que te…

Ayer, por casualidades de la vida, tuve un encontronazo algo desagradable. Resulta que me encontré con uno de los participantes (que no miembros) del Instituto Juan de Mariana, de esa especie de acólito demasiado pobre (o timido) para afiliarse a esa asociación pero que la defiende cada vez que puede. Sin entrar en mucho detalle, básicamente hacia el final de nuestra «charla», me dijo: «es que tienes una pinta de neocon que no puedes con ella.» Tenéis que imaginaros la escena: una cafetería «clásica», un «libertariano» barato de dos por uno del Instituto Juan de Mariana, un camarero fascista, y yo. Al margen de eso hablamos sobre la política económica que yo defiendo aquí y el camarero, fascista (según sus propias palabras) me dice: «vosotros los Rajoyanos, los del nuevo PP, estáis destrozando a la derecha y habéis traicionado vuestro compromiso con los cristianos y con los patriotas, y estamos hartos de tener que aguantar putas, moros, y maricones en nuestro país.» Bueno, todos mis lectores saben que yo no tengo nada que ver ni con Rajoy ni con el Partido Popular pero sí que me llamó la atención ese «odio» hacia mi persona. Mi contestación fue algo así como «y los derechistas capitalistas estamos hartos de tener que pagar tanto por los maricones y sus fiestas como para católicos como usted.» Pero hoy no voy a hablar de la economía y sí quiero hablar de una actitud que creo que es necesaria extirpar en la derecha liberal. Y esta actitud está presente tanto en España como en algunos sectores de la derecha estadounidense. Por mucho que a algunos no les guste lo que yo tengo que decir, y deploran el hecho de que por lo general a mí la izquierda, la izquierda moderada, me respeta, lo cierto es que el liberalismo conservador, o liberalismo (como queráis) está sufriendo una crisis de identidad. Todos los partidos políticos tienen transiciones en su historia: de momento, existe una especie de guerra civil entre las distintas «facciones» de liberales en España o de conservadores: los que quieren cerrar fronteras vs los anarquistas, los que apoyan el matrimonio homosexual vs los que no lo apoyamos, y, en España, el «nuevo PP» de Rajoy vs el PP de las bases más tradicionalistas. Hay muchas otras «luchas» y sólo menciono algunas.

Creo que es hora de asumir ciertas realidades y dejarse de fantasías de libros de texto. Hay dos tipos de «liberales» en EEUU y en España: el primer grupo odia el Estado, y en realidad tiene como objetivo destrozar la existencia misma del Estado. «Ej el estao, tio», todos los males vienen de ahí.
Son Jeffersonianos, suelen ser de zonas rurales, suelen (aunque no siempre, ojo) tener una formación educativa mínima: por eso entre este grupo, un personaje como Federico Jiménez Losantos es tan popular. Losantos llevó a la megafonía nacional durante años lo que el «paleto» decía en el bar de barrio. «Joer, estos putos políticos, qué bien viven» ó, «Se nos despedaza el país». En realidad Losantos no aportó nada «nuevo» a la derecha: de hecho, quizás su contribución más significativa para la derecha española ha sido su destrucción y ridiculización, pues ya no lo aguantaba ni el Rey.

El segundo grupo de republicanos en EEUU y liberales aquí está por lo menos tratando de asumir una filosofía de gobierno que se ajusta a la realidad cotidiana. Entendemos la paradoja de que si no tenemos una visión positiva del gobierno, no seremos capaces de limitar su crecimiento. Si somos incapaces de ofrecer a las personas una visión de lo que un gobierno debería y puede hacer, no seremos capaces de convencer a nadie sobre las cosas que un gobierno, ningún gobierno, debe hacer o tocar.

George W. Bush entraba en esta última categoría. El minuto que comenzaba su campaña para la presidencia en 1999, Bush entendió que esta filosofía simplista de «qué malo es el estado» era algo obsoleto para los nuevos tiempos. Durante esa campaña, Bush criticó lo que el llamaba un juego mental destructivo: la idea de que si el gobierno sólo se aparta de nuestra vida, todos nuestros problemas estarían resueltos y que no hay otro propósito más noble que el «déjame en paz», el famoso «laissez faire» Jeffersoniano. En cambio, Bush dijo que un gobierno ha de ser limitado, muy limitado, pero fuerte y activo. Yo, señores, estoy de acuerdo.

En otro discurso, Bush afirmó:»Muy a menudo, mi partido ha confundido la necesidad de un gobierno limitado con un desdén hacia el propio gobierno.» Y continuó:»Nuestros fundadores rechazaron el cinismo y quisieron cultivar un noble amor a la patria. Tal amor se ve amenazado por un gobierno expansionista, arrogante, sin rumbo. Sin embargo, se puede restaurar con gobiernos enfocados, enérgicos y eficaces en lo que deben ser eficaces.»

Este tipo de medidas no se centra exclusivamente en si el gobierno es pequeño o grande, sino por los hábitos que promueve entre la ciudadanía.
¿Fomenta la dependencia o la autonomía del individuo? ¿Fulmina la savia iniciativa individual o le da oportunidades para ejercerla? Creo que durante mucho tiempo los liberales hemos estado obsesionados con reducir la oferta de gobierno, cuando lo que deberíamos hacer en realidad es reducir la demanda, y repudiar el legado del «New Deal» y esa actitud que dice «eso es para los políticos». Tenemos que devolver poderes a los ciudadanos y que sean ellos los que nos habiliten para gobernar en su justa medida.

Mucho antes de que el Partido Republicano era de gente como Losantos, el Partido Republicano era un partido que abogaba por un gobierno fuerte pero limitado, y no se oponía al progreso social «porque sí» — de hecho, liberar a los esclavos negros en los 1800s era una propuesta social bastante radical, casi tan radical como lo que sería ahora (al menos para mí) un cambio de sexo o querer legalizar las drogas. El Partido era el Partido de Lincoln, y por tanto, sí, le pese a quien le pese de mis lectores, de Hamilton. Hoy en día, el Partido Republicano no necesita otra «revolución» — hace falta un renacimiento. Es necesario que mis lectores liberales conozcan las ideas que contribuyeron al nacimiento del Partido Republicano.

¿Qué haría Hamilton?

Hoy tenemos una tradición política, que ahora se encuentra en el Partido Demócra de los EEUU y en el PSOE español, que cree en la utilización del gobierno en el nombre de la igualdad y la justicia social. Tenemos otra tradición, en el Partido Republicano y entre mis lectores simpatizantes, que cree, o dice creer en la limitación del tamaño del gobierno en nombre de la libertad y la responsabilidad personal. Por supuesto que servidor comparte lo último. Pero a través de gran parte de la historia de América siempre ha existido una tercera tradición, ahora inexistente, que cree en el gobierno limitado, pero enérgico en nombre de la movilidad social y la unión nacional. Quizás por este último elemento o tradición, que yo defiendo, es uno de los motivos por el cual la «derecha» española no me aguanta.

Esta tercera tradición fue fundada por Alexander Hamilton, abrazada por Henry Clay y el Partido Liberal, ocupada por Abraham Lincoln y el Partido Republicano y a principios del siglo XX implantadas por el Republicano Theodore Roosevelt. Si queremos llegar a mayorías, hay que ser pragmáticos e incorporar esta tradición al liberalismo clásico. Es por eso que sectarios como Jiménez Losantos no pueden ni deben tener cabida en el liberalismo clásico.

Esta tradición liberal y sí, progresista, se basa en la admiración de cierto tipo de persona: los jóvenes, luchadores ambiciosos, que trabajan y se esfuerzan, hacen algo positivo con su vida, crea oportunidades para otros y creen, en el caso americano, que hay que impulsar la misión única de Estados Unidos en el mundo. Alexander Hamilton fue el primer defensor de este «credo». Hamilton se hizo alguien y nació con nada y pasó su carrera política tratando de crear un mundo en el que tantas personas como las que sea posible pudieran repetir su gran éxito. Ya he dicho yo mismo en varias ocasiones que la mayoría de los lectores que se sienten identificados con mis mensajes suelen tener un perfil muy específico: suelen ser jóvenes que quieren contribuir y mejorar sus vidas, con origenes bastante «humildes» en muchos casos.

Hamilton miró a su alrededor después de la independencia americana y vio a un país destinado a convertirse en el mayor imperio de la tierra (como él decía), pero cargado de instituciones que ahogaban la movilidad social y retrasaban el desarrollo. La economía estadounidense seguía siendo principalmente una economía agrícola, que atrapaba a los jóvenes con talento en la granja, donde no podían cultivar toda la gama de sus talentos. Luego estaban las familias aristocráticas, como la de Thomas Jefferson, que ejercía el control y un dominio absoluto sobre la vida económica del país. Me suena en parte a España: aquí en España son algunas familias (mafias) políticas las que controlan en realidad el destino y porvenir de la patria.

Hamilton trató de destruir todo eso para liberar y remover los sentimientos de la juventud para que puedan aprovechar toda la gama de sus capacidades intelectuales. Hamilton cree que la gente tenía en su interior pozos de recursos sin explotar, y que que le correspondía al gobierno abrir nuevas oportunidades, para despertar, estimular y cultivar un pueblo enérgico para que los ciudadanos puedan competir entre sí.

Primero, Hamilton tuvo que romper con los intereses incrustados en los EEUU. Lo hizo, en parte, con la nacionalización de la deuda de la Guerra Revolucionaria. Esto, dijo, sería fusionar las muchas economías insulares locales en una economía nacional dinámica. También daría lugar a los prósperos mercados crediticios. Hubo una transferencia de poder de los terratenientes locales hacia los actores comerciales y mercantiles. Que movían capital en búsqueda de nuevas oportunidades de inversión. Hamilton también abrió el Banco de los Estados Unidos, para financiar inversiones. Él organizó lo que hoy llamaríamos la investigación científica nacional/federal.

**Como sé que muchos me critican por escribir ensayos muy largos, lo dejo ahí. La segunda parte, mañana o el martes. Hoy debemos, si alguien lo desea, ir comentando e intercambiando ideas sobre lo dicho aquí.**

BONUS TRACK: Algunos que fueron al colegio conmigo me leen y muchos lectores me han pedido que ponga la foto de nuestra infame profesora, que llamábamos la «Casa Blanca» por su aspecto y por el pelo — esta profesora nos cambió la vida a muchos con sus clases de matemáticas y su disciplina anticuada. Por fin la encontré en un grupo de facebook. Esta es ella dando una charla a los padres el año pasado sobre la disciplina. Señora Whitney, nunca la olvidaremos.

25 comentarios

  1. Progresista · ·

    Ya, Alfredo, pero justamente cuando hace un par de años el PSOE intentó romper con la extrema derecha católica en España, mucha gente de su lado salieron a las calles y muchos liberales colaboraron con ellos o directamente se callaron en vez de contribuir a ayudar al presidente del gobierno en vez de insultarlo por cualquier cosa. Alguna vez hemos intercambiado palabras y yo a usted le considero una persona seria pero eso no es lo que abunda en los partidos españoles ni en España por lo general. Yo tampoco estoy a gusto con muchas cosas del PSOE, aunque soy militante de esa formación. Me ha gustado leer esto porque estoy harto de intentar dialogar con personas en la derecha que lo reducen todo a argumentos simplistas. Si el Estado es malo malo malo ya terminan cualquier discusión y así es imposible tener un debate serio de ideas.

    Yo sé que hay una derecha educada pero en nuestro país la derecha suele estar en manos de una serie de intereses que muy poco tienen que ver con Hamilton, de eso le puedo asegurar. La derecha moderna en España está en manos de diarios sensacionalistas como Libertad Digital o asociaciones que rozan la clandestinidad como el instituto ese que dices.

    Por otro lado, claro que no le van a agradecer sus ideas Alfredo porque en España y también ahora en los EEUU aunque menos, persiste la idea de que cualquier cosa que defienda la clase alta y educada es malo. Si se defiende el calentamiento global, es malo, si se defiende otra idea de España, malo, si se dice que la Iglesia Católica goza de privilegios estatales, malo y así no podemos progresar en nada. A mi personalmente me gusta más el PP de ahora y creo que se han hecho un favor con liberarse de Losantos.

    En el PSOE tampoco nos va muy bien porque se ha perdido el norte y ya no se sabe bien qué es lo que defiende el PSOE. Y así nos va en este país tan desafortunado, donde parece ser que estamos destinados a ser un país pobre, intelectualmente mediocre y populista. La izquierda española se ha vuelto populista también y por eso ya no se sabe bien qué quieren muchos.

    Además de todo eso, tiene usted que comprender que la mayoría de la gente que piensa un poquito por sí misma no ha tenido las oportunidades educativas que usted ha disfrutado. Si me perdona la referencia, mucha gente podría pensar que usted es un elitista y no es que eso sea malo pero en el ambiente político ahora, no es de recibo y por eso te rechazan. Para aclarar otra cosa: no todos los de izquierdas somos marxistas. Yo me considero de izquierdas pero defiendo la propiedad privada y no abogo por ingeniería social. Sin embargo, no puedo simpatizar con una derecha como la española, lo siento. Rajoy es un hombre culto y preparado pero fíjese como la gente le rechaza incluso entre sus filas o al propio Gallardón. Ya sé que usted no simpatiza con Gallardón pero sólo lo digo a modo de ilustrar el fenómeno anti intelectual del país.

    Saludos

  2. Hola,

    Muy interesante el comentario de Progresista, que suscribo casi al 100%.
    Respecto a este tema, como está enmarcado en parte en el debate Hamilton vs Jefferson no tengo mucho que aportar.

    Sólo decir que lo que usted ha explicado me recuerda mucho a una frase que le oí al expresidente socialista de Chile «Socialismo en el Siglo XXI quiere decir que todo el mundo pueda llegar a ser Bill Gates»
    Nunca me gustó esa frase, que considero fantasiosa e irreal en base a lo que he visto en la vida, pero en parte corresponde con los postulados de la tercera vía, que en mi opinión ha llevado a la debacle de la socialdemocracia.

    Sabe usted que comparto su visión sobre la derecha Hispana. A usted no le aguantan porque no defiende ciertas posturas transformadas desde la herencia nacional-católica, y en esta derecha lo que se valora es ser sumiso y bajar la cabeza.
    Además, usted es un hombre culto y poco acomodaticio a las teorías publicitarias de los partidos políticos, perfil muy distinto de la mayoría de sus militantes.

    Un saludo.

  3. Sacco · ·

    Para Pedro y progresista:

    Yo soy también de izquierdas pero creo que si no me equivoco la izquierda tampoco ha tendido puentes. ¿A qué te refieres, progresista, con «ayudar» al presidente? No lo entiendo.

    Pedro: yo soy de la opinión que los dirigentes de derechas en España perdieron muchas oportunidades al principio. No hablo de ahora porque como bien dice progresista, ahora no se sabe muy bien ni lo que se defiende pero cuando los militantes del PP insultaban con agresividad a Zapatero, ningún dirigente del PP dijo nada para condenar esos actos. Luego, se lucieron con el tema de Losantos atacando a todo el mundo y actuaron de una forma muy lamentable con el tema de la negociación con ETA.

    Yo no suelo seguir siempre la «columna» de Alfredo así que no sé si ya habéis hablado de eso pero sigo pensando que la derecha en España es fascista, quitando a dos o tres excepciones notables.

    Respecto a Hamilton y Jefferson, pues hombre Alfredo, debería ser obvio a estas alturas que casi el 100% de los liberales en España son de esa escuela de Jefferson. En España por lo general el «elitismo» o la educación y la cultura están mal vistos.

    Un saludos a todos, a veces busco blogs de gente de derechas y no veo muchos donde se puede hablar libremente como aquí.

  4. Sacco · ·

    Por cierto Alfredo, me ha gustado lo de la Casa Blanca jaja parece la típica profesora inglesa de antaño.

  5. valcarcel · ·

    @Progresista: ¡cuanto tiempo! Gracias por su comentario.

    Interesantes sus observaciones aunque yo en realidad lo que ofrezco es simplemente dar a conocer lo que es el liberalismo «whig» o clásico que se defiende aquí. A mí no me gusta ni el PP ni el PSOE, ni los nuevos ni los antiguos por supuesto. En general la política en España es bastante mediocre y creo que no es una cuestión tanto de partidos como de la calidad moral de las personas que los integran. Si el PP quiere ganar o el PSOE, entiendo que prescindan de colaboraciones y que ataquen como sea pero yo me refería a otros temas. Sigo pensando que este país es un país del enchufismo o como bien dice nuestro compañero Pedro, del «pelotazo» (cómo me gusta esa descripción de la situación).

    @Pedro:

    La verdad es que no pretendía convertir esto en una batalla entre el jeffersonianismo y Hamilton. Sólo menciono a Hamilton a modo de ilustrar que creo que es absurdo el liberalismo de algunos en España.

    Es decir, que como ya le dije hace un par de días: creo que es necesario ver qué tenemos ustedes y yo en común y de ahí trabajar juntos para deshacernos de ciertos elementos que son veneno tóxico. No es una tercera vía lo que yo defiendo en absoluto:

    pero usted y yo reconocemos que el Estado es necesario y la cuestión ahora es: ¿para qué y por qué? Usted me ha hablado de la responsabilidad individual, cosa que comparto, y de ahí podríamos llegar a muchas conclusiones juntos.

    Agradezco sus palabras Pedro respecto a mi persona.

    @Sacco:

    Sí, era inglesa y tory anglicana. Muy dura pero se aprendía en su clase quisiera uno o no.

    Y sí, ya sé que aquí la mayoría es jeffersoniana: Liberalismo Democrático está cambiando el panorama rápidamente.

    Mi blog no será gran cosa, al menos yo creo que es un blog mediocre, pero al menos hemos podido «colgar» en la «plaza pública» a los que pretenden destrozar ciertas herencias y verdades dentro del liberalismo.

  6. Sacco,

    El problema básico sobre tender puentes es que en este país, tanto la izquierda como la derecha, no se suele basar en argumentos intelectuales si no sentimentales y demagógicos. Por otro lado la realidad bipartidista tampoco ayuda, pues si bien el bipartidismo hace tender a ambas opciones al centro, estas se convierten, aunque sea sólo dialéctiamente, en antagonistas que no pueden llegar a ningún acuerdo.
    Y por tercera y última creo que la composición de partidos en España, con listas cerradas y endogámicos, produce que los diputados y dirigentes individualmente no se atrevan a condendar ciertas posturas de su «gente» y su partido ante el miedo de ser marginados del poder y los puestos políticos.

    Si te das cuenta, estos tres argumentos pueden responder a esa reflexión que haces sobre la derecha al principio de la etapa de Zapatero.
    El PSOE era el enemigo, ¿Quien se oponia a la gente que le daba su voto? ¿Quien se ponía en contra de sus compañeros más radicales? ¿Quien se atrevía a ser apartado del poder? La respuesta es nadie.
    El único que tenia una posición para hacerlo, Rajoy, no lo hizo por ambición, por cobardía o por su propia falta de principios políticos. O quizá por las tres juntas.

    Y sí, tienes toda la razón del mundo sobre los blogs de derechas. Yo aquí nunca he tenido ningún problema, y tampoco lo he tenido en el de Snake, por ejemplo.

  7. Sacco · ·

    No no Alfredo, a mí me gusta su blog, no lo considero mediocre para nada aunque para los que no son duchos en el pensamiento podría verse como algo denso.

    Esperaré la segunda parte de su ensayo entonces a ver dónde es que nos quiere conducir.

    @PEDRO:

    Tienes razón con esos tres elementos como fuente de problemas. En general lo que quise decir con lo de los puentes no era alianzas. Pero habían personas en la primera etapa de Zapatero, como Losantos, que dijeron tantas mentiras en la radio en el nombre de la libertad de expresión, que defiendo, pero creo también en lo que dice Alfredo, que somos individualmente responsables de nuestros actos. Yo nunca quise censurar a nadie, ni a Losantos, pero la campaña de desestabilización antidemocrática a la que llevó por la radio a mucha gente de a pie era preocupante. Me recuerda a lo que pasó en los EEUU hace poco en un mitin de Obama, donde fue un grupo de gente con pistolas y animadas por los «tea parties». A diferencia de España sin embargo, Mccain lo condenó con fuerza y el Partido Republicano de allí se desenmarcó de esa gente. Mucha gente pensaba que un loco como Ron Paul iba a ganar las primarias pero los republicanos demostraron madurez en el tema y acabaron optando por Mccain. Por cierto, Alfredo: usted como es delegado extranjero, ¿le dejan votar en las primarias del partido republicano?

  8. valcarcel · ·

    Sí Sacco: podemos votar en las primarias pero las primarias se deciden por estados y yo soy en realidad delegado del Partido Republicano de South Carolina, del condado de la ciudad de Charleston. Ese partido lógicamente está afiliado al Partido Republicano Nacional/Federal. Así pues, mi voto es dentro del Partido del estado.

  9. Veamos Alfredo:

    1) ¿No considera que el matrimonio debe ser un contrato privado?

    2) Si se demostrase -de manera absolutamente pacífica (con una privatización progresiva)- que el Estado no es necesario, ¿seguiría usted defendiendo el Estado o se posicionaría a favor del libre mercado?

    3) «Hamilton miró a su alrededor después de la independencia americana y vio a un país destinado a convertirse en el mayor imperio de la tierra.»

    ¿Desde cuando el imperialismo es sinónimo de gobierno limitado? (Eso sin tener en cuenta el nulo respeto a los demás países)

  10. leak · ·

    A mí también me gustaría saber la respuesta de Alfredo a esas 3 preguntas… Por mi parte, yo respondo:

    1 – Si, considero que debe ser un contrato privado y tener las cláusulas que las partes acuerden.

    2 – Suponiendo que eso sea verdad, prefiero el libre mercado o por lo menos algo que tienda sensatamente a ello.

    3 – La política exterior estadounidense ha sido bastante nefasta en términos de respeto por las opiniones de otros países o naciones, pero durante gran parte de la historia de Occidente siempre ha habido algún que otro «imperio», así que no parece otra cosa más que «culturalmente» inevitable.

  11. valcarcel · ·

    @Snake:

    1. Sí — pero hay que ser realistas y de momento, el matrimonio seguirá siendo regulado y promovido (o no) por el Estado.

    2. No es algo tan sencillo: el Estado es siempre necesario precisamente para salvaguardar las libertades. Dígame una cosa snake, a modo de ejemplo: si un ciudadano le salva de un coche que esté a punto de atropellarle, ¿le demandaría por asalto?

    El principio de «no coacción» no se sostiene.

    3. No no lo es, no es sinónimo de gobierno limitado pero creo que tenemos que ir más allá de ese discurso en la política que hoy ya no es demasiado relevante. Lo que sí podemos hacer es preguntarnos en qué lo vamos a limitar.

    @Leak:

    Exacto, los imperios son inevitables y en el caso de los EEUU, ha traído más beneficios que problemas. La mayoría de las personas que se oponen demasiado a los EEUU son gente que no me gustaría tener como vecinos…de eso le puedo asegurar.

  12. Bueno, la «no-agresión» creo que debe ser un punto de partida. Al igual que toda teoría, tiene sus límites: la aplicación a la realidad.

    Si yo formase parte de un jurado en el que se diese el caso de que una persona denuncia a otra que la ha empujado, salvándole la vida. Yo, desde luego, fallaría a favor del demandado.

  13. valcarcel · ·

    Exacto snake: y de eso se trata — los límites a la teoría y saber hacia dónde nos encaminamos. Ustedes los «libertarianos» tienen muchas cosas buenas que valoro y algunos son consistentes pero como proyecto político, lo siento, pero no van a ganar elecciones. Nos guste o no, a la gente le gusta tener el Estado y los controles. Otra cosa es qué queremos limitar: yo he hablado de la responsabilidad individual y parto de ese principio. No es de recibo por ejemplo que un alumno drogadicto que nunca va a clase disfrute de una plaza en la universidad pública. Si empezamos desmantelando esos «privilegios» a «indeseables» que cuestan dinero, poco a poco vamos hacia la liberalización completa. Pero no es responsable salir en la tele y decir «ABAJO CON LA UNIVERSIDAD PÚBLICA» en un proyecto político.

  14. depresivo · ·

    ¡joer ahora lo entiendo todo! ¡Que viva el gobierno de las élites y que se callen los ciudadanos! Así me gusta Alfredo, liberalismo de mansión porque la verdad es que esos «populachos» estorban desde luego. Lo mejor es dejarlos en tus manos o en la de tus amigos y así podéis triturar a vuestro antojo a esa plebe que cuesta dinero.

    Eso es lo que le hace falta al liberalismo, que menos gente lo conozca y que vuelva al paternalismo de las élites. Debe ser muy curioso conocer a un comunero Alfredo, ¿qué tal son las personas de a pie? Yo de vez en cuando los veo quejarse y no me lo explico, con lo bien que viven con sus sueldos y privilegios, deberían estar agradecidos por poder trabajar y todo, gracias a gente como usted. Qué atrevimiento eso de hablar y opinar entre esa gente.

    Gracias Alfredo por decirlo alto y claro: a usted le importa un pepino el porvenir de los que más sufren.

  15. valcarcel · ·

    Depresivo: sencillamente bizarro su comentario. Muy flojo.

  16. Madrileño antipaleto · ·

    Alfredo, creo que si hay una palabra para describir el estado de las cosas en España la mejor sería corrupta.

    Pero la corrupción española moderna no es de la variedad financiera y es mucho más grave y perjudicial que eso.

    Nuestra corrupción española moderna es intelectual, moral y, en un sentido amplio, espiritual. En la última década o dos, ha sido totalmente legalizada, de hecho, en gran parte de la administración pública es ahora obligatoria, al menos para aquellos que quieren salir adelante.

    Las universidades son el medio por el cual las cifras de desempleo de los jóvenes son manipuladas por el Estado, y los estudiantes, unos cretinos que se han dejado engañar para que estén pagando por su propio desempleo a cambio de que reciban una educación que no tiene ningún valor profesional ni mucho menos intelectual.

    La manipulación propagandística de las estadísticas es ahora una costumbre, y casi la principal preocupación del gobierno y altos funcionarios, sobre todo entre los comisarios de policía, que no son policías tradicionales.

    A pesar de un gran aparato gubernamental e incompetente, nadie sabe cuántos inmigrantes ilegales hay en el país, desde hace años las estadísticas de esas cosas inconvenientes se maquillan.

    Una inversión es un gasto corriente que traerá algún beneficio económico futuro, pero ahora se reducen a pagar los sueldos actuales de los zánganos burocráticos, y por la proliferación sin fin de organismos paraestatales, es lo que en España ha pasado por «inversión» en los últimos diez años.

    Los inmensos gastos en servicios sociales no han hecho nada para aliviar la miseria en la que muchos niños españoles se ven obligados a vivir tan sólo para poder seguir pagando los sueldos de esa élite de altos funcionarios en este país.

    La formación de un gran número de abogados ha exigido unas reformas jurídicas absurdas, de lo contrario no habrá trabajo suficiente para los abogados excedentes. Por supuesto, la necesidad de emplear el superávit de jóvenes licenciados explica mucho algunas cosas actuales, sobre todo en las cifras de paro.

    Toda la clase política está vista ahora como corrupta por la gran mayoría de la población,
    pero no hay que olvidar que una gran parte de la propia población es también profundamente corrupta, esos beneficiarios de la asistencia social,y todas las empresas privadas de consultoría que asesoran al gobierno, y la gran cantidad de personas empleadas por el Estado que no distinguen entre lo que es una actividad y un trabajo.

    La corrupción explica la atracción de la Unión Europea para todos los políticos.

    No será fácil de revertir los efectos de todo esto por la mediocridad ambiciosa y militante, pero es tal la tarea que tenemos ante nosotros.

    En forma más vulgar, esto es una mierda de país.

    Buenas noches

  17. Creo que el último comentario muestra un espíritu totalmente negativo e improductivo. Lo más fácil del mundo es destruir todo y criticarlo todo, al estilo Pérez Reverte.
    Lo difícil es intentar construir alternativas, intentar aportar ideas, proyectos, críticas que tengan como objetivo la reflexión general de qué estamos haciendo mal como país (porque ojo, somos parte del país por muy ajenos que nos sintamos a él).

    No te lo tomes a mal Madrileño, pero siempre este estilo de comentarios me han dado mucha rabia. A veces hay que aplicarse la frase de Kennedy «No te preguntes que puede hacer tu país por ti si no que puedes hacer tú por tu país»
    ¿Qué puedes hacer para cambiar este estado de las cosas que no soportas? Intentalo, y si no sabes cómo hacerlo busca la respuesta.

  18. Madrileño antipaleto · ·

    jajaja como se nota que he tocado una fibra sensible, ¿quizás te suene demasiado Pedro lo que digo y que además sabes que es cierto? Y en ningún momento dado he dicho que no quiero aportar soluciones pero básicamente necesitamos primero asumir la enfermedad para conocer cómo curarla.

    Yo desde luego me siento ajeno al país y no comparto ese patriotismo de Alfredo y en relación a lo que dices claro, pero me da a mi que quizás no quieras ver esa realidad.

  19. No hombre no es eso.
    Mira Madrileño tengo muchos amigos como tu. Muy destructivos, muy descorazonados con lo que ven, y eso les lleva a un nihilismo exagerado.
    Y no niego que tengan parte de razón, pero creo que ese tipo de actitudes no son positivas, ni para quien las hace ni para la sociedad.
    Si consideras a las sociedad como el conjunto de todos los males posibles y la pintas como tu la ves te vas a desmoralizar y vas a caer en una dinámica que no es buena. A veces es importante ver qué cosas buenas tenemos como sociedad, como país, porque algunas cosas tenemos buenas seguro. Desde esa base se puede empezar a intentar mejorar lo que no te gusta. Desde la destrucción y el desapego a todo creo que pocas cosas se pueden hacer.

    En fin, es mi opinión y me he permitido dártela. Me has recordado mucho a ciertas personas que conozco, aunque quizá desde una posición opuesta.

  20. Menuda cita más repugnante la de Kennedy. Yo soy más de: «no te preguntes que puede hacer tu país por ti, preguntate que puedes hacer tú por ti mismo».

  21. Anticomunista · ·

    Pues yo sin animo de ofender a nadie en particular, porque no os conozco en persona y por eso me da un poco igual, me gustaba mucho más este blog en sus inicios pero últimamente se está llenando de progres y anarkas como el snake o rojetes como Pedro y lo digo de verdad sin animo de ofender pero antes hace como 1 año la gente que comentaba era mucho más liberal-conservadora y creo que ahora de los que quedan es Samuel.

    Y también me fastidia un poco ese colegueo que se traen entre Pedro y el Alfredo. Alfredo, en realidad ¿quiénes son los de su proyecto? Quiero decir que era usted y Espantapájaros si no recuerdo mal pero ¿no eran 4 el total?

    @Madrileño antipaleto: tienes más razón que un santo macho pero ultimamente las «sensibilidades» de por aquí han cambiado.

    @Alfredo: no lo digo tanto por usted sino por sus comentaristas. No les dé alas a los izquierdistas estos que ya nos hartan a muchos.

  22. Anticomunista · ·

    jajajaja snake me ha gustado el vuelco que le has dado a la cita del progre Kennedy aunque leyendo el artículo de Alfredo me temo que es bastante kennediesco.

    😦

  23. valcarcel · ·

    @Anticomunista: aquí no ha «cambiado» absolutamente nada. Sean quienes sean mis lectores o comentaristas, les defenderé siempre y cuando me respeten a mí.

    @snake:

    Pues a mí no me parece una mala cita la verdad. Precisamente con esa actitud se bajan los impuestos , por ejemplo, para empezar algo es algo.

    @Madrileño antipaleto:

    No me gusta la negatividad sobre España: somos una gran nación aunque, eso sí, muy castigada y ahora un poco de estas que ha perdido el norte, desafortunadamente, pero creo que a usted le pasa algo parecido.

  24. Niceto · ·

    Es la primera vez que comento aqui, aunque he leido este blog varias veces. Por cierto, que me parece estupendo, nada de mediocre.

    Es cierto que parece que nos gusta a los que nos consideramos de izquierdas, por lo menos a mi me gusta. No significa que Alfredo se este ablandando, o escorando hacia la izquierda. Lo que pasa es que este señor tiene un espiritu critico y piensa por si mismo, lo que le hace ser COHERENTE, y no abrazar ideas porque si. He leido otros blogs autodenominados liberales y lo que he visto es mucho liberal-conservadurismo de consigna y frase hecha, y como ahora parece que se lleva entre los pijos ser «liberal», muchos lo son por inercia. Yo no soy quien de decir si Alfredo es un verdadero liberal o no, pero defendere ante quien sea, de izquierdas o derechas, que es una persona de ideas verdaderas y honesto consigo mismo, a diferencia de muchos que estan convencidos de poseer la verdad universal.

  25. valcarcel · ·

    Muchas gracias Niceto — sea bienvenido aquí.

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