¡Qué rápido pasa el tiempo! Muchos de mis lectores aún son muy jovencitos para darse cuenta de esa realidad. Cuando yo tenía 20 y 21 años me costaba entender cuando las personas mayores decían: mientras más mayor seas, más rápido se irá el tiempo. Ahora ya lo he llegado a entender, y eso que todavía cuento con 28 años, que no son muchos, en términos relativos. Y mientras menos años nos queden, más rápido nos pasa el tiempo, créanmelo señores lectores. Vivimos en un mundo donde sólo hay una cosa asegurada: la muerte. Si eres cristiano, sabes que el fin conlleva el infierno o el cielo. ¿Y qué mejor época para hablar de la muerte que el otoño?
Un versículo para hoy señores: Jeremías 8:20: «Pasóse la siega, acabóse el verano, y nosotros no hemos sido salvos.» No hemos sido salvos: en el mundo cristiano sólo hay dos tipos de personas el día de la muerte: los salvos y los que no están salvos de la maldición eterna. Quizás algunos de vosotros estéis yendo a iglesias modernistas o «interdenominacional» y os han dicho que basta con ser «güena gente» (sic).
La vida es corta y la muerte segura. Ahora algunos de mis lectores estarán pensando: «Un segundo Alfredo, ¿estás intentando asustarnos?» No, no hoy no entraré yo en temas de sermón porque creo que mis lectores habituales ya saben lo que he dicho respecto a la salvación. No hace falta repetir todo lo que he dicho al respecto. Hoy vamos simplemente a extraer algunas lecciones más amplias y convertir este viernes en un día de reflexión hacia el futuro. Vivimos en un mundo cambiante, vivimos constantemente bajo el peligro de la destrucción: bombas, ataques terroristas, asesinos impunes, gobiernos peligrosos de algunas zonas del Próximo Oriente y no tenemos nada asegurado nunca. En éste mundo la vida es relativamente corta. Éste mundo ha visto miles y miles de generaciones anteriores y cada una ha desaparecido y ha muerto. Mientras más años cumplimos, más rápido se va el tiempo. La muerte es inevitable, y tras la muerte, el juicio divino que nos condenará al infierno o nos dará vida eterna. ¿Cuales son tus planes en la vida? Algunos me dirán lo típico: casarse, hijos, buen empleo. ¿Y qué más señores? Yo creo que un hombre responsable ha de hacer previsiones para la vida, ahorrar lo que pueda, y que sea razonable. No creo que un hombre debe derrochar su dinero de una forma irresponsable como buen socialista.
Para vivir hace falta comer y beber. Es de hombre sabio hacer previsiones para la vida y estar preparado para la época de vacas flacas. En el mundo cristiano protestante la salvación no es por tus obras o por lo que haces sino por lo que eres. A mí me importa un bledo que seas la persona más maja del mundo, que trabajes en la UNESCO y me digas «pero yo le doy de comer a los pobres.» Nada de eso te vale para la vida eterna. El corazón humano es depravado y todos merecemos la maldición infernal. Tenemos la bendición de vivir en un sistema democrático donde se permite la confesión en libertad y sin imposiciones.
Como liberales, ¿qué tipo de preparaciones estamos haciendo para el futuro negro que nos espera al menos por ahora? Quizás no nos hemos dado cuenta todavía pero cada día que pasa, los españoles somos más pobres que hace 5 años y seguimos perdiendo poder adquisitivo. Eso no tiene nada de malo per se — es un ajuste que hacía falta porque la riqueza era ficticia y no la habíamos producido en realidad. Repito: el ajuste es del todo necesario para ayudarnos a bajar de las nubes. Tengo la sensación de que nos espera un invierno bien frío, justamente lo que nos hace falta para reflexionar y rectificar los excesos del pasado, excesos socialistas, derroche, gastos, y expansión crediticia.
¿Estamos preparados para ser la generación liberal del futuro que sustituya la generación ya moribunda de nuestros padres y abuelos? Tenemos una oportunidad, es uno de los momentos más críticos de la Historia de España en los últimos tiempos. A mí no me cabe la menor duda de que la batalla del futuro será entre nosotros, la juventud que defiende y cree en los postulados clásicos del liberalismo, versus la izquierda disfrazada en muchos variantes: ecologistas, militantes laicistas, gays (no homosexuales: gays — gays a lo Zerolo), fanáticos musulmanes, feministas, antifascistas, nazis, y, como no podía ser menos, anarquistas. Esa será la batalla de cara al futuro, una de las batallas más importantes. Lo difícil esta vez es que la izquierda se manifiesta dentro de muchas tendencias. Dentro de poco empezarán a caer las hojas de los árboles, y la ciudad de Madrid ya empieza a oler bien. Que cada hoja que caiga éste otoño nos recuerde de la necesidad de la estación — que cada hoja que caiga nos haga ver la temporalidad de los personajes sin sustancia que pululan algunos círculos liberales. Nada puede detener el paso del tiempo y la muerte pero sí podemos hacer las previsiones necesarias.
Buen fin de semana a todos mis lectores.
Efectivamente Alfredo, la muerte es algo seguro. «Certus an et incertus cuando» Cierto que llegará, pero no sabemos cuando» Aunque posiblemente, si seguimos en manos de los socialistas, no tardaremos mucho en morirnos. Tiene razón Jerimias, se pasa la siega, se pasa el verano, y seguimos viendo como el paro aumenta, como nuestro dinero pierde valor y como las cosas no se solucionan. Pero bueno, parece que a la gente ya le parece normal, porque no tratan de hacer nada al respecto.
Hoy salió un estudio aquí en Galicia, y de cada 10 votantes del anterior bipartito, tan solo 2 repetirían, los otros 8 restantes de cada 10, votarían a los conservadores. Creo que es un avance positivo de cara a las elecciones municipales próximas.
Saludos.
«Creo que es un avance positivo de cara a las elecciones municipales próximas.»
Sí; personalmente siempre he defendido esa «idea» algo nebulosa de las «dos Españas». Cada vez lo compruebo más. Por eso, hay que poner nuestras confianzas en esa España trabajadora, la España de autónomos sufridos, de familias sólidas y de españoles que intentan luchar a diario para seguir adelante. Luego está esa otra España que no cambia ni quiere – la que prefiere el PER antes que el riesgo, la que prefiere los 400 eurillos de Zapatitos, y la parte pequeña que da la bienvenida a dictadores latinoamericanos.
Y efectivamente, el paro aumenta, y así seguirá con Zapatero en La Moncloa. Es alucinante o no según se mire pero sí, hoy por hoy somos más pobres, más débiles y con nubarrones de cara al futuro.
Saludos
ME CAGO EN LOS LIBERALES QUE HABEIS ARRUINADO EL PAIS SOIS EL ORIGEN DE LA PUTA CRISIS, MENTIROSOS. ¿QUÉ TIENE QUE VER ZP en todo esto???
IGNORANTES
«¿QUÉ TIENE QUE VER ZP en todo esto???»
La misma relación que la estupidez tiene contigo.