Tendremos que echar a Zapatero con todas las de la ley

Hace un par de días, durante el debate de la nación, desde ésta bitácora intenté lanzar un mensaje bastante extendido entre los españoles de bien: ¡Zapatero, Dimisión! Pues bien: era de esperar, y yo el que más, que Zapatero no iba a dimitir. ¿Qué debería hacer Rajoy a éstas alturas? Pues si Zapatero no quiere marcharse voluntariamente por haber mentido descaradamente, la única opción democrática es echarle del poder, forzando unas elecciones anticipadas.

El sistema político tiene que ser expuesto a una saludable limpieza, de arriba a abajo, empezando por nuestro Congreso de los Diputados y terminando en cada ayuntamiento, caso por caso, pueblo por pueblo, ciudad por ciudad. Necesitamos lanzar llamas de furia contra la mentira de Zapatero. Va a ser, lo entiendo, desordenado, posiblemente sucio y sobre todo, difícil, pero hace falta una regeneración. El presidente Zapatero debería tener bien claro, de parte de los ciudadanos honrados, que se acabó el juego: tiene que dimitir. E insisto: si se decide no hacerlo voluntariamente, tendremos que obligarle, con todas las de la ley y todos los poderes disponibles que tiene la oposición de Su Majestad el Rey.

Y necesitamos candidatos jóvenes, de 20 y tantos o 30 y tantos, para limpiar el desorden que nos ha legado la generación de nuestros padres. Esta conspiración de cincuentones presuntuosos, que no han hecho otra cosa que forrarse los bolsillos y mentir descaradamente, sobre todo desde el PSOE, no deberían tener derecho a ocupar ningún cargo público. La democracia española está podrida y necesita morir para dar paso a la nueva generación de jóvenes comprometidos con la libertad. Y eso suena difícil: ciertamente que hay muchas zonas de España donde la juventud sigue los pasos de sus padres. Pero aquí, en Madrid, tenemos una gran masa de jóvenes que sí están comprometidos con la libertad, aunque parezca mentira, debido a las mentalidades negativas de algunos que sólo ven hippies. Y ciertamente, hay hippies, pero no es lo que abunda. Las ciudades siempre han tenido, en determinadas zonas, una subclase de individuos indeseables: pero la mayoría de la juventud en Madrid no es hippie y muchos tienen el deseo de seguir prosperando en vez de tumbarse en las plazas fumando porros acompañados de un perro y una litrona.

Rajoy debería, si tiene decencia (algo que dudo) pero si la tiene, debería obligar a que dimitan todos sus diputados y de esa forma forzar elecciones municipales y autonómicas. En el caso británico le diría lo mismo a David Cameron para que dimita Gordon Brown: que vaya y hable con Su Majestad La Reina, y pida la disolución del parlamento porque el Primer Ministro ha perdido la confianza y autoridad moral para gobernar. A Zapatero le pasa lo mismo: carece de autoridad moral para gobernar y ha perdido la confianza de sus socios. Es cierto que hay algunos corruptos en el PP y que si Rajoy hace algo así, se arriesga a destapar más casos de corrupción: pero es un precio que merece la pena y créanme, señores lectores, que podemos prescindir de nuestros gobernantes hasta que no se resuelva la crisis constitucional.

Unos pocos sacrificios humanos no serán suficientes. Por encima de todo, la gente decente quiere una elección general anticipada. Liberalismo Democrático lleva reclamando una durante meses. Zapatero ya era un WC roto mucho antes de las mentiras sobre la crisis. El pueblo español debe pronunciarse sobre si quiere que continue el mentiroso en La Moncloa.

Dudo mucho que Rajoy tenga el estómago preparado para esta lucha moral y de principios: en última instancia, el pueblo es soberano y deberíamos decidir hasta cuando vamos a aguantar.

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