Señores lectores: esto lo escribí poco antes de entrar en Red Liberal. Mi propuesta sigue en vigencia y la expongo aquí para todo aquel lector que quiera formar parte de mi agregador (ya lo estoy diseñando a duras penas con HTML pero ya tiene nombre). Si usted se identifica con esto que expongo a continuación, envíeme un correo electrónico para considerar su bitácora y así formar un equipo serio en la lucha contra el socialismo español y el anarquismo dentro del liberalismo, representado por el Instituto Juan de Mariana y otras asociaciones que mancillan el liberalismo español que necesitamos urgentemente en esta gran pero castigada patria. Consideren este texto como mi testamento particular en estas cuestiones políticas.
Y, por favor, antes de leer, AVISO IMPORTANTE PARA INTERESADOS:
A partir del mes de febrero, estoy organizando un curso mensual de jurisprudencia estadounidense. Nos tendríamos que reunir los sábados y la duración sería de 2 horas. Si le interesa (ya hay algún interesado), póngase en contacto conmigo. No pongo el correo aquí porque no quiero tener problemas con el spamming. Si le interesa, me manda un mensaje como comentario.
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En una rápida y deslumbradora exposición sobre la clasificación y definición de ciertas cosas que han de ser tipificadas como delictivas, me pregunto si algunos anarquistas dentro del liberalismo en España piensan que debe dejarse una libertad ilimitada para atacar los principios que son el fundamento necesario de todo pais libre y del futuro liberalismo, si es que queremos un futuro mas liberal del que tenemos en este desafortunado y desgraciado país. ¿Es posible un Código Penal en alguna parte, es posible la justicia, es posible el derecho penal, es posible siquiera fijarse en el concepto de esa ciencia desde el instante en que se tienen por discutibles ciertos principios a un tiempo morales, que son la base necesaria de todas las civilizaciones libres? Pues si la doctrina de que la propiedad es ilegítima, fórmula deducida como todo el mundo sabe de la frase “la propiedad es un robo”, si esa doctrina es lícita, que hacen en el Código Penal todos los artículos que tratan de los ataques contra las cosas y de la usurpación de las cosas del individuo?
Preciso será que venga a los hechos, porque hay un dilema dentro del liberalismo en España y en otros sitios que, lo digo francamente, no sé si se podrá resolver. En efecto, hay delitos y un buen Código Penal tendria que vetar ciertas doctrinas, las doctrinas contrarias a la legitimidad del derecho de propiedad, las doctrinas contrarias a la legitimidad de la familia, y de nuestros otros derechos vitales. Si hay alguien que crea que esas doctrinas no constituyen delito, que lo diga, y todos lo sabremos, no me tomare la pena de combatirle, apelare contra el a la conciencia pública de los liberales. Aquí no hay terminos medios. O las cosas no son inmorales, o lo son en el pensamiento y en la acción. Sin inclinarnos a ninguna doctrina de las que se conocen tambien por ser socialistas por dar sobrada importancia a los elementos sociales, ¿habra quien sostenga que el derecho que protege en el individuo, que el derecho que protege en cada individuo la ley, es mayor que el derecho de todos los individuos, absolutamente de todos, que tienen por organo el derecho natural y que tienen por instrumento el Estado?
¿Cómo es que algunos pretenden privilegiar el delito que se comete contra particulares en el nombre de “libertad individual?” ¿No os fiais de la conciencia de los jueces? ¿Es que acaso rechazais todo genero de pruebas taxativas? Pues entonces tendriamos que suprimir de los códigos jurídicos la definición de injuria y calumnia y los artículos que las desenvuelven, asi como los pocos derechos legales que tenemos en España sobre la propiedad privada. ¿No los suprimís? Pues dad al Estado, dad al orden, las garantias que dáis al último de los particulares. No es mucho pedir, señores, no es mucho pedir en los tristes, dolorosos y quebrantadísimos tiempos por los que atraviesa la filosofia liberal en estos días.
Hablemos, pues, de los delitos legítimos que el Estado ha de castigar:
En primer lugar, los estudiosos saben, sin duda alguna, que en el lenguaje usual del derecho continental/civil, siempre se ha hablado de cuerpo de delito, no tan solo la cosa en qué ó sobre qué el delito se ha realizado, sino también el instrumento mismo con que se realiza. Por consecuencia, siendo algunos medios de comunicacion notoriamente un instrumento, no comprendo bien qué valor jurídico tenía la larga alegación que en este sentido hacen algunos contra los delitos que han de ser tipificados (como por ejemplo el ataque a la propiedad privada por escrito o por incitación). Pero ni siquiera necesito de esto. Qué, ¿es verdad que hay necesidad de cuerpo de delito en todos los delitos? ¿Dónde está el cuerpo de delito en la mera proposición? De acuerdo…y sin embargo…¿deja la proposición de ser delito? ¿Hay cuerpo de delito en la conspiración? ¿Lo hay en la tentativa siquiera? ¿Lo hay en delitos frustrados las más veces? De consiguiente, ¿por qué se pretende que haya este cuerpo de delito precisamente en los delitos de comunicación ó imprenta? Lo cierto es que muchos liberales se plantean un dilema falso: ¿qué hacemos con los anarquistas, por ejemplo, anarquistas anti globalización, que se manifiestan contra el orden cada vez que hay una reunión del Banco Mundial, del G8 y otras entidades del mercado libre? En muchos otros países, muchísimo más liberales que el nuestro, los delitos de imprenta normalmente se llaman provocación. Cuando el delito de imprenta no consiste meramente en la injuria o en la calumnia, le llaman delito contra la paz o asamblea ilícita. Ahora bien: el provocar, como hacen los anarquistas socialistas, no está previsto en la mayoría de los ordenamientos jurídicos occidentales. Sin embargo, hay casos en que puede estar previsto como, por ejemplo, cuando se trata de los lemas que se ostentan y de los discursos que se pronuncian en algunas reuniones públicas. Ahora ya no es proposición, es la provocación, es la excitación a promover y cometer delitos. Incitación, excitación, provocación (tomad la palabra que más os guste). Tengo que dedicar algunas palabras sobre los antecedentes y los precedentes que existen en esta cuestion de control de conductas peligrosas para las libertades, que acabarán de confirmar lo dicho al principio, a saber: la innecesaria exageración, los injustos extremos a que se lleva muchas discusiones dentro del liberalismo tratandose de estas cuestiones de derechos individuales y el Estado.
Ya que aquí, porque las circunstancias lo permiten y porque yo quiero llevar hasta el extremo de lo posible la tranquilidad, la serenidad y mi amor a la libertad, ya que vemos sucesos en otras partes que han producido un genero negativo de consecuencias nefastas para los derechos a la propiedad privada no se han presentado en España, de momento, por lo menos, no se me puede acusar de ser menos liberal que otros, por lo menos, tened bastante justicia para reconocer que en circunstancias como las actuales que sufrimos en España, ante el crimen que representa tener un gobierno como el actual y frente a los crimenes de otras partes, se necesita tener verdadero amor a la libertad y mucha serenidad de espíritu para presentar propuestas tan liberales como esta sin caer en el error del anarquismo. He callado, hasta ahora sobre este punto. De ello, un caballero me ha enviado su criterio acerca de las opiniones del padre Mariana sobre el regicidio.
No es exacto que el padre Juan de Mariana haya defendido jamás el regicidio en el sentido jurídico de que hoy tiene y no puede menos de tener esa palabra. La prueba de que no lo ha sostenido es esta: ¿Ha entendido jamás alguien liberal, que el padre Mariana creyera que era lícito en ningún caso matar a un Rey Católico? Pues si esto es asi, los liberales que se decantan por el anarquismo deberian definir con más exactitud cual es la verdadera doctrina de aquel Jesuita eminente. Porque el Padre Mariana decia que el tirano, es decir, el Rey ilegítimo, ilegítimo principal y esencialmente por ser apóstata, por haber perdido en absoluto el derecho a la legitimidad, por estar fuera de la Iglesia, por ser contrario a la Iglesia, por ser enemigo de lo que entonces se llamaba libertad de conciencia, que era la libertad de ser católico frente a frente de los herejes, por todo eso podía matarse al Rey sin pecado. Contra la clase de reyes completamente legítimos, ni el Padre Mariana ni ningún Jesuita, ningún escritor que yo sepa, han defendido nunca lo que se supone, porque únicamente los escritores republicanos socialistas de Ginebra son los que sostenian la doctrina del asesinato. El asesinato dirigido contra la potestad legítima, contra el rey legítimo, contra el Estado legítimamente constituido, todo el mundo ha reconocido siempre que era un horrible delito, el más horrible de los delitos que se pueden cometer. Esta era la opinión del padre Mariana. Cambian las formas del poder público, cambian las personas que desempeñan el poder público, pero, ¿qué cambia con esto? Cambian los nombres, todo aquello que es verdaderamente variable, y nadie niega que sean variables las formas de gobierno. Pero lo que hay de realmente jurídico, que es la necesidad de todo Estado y de todo orden social, que es la defensa del orden, de la propiedad privada y de los derechos naturales y el castigo de los que le atacan, es un principio eterno de justicia que no ha desaparecer nunca…no lo podemos permitir. Por consecuencia, cuando estos ataques a los derechos humanos y naturales se realizan por medio de la imprenta, o de asambleas ilicitas tupidas de hordas de anarquistas violentos y revolucionarios y conspiradores, esto es delito. Es delito atacar en una república como en Francia al Presidente de esa república. En EEUU, atacar a un presidente (físicamente) es un agravante. Y es delito de la misma índole atacar en la Monarquia constitucional española y a las instituciones legítimas del Estado. Yo niego que haya variedad de delitos, es el delito mismo que se realiza en distintas condiciones politicas. Menciono todo esto porque hay algunos anarquistas dentro del liberalismo que se empeñan en defender ó mejor dicho, tergiversar las palabras del padre Mariana.
También hemos visto como algunos todavía se ven empecinados en hablar de los pobres, del capital, del derecho con que nace todo hombre y otra porción de cosas por este estílo. Lo que hay de nuevo, gracias al liberalismo ordenado, no es sino la capacidad de todo el mundo de llegar a la posesión del capital. Hasta aquí ha llegado el verdadero triunfo de las ideas en la modernidad. Ya no esta cerrado a nadie el camino de la fortuna: la libertad de trabajo, la igualdad de los derechos civiles, la constitución de las sociedades modernas para todos abiertas, la organizacion del Estado dentro de estas mismas condiciones, todo el mundo moderno tiende, en fin, a que igualmente sea posible el acceso al capital de todo hombre de bien. Esa ha de ser nuestra lucha. Ni en lo fundamental ni en lo accidental es posible prescindir del capital formado sobre el principio de la igualdad ante la ley, como una fuerza siempre presente en todas las acciones humanas. Yo tengo sobre esto, una convicción: no solamente creo que es imposible impedir que el capital, una vez formado, sea un elemento que participe de todo; sea una fuerza que a todo ayude y en todo haya que emplearla; sea al mismo tiempo que una fuerza, una garantía; no solamente creo eso, sino que creo, que aquella sociedad que se pueda constituir sin propiedad y sin capital, no necesita ni de capital ni de propiedad, y el comunismo y el socialismo tendrán en ella la cuestion completamente resuelta.
No; el día en que no sea necesaria la propiedad, el día en que no sea necesario el capital para la constitución del organismo social y para la vida de la sociedad entera, el día en que esto suceda en la esfera politica, ese día el capital y la propiedad estarán definitivamente perdidos. En vano es que hablen de privilegios y quieran suprimir el nombre y nieguen que haya privilegios esencialmente necesarios para las sociedades libres. Privilegio es la herencia, a la cual se debe, después de todo, la mayor parte del capital existente. La herencia constituye y no puede menos de constituir un privilegio al nacer; la herencia constituye y no puede menos de constituir una desigualdad al nacer, y cuando se habla en el seno de nuestra sociedad socialista y progre de igualdad de condiciones para todos los que nacen, se proclama, una vez sabiendolo, otras sin saberlo, la destrucción de todo orden social existente y, sobre todo y ante todo, del principio de la propiedad. Más digo: si no tiene en el mundo moderno la propiedad el apoyo de ser una fuerza en la imprenta, de ser una fuerza en todas partes; si la propiedad no se coloca en estado de defenderse, la propiedad sucumbirá sin defensa; que no se la defiende meramente con teorías, con discursos, porque la retórica no bastará a salvarla.
Allí donde, como en EEUU y en menor grado, Reino Unido, el capital y la propiedad representan al mismo tiempo la suma de los derechos políticos, o una gran suma de los derechos políticos, allí hay un orden público que está encarnado en el orden social, allí el orden político y el orden social son uno mismo, allí hay una Nación que realmente vive, allí hay un poder que puede impunemente desafiar las tempestades del porvenir. En el siglo XIX, en los países que iban extendiendo el sufragio, se buscaba, porque no puede menos de buscarse, que la propiedad dentro del derecho de votar de todo hombre, tenga una participación especial. Y, si no logramos ese liberalismo que tanto añoramos para España, pues entonces vendrá la teoria de todos los derechos que trae todo el mundo al nacer, sirviendo de regulador en el gobierno y en todas las cosas de este mundo: esto hará desaparecer la civilización y desaparecerá la humanidad para siempre.
Siendo estas mis convicciónes, siendo este el problema tan arduo, no ha podido menos de sorprenderme que a propósito de una triste contribución que se le pide a un individuo para ejercer uno de los derechos más peligrosos que pueden ejercitarse en la sociedades políticas, se hayan elevado los anarquistas del liberalismo a ideas generales, y para mi, bajo punto de vista tan peligroso. Pero bueno, mientras que los socialistas residuales que quedan no puedan convencernos ni a gran parte de la sociedad, el tirano capital sera la ley de toda acción eficaz. Sin capital se puede tal vez pertubar, y no mucho, porque hasta para conspirar hace falta dinero. Sin capital, se puede hacer, sin embargo, el mal en muchas partes, porque el mal es harto más fácil que el bien; pero sin capital, poco o mucho, es imposible hacer nada, absolutamente nada bueno en este mundo. Hablo de la acción, hablo de la realización, hablo de la intervención eficaz en las cosas; y asi es que los pueblos mas dignos de la libertad de su acción y de su movimiento, para empezar por ahorrar y por crear el capital, y una vez ahorrado y creado el capital, ¡entonces es cuando con fruto pueden intervenir todos en la cosa pública y pueden realizar cosas útiles para su Patria y para la civilizacion!
No quiero prolongar más este debate: quizá ha sido excesivamente largo. Para ir concluyendo, quiero decir que no creo que la utilización de la fuerza para frenar a los enemigos de la libertad sea un método perfecto. Realmente, es más bien un ensayo lo que propongo. Se me ha ocurrido después de asumir todo lo que está pasando en España. No tengo yo bastante sensiblería para espantarme de que un agitador Marxista o enemigo de las libertades, sea quien sea, se encuentre en prisión. En el siglo XIX, por ejemplo, las penas corporales (latigazos, etc), no tenian nada de impropio, ni nada de inarmónico, ni nada de repugnante, porque todo el mundo las aceptaba con la mayor facilidad; porque la opinión no se levantaba contra ellas; porque un agitador y peligro público y enemigo de nuestra propiedad privada vaya a la cárcel no le constituye inmediatamente en mártir. Hemos visto lo que ocurrió en Francia, en pleno siglo XIX, después de los acontecimientos de la Commune. Si no conocéis la historia, recomiendo una buena lectura sobre esos acontecimientos. Siguiendo con el tema de la Commune, después de eso, se llevaron a cabo penas capitales. Todos los responsables de aquellos delitos pagaron por sus crimenes. Reconozco que tenemos que contar con una especie de laxitud y flojedad porque la opinión pública española es así…históricamente, de hecho, siempre ha sido así…todos pidiendo clemencia y misericordia para todo, menos para lo que se refiere a los derechos naturales, claro está. Digo esto para descartar lo que algunos me han comentado. En ningun momento he dicho ni pretendo decirlo, que siento dudas acerca de la utilización de la fuerza para defender nuestros derechos inalienables. Aquí valen las convicciónes, no el consenso. Aquí vale el derecho natural, no la opinión pública de los universitarios desaliñados en la Facultad de Políticas de Somosaguas. Es por eso que he defendido que los ciudadanos honrados tambien sean ciudadanos armados. De hecho, esa es mi modesta propuesta al frente del ancapismo que pretender eliminar todo rasgo estatal. Al paso que vamos, con la evolución de la política socialista en España, si todavía quedan personas vivas dispuestas a defender la propiedad, supongo que más de unas cuantas balas tendrán que dispararse.
Sea loable, sea condenable en esto el sentimiento público, la verdad jurídica es esa. No hay verdadera pena allí donde la sociedad no estima que la pena es justa, que la pena es debida, que la pena se debe cumplir. Pero no es este sólo el único motivo por el cual deseo que se haga un ensayo de reformas juridicas para apresar las amenazas contra el orden y la propiedad privada. Para esto debemos trabajar con ciertas disposiciones y principios encaminados a hacer realizable nuestros derechos, a hacer que no sean burlados por algunos elementos desgraciados en las izquierdas más extremas del país. Antes de que algunos acaben levantando fantasmas contra lo que digo, he de decir que los ciudadanos honrados nunca deben rendirse, flaquear ni abrir las puertas ante cualquier idea, ante cualquier sistema, ante cualquier profeta que se presente alegando títulos desconocidos hasta ahora por la humanidad. Lo que digo en suma es esto: que toda idea, cuando es nueva, encuentra una resistencia entre la poblacion que quiere penetrar, y esa resistencia es legítima. Y añado que si la idea es justa, si la idea es verdadera, si esta destinada por la Providencia a triunfar, no importa que la lucha venga. En la lucha se purifica, la lucha la hace triunfar y la lucha le da las legítimas condiciones que necesita para aumentar la civilización y el bien del mundo. Yo creo que la idea generadora de todo socialismo y la evolución general de las mal llamadas clases “obreras” no son cosas justas, sino que, por el contrario, son cosas injustas y absurdas. Y por eso creo, y por eso digo, y por eso defiendo que en el caso de una lucha no triunfará…de hecho, nunca ha triunfado. Si yo creyera que la libertad anárquica e ilimitada que defienden algunos es algo justo no podria defender los ideales que defiendo dentro de un ordenamiento jurídico. Y ahora os pregunto: ¿qué titulos tienen los alborotadores de nuestros días, los socialistas disfrazados de demócratas en el PSOE y en el PP para merecer un derecho ilimitado a continuamente asaltar y atacar los derechos naturales del hombre? ¿Por qué le hemos de abrir las puertas? ¿Se atreverian a defender que a todas las ideas indiferentemente se las deben abrir las puertas? Supongo que ahora todos están diciendo: ¡Si, Si!. Yo diré cómo y cuando se las abriríais. Se las abriríais como yo quiero abriselas a las ideas puras, porque aquí hay una gran confusión que algunos perpetuan sin razón ninguna para ello; se las abriríais en la discusión, en la ciencia; en la pura especulación; pero en la obra, en la maquinación, ¿qué habiais de abrirselas jamas? ¡Pues que! ¿No hemos visto en la historia organizaciónes políticas presentes en el seno de los países y cuando han querido tomar forma han sido disueltas, han sido abolidas y perseguidas por todo genero de medios, hasta los mas inicuos? ¿Qué derecho tienen los que sostienen que profesan la tolerancia absoluta? ¿Hay alguien que haya practicado la tolerancia absoluta alguna vez en la vida? ¿La practicó la Commune de Paris? ¿La tuvo la primera república francesa? ¿La Unión Soviética? ¿Los anarquistas anti globalización? ¿Con qué derecho se atribuyen esa tolerancia absoluta, anárquica, que nadie tiene y nadie ha tenido jamás? Aquí estoy juzgando, aquí estoy discutiendo actos, una vasta, vastísima conspiración contra el orden establecido. ¿Cómo podemos consentir y tolerar esa inmensa conspiración contra la propiedad, que para nosotros los liberales clásicos es mucho más esencial que la seguridad interior y exterior de un Estado, y mucho mas que la majestad misma? ¿Cómo podemos permanencer inactivos y en silencio? El que calla, otorga.
Los anarquistas Marxistas, los socialistas (de todos los partidos), los Marxistas residuales, por sus procedimientos, obran, marchan, caminan; y como acción, no como pensamiento, ni como discusión, ni como idea, sino como acción que es, y como acción perjudicial, y como acción criminal (creo que en este punto todos los liberales ancaps o no estamos de acuerdo), como acción perjudicial y criminal que es, preciso será que, en la forma que se adopte, ya sea por el ordenamiento jurídico, ya sea por un levantamiento o sacudimiento especial, aparezca pronta y severamente reprimida.
¿Con qué derecho se nos puede atribuir a nosotros indiferencia por el destino de las clases “pobres”? Nuestros actos y palabras han de caer como plomo derretido sobre muchas de las personas que se auto definen como indiferentes o totalmente pragmáticos ante los problemas ideológicos que atravesamos. Nosotros queremos la propiedad individual y condenamos (al menos, deberiamos), la propiedad colectiva y cualquier tipo de colectivismo impuesto desde arriba y desde abajo. Que nunca se nos olvide que las imposiciones no solo llueven desde arriba…el fango tambien salpica desde abajo. La propiedad colectiva es pura y simplemente la barbarie. Pero tampoco podemos ignorar que efectivamente, existe el mal, existe hoy, aún hoy, la miseria, existen las desigualdades naturales, existe la perversidad en el corazón humano, existe la ambición y la lucha de las ideas y hasta nacerán quizá mayores enfermedades en el futuro y siempre habrá miseria, siempre: siempre habrá una última grada en las escalas de población. He dicho antes que a esa escala es preciso llamarla una subclase, porque en la mayoria de los casos son capas de población que no producen absolutamente nada ni tienen ningún deseo en hacerlo, siempre y cuando sepan que Papa Estado les va a sacar de sus dificultades y auto lesiones. A estos siempre será preciso contener por dos medios: con el de la caridad, la ilustración, los recursos morales y legales y, cuando esto no baste, con el de la fuerza. Decía Aristóteles, examinando ésta cuestión, una frase profunda: “¿Qué me hablais de nivelar las fortunas? Niveladme antes, si podéis, las pasiones.” Si, señores, eso es lo que no se nivelará jamas.
Ni el deseo, ni la capacidad para el trabajo, ni la tendencia moral, nada se nivelará porque estas desigualdades son, después de todo, la gran riqueza, el gran tesoro del genero humano, en cuanto que son síntomas poderosos de su actividad y de su libertad. Porque los hombres han de ser libres, porque los hombres son activos, porque la lucha es condición de la vida, porque el estancamiento mataría la vida humana, porque la vida humana y el progreso de la civilización no se conciben sin contrastes y rozamientos y luchas; por eso es por lo que existen en todo tiempo el mal y el bien; por eso es por lo que el principio de usurpación reside al lado del principio de justicia en la tierra; por eso es por lo que habrá siempre un Estado que se tenga que interponer entre lo injusto y lo justo; por eso es por lo que habrá siempre un derecho que reprima todas las agresiones, una ley que castigue o premie al criminal. ¿Qué hay en nada de esto de reaccionario? ¿Qué hay en esto que digo de exageradamente místico, como me han tachado algunos anarquistas liberales? ¡Místico! Esta es una nueva acusación, como la de doctrinario, que le viene bien a todo el mundo y que es possible que nos alcance tanto a mi como a los de Rothbard. Por mi parte, no pretendo ahora, ni he pretendido jamás, ni pretenderé un sólo momento en mi vida pública o privada, mezclar para nada la religión con la política. Pero, ¿olvidan los señores anarcocapitalistas qué es lo que estamos tratando en este instante con motivo de los peligros verdaderos actuales y futuros que representa todo enemigo del liberalismo? No creo que exista ni un sólo lector mio que sea tan poco serio para no reconocer que cuando se habla de cuestiones sociales no se puede prescindir de la cuestión religiosa. Bien, he intentado examinar brevemente las cuestiones en su conjunto. ¿Habrá quien niegue, llegado hasta este punto, que la cuestión que hoy planteo no me de derecho a que sienta una legítima decepción por el estado de las cosas? No siento yo esa profunda decepcion por espiritu de escuela o doctrina; no la siento por la causa liberal-conservadora; no la siento por la democracia; la siento únicamente por la causa de la libertad. Las minorías inteligentes gobernarán siempre, en una u otra forma, quieran los ancaps reconocerlo o no. Por mi parte, eso no supone mayor problema. En el interín, y digo interín porque creo profundamente que el liberalismo vencerá, tarde o temprano, la causa de mi decepción actual no es ni puede ser otra que los desórdenes sórdidos que producen estos debates absurdos entre anarcocapitalismo y liberal conservadurismo. Las utopías suelen preceder baños de sangre y los que alimentan las utopías ocasionan inútiles trastornos en el género humano. Tengo la sensacion de que algunos prefieren anclarse en debates ideológicos de poca transcendencia y por lo tanto detienen el progreso del liberalismo y de la civilización, y el desarrollo de la prosperidad. Temo que la inevitable consecuencia de todo esto sea la imposibilidad de la libertad. Tampoco se logrará extirpar los Cain y los Nembrod: los tendremos siempre que la fatalidad de las cosas los haga indispensables. No hay nada que sea igual en el mundo, hasta en el valor hay superioridades. La del valor engendra y crea los militares, y el militarismo crea los déspotas y los tiranos. Pues qué, ¿el género humano no ha partido de una igualdad salvaje de derechos para venir a la libertad jurídica y natural que tanto defendemos y añoramos para Espana?
Para concluir, si estas precauciones y estas proposiciones jurídicas no llegan a ser eficaces, si resulta que a pesar de todo esto, nos resulta imposible apartar la plaga del parálisis, si los ancapistas, por ejemplo, desacreditan las propuestas, e ignoran la amargura que sentimos muchos liberales, más tarde ó más temprano habrá que volver a preguntarse y decidir quién manda en el liberalismo en España. No hay nadie indispensable.
Leeré con atención esta semana.
Saludos y ánimo con el agregador!
Bufff menudo Quijote ¿qué dice?
Basicamente, y leido un poco por encima, dice que habría que exterminar o meter en la cárcel a los socialistas, y se moleta porque muchos liberales no terminan de verlo tan claro como él.
¿qué cosa dice? Usted debe leer y si no lo hace, no comente. Se nota que no lo ha leído.
Señor Alfredo, por lo que he leído aquí compruebo que nuestras ideas políticas se encuentran más bien alejadas.
Pero también compruebo que realiza una admirable defensa de la libertad, sobre todo en una discusión que he encontrado en Matar a Lois y que me ha permitido conocerle.
Un cordial saludo y suerte con su proyecto.
Muchas gracias a usted Sr. Solera…es un placer poder intercambiar ideas y no sere yo quien le cierre la puerta a nadie.
Si quiere discutir sobre alguna idea, bienvenido sea.
Saludos
«¿qué hacemos con los anarquistas, por ejemplo, anarquistas anti globalización, que se manifiestan contra el orden cada vez que hay una reunión del Banco Mundial, del G8 y otras entidades del mercado libre?»
Por Gaia, jupiter y jezabel, que no has podido decir mas capulladas en menos tiempo, ¿Instituciones de libre mercado? jajajajajaja…. ¿Los mismos que fabrican dinero que no existe? ¿Te suena que lo de que el dinero es deuda?
Te voy a enseñar lo que es el «Libre mercado» que tanto te gusta (libre para las grandes empresas)
http://www.mutualismo.org/2009/01/politicas-corporativas-en-tiempos-de-crisis/
http://www.mutualismo.org/2008/12/la-globalizacion-en-accion/
http://www.mutualismo.org/2008/12/obama-promete-mejoras-internas/
http://www.mutualismo.org/2008/12/mcdonalds-quiere-una-patente-para-su-hamburguesa/
http://www.mutualismo.org/2008/10/por-que-el-capitalismo-no-es-libre-mercado/
Salud y anarquia