Madrid no es Misisipí: Las armas y el asesinato de un jóven madrileño

Nuestra sociedad ha alcanzado un pináculo de libertad de expresión y de respeto hacia la «individualidad» rara o incluso inigualable en la historia. Toda la cultura popular – desde revistas de moda al cine, lanza gritos positivos y estruendosos acerca del inigualable valor de la persona, y se glorifica en la excentricidad grotesca, las actitudes «rebeldes», el juicio independiente de Dios, y la libre autodeterminación. Este entusiasmo humanista se ve reflejado en la noción de que ayudar a alguien implica que aumente el «autoestima» de esa persona; que si una persona se valore a sí mismo, va a ser, naturalmente, una persona feliz, productiva ,y, de alguna forma inexplicable, un ciudadano responsable.

Y, sin embargo, mientras se anima a que la gente se vanaglorie en su individualidad y en su «valía incalculable» (sic) los medios de comunicación y las fuerzas de seguridad del Estado que continuamente lanzan sus advertencias, nos aconsejan de que cuando nos enfrentamos a la amenaza de la violencia mortal, no debemos resistir, sino simplemente dar lo que pida el agresor. Si el delito que se examina es la violación sexual, los humanistas y sobre todo, los izquierdistas, se ponen como la gelatina a la hora de aconsejar a las mujeres sobre este tema. Rápidamente, el debate se convierte en consejos sobre como la mujer puede/debe cambiar su comportamiento para reducir al mínimo el riesgo de violación, y a veces, los mas valientes aportan una lista de armas ridículas que la mujer puede portar, como llaves, o spray, o, el arma que realmente provoca escalofríos en la mente del violador, el teléfono móvil. Es bien sabido que el violador pensara dos veces antes de violar a una mujer con un arma tan potente como un teléfono móvil.

Ahora, ¿cómo puede ser esto? ¿Cómo puede una persona que se valore a sí mismo puede tan tranquilamente aceptar la indignidad y barbarie de un atraco criminal? ¿Cómo puede una persona que cree que la esencia de su dignidad radica en su libre determinación aceptar pasivamente la privación de la libre determinación? ¿Cómo puede él, en silencio, con gran dignidad y aplomo, simplemente entregar lo que pide el delincuente criminal? La hipótesis, por supuesto, es que no hay incompatibilidad. El consejo de no resistir un asalto criminal y simplemente entregar «la pasta» se basa en la noción de que la vida es de incalculable valor, y que ninguna cantidad de propiedad vale la pena. Dejar de lado, por un momento, la locura de pensar que un criminal que emplea una violencia letal debe ser tratado como si él hubiese instituido un nuevo contrato social: «No voy a lastimar o matar si me dan lo que quiero». Durante años, las feministas han dicho que la violación no se trata de sexo, sino de dominación, de degradación, y de control. Evidentemente, alguien debe informarle a los medios de comunicación de que el secuestro, el robo, y los asaltos no tienen que ver con la propiedad. Su cartera, su coche, u otras propiedades quizas no valgan lo mismo que su vida, pero si lo vale su dignidad; y si no merece la pena luchar por ella, es cuestionable que la tenga.

La vida

Aunque es difícil para el hombre moderno entender esto, érase una vez cuando se creía que la vida era un regalo de Dios, que no defender la vida ante una manifestación de violencia y coacción criminal era un rechazo a este regalo de Dios, significaba que el individuo era un cobarde y que incumplía sus deberes a la comunidad . Un sermón de los 1700s, equiparaba el no defenderse a si mismo con el suicidio:

«El que permita que su vida sufra o se pierda en manos de uno que no tiene autoridad para ello, cuando tal vez pueda preservarla a través de su autodefensa, incurre en la culpabilidad de suicidio porque Dios le ha obligado a buscar la continuidad de su vida, y la Naturaleza enseña la necesidad de defenderse a cada criatura» «Cobardía» y «el respeto a la vida» han desaparecido en gran medida del discurso público. En su lugar se nos ofreció «autoestima» como el termómetro del éxito. «Autoestima» simplemente significa que uno se siente bien acerca de sí mismo

Ahora, visto como esta el panorama en las universidades españolas y en gran parte del resto del mundo occidental, la «dignidad» exige que nunca se diga una palabra desalentadora, y se obliga a que todos «respeten», evidentemente, se supone que somos impotentes a la hora de impedir nuestra degradación si nos exponemos a la conducta degradante de los demás. Estas son señales que proclaman a gritos lo incompleto de nuestra personalidad; en definitiva, almas huecas.

Es imposible abordar el problema de la creciente ola de delincuencia sin hablar de la responsabilidad moral de la víctima. La delincuencia aumenta debido a que muchos ciudadanos que respetan la ley, cada uno de nosotros, la permitimos, buscamos pretextos para justificarla, y nos sometemos a ella. Ayudamos a fomentarla porque no luchamos, de inmediato, allí donde sucede. La delincuencia no aumenta porque no tengamos suficientes cárceles, porque los jueces y fiscales sean demasiado suave, o porque la policía este limitada por tecnicismos jurídicos que son absurdos. El defecto esta ahí, en nuestro carácter: vivimos en una nación de cobardes y de evasores.

En la madrugada del domingo, día 16 de noviembre, tres porteros asesinaron a un jóven de 18 años a las puertas de una discoteca en Madrid. Si tuviéramos justicia en este país, esos tres individuos se tendrían que enfrentar a la pena capital por asesinato (sobre todo si lo pide la familia como opción y si hay sentencia que les inculpe).

Ahora es más probable que una persona sea víctima de un delito violento que de un accidente de trafico. A pesar de ello, la mayoría de la gente piensa que la existencia de la policía les exime de la responsabilidad de adoptar medidas integrales para protegerse. La policía, sin embargo, no son guardaespaldas personales. Al contrario, actúan como un cuerpo disuasorio contra la delincuencia, tanto por su presencia (muy importante) y para imputar delitos si procede, después de la detención de un individuo sospechoso. La policía no tiene obligación legal de proteger a nadie en particular. Usted no puede demandar a un policía que no le haya protegido de algún delito. En cuanto a que la disuasión es fruto de la presencia policial, esto es cierto: los delincuentes hacen grandes esfuerzos para no cometer un delito delante de la policía. Lamentablemente, el corolario es que usted puede apostar su vida de que no van a estar en el momento que realmente los necesite. Es muy difícil llamar a la policía cuando entra un criminal para asaltar un chalet, y mucho menos fácil si se trata de una violación o un atraco en la vía pública. ¿Y qué decir si se trata de un individuo contra tres porteros de una discoteca?

No me da vergüenza decirlo: tengo armas. Y las tengo precisamente porque se que si llamo a un policía, a un medico, y a Telepizza, estoy seguro de que el primero que llegará «a tiempo» es el repartidor de Telepizza. Solo hay que pasearse por Madrid una noche de fin de semana para ver las incapacidades policiales. Ni siquiera se atreven, en muchas ocasiones, a multar a los individuos que impunemente beben alcohol, entre risotadas y escombros de basura, en nuestros parques municipales.

Tras leer la noticia del asesinato de Ussía en manos de tres porteros, me puse a pensar en el parálisis cerebral que sufren muchos ciudadanos españoles. La mayoría de los españoles (y otros europeos) piensan que si viven, trabajan y viajan en zonas «seguras», «gun free» (como dicen los progres en EEUU), no sufrirán a manos de un delincuente. Indudablemente, cuando hay un problema delictivo en estas zonas, reaccionan (como hemos visto estos días en la prensa) con angustia y consternación y confusión. Esto es normal porque es cuando descubren, a la fuerza, de que los criminales no respetan ninguna norma y muchos menos estos «limites» imaginarios. Si, por lo contrario, usted entiende de que un delito violento puede ocurrir en cualquier sitio y a cualquier hora, y si usted entiende que puede morir o sufrir una herida mortal en cuestión de segundos, estoy seguro de que ya no me dirá eso de que su vida esta mas segura en manos de otros. Si los amigos de Ussia, al menos uno de ellos, hubiesen tenido una pistola, estoy casi seguro de que Ussia no hubiera perdido su vida. Como no quiero fatigar a mis lectores, termino con una anécdota y un comentario sobre el poder y nuestra responsabilidad individual.

A estas alturas de mi entrada, estoy seguro de que algunos se estarán partiendo de la risa pensando «joo que loco es este tío, que extremista, cómo le mola las pistolas.» Los que dicen eso son los primeros que lloran a gritos cuando ocurre una tragedia porque no saben que hacer y no se explican como unos individuos pueden llegar a querer asesinar a otros. Es lo que tiene no entender la naturaleza pecadora del hombre. Hace 7 años, en el verano de 2001, me encontraba de vacaciones en el estado de Misisipi, uno de mis favoritos de los EEUU, en pleno «sur profundo.» Bien, en Misisipi, como en gran parte del sur y suroeste de los EEUU, los bares no tienen nada que ver con los que tenemos en Europa. Normalmente dividen los locales en dos tipos: «bar» (y esto es lo que nosotros conocemos aqui como bar de copas) pero la diferencia es que en Miss, un «bar» es un bar de copas pero para alcohólicos. Es decir, no son sitios muy recomendables para «salir de marcha.» Luego, lo que aquí se entiende por «pub», allí normalmente es un «saloon.» Pues bien, era el verano de 2001, y me encontraba en un saloon de Jackson, Miss. El sopor de la humedad era insoportable y como tenia la opción de salir a dar vueltas y que me piquen los mosquitos de los pantanos que rodean la ciudad, o ir a un sitio con aire acondicionado y dos amigos de alli, opte por esta ultima opción, como es lógico.

Bien, en el «saloon» no habían porteros pero si lo que aquí se llamarían «seguratas» dentro del local. Esa noche el local no estaba muy lleno pero los pocos que estaban ahí dentro estaban consumiendo bastante. Todo ladrón sabe que cuando hay mucho consumo o gran afluencia de público, se hace una buena caja. Pues esa noche, cerca de la una de la madrugada (poco antes de que echan el cierre), entraron dos individuos jóvenes al «saloon», ambos de raza negra (Miss es un estado con una fuerte población negra/afro-americana) y empezaron a meterse con la cajera (cerca de la entrada). Yo oí la discusión porque empezaron a proferir palabrotas que obviamente no voy a repetir aquí en ningún idioma. Cuando la cosa se fue poniendo bien fea, salen los seguratas (ambos de raza blanca) a la «defensa» de la cajera. Lo que más disfruté de esa noche fue el hecho de que no tuvieron ningún reparo a la hora de sacar las pistolas. Nada más ver que tenían pistolas, se fueron finalmente. Lo «grande» de tener una buena pistola es que se puede apuntar al delincuente con una mano mientras se llama a la policia con la otra (parafraseando al juez Scalia). Desde hace muchos años he sido defensor de portar armas pero este incidente me convenció aun más de la necesidad y responsabilidad que todos tenemos a la hora de defendernos. Y ahora unas palabras sobre el poder estatal y nuestra responsabilidad…terminare con recomendaciones aunque este artículo no ha terminado. Es sólo la entrada de hoy.

¿Merece la pena proteger su vida y preservarla? En caso afirmativo, ?a quien le corresponde esa responsabilidad? Si usted cree que es cosa de la policía, no sólo está usted equivocado – ya que la policia, como he dicho, no tiene la obligación de hacerlo- sino que también se enfrenta usted a difíciles dilemas morales. ¿Cómo se puede legítimamente pedir a otro ser humano a arriesgar su vida para proteger la suya, cuando usted no asume su responsabilidad? Algunos me dirán, con voz tímida y afeminada: «bueeenoo esss que essseee essss su trabajo (de la policia) y si no para que pagamos impuestos los ciudadanossss? No entiendo tío.» ¿Su vida entonces tiene un valor de 20.000 euros anuales? Si usted cree que es «malo» que los ciudadanos tengan pistolas y que usen su voluntad para repeler a un asesino en potencia, ¿Cómo puede llamar a otro para que lo hagan por usted? ¿Cree usted que está prohibido protegerse porque la policía está mejor «entrenada» y usted es solamente un novato? Dejar de lado que esto es equivalente a creer que sólo el pianista profesional puede tocar el piano y solo los atletas profesionales pueden participar en actividades deportivas. ¿Qué son exactamente estas cualidades especiales que solo tiene la policía? Una persona que verdaderamente valore su vida y se tome muy en serio sus responsabilidades, para con su familia y su comunidad, cultivara los medios necesarios para luchar contra los agresores y tomara represalias cuando le amenace la muerte o alguna lesión grave, a el o a su familia. Nunca se debe depender exclusivamente de otros para su seguridad o pensar que basta con ser conscientes de nuestro entorno y de adoptar medidas cautelares.

Quitémonos los pelos de la lengua: El ciudadano responsable, que valore la vida, debe ser un ciudadano armado, entrenado en el uso responsable de las armas, y debe defenderse contra la violencia del agresor criminal cuando sea necesario y sin pestañear.

Afortunadamente, hay un arma para preservar la vida y la libertad que puede ser utilizada eficazmente por casi todo el mundo – la pistola. Pequeñas y ligeras, lo suficiente como para ser portadas habitualmente, peligrosas, pero, a diferencia del cuchillo o la espada, no exigen gran habilidad o fuerza. Los que tanto piden «proporcionalidad» deberían saber que no hay nada más óptimo para equilibrar las fuerzas como la pistola de mano.

Afortunadamente, hay un arma para preservar la vida y la libertad que puede ser utilizada eficazmente por casi todo el mundo – la pistola. Pequeñas y ligeras, lo suficiente como para ser portadas habitualmente, peligrosas, pero, a diferencia del cuchillo o la espada, no exigen gran habilidad o fuerza. Los que tanto piden «proporcionalidad» deberían saber que no hay nada más óptimo para equilibrar las fuerzas como la pistola de mano. Sólo requieren coordinación ocular-y un mínimo de capacidad para permanecer tranquilos en una situación peligrosa, puede ser utilizada de forma eficaz por los ancianos y los débiles contra los jóvenes y los fuertes, por uno en contra de una mayoría. La pistola es la única arma que podría dar un sentido de seguridad a una mujer sola haciendo footing en el Retiro y la única forma de que pueda defenderse ante una banda como los Latin Kings que quieran violarla, protege a la profesora contra un loco que quiera masacrar a los estudiantes, y también sirve para una familia de turistas a la espera del tren en un anden que quieran protegerse de una banda de jóvenes indocumentados, armados con navajas, cadenas y cuchillos. Sin embargo, dado que vivimos en una sociedad que por lo general prohíbe las armas, sobre todo en esta Europa continental, positivista y atea, nuestra lucha es bastante difícil y será un camino bien largo. La lucha por este derecho no es algo que muchos comentaristas liberales se tomen en serio, en España. No he leído yo casi ningún articulo en Libertad Digital que defienda este derecho o que abogue por establecerlo de forma universal o nacional. Lo que creen nuestros políticos y «filosofos» liberales acerca de las armas significa que, en realidad, son complices de los alborotos criminales que sufre la sociedad en un país como España, donde no hay una democracia realmente representativa.

8 comentarios

  1. Dios nos hizo a los hombres distintos. Samuel Colt nos igualó.

    Fonseca

  2. Aplaudo este artículo. Es comprometido, fundado y levantará ampollas, sin duda, en una sociedad anestesiada y cobarde como la nuestra. Comparto sus palabras sobre la responsabilidad, la defensa de la libertad y las armas, ¿pero cómo combatir a los argumentos demagógicos y recurrentes de quienes se oponen a ellas? ¿Cómo rebatirles cuando esgrimen matanzas como la de Columbine, aunque sean hechos aislados y llevados a cabo por dementes? Es difícil mantener el debate, un debate de calidad, y por eso le agradezco mucho este nuevo artículo-referencia, valiente y cargado de razón.

    También he terminado la lectura de sus escritos sobre libertad religiosa. Me inclino por lo que dice el juez Scalia, si bien es verdad que cada caso es un mundo y en cuestiones tan espinosas como las objeciones de conciencia la jurisprudencia puede variar y se debe resolver siempre «ad casum». Le recomiendo dos libros de Rafael Palomino, «Las objeciones de conciencia: conflictos entre conciencia y ley en el derecho norteamericano» (Montecorvo, 1994) y «Las objeciones de conciencia en el derecho norteamericano» (UCM, 2001). Es posible que haya algo en Internet (p.e., aquí: http://www.ucm.es/BUCM/tesis/19911996/S/0/S0017401.pdf)

    Un saludo

  3. valcarcel · ·

    Muchas gracias espantapájaros…este fin de semana voy a ver si consigo los libros y así hacer algo constructivo con mi tiempo.

    «¿pero cómo combatir a los argumentos demagógicos y recurrentes de quienes se oponen a ellas? ¿Cómo rebatirles cuando esgrimen matanzas como la de Columbine, aunque sean hechos aislados y llevados a cabo por dementes?»

    Buenas y difíciles preguntas (difíciles para los que están entrenados a pensar en un sistema hegeliano y no explícitamente de convicciones). Gran parte del conservadurismo liberal, en mi opinión, es que muchos de nuestros pensadores renuncian las raices rectas de los origenes del pensamiento (a mi me gusta llamarlo «occidentalista y liberal» — liberal, por supuesto, en el sentido cristiano de la palabra). Mañana respondo a estas preguntas porque publico la segunda parte de este artículo. Estoy convencido de que tenemos el deber de recuperar el debate pero con convicciones. Siempre digo que no hay neutralidad: los humanistas de izquierdas son igual de absolutistas en sus convicciones.

    Yo soy cristiano y obviamente sé que no todo el mundo es cristiano en esta sociedad pero una de las cosas que me llama muchísimo la atención es cuando me dicen «quieres imponer tus convicciones a los demás.» Pues, ¿quién no? Lo que los hace a ellos peligrosos es que nosotros, al menos yo, no intento usar la burocracia estatal como mecanismo para cambiar almas y criterios.

    Ellos creen que se puede combatir por ejemplo el racismo con programas educativos. Bazofia.

    La mejor forma de combatir injusticias personales es desarrollando una conciencia y arrepintiendonos del mal que hacemos muchas veces: todas esas matanzas que vemos ahora nada tienen que ver con las pistolas y sí todo que ver con una cultura que enseña el relativismo cultural, que «todo vale» y que no hay nada absolutamente moral e inmoral. Fíjese que estas matanzas casi siempre ocurren en colegios públicos donde se rechaza, abiertamente, a los cristianos y a la Palabra de Dios. Y para mí, desde un punto de vista cristiano, una nación o institución que deplore de una forma tan hostil a Dios y su palabra, sufrirá consecuencias. Cuando el hombre no tiene límites, tenemos un mar de maldad sin fronteras.

    Saludos

  4. Pasaba por aquí · ·

    ¿Tanto miedo tiene? ¿tan peligrosa le parece la sociedad como para llevar un arma cargada a todas partes?.

    Mire, he sido víctima de delitos, la mayoría atracos sin ningún tipo de arma y sólo con la intimidación que pueden dar los músculos del agresor. Se me ponen los pelos de punta cuando usted habla de la posibilidad de que cualquiera pueda acceder a un arma «para defenderse», parece ignorar que ese cualquiera también puede usarla para atacar.

    Y de hecho, lo hace. mientras que cualquier ciudad de Estados Unidos tiene unas cifras horriibles de tiroteos entre bandas o con la policía, en España, donde yo vivo ahora (una ciudad costera de tamaño medio/grande) sólo se registran 1 o 2 tiroteos al año (cifras del 2007 y 2006 respectivamente), siempre en barrios muy marginales o de chabolas entre traficantes o para intimidar sin víctimas. Tanto es así que ni siquiera son noticias. Recuerdo un tiroteo hace relativamente poco con 3 heridos en un barrio popular, se trataba de un ajuste de cuentas entre traficantes, fue portada en todos los periódicos locales… ¿Ocurre lo mismo en países con libre circulación de armas?

    Una falacia a la que recurrís a menudo los que estáis a favor de la libre circulación de armas de fuego es pintar un universo totalmente utópico. En el mismo el ciudadano al que se dirige la perorata es el único de su ciudad que lleva un arma y se pasea poderoso por su barrio, conocedor de que en cuanto se le cruce un matón lo va a intimidar con un simple y rápido movimiento de mano. Los criminales, por alguna extraña razón son alérgicos a ellas y vagan por las calles buscando a algún progre gilipollas y sin dignidad que ande por ahí totalmente indefenso.

    Ahora, le digo una cosa: ¿qué ocurre si dos maleantes se plantan delante suyo y le sacan las pistolas? ¿defiende usted su dignidad a lo John Wayne matando a ambos antes de que puedan apretar el gatillo? ¿o mejor a lo Steven Seagal desarmando a uno con un rápido movimiento de karate mientras mata al otro con su arma?. Ese es el caso más peligroso ya que un arma apuntada al pecho o a la cabeza es potencialmente mortal.

    Ocurre lo mismo cuando entran en su chalet, la seguridad es mínima si los asaltantes van armados, lo único que aumenta entonces es la probabilidad de morir en un tiroteo o de que maten a alguien de tu familia en el mismo. Ojo, que no es absurdo, un antiguo compañero murió así mientras el padre defendía su dignidad y propiedades disparando a la oscuridad. Los asaltantes respondieron con tan mala fortuna que una bala perdida rebotó yendo a parar al cuello del muchacho. Lo peor es que según me comentaron, cuando vieron aparecer al padre los ladrones intentaron darse a la fuga y el padre trató de detenerlos disparando al aire, esto provocó que los ladrones respondieran llegándose al fatal desenlace. Por cierto, ocurrió en los USA

    Está claro que grano no hace montaña, pero puedo afirmar con rotundidad que esto, en España, probablemente no habría ocurrido. Y por ésta misma razón, porque todos somos conscientes de que nuestras ciudades y nuestra integridad física está más segura sin armas que con armas

    Sería interesante ver como responde a un par de Post de Mario García:
    http://altavozmagenta.blogspot.com/2008/09/reflexiones-sobre-el-derecho-portar.html
    http://altavozmagenta.blogspot.com/2008/09/aclaraciones-sobre-las-armas-de-fuego.html

    Otra cosa, lo de que el violador lo único que busca es poder es en buena parte cierto. Precisamente por eso hay tanta reticencia a realizar la castración química a violadores. No produce una reducción real del riesgo de reincidencia, de hecho, por la impotencia aumentan sustancialmente la violencia de las agresiones.

    Lo que usted defiende es absurdo. No tiene sentido afirmar que sólo es por el sexo ya que un servicio de una prostituta son 30 euros (o menos) y la mayoría de las agresiones se producen a desconocidas.

  5. valcarcel · ·

    Antes que nada, dos cosas:

    1) Conozco esos dos artículos de Mario y no los comparto porque el es iuspositivista, yo no lo soy.

    2) Mis derechos me los da Dios, no un Estado.

    Cuando usted entienda este último concepto, quizás podrá entenderme mejor. Pero ha dicho usted tantas tonerías que merece la pena contestarlas. No obstante, este artículo tiene dos partes y gran parte de sus «preguntas» se responden en la segunda parte. Me alegro, eso sí, de que me haya leído y haya comentado desde el respeto.

    Bien:

    Dice usted/pregunta —

    «¿Tanto miedo tiene? ¿tan peligrosa le parece la sociedad como para llevar un arma cargada a todas partes?»

    No se trata de tener miedo — en absoluto. Se trata de defender la vida inocente, uno de los mandamientos de Dios. Que usted no lo reconozca no quita nada de su importancia. La vida inocente es sagrada. Y los que no la defiendan, ofenden a Dios y no merecen libertad en absoluto.

    «Mire, he sido víctima de delitos, la mayoría atracos sin ningún tipo de arma y sólo con la intimidación que pueden dar los músculos del agresor. Se me ponen los pelos de punta cuando usted habla de la posibilidad de que cualquiera pueda acceder a un arma “para defenderse”, parece ignorar que ese cualquiera también puede usarla para atacar.»

    Parece, por su comentario, que es usted el que sufre el miedo. La puede usar para atacar, ciertamente: igual que una navaja, un cuchillo en la cocina, y multitud de otros objetos también letales. Usted no es nadie para negarme ese derecho.

    «Y de hecho, lo hace. mientras que cualquier ciudad de Estados Unidos tiene unas cifras horriibles de tiroteos entre bandas o con la policía,»

    Esto es plenamente falso: en EEUU hay millones y millones de armas, muchísimo más que en España. Sin embargo, la proporción de delitos con armas de fuego son despreciables en comparación con los delitos. Lo menciono en mi segunda parte del artículo.

    «en España, donde yo vivo ahora (una ciudad costera de tamaño medio/grande) sólo se registran 1 o 2 tiroteos al año (cifras del 2007 y 2006 respectivamente), siempre en barrios muy marginales o de chabolas entre traficantes o para intimidar sin víctimas.»

    Pero es que a mí me da igual el «número»: ¿una vida vale más que otra? Me da lo mismo: toda vida inocente debe tener el derecho a protegerse.

    «Tanto es así que ni siquiera son noticias. Recuerdo un tiroteo hace relativamente poco con 3 heridos en un barrio popular, se trataba de un ajuste de cuentas entre traficantes, fue portada en todos los periódicos locales… ¿Ocurre lo mismo en países con libre circulación de armas?»

    ¿Por qué tiene que ser portada? Cada vez más hay más violencia: ayer mismo, en Valencia, ciudad costera, un hombre asesinó a su mujer.

    Parece ser que a ustedes no se les meta una cosa básica y sencilla en la cabeza: un criminal NO respeta la ley y consigue las armas.

    Y no, yo personalmente no defiendo un mundo utópico, ¡todo lo contrario! La Biblia deja bien claro que vivimos en un mundo lleno de maldad. Desde luego que no le corresponde al «estado» reducir la violencia porque eso sí que es utópico. ¿Usted cree que los gobernantes son más «iluminados y virtuosos?» Eso es puro totalitarismo al estílo de la república de Platón.

    «Ahora, le digo una cosa: ¿qué ocurre si dos maleantes se plantan delante suyo y le sacan las pistolas? ¿defiende usted su dignidad a lo John Wayne matando a ambos antes de que puedan apretar el gatillo?»

    Por supuesto: están en mi propiedad privada.

    «¿o mejor a lo Steven Seagal desarmando a uno con un rápido movimiento de karate mientras mata al otro con su arma?. Ese es el caso más peligroso ya que un arma apuntada al pecho o a la cabeza es potencialmente mortal»

    Estupendo: mi objetivo es defender a mis seres queridos, no al criminal que ya comete un delito grave por allanamiento de morada. Si tuvieramos justicia en este país, el delito de allanamiento conllevaría una pena durísima, como mínimo, 50 años en prisión.

    «el padre trató de detenerlos disparando al aire, esto provocó que los ladrones respondieran llegándose al fatal desenlace. Por cierto, ocurrió en los USA»

    Es un fallo del padre: yo les hubiera disparado directamente. Y sí: hablo en serio.

    «Y por ésta misma razón, porque todos somos conscientes de que nuestras ciudades y nuestra integridad física está más segura sin armas que con armas»

    ¿todos? No sabía yo que usted era portavoz de todos los españoles. Ni se le ocurra hablar en mi nombre porque yo no acepto esa teoría tan absurda. Una sociedad que permite que los delincuentes vayan armados es cómplice de los delitos y merece ser castigada. Usted mismo, sin darse cuenta, es cómplice de los criminales porque su objetivo de controlar las armas va en contra de los ciudadanos honrados. ¿Usted cree que un mafioso se va a leer el Código Penal? Hágame el favor y céntrese en la realidad y no en su facultad positivista.

    «Otra cosa, lo de que el violador lo único que busca es poder es en buena parte cierto.»

    ¿Cómo cierto? Es un poco curioso que los que afirman eso por otro lado no quieran defenderse. Contradicción de términos.

    «Lo que usted defiende es absurdo.»

    Mis derechos INALIENABLES, porque me los da Dios, no son absurdos. Lease a Locke, y hasta Rousseau…todos los teoristas de varias épocas defienden el derecho a portar armas.

    «No tiene sentido afirmar que sólo es por el sexo ya que un servicio de una prostituta son 30 euros (o menos) y la mayoría de las agresiones se producen a desconocidas.»

    Las prostitutas también son desconocidas y hay quienes les resulta más fácil violar o incluso, los que no quieren gastarse el dinero. Hay gente así de mala y pecadora. Usted parece que vive en una utopía — son ustedes los que viven en un mundo utópico, en una torre de marfil. Por cierto: si tan «anti armas» es usted, ¿le diría eso mismo al Presidente del gobierno que está rodeado de agentes armados hasta los dientes? Un poquito de seriedad y menos hipocresía por favor.

    El problema de la violencia en eeuu tiene muy poco que ver con las armas: es un problema cultural. Siempre han portado armas en aquél país (en muchos estados) y nunca hubo la violencia que hay ahora. El problema es que EEUU, al igual que Europa, le ha dado la espalda a la palabra de Dios y a los términos absolutos en cuestiones morales. No es de extrañar, pues, que la vida no sea algo que merece la pena defender hasta la muerte.

    Pero insisto: la II parte de mi artículo, que cuelgo esta noche, ya responde a todas esas preguntas que vienen de la izquierda y de la derecha paternalista.

  6. Pasaba por aquí · ·

    Buenas noches, espero su segundo artículo pero me gustaría remarcar algunos puntos de su comentario:

    «2) Mis derechos me los da Dios, no un Estado. »

    Entiendo su postura, usted asegura que el Estado no se debe inmiscuir en sus asuntos cuando la Biblia le habla de defender inocentes con los medios que tenga a mano, en su caso, la forma más efectiva es mediante un arma de fuego. Sin embargo, ¿estaría dispuesto a garantizar esa libertad para un mormón cuando deseara casarse con varias esposas? ¿o a una secta que considerara sagrado el incesto, incluso con menores?. Ambas normas (prohibición de la poligamia y abuso a menores) están impuestas también por el Estado y pueden estar violando derechos INALIENABLES que les conceden a estas persona sus respectivos dioses.

    «Desde luego que no le corresponde al “estado” reducir la violencia porque eso sí que es utópico.»
    No sé que razonamiento le puede llevar a esa conclusión. Me resisto a creer que usted defienda que en el Estados Unidos de la fiebre del oro, con su reducido estado federal, sea más seguro que el actual. ¿El hecho de que en ciudades tan inmensas como pueden ser NY o Chicago tras una simple llamada de teléfono y 4 minutos de espera pueda contar con guardias armados en la puerta de su casa no le parece un avance?. Por curiosidad, ¿el modelo actual de su «utopía» individualista cuál es? ¿el Congo?

    «¿Por qué tiene que ser portada? Cada vez más hay más violencia: ayer mismo, en Valencia, ciudad costera, un hombre asesinó a su mujer.»
    Supongo que EEUU también habrá violencia de género, eso no quita que a parte de estas muertes haya muchas más directamente causadas por armas de fuego, muchos de ellos inocentes que simplemente pasaban por ahí o se asomaron por la ventana en mal momento. Pese a lo que usted defiente la violencia no es violencia y nada más, hay mucha diferencia entre un sopapo de mano vuelta, una puñalada en el abdomen o un tiro en el pecho. De estos ejemplos, el más peligroso de calle es el último, y es el que nosotros, por suerte, estamos menos acostumbrados a ver.

    «Parece ser que a ustedes no se les meta una cosa básica y sencilla en la cabeza: un criminal NO respeta la ley y consigue las armas.»
    Puede no respetarla, pero la teme. La pena no es la misma si asaltas a alguien con arma blanca, sólo con intimidación o con un arma de fuego. Si los ciudadanos llevaran armas de fuego los criminales verían la necesidad de armarse para poder intimidar de alguna manera, para colmo, además de la cartera le robarían su arma que pasaría a engrosar un creciente mercado negro.

    «¿Usted cree que los gobernantes son más “iluminados y virtuosos?”
    Obviamente no, no sé cómo ha podido deducir eso de mi comentario.

    «Es un fallo del padre: yo les hubiera disparado directamente. Y sí: hablo en serio. »
    Espero por usted y por su familia que tenga buena puntería, o que en vez de 5 o 6 sólo entren 3 para darle tiempo.

    “Y por ésta misma razón, porque todos somos conscientes de que nuestras ciudades y nuestra integridad física está más segura sin armas que con armas”

    «¿todos? No sabía yo que usted era portavoz de todos los españoles. »
    Fallo mío, se me ocurrió una cosa a la vez y dejé ese párrafo mal escrito y a medias, completando sería: «“Y por ésta misma razón, porque la inmensa mayoría de los españoles (de izquierdas y derechas, liberales, religiosos o no) somos conscientes de que nuestras ciudades y nuestra integridad física se encuentra más resguardada sin armas que con ellas, no encuentra usted eco en sus proclamas a favor de la libre circulación ni entre los que deberían ser sus aliados políticos»

    «¿Cómo cierto? Es un poco curioso que los que afirman eso por otro lado no quieran defenderse. Contradicción de términos. »
    ¿Es que no existe otra forma de defensa que no sea a tiros?. Sinceramente, dudo que el índice de agresiones sexuales en Estados Unidos sea más bajo que en España. Las armas en este caso no tienen nada que ver, no mezcle conceptos.

    «Mis derechos INALIENABLES, porque me los da Dios, no son absurdos. Lease a Locke, y hasta Rousseau…todos los teoristas de varias épocas defienden el derecho a portar armas.»
    Es cierto que estos pensadores han influido de manera notable en la historia, y sin duda les debemos gran parte de la situación privilegiada en la que ahora mismo nos encontramos. Sin embargo, no hay que olvidar que estamos hablando de personas que vivieron hace 300 años en una sociedad totalmente diferente a la actual, donde muchos de los peligros que los azotaban en esa época han desaparecido llevándose prejuicios por el camino. Locke, por ejemplo, también justifica la esclavitud. ¿Supone esto por si solo un argumento a favor de la misma?

    «El problema de la violencia en eeuu tiene muy poco que ver con las armas: es un problema cultural. Siempre han portado armas en aquél país (en muchos estados) y nunca hubo la violencia que hay ahora»
    A ver si va a resultar usted como un conocido que me dijo que en el 74, con Franco en vida, sólo se realizaron 350 abortos y ahora hay 60.000. La inexistencia de estadísticas no implica la inexistencia de los hechos. EEUU hace 200 años era mucho más violento y peligroso que ahora, creo que es bastante obvio.

    «El problema es que EEUU, al igual que Europa, le ha dado la espalda a la palabra de Dios y a los términos absolutos en cuestiones morales. No es de extrañar, pues, que la vida no sea algo que merece la pena defender hasta la muerte.»
    Pues ya me dirá, siendo las tasas de crimen (per capita) más bajas en España que en EEUU cómo nos las arreglamos. Los estadounidenses son mucho más religiosos que los españoles, eso sí, la mayoría protestantes… A ver si al final el cristianismo auténtico va a ser el católico….

  7. valcarcel · ·

    «embargo, ¿estaría dispuesto a garantizar esa libertad para un mormón cuando deseara casarse con varias esposas? ¿o a una secta que considerara sagrado el incesto, incluso con menores?. Ambas normas (prohibición de la poligamia y abuso a menores) están impuestas también por el Estado y pueden estar violando derechos INALIENABLES que les conceden a estas persona sus respectivos dioses.»

    Esto ya lo respondí en un artículo más abajo sobre el pluralismo religioso.

    «No sé que razonamiento le puede llevar a esa conclusión. Me resisto a creer que usted defienda que en el Estados Unidos de la fiebre del oro, con su reducido estado federal, sea más seguro que el actual. ¿El hecho de que en ciudades tan inmensas como pueden ser NY o Chicago tras una simple llamada de teléfono y 4 minutos de espera pueda contar con guardias armados en la puerta de su casa no le parece un avance?. Por curiosidad, ¿el modelo actual de su “utopía” individualista cuál es? ¿el Congo?»

    Pero si hubiese leido bien mi artículo, ya dije que NO llegan en cuatro minutos. Y aunque eso fuera cierto, que insisto, no lo es, yo no tengo por qué depender de otros para proteger mi vida y mi propiedad.

    Y sí, objetivamente hablando, la epoca del siglo XIX era más segura en EEUU que ahora. Hay problemas de violencia en parte tambien por el multiculturalismo.

    Ya escribí el segundo artículo donde salen algunas respuestas a esas preguntas habituales que me hacen sobre la violencia.

    Y sí: tengo buena puntería — practico todos los fines de semana en la Sierra.

    Un saludo

    PD: No crea — la paz no siempre significa la cristiandad.

  8. Sigfrido · ·

    Su artículo me parece muy acertado .

    Únicamente le hago una matización .

    Si un policía no socorre a un ciudadano víctima de un delito , está cometiendo un delito tipificado en en código penal .

    Incluso , teniendo en cuenta el articulado de la Ley orgánica de Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado del 86 , un policía de paisano , FUERA DE SERVICIO , está obligado a intervenir en el caso de una acción violenta .

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